La magia de la plaza de toros de las Ventas tendrá mañana 12 de octubre, Día de la Hispanidad, un aura especial gracias a una cita que pondrá el broche final a la temporada taurina en Madrid. Una doble sesión, por la mañana y por la tarde (en la que la estrella será el torero Morante de la Puebla, tan solo unos meses después de su primera Puerta Grande en la Feria de San Isidro), ha levantado la expectación entre los aficionados, que no dudaron en agotar las entradas tan solo una hora después de que salieran. Se trata del evento del año para los amantes de este espectáculo, pero también lo será para los hosteleros de la zona, que harán su agosto en esta esperada jornada.Es en los bares de Ventas donde se cocina el ambiente taurino, por ello los teléfonos no han dejado de sonar en las decenas de establecimientos que hay en torno a la Monumental madrileña, donde, según ellos mismos aseguran a este periódico, reciben 15 o 20 llamadas al día para reservar unas mesas que se agotaron nada más salir a disposición del público los tiques.El restaurante César Las Ventas, que también es como se llama el dueño, lleva toda la semana organizándose con miras a este fin de semana y muy especialmente al domingo. «No será un día normal, claramente. Ni siquiera uno en el que haya toros en la Ventas», asegura el hostelero a este diario en el interior de un negocio que fundó hace 25 años y que está situado en el número 204 de la calle de Alcalá. Con preferencia a los clientes habituales, este restaurante recibió múltiples reservas que llevaron a agotar hace casi dos meses todas las mesas disponibles para comida y cenas. «Ha habido a muchos clientes a los que he tenido que decir que no porque era ya imposible encontrarles un hueco», señala.Noticia Relacionada estandar No Preguntan a jóvenes en Las Ventas por Morante de la Puebla y la respuesta es unánime María Albert Los asistentes a la Puerta Grande del sevillano en la Corrida de Beneficencia han opinado sobre la hazaña histórica del torero en MadridEl cartel de ‘no hay billetes’ se colgó en pocas horas de que salieran a la venta las entradas del anunciado doblete de Morante de la Puebla. La Monumental madrileña ya batía el récord de 19.428 abonados en la Feria de Otoño, la mayor cifra registrada de los últimos quince años, sobre un aforo de 23.798. Y prácticamente todos los abonados habían adquirido este festejo, con el torero sevillano como estrella y máximo reclamo después de su último paso por la plaza de Ventas. Con este contexto, en tan solo tres cuartos de hora ya no quedaban dos localidades juntas, y en una hora ya ni siquiera una suelta. Los aficionados sabían que por nada del mundo podían perderse esta jornada histórica.César es consciente de que será un día extraordinario, por lo que, evidentemente, la afluencia será «mucho mayor» en esta zona del distrito de Salamanca y la organización, para él, es primordial. Durante toda esta semana ha estado recogiendo pedidos, organizando a sus trabajadores y realizando todos los preparativos correspondientes para que el domingo no le falte de nada.A mediodía arrancará la jornada en Las Ventas con el festival en homenaje a Antoñete en el que se lidiarán novillos de diferentes ganaderías. En la jornada vespertina, que empezará a las 18.00 horas, será el turno de la Corrida de la Hispanidad, en la que habrá toros de Garcigrande, en el que además de la exhibición de Morante de la Puebla, se despedirá a Fernando Robleño, que se retira del toreo en la plaza por la que ha pasado en decenas de ocasiones.200 kilos de croquetasBelén y Caique, dueños de la taberna Jarrati, también a muy pocos de la plaza que ahora está en obras, tienen ya preparados 200 kilos de croquetas para este fin de semana. Aunque tan solo llevan dos años regentando este negocio, que adquirieron gracias al traspaso de dos hermanos que se jubilaban, tienen todo bajo control. «Lo complicado es que todo el mundo viene a la misma hora, por ello a nivel de organización se nos hace más difícil», explica la encargada, que matiza que las reservas de su bar en días de toros son el público de la plaza madrileña. Eso sí, los clientes «comprenden y saben a dónde vienen», y llegan con la idea grabada en la mente de que todos van a comer y cenar a la misma hora. Hoy será el turno de los toreros Román, David Galván y Ginés Marín los que lidiarán en las Ventas con los toros de la ganadería Victorino Martín. Aunque con un pelín más de volumen de afluencia, para los hosteleros de la zona es lo más parecido a un día normal de toros, en los que se organizan los pedidos y las mesas con cierta anticipación. Sin embargo, para llegar a mañana sin ningún susto han estado haciendo producción durante las últimas dos semanas, apuntan los dueños de esta taberna.Ambiente taurino más allá del ruedo El ambiente taurino en los alrededores de Las Ventas se respira antes, durante y después de las corridas. Los aficionados se arremolinan en torno a los bares y restaurantes, para fortuna de los hosteleros de la zona. TANIA SIEIRA«Todo el menú que ofrecemos es casero y la cocina es un punto muy importante. Ese día estará todo el equipo muy volcado para arrimar el hombro y sacar el trabajo adelante. Es un pequeño esfuerzo de más que nos podrá ayudar a todos», señala Belén. Así, ese día habrá cuatro personas en barra para dar «un servicio de alto volumen».Ser hostelero en la zona de las Ventas va ligado en casi todos los casos a ser aficionado a este espectáculo. En el interior de estos locales hay capotes, toros a tamaño real en las esquinas y cuadros en cada pared. El amor de Caique a este espectáculo viene heredado de su padre. Son cinco hermanos y todos son muy apasionados por el toreo.Con esta misma afición ha convivido toda la vida César Molero, el que fuera dueño de la icónica taberna La Tienta, y que el pasado mayo, coincidiendo con la Feria de San Isidro, inauguró Casa Toro. Lo hizo con ilusión y a pesar del pequeño susto que se llevaron clientes y trabajadores cuando unos individuos rociaron con espray pimienta a varios clientes el mismo día que Morante salía a hombros por la Puerta Grande en la conocida como la Corrida de la Beneficiencia. Seis personas fueron atendidas por los servicios de emergencias y se tuvo que desalojar el local.Como Preciados en NavidadCon esto ya en el pasado, esperan que mañana sea «un día muy grande». «Pondremos mesas altas, habrá comidas informales y que las más de 200 personas que tienen reserva puedan disfrutar lo más cómodamente de esta fiesta», recalca Laura Rodríguez, encargada de reservas de este restaurante. «No sé cómo lo vamos a hacer, pero nuestro local se va a poner como Preciados en Navidad», recalca con cierto nerviosismo. Sin embargo, los clientes, remarca, son siempre «muy agradecidos»: «Saben que esto no es un servicio normal y que no podemos escalonar las reservas».Para dar el mejor trato posible, lo más importante, señala Rodríguez, está en la organización del local, de los trabajadores y asegurarse de que no les faltará nada. Por ello, siempre tienen en mente lo que para ellos ya es un dogma: «En un día como estos hay que tener siempre más del doble de ‘stock’ de siempre». La magia de la plaza de toros de las Ventas tendrá mañana 12 de octubre, Día de la Hispanidad, un aura especial gracias a una cita que pondrá el broche final a la temporada taurina en Madrid. Una doble sesión, por la mañana y por la tarde (en la que la estrella será el torero Morante de la Puebla, tan solo unos meses después de su primera Puerta Grande en la Feria de San Isidro), ha levantado la expectación entre los aficionados, que no dudaron en agotar las entradas tan solo una hora después de que salieran. Se trata del evento del año para los amantes de este espectáculo, pero también lo será para los hosteleros de la zona, que harán su agosto en esta esperada jornada.Es en los bares de Ventas donde se cocina el ambiente taurino, por ello los teléfonos no han dejado de sonar en las decenas de establecimientos que hay en torno a la Monumental madrileña, donde, según ellos mismos aseguran a este periódico, reciben 15 o 20 llamadas al día para reservar unas mesas que se agotaron nada más salir a disposición del público los tiques.El restaurante César Las Ventas, que también es como se llama el dueño, lleva toda la semana organizándose con miras a este fin de semana y muy especialmente al domingo. «No será un día normal, claramente. Ni siquiera uno en el que haya toros en la Ventas», asegura el hostelero a este diario en el interior de un negocio que fundó hace 25 años y que está situado en el número 204 de la calle de Alcalá. Con preferencia a los clientes habituales, este restaurante recibió múltiples reservas que llevaron a agotar hace casi dos meses todas las mesas disponibles para comida y cenas. «Ha habido a muchos clientes a los que he tenido que decir que no porque era ya imposible encontrarles un hueco», señala.Noticia Relacionada estandar No Preguntan a jóvenes en Las Ventas por Morante de la Puebla y la respuesta es unánime María Albert Los asistentes a la Puerta Grande del sevillano en la Corrida de Beneficencia han opinado sobre la hazaña histórica del torero en MadridEl cartel de ‘no hay billetes’ se colgó en pocas horas de que salieran a la venta las entradas del anunciado doblete de Morante de la Puebla. La Monumental madrileña ya batía el récord de 19.428 abonados en la Feria de Otoño, la mayor cifra registrada de los últimos quince años, sobre un aforo de 23.798. Y prácticamente todos los abonados habían adquirido este festejo, con el torero sevillano como estrella y máximo reclamo después de su último paso por la plaza de Ventas. Con este contexto, en tan solo tres cuartos de hora ya no quedaban dos localidades juntas, y en una hora ya ni siquiera una suelta. Los aficionados sabían que por nada del mundo podían perderse esta jornada histórica.César es consciente de que será un día extraordinario, por lo que, evidentemente, la afluencia será «mucho mayor» en esta zona del distrito de Salamanca y la organización, para él, es primordial. Durante toda esta semana ha estado recogiendo pedidos, organizando a sus trabajadores y realizando todos los preparativos correspondientes para que el domingo no le falte de nada.A mediodía arrancará la jornada en Las Ventas con el festival en homenaje a Antoñete en el que se lidiarán novillos de diferentes ganaderías. En la jornada vespertina, que empezará a las 18.00 horas, será el turno de la Corrida de la Hispanidad, en la que habrá toros de Garcigrande, en el que además de la exhibición de Morante de la Puebla, se despedirá a Fernando Robleño, que se retira del toreo en la plaza por la que ha pasado en decenas de ocasiones.200 kilos de croquetasBelén y Caique, dueños de la taberna Jarrati, también a muy pocos de la plaza que ahora está en obras, tienen ya preparados 200 kilos de croquetas para este fin de semana. Aunque tan solo llevan dos años regentando este negocio, que adquirieron gracias al traspaso de dos hermanos que se jubilaban, tienen todo bajo control. «Lo complicado es que todo el mundo viene a la misma hora, por ello a nivel de organización se nos hace más difícil», explica la encargada, que matiza que las reservas de su bar en días de toros son el público de la plaza madrileña. Eso sí, los clientes «comprenden y saben a dónde vienen», y llegan con la idea grabada en la mente de que todos van a comer y cenar a la misma hora. Hoy será el turno de los toreros Román, David Galván y Ginés Marín los que lidiarán en las Ventas con los toros de la ganadería Victorino Martín. Aunque con un pelín más de volumen de afluencia, para los hosteleros de la zona es lo más parecido a un día normal de toros, en los que se organizan los pedidos y las mesas con cierta anticipación. Sin embargo, para llegar a mañana sin ningún susto han estado haciendo producción durante las últimas dos semanas, apuntan los dueños de esta taberna.Ambiente taurino más allá del ruedo El ambiente taurino en los alrededores de Las Ventas se respira antes, durante y después de las corridas. Los aficionados se arremolinan en torno a los bares y restaurantes, para fortuna de los hosteleros de la zona. TANIA SIEIRA«Todo el menú que ofrecemos es casero y la cocina es un punto muy importante. Ese día estará todo el equipo muy volcado para arrimar el hombro y sacar el trabajo adelante. Es un pequeño esfuerzo de más que nos podrá ayudar a todos», señala Belén. Así, ese día habrá cuatro personas en barra para dar «un servicio de alto volumen».Ser hostelero en la zona de las Ventas va ligado en casi todos los casos a ser aficionado a este espectáculo. En el interior de estos locales hay capotes, toros a tamaño real en las esquinas y cuadros en cada pared. El amor de Caique a este espectáculo viene heredado de su padre. Son cinco hermanos y todos son muy apasionados por el toreo.Con esta misma afición ha convivido toda la vida César Molero, el que fuera dueño de la icónica taberna La Tienta, y que el pasado mayo, coincidiendo con la Feria de San Isidro, inauguró Casa Toro. Lo hizo con ilusión y a pesar del pequeño susto que se llevaron clientes y trabajadores cuando unos individuos rociaron con espray pimienta a varios clientes el mismo día que Morante salía a hombros por la Puerta Grande en la conocida como la Corrida de la Beneficiencia. Seis personas fueron atendidas por los servicios de emergencias y se tuvo que desalojar el local.Como Preciados en NavidadCon esto ya en el pasado, esperan que mañana sea «un día muy grande». «Pondremos mesas altas, habrá comidas informales y que las más de 200 personas que tienen reserva puedan disfrutar lo más cómodamente de esta fiesta», recalca Laura Rodríguez, encargada de reservas de este restaurante. «No sé cómo lo vamos a hacer, pero nuestro local se va a poner como Preciados en Navidad», recalca con cierto nerviosismo. Sin embargo, los clientes, remarca, son siempre «muy agradecidos»: «Saben que esto no es un servicio normal y que no podemos escalonar las reservas».Para dar el mejor trato posible, lo más importante, señala Rodríguez, está en la organización del local, de los trabajadores y asegurarse de que no les faltará nada. Por ello, siempre tienen en mente lo que para ellos ya es un dogma: «En un día como estos hay que tener siempre más del doble de ‘stock’ de siempre».
La magia de la plaza de toros de las Ventas tendrá mañana 12 de octubre, Día de la Hispanidad, un aura especial gracias a una cita que pondrá el broche final a la temporada taurina en Madrid. Una doble sesión, por la mañana y por … la tarde (en la que la estrella será el torero Morante de la Puebla, tan solo unos meses después de su primera Puerta Grande en la Feria de San Isidro), ha levantado la expectación entre los aficionados, que no dudaron en agotar las entradas tan solo una hora después de que salieran. Se trata del evento del año para los amantes de este espectáculo, pero también lo será para los hosteleros de la zona, que harán su agosto en esta esperada jornada.
Es en los bares de Ventas donde se cocina el ambiente taurino, por ello los teléfonos no han dejado de sonar en las decenas de establecimientos que hay en torno a la Monumental madrileña, donde, según ellos mismos aseguran a este periódico, reciben 15 o 20 llamadas al día para reservar unas mesas que se agotaron nada más salir a disposición del público los tiques.
El restaurante César Las Ventas, que también es como se llama el dueño, lleva toda la semana organizándose con miras a este fin de semana y muy especialmente al domingo. «No será un día normal, claramente. Ni siquiera uno en el que haya toros en la Ventas», asegura el hostelero a este diario en el interior de un negocio que fundó hace 25 años y que está situado en el número 204 de la calle de Alcalá. Con preferencia a los clientes habituales, este restaurante recibió múltiples reservas que llevaron a agotar hace casi dos meses todas las mesas disponibles para comida y cenas. «Ha habido a muchos clientes a los que he tenido que decir que no porque era ya imposible encontrarles un hueco», señala.
El cartel de ‘no hay billetes’ se colgó en pocas horas de que salieran a la venta las entradas del anunciado doblete de Morante de la Puebla. La Monumental madrileña ya batía el récord de 19.428 abonados en la Feria de Otoño, la mayor cifra registrada de los últimos quince años, sobre un aforo de 23.798. Y prácticamente todos los abonados habían adquirido este festejo, con el torero sevillano como estrella y máximo reclamo después de su último paso por la plaza de Ventas. Con este contexto, en tan solo tres cuartos de hora ya no quedaban dos localidades juntas, y en una hora ya ni siquiera una suelta. Los aficionados sabían que por nada del mundo podían perderse esta jornada histórica.
César es consciente de que será un día extraordinario, por lo que, evidentemente, la afluencia será «mucho mayor» en esta zona del distrito de Salamanca y la organización, para él, es primordial. Durante toda esta semana ha estado recogiendo pedidos, organizando a sus trabajadores y realizando todos los preparativos correspondientes para que el domingo no le falte de nada.
A mediodía arrancará la jornada en Las Ventas con el festival en homenaje a Antoñete en el que se lidiarán novillos de diferentes ganaderías. En la jornada vespertina, que empezará a las 18.00 horas, será el turno de la Corrida de la Hispanidad, en la que habrá toros de Garcigrande, en el que además de la exhibición de Morante de la Puebla, se despedirá a Fernando Robleño, que se retira del toreo en la plaza por la que ha pasado en decenas de ocasiones.
200 kilos de croquetas
Belén y Caique, dueños de la taberna Jarrati, también a muy pocos de la plaza que ahora está en obras, tienen ya preparados 200 kilos de croquetas para este fin de semana. Aunque tan solo llevan dos años regentando este negocio, que adquirieron gracias al traspaso de dos hermanos que se jubilaban, tienen todo bajo control. «Lo complicado es que todo el mundo viene a la misma hora, por ello a nivel de organización se nos hace más difícil», explica la encargada, que matiza que las reservas de su bar en días de toros son el público de la plaza madrileña. Eso sí, los clientes «comprenden y saben a dónde vienen», y llegan con la idea grabada en la mente de que todos van a comer y cenar a la misma hora.
Hoy será el turno de los toreros Román, David Galván y Ginés Marín los que lidiarán en las Ventas con los toros de la ganadería Victorino Martín. Aunque con un pelín más de volumen de afluencia, para los hosteleros de la zona es lo más parecido a un día normal de toros, en los que se organizan los pedidos y las mesas con cierta anticipación. Sin embargo, para llegar a mañana sin ningún susto han estado haciendo producción durante las últimas dos semanas, apuntan los dueños de esta taberna.



El ambiente taurino en los alrededores de Las Ventas se respira antes, durante y después de las corridas. Los aficionados se arremolinan en torno a los bares y restaurantes, para fortuna de los hosteleros de la zona.
TANIA SIEIRA
«Todo el menú que ofrecemos es casero y la cocina es un punto muy importante. Ese día estará todo el equipo muy volcado para arrimar el hombro y sacar el trabajo adelante. Es un pequeño esfuerzo de más que nos podrá ayudar a todos», señala Belén. Así, ese día habrá cuatro personas en barra para dar «un servicio de alto volumen».
Ser hostelero en la zona de las Ventas va ligado en casi todos los casos a ser aficionado a este espectáculo. En el interior de estos locales hay capotes, toros a tamaño real en las esquinas y cuadros en cada pared. El amor de Caique a este espectáculo viene heredado de su padre. Son cinco hermanos y todos son muy apasionados por el toreo.
Con esta misma afición ha convivido toda la vida César Molero, el que fuera dueño de la icónica taberna La Tienta, y que el pasado mayo, coincidiendo con la Feria de San Isidro, inauguró Casa Toro. Lo hizo con ilusión y a pesar del pequeño susto que se llevaron clientes y trabajadores cuando unos individuos rociaron con espray pimienta a varios clientes el mismo día que Morante salía a hombros por la Puerta Grande en la conocida como la Corrida de la Beneficiencia. Seis personas fueron atendidas por los servicios de emergencias y se tuvo que desalojar el local.
Como Preciados en Navidad
Con esto ya en el pasado, esperan que mañana sea «un día muy grande». «Pondremos mesas altas, habrá comidas informales y que las más de 200 personas que tienen reserva puedan disfrutar lo más cómodamente de esta fiesta», recalca Laura Rodríguez, encargada de reservas de este restaurante.
«No sé cómo lo vamos a hacer, pero nuestro local se va a poner como Preciados en Navidad», recalca con cierto nerviosismo. Sin embargo, los clientes, remarca, son siempre «muy agradecidos»: «Saben que esto no es un servicio normal y que no podemos escalonar las reservas».
Para dar el mejor trato posible, lo más importante, señala Rodríguez, está en la organización del local, de los trabajadores y asegurarse de que no les faltará nada. Por ello, siempre tienen en mente lo que para ellos ya es un dogma: «En un día como estos hay que tener siempre más del doble de ‘stock’ de siempre».
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