El número de bacterias resistentes a los antibióticos aumenta anualmente entre un 5% y un 15%. Hasta 2023, año que incluye el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , una de cada seis infecciones bacterianas resultaban ser resistentes a los antimicrobianos y, entre 2018 y 2023, la resistencia a los antibióticos monitorizados aumentó en más del 40%, lo cual «está limitando las opciones terapéuticas empíricas e impulsando un cambio de los tratamientos orales a los intravenosos, lo que incluye una mayor dependencia de los antibióticos de segunda elección y de último recurso», alerta el informe. A escala global, casi el 45% de las bacterias ‘Escherichia coli’ son resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, por ejemplo, una proporción que varía entre un 20% en Europa y más del 70% en África.El informe del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y su Uso (GLASS) es elaborado por la OMS a partir de datos sobre infecciones resistentes a los medicamentos procedentes de más de 100 países y se ha convertido en un importante foco de atención en la cumbre sanitaria celebrada este lunes en Berlín. En algunas partes del mundo, una de cada tres infecciones es resistente a los antibióticos comunes, incluidos los tratamientos de segunda y tercera línea. Los gérmenes que causan infecciones urinarias y algunas infecciones sanguíneas pueden ser resistentes a los antibióticos en más de la mitad de los casos a nivel mundial, y en más de dos tercios en algunas partes de África. Esto significa que las infecciones simples, que antes se podían tratar con comprimidos, ahora requieren tiempo de hospitalización y, en algunos casos, no cuentan con tratamiento eficaz. Noticia Relacionada estandar No Un estudio del hospital de Ciudad Real explica por qué hay que evitar un uso indiscriminado de antibióticos ABC El trabajo premiado ha sido realizado por profesionales del hospital de Ciudad RealLa OMS aboga por un enfoque ‘One Health’ (Una sola salud) que vincule la salud humana, animal y medioambiental. Sin embargo, la mayor parte de los datos siguen procediendo de hospitales y clínicas, y se centran en las infecciones humanas causadas por bacterias como E. coli y Klebsiella, lo que da lugar a un gran punto ciego, porque la resistencia a los antibióticos no se limita a los hospitales y no solo se propaga a través de bacterias dañinas. También puede ser transmitida por microbios inofensivos que se encuentran en los animales, el agua, el suelo e incluso dentro de nuestros propios cuerpos. Estos microbios actúan como portadores silenciosos, transmitiendo genes de resistencia a bacterias más peligrosas, pero siguen fuera de los estudios.Salida de EE.UU. de la OMSOtro de los focos de atención en esta cumbre es la reorganización de la OMS, ahora que Estados Unidos ha abandonado la organización y se cierne una amenaza de retroceso en la lucha mundial contra enfermedades como el sida, la tuberculosis y la malaria. La ministra alemana de Sanidad, Nina Warken, ha llamado a fortalecer la organización y la cooperación internacional por la salud. «Los desafíos de la política de salud internacional están creciendo, ya sea debido al cambio climático, las enfermedades o la mayor propagación de la resistencia a los antibióticos. Se trata de problemas que sólo podemos abordar juntos», ha dicho en su discurso de inauguración, en el que ha anunciado una aportación alemana de mil millones de euros para el Fondo Mundial de Lucha contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria. »Las experiencias de los últimos años, especialmente la pandemia, nos han demostrado claramente que la protección de la salud en muchas áreas solo funciona en conjunto«, ha insistido, un planteamiento aplaudido por Bill Gates y por el cantante Bono.Entre las ideas que se barajan en Berlín para hacer frente a una OMS sin Estados Unidos, figura la de ampliar el número de donantes voluntarios, incluyendo países emergentes, filántropos privados y alianzas público-privadas, y la de reforzar acuerdos con la Unión Europea, Japón, Canadá y China, que podrían aumentar su influencia en la organización. Se ha propuesto además establecer fondos temáticos para pandemias, resistencia antimicrobiana y salud digital, atrayendo inversiones específicas, e implementar reformas de gobernanza, para ampliar la autonomía de la organización y disminuir la burocracia y la lentitud que la pandemia puso de manifiesto. Algunos ponentes ven en la marcha de Estados Unidos la ventaja de ganar en independencia.Salud mental de médicos y enfermerasEl director de la OMS para Europa, Hans Kluge, se ha referido a un nuevo estudio que revela una grave crisis de salud mental entre los médicos y enfermeras europeos, con uno de cada tres reportando depresión o ansiedad, una tasa cinco veces más alta que la población general, que refuerza la tesis sobre la importancia de promover más en primera línea la salud psicológica. Kluge ha descrito una «crisis de seguridad sanitaria» que amenaza la integridad de los sistemas de salud. «Más de uno de cada 10 ha pensado en acabar con su vida o hacerse daño. Esta es una carga inaceptable«, ha dicho sobre los resultados del estudio, basado en 90.000 respuestas de trabajadores de la salud en los 27 países de la UE, Islandia y Noruega. Entre los principales factores de riesgo ha mencionado la exposición a la violencia, largas horas de trabajo y turnos nocturnos. Las enfermeras y las doctoras son más propensas a la depresión y la ansiedad, mientras que los médicos varones tienen más probabilidades de desarrollar adicción al alcohol. El número de bacterias resistentes a los antibióticos aumenta anualmente entre un 5% y un 15%. Hasta 2023, año que incluye el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , una de cada seis infecciones bacterianas resultaban ser resistentes a los antimicrobianos y, entre 2018 y 2023, la resistencia a los antibióticos monitorizados aumentó en más del 40%, lo cual «está limitando las opciones terapéuticas empíricas e impulsando un cambio de los tratamientos orales a los intravenosos, lo que incluye una mayor dependencia de los antibióticos de segunda elección y de último recurso», alerta el informe. A escala global, casi el 45% de las bacterias ‘Escherichia coli’ son resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, por ejemplo, una proporción que varía entre un 20% en Europa y más del 70% en África.El informe del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y su Uso (GLASS) es elaborado por la OMS a partir de datos sobre infecciones resistentes a los medicamentos procedentes de más de 100 países y se ha convertido en un importante foco de atención en la cumbre sanitaria celebrada este lunes en Berlín. En algunas partes del mundo, una de cada tres infecciones es resistente a los antibióticos comunes, incluidos los tratamientos de segunda y tercera línea. Los gérmenes que causan infecciones urinarias y algunas infecciones sanguíneas pueden ser resistentes a los antibióticos en más de la mitad de los casos a nivel mundial, y en más de dos tercios en algunas partes de África. Esto significa que las infecciones simples, que antes se podían tratar con comprimidos, ahora requieren tiempo de hospitalización y, en algunos casos, no cuentan con tratamiento eficaz. Noticia Relacionada estandar No Un estudio del hospital de Ciudad Real explica por qué hay que evitar un uso indiscriminado de antibióticos ABC El trabajo premiado ha sido realizado por profesionales del hospital de Ciudad RealLa OMS aboga por un enfoque ‘One Health’ (Una sola salud) que vincule la salud humana, animal y medioambiental. Sin embargo, la mayor parte de los datos siguen procediendo de hospitales y clínicas, y se centran en las infecciones humanas causadas por bacterias como E. coli y Klebsiella, lo que da lugar a un gran punto ciego, porque la resistencia a los antibióticos no se limita a los hospitales y no solo se propaga a través de bacterias dañinas. También puede ser transmitida por microbios inofensivos que se encuentran en los animales, el agua, el suelo e incluso dentro de nuestros propios cuerpos. Estos microbios actúan como portadores silenciosos, transmitiendo genes de resistencia a bacterias más peligrosas, pero siguen fuera de los estudios.Salida de EE.UU. de la OMSOtro de los focos de atención en esta cumbre es la reorganización de la OMS, ahora que Estados Unidos ha abandonado la organización y se cierne una amenaza de retroceso en la lucha mundial contra enfermedades como el sida, la tuberculosis y la malaria. La ministra alemana de Sanidad, Nina Warken, ha llamado a fortalecer la organización y la cooperación internacional por la salud. «Los desafíos de la política de salud internacional están creciendo, ya sea debido al cambio climático, las enfermedades o la mayor propagación de la resistencia a los antibióticos. Se trata de problemas que sólo podemos abordar juntos», ha dicho en su discurso de inauguración, en el que ha anunciado una aportación alemana de mil millones de euros para el Fondo Mundial de Lucha contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria. »Las experiencias de los últimos años, especialmente la pandemia, nos han demostrado claramente que la protección de la salud en muchas áreas solo funciona en conjunto«, ha insistido, un planteamiento aplaudido por Bill Gates y por el cantante Bono.Entre las ideas que se barajan en Berlín para hacer frente a una OMS sin Estados Unidos, figura la de ampliar el número de donantes voluntarios, incluyendo países emergentes, filántropos privados y alianzas público-privadas, y la de reforzar acuerdos con la Unión Europea, Japón, Canadá y China, que podrían aumentar su influencia en la organización. Se ha propuesto además establecer fondos temáticos para pandemias, resistencia antimicrobiana y salud digital, atrayendo inversiones específicas, e implementar reformas de gobernanza, para ampliar la autonomía de la organización y disminuir la burocracia y la lentitud que la pandemia puso de manifiesto. Algunos ponentes ven en la marcha de Estados Unidos la ventaja de ganar en independencia.Salud mental de médicos y enfermerasEl director de la OMS para Europa, Hans Kluge, se ha referido a un nuevo estudio que revela una grave crisis de salud mental entre los médicos y enfermeras europeos, con uno de cada tres reportando depresión o ansiedad, una tasa cinco veces más alta que la población general, que refuerza la tesis sobre la importancia de promover más en primera línea la salud psicológica. Kluge ha descrito una «crisis de seguridad sanitaria» que amenaza la integridad de los sistemas de salud. «Más de uno de cada 10 ha pensado en acabar con su vida o hacerse daño. Esta es una carga inaceptable«, ha dicho sobre los resultados del estudio, basado en 90.000 respuestas de trabajadores de la salud en los 27 países de la UE, Islandia y Noruega. Entre los principales factores de riesgo ha mencionado la exposición a la violencia, largas horas de trabajo y turnos nocturnos. Las enfermeras y las doctoras son más propensas a la depresión y la ansiedad, mientras que los médicos varones tienen más probabilidades de desarrollar adicción al alcohol.
El número de bacterias resistentes a los antibióticos aumenta anualmente entre un 5% y un 15%. Hasta 2023, año que incluye el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis infecciones bacterianas resultaban ser resistentes a los antimicrobianos … y, entre 2018 y 2023, la resistencia a los antibióticos monitorizados aumentó en más del 40%, lo cual «está limitando las opciones terapéuticas empíricas e impulsando un cambio de los tratamientos orales a los intravenosos, lo que incluye una mayor dependencia de los antibióticos de segunda elección y de último recurso», alerta el informe. A escala global, casi el 45% de las bacterias ‘Escherichia coli’ son resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, por ejemplo, una proporción que varía entre un 20% en Europa y más del 70% en África.
El informe del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y su Uso (GLASS) es elaborado por la OMS a partir de datos sobre infecciones resistentes a los medicamentos procedentes de más de 100 países y se ha convertido en un importante foco de atención en la cumbre sanitaria celebrada este lunes en Berlín.
En algunas partes del mundo, una de cada tres infecciones es resistente a los antibióticos comunes, incluidos los tratamientos de segunda y tercera línea. Los gérmenes que causan infecciones urinarias y algunas infecciones sanguíneas pueden ser resistentes a los antibióticos en más de la mitad de los casos a nivel mundial, y en más de dos tercios en algunas partes de África. Esto significa que las infecciones simples, que antes se podían tratar con comprimidos, ahora requieren tiempo de hospitalización y, en algunos casos, no cuentan con tratamiento eficaz.
La OMS aboga por un enfoque ‘One Health’ (Una sola salud) que vincule la salud humana, animal y medioambiental. Sin embargo, la mayor parte de los datos siguen procediendo de hospitales y clínicas, y se centran en las infecciones humanas causadas por bacterias como E. coli y Klebsiella, lo que da lugar a un gran punto ciego, porque la resistencia a los antibióticos no se limita a los hospitales y no solo se propaga a través de bacterias dañinas. También puede ser transmitida por microbios inofensivos que se encuentran en los animales, el agua, el suelo e incluso dentro de nuestros propios cuerpos. Estos microbios actúan como portadores silenciosos, transmitiendo genes de resistencia a bacterias más peligrosas, pero siguen fuera de los estudios.
Salida de EE.UU. de la OMS
Otro de los focos de atención en esta cumbre es la reorganización de la OMS, ahora que Estados Unidos ha abandonado la organización y se cierne una amenaza de retroceso en la lucha mundial contra enfermedades como el sida, la tuberculosis y la malaria. La ministra alemana de Sanidad, Nina Warken, ha llamado a fortalecer la organización y la cooperación internacional por la salud. «Los desafíos de la política de salud internacional están creciendo, ya sea debido al cambio climático, las enfermedades o la mayor propagación de la resistencia a los antibióticos. Se trata de problemas que sólo podemos abordar juntos», ha dicho en su discurso de inauguración, en el que ha anunciado una aportación alemana de mil millones de euros para el Fondo Mundial de Lucha contra el VIH, la Tuberculosis y la Malaria. »Las experiencias de los últimos años, especialmente la pandemia, nos han demostrado claramente que la protección de la salud en muchas áreas solo funciona en conjunto«, ha insistido, un planteamiento aplaudido por Bill Gates y por el cantante Bono.
Entre las ideas que se barajan en Berlín para hacer frente a una OMS sin Estados Unidos, figura la de ampliar el número de donantes voluntarios, incluyendo países emergentes, filántropos privados y alianzas público-privadas, y la de reforzar acuerdos con la Unión Europea, Japón, Canadá y China, que podrían aumentar su influencia en la organización. Se ha propuesto además establecer fondos temáticos para pandemias, resistencia antimicrobiana y salud digital, atrayendo inversiones específicas, e implementar reformas de gobernanza, para ampliar la autonomía de la organización y disminuir la burocracia y la lentitud que la pandemia puso de manifiesto. Algunos ponentes ven en la marcha de Estados Unidos la ventaja de ganar en independencia.
Salud mental de médicos y enfermeras
El director de la OMS para Europa, Hans Kluge, se ha referido a un nuevo estudio que revela una grave crisis de salud mental entre los médicos y enfermeras europeos, con uno de cada tres reportando depresión o ansiedad, una tasa cinco veces más alta que la población general, que refuerza la tesis sobre la importancia de promover más en primera línea la salud psicológica. Kluge ha descrito una «crisis de seguridad sanitaria» que amenaza la integridad de los sistemas de salud. «Más de uno de cada 10 ha pensado en acabar con su vida o hacerse daño. Esta es una carga inaceptable«, ha dicho sobre los resultados del estudio, basado en 90.000 respuestas de trabajadores de la salud en los 27 países de la UE, Islandia y Noruega. Entre los principales factores de riesgo ha mencionado la exposición a la violencia, largas horas de trabajo y turnos nocturnos. Las enfermeras y las doctoras son más propensas a la depresión y la ansiedad, mientras que los médicos varones tienen más probabilidades de desarrollar adicción al alcohol.
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