El cambio tranquilo que el pasado martes propuso Alan Pace, nuevo propietario y presidente del Espanyol, en su primer día no significa falta de ambición. Al contrario, en su discurso habló de los grandes sueños que alberga para el club. Estos tienen que ver con el crecimiento del Espanyol en lo deportivo, lo social y lo económico, pero hay una serie de tareas que el norteamericano tendrá que afrontar más pronto que tarde y que el martes no aclaró.
El nuevo presidente desembarca con la ambición de hacer crecer al club, pero se encontrará con varias carpetas que deberá resolver en el corto plazo
El cambio tranquilo que el pasado martes propuso Alan Pace, nuevo propietario y presidente del Espanyol, en su primer día no significa falta de ambición. Al contrario, en su discurso habló de los grandes sueños que alberga para el club. Estos tienen que ver con el crecimiento del Espanyol en lo deportivo, lo social y lo económico, pero hay una serie de tareas que el norteamericano tendrá que afrontar más pronto que tarde y que el martes no aclaró.
Su etapa se inicia con una alianza sorprendente, pues a pesar de contar con el paquete mayoritario de acciones, Pace cuenta con Rastar como socio. De hecho, el consejero delegado del club seguirá siendo Mao Ye, mano derecha de Chen Yansheng a lo largo del último lustro. Una anomalía con la que debe convivir mientras hace que el club obtenga más visibilidad, objetivo principal para atraer marcas y patrocinadores que fortalezcan las arcas del club.
Los naming rights del RCDE Stadium
La relación tanto con Power 8 como con Stage Front acabó en los tribunales
En este sentido, Pace debe resolver el asunto de los naming rights del RCDE Stadium. La experiencia del club ha sido muy negativa en la búsqueda de un patrocinador. La relación tanto con Power 8 como con Stage Front acabó en los tribunales y desde entonces las negociaciones con otras compañías nunca han fructificado.
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Otra de las carpetas pendientes es la ampliación de la ciudad deportiva Dani Jarque. El club anunció en su día en enero de 2022 que buscaba terrenos para tener otro emplazamiento en la zona del Barcelonès en el que pretendía construir incluso un hotel gracias a los 78 millones del fondo CVC. Rastar vendió el club antes de encontrar esos terrenos.
El proyecto México
El Espanyol tiene pendiente un plan que consistía en levantar en Quintana Roo un centro de alto rendimiento
Y si de terrenos se trata, el Espanyol tiene pendiente todavía el proyecto México, un plan que consistía en levantar en Quintana Roo un centro de alto rendimiento, una especie de réplica de la ciudad deportiva Dani Jarque al otro lado del Atlántico. Poco después se conoció que el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo mantenía una importante deuda con el club. Dos años después del anuncio inicial, en 2023, no se ha movido una piedra.
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Durante la rueda de prensa del pasado martes, Pace dio a entender que debido a las normas de LaLiga no sería sencillo poder invertir en este mercado. Es por ello que dejó la puerta abierta a realizar una ampliación de capital que favoreciese el fair play financiero del club. Esa sería la vía más rápida para incrementar el músculo económico con el que reforzar al equipo.
Después de dos descensos en cinco años, la estabilidad deportiva es otro de los grandes desafíos del estadounidense. Por sus palabras, en este terreno seguirá teniendo mucho peso la cantera blanquiazul, a quien Pace señaló como clave para el crecimiento. Muchos objetivos y tareas pendientes a los que debe dar solución en los próximos meses.
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