Quienes pasean por el Parque del Oeste se topan, casi sin quererlo, con una curiosísima construcción, una enorme chimenea de cocción de cerámica que parece una tinaja invertida, y que es conocida popularmente por esa apariencia como ‘la Tinaja’. Es el vestigio que queda de lo que fue Real Fábrica de Loza de la Moncloa, y ha soportado el paso del tiempo: prácticamente 150 años, y sigue en pie, custodiada por la Unidad Integral de Policía Municipal de Moncloa Aravaca.Hay un antecedente digno de mención: La Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, fundada por Carlos III en 1760 y que continuaba con la tradición de manufactura de Capodimonte. Producía porcelanas de alta calidad para decorar los Reales Sitios. Trajo a los mejores profesionales y eligió para instalarla el Real Sitio del Buen Retiro, donde hoy está la escultura del Ángel Caído. Tras una larga y exitosa actividad, fue derruida por las tropas británicas en combate contra las de Napoleón, en 1812. Pocos años después, en 1817, el rey Fernando VII mandó fundar la Real Fábrica de Loza de La Moncloa, que se estableció en el Real Sitio de la Florida, muy cerca del cementerio de La Florida, a espaldas de la ermita donde las modistillas iban cada 13 de junio a buscar novio. En ella se utilizó el material, moldes e incluso el personal que aún quedaba de la antigua fábrica de Retiro. Vivió cuatro etapas muy diferentes, desde la primera en que la dirigió Antonio Forni, centrándose en las piezas de porcelana con abundante policromía y de influencia francesa; la que abarcó de 1821 a 1833, con Bartolomé Sureda al frente, que dio orden de producir a gran escala imitación de Sèvres, centrándose en la loza; una tercera etapa que abarcó el reinado de Isabel II y sustituyó el clasicismo anterior por una decoración más abstracta, bajo las órdenes de Juan Federico Langlois. Se dio el problema, no pequeño, de que el maestro no quería desvelar sus secretos, lo que ralentizó la producción. Y por eso fue destituido, y la fábrica cerrada en 1850. Noticia Relacionada ESCUELAS DE ARTE reportaje Si Cuidar del pasado también es profesión con futuro Henar Díaz Manipular «obra real» desde el minuto cero y grupos reducidos, entre las ventajas de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño y de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, cuyos profesores destacan los «resultados excepcionales»Pero no fue este su último aliento: en 1874 volvía a abrir sus puertas, por iniciativa del secretario de Alfonso XII, el conde Morphy. Los hermanos Daniel y Guillermo Zuloaga, que habían estudiado en Sèvres, la dirigieron, y en esta ocasión se dedicaron a la fabricación de azulejos cerámicos destinados a la arquitectura. También se volvieron a utilizar técnicas clásicas españolas, y se ocuparon de la producción de botes farmacéuticos y grupos escultóricos. Historia hecha ladrillo Arriba, la Tinaja, en la actualidad. Abajo, clase y horno de la Escuela de Cerámica de Madrid, en 1941 TANIA SIEIRA-ARCHIVO ABCLa Tinaja apareció en esta última época, y es el vestigio más visible de esa antigua Real Fábrica de Loza de Moncloa. Su impresionante figura, con apoyo en varios contrafuertes, atrae todas las miradas de quienes pasean por la zona. Actualmente, se encuentra en el interior de las instalaciones de la Unidad Integral de Policía Municipal de Moncloa, anexas a la Escuela de Cerámica Municipal. El paso del tiempo ha hecho mella en esta bella chimenea, cuyo interior no se puede visitar y que sin duda merecería una oportuna restauración.MÁS INFORMACIÓN Carritos, cajas fuertes y zapatos sueltos en el estanque de El Retiro Las casas cueva donde vivían los madrileños en Ventas o TetuánAunque la Real Fábrica no existe, sí permanece allí la Tinaja como recuerdo de su pasado. Y como inspiración de los dos centros que perviven: la Escuela Municipal de Cerámica de la Moncloa y la Escuela de Arte Francisco Alcántara, dependiente de la Comunidad de Madrid. Quienes pasean por el Parque del Oeste se topan, casi sin quererlo, con una curiosísima construcción, una enorme chimenea de cocción de cerámica que parece una tinaja invertida, y que es conocida popularmente por esa apariencia como ‘la Tinaja’. Es el vestigio que queda de lo que fue Real Fábrica de Loza de la Moncloa, y ha soportado el paso del tiempo: prácticamente 150 años, y sigue en pie, custodiada por la Unidad Integral de Policía Municipal de Moncloa Aravaca.Hay un antecedente digno de mención: La Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, fundada por Carlos III en 1760 y que continuaba con la tradición de manufactura de Capodimonte. Producía porcelanas de alta calidad para decorar los Reales Sitios. Trajo a los mejores profesionales y eligió para instalarla el Real Sitio del Buen Retiro, donde hoy está la escultura del Ángel Caído. Tras una larga y exitosa actividad, fue derruida por las tropas británicas en combate contra las de Napoleón, en 1812. Pocos años después, en 1817, el rey Fernando VII mandó fundar la Real Fábrica de Loza de La Moncloa, que se estableció en el Real Sitio de la Florida, muy cerca del cementerio de La Florida, a espaldas de la ermita donde las modistillas iban cada 13 de junio a buscar novio. En ella se utilizó el material, moldes e incluso el personal que aún quedaba de la antigua fábrica de Retiro. Vivió cuatro etapas muy diferentes, desde la primera en que la dirigió Antonio Forni, centrándose en las piezas de porcelana con abundante policromía y de influencia francesa; la que abarcó de 1821 a 1833, con Bartolomé Sureda al frente, que dio orden de producir a gran escala imitación de Sèvres, centrándose en la loza; una tercera etapa que abarcó el reinado de Isabel II y sustituyó el clasicismo anterior por una decoración más abstracta, bajo las órdenes de Juan Federico Langlois. Se dio el problema, no pequeño, de que el maestro no quería desvelar sus secretos, lo que ralentizó la producción. Y por eso fue destituido, y la fábrica cerrada en 1850. Noticia Relacionada ESCUELAS DE ARTE reportaje Si Cuidar del pasado también es profesión con futuro Henar Díaz Manipular «obra real» desde el minuto cero y grupos reducidos, entre las ventajas de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño y de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, cuyos profesores destacan los «resultados excepcionales»Pero no fue este su último aliento: en 1874 volvía a abrir sus puertas, por iniciativa del secretario de Alfonso XII, el conde Morphy. Los hermanos Daniel y Guillermo Zuloaga, que habían estudiado en Sèvres, la dirigieron, y en esta ocasión se dedicaron a la fabricación de azulejos cerámicos destinados a la arquitectura. También se volvieron a utilizar técnicas clásicas españolas, y se ocuparon de la producción de botes farmacéuticos y grupos escultóricos. Historia hecha ladrillo Arriba, la Tinaja, en la actualidad. Abajo, clase y horno de la Escuela de Cerámica de Madrid, en 1941 TANIA SIEIRA-ARCHIVO ABCLa Tinaja apareció en esta última época, y es el vestigio más visible de esa antigua Real Fábrica de Loza de Moncloa. Su impresionante figura, con apoyo en varios contrafuertes, atrae todas las miradas de quienes pasean por la zona. Actualmente, se encuentra en el interior de las instalaciones de la Unidad Integral de Policía Municipal de Moncloa, anexas a la Escuela de Cerámica Municipal. El paso del tiempo ha hecho mella en esta bella chimenea, cuyo interior no se puede visitar y que sin duda merecería una oportuna restauración.MÁS INFORMACIÓN Carritos, cajas fuertes y zapatos sueltos en el estanque de El Retiro Las casas cueva donde vivían los madrileños en Ventas o TetuánAunque la Real Fábrica no existe, sí permanece allí la Tinaja como recuerdo de su pasado. Y como inspiración de los dos centros que perviven: la Escuela Municipal de Cerámica de la Moncloa y la Escuela de Arte Francisco Alcántara, dependiente de la Comunidad de Madrid.
Quienes pasean por el Parque del Oeste se topan, casi sin quererlo, con una curiosísima construcción, una enorme chimenea de cocción de cerámica que parece una tinaja invertida, y que es conocida popularmente por esa apariencia como ‘la Tinaja’. Es el vestigio que queda … de lo que fue Real Fábrica de Loza de la Moncloa, y ha soportado el paso del tiempo: prácticamente 150 años, y sigue en pie, custodiada por la Unidad Integral de Policía Municipal de Moncloa Aravaca.
Hay un antecedente digno de mención: La Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro, fundada por Carlos III en 1760 y que continuaba con la tradición de manufactura de Capodimonte. Producía porcelanas de alta calidad para decorar los Reales Sitios. Trajo a los mejores profesionales y eligió para instalarla el Real Sitio del Buen Retiro, donde hoy está la escultura del Ángel Caído. Tras una larga y exitosa actividad, fue derruida por las tropas británicas en combate contra las de Napoleón, en 1812.
Pocos años después, en 1817, el rey Fernando VII mandó fundar la Real Fábrica de Loza de La Moncloa, que se estableció en el Real Sitio de la Florida, muy cerca del cementerio de La Florida, a espaldas de la ermita donde las modistillas iban cada 13 de junio a buscar novio. En ella se utilizó el material, moldes e incluso el personal que aún quedaba de la antigua fábrica de Retiro. Vivió cuatro etapas muy diferentes, desde la primera en que la dirigió Antonio Forni, centrándose en las piezas de porcelana con abundante policromía y de influencia francesa; la que abarcó de 1821 a 1833, con Bartolomé Sureda al frente, que dio orden de producir a gran escala imitación de Sèvres, centrándose en la loza; una tercera etapa que abarcó el reinado de Isabel II y sustituyó el clasicismo anterior por una decoración más abstracta, bajo las órdenes de Juan Federico Langlois. Se dio el problema, no pequeño, de que el maestro no quería desvelar sus secretos, lo que ralentizó la producción. Y por eso fue destituido, y la fábrica cerrada en 1850.
Pero no fue este su último aliento: en 1874 volvía a abrir sus puertas, por iniciativa del secretario de Alfonso XII, el conde Morphy. Los hermanos Daniel y Guillermo Zuloaga, que habían estudiado en Sèvres, la dirigieron, y en esta ocasión se dedicaron a la fabricación de azulejos cerámicos destinados a la arquitectura. También se volvieron a utilizar técnicas clásicas españolas, y se ocuparon de la producción de botes farmacéuticos y grupos escultóricos.



Arriba, la Tinaja, en la actualidad. Abajo, clase y horno de la Escuela de Cerámica de Madrid, en 1941
TANIA SIEIRA-ARCHIVO ABC
La Tinaja apareció en esta última época, y es el vestigio más visible de esa antigua Real Fábrica de Loza de Moncloa. Su impresionante figura, con apoyo en varios contrafuertes, atrae todas las miradas de quienes pasean por la zona. Actualmente, se encuentra en el interior de las instalaciones de la Unidad Integral de Policía Municipal de Moncloa, anexas a la Escuela de Cerámica Municipal. El paso del tiempo ha hecho mella en esta bella chimenea, cuyo interior no se puede visitar y que sin duda merecería una oportuna restauración.
Aunque la Real Fábrica no existe, sí permanece allí la Tinaja como recuerdo de su pasado. Y como inspiración de los dos centros que perviven: la Escuela Municipal de Cerámica de la Moncloa y la Escuela de Arte Francisco Alcántara, dependiente de la Comunidad de Madrid.
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