Aunque los Mossos d’Esquadra no tienen ninguna prueba concluyente para demostrar que la muerte del fundador de Mango , Isak Andic , se trató de un homicidio, sí cuentan con indicios sólidos que les llevan a descartar una caída fortuita. Entre ellos, según precisan a ABC fuentes de la máxima solvencia, que una « caída natural no hubiese provocado la muerte de la víctima ». Según ha podido saber este diario, las pruebas realizadas por la Policía catalana sobre el terreno, utilizando fardos del mismo peso y altura que el empresario, demuestran que era necesaria cierta «inercia» para que se produjera el fatal desenlace. El fundador de Mango falleció el 14 de diciembre de 2024 , tras precipitarse desde unos 100 metros de altura en las Cuevas de Salnitre de Collbató, en el macizo de Montserrat, cuando se encontraba de excursión junto a su primogénito, Jonathan. Juntos recorrieron un sendero de unos cinco kilómetros y, en la ruta de vuelta, Isak Andic cayó al vacío en una zona sin vallar. Por eso, otra de las claves de las pesquisas es el tiempo que su hijo tardó en alertar a Emergencias . Según los citados interlocutores, primero llamó a la mujer de su padre, e incluso hubo otras comunicaciones previas, hasta que finalmente pidió auxilio al 112. Noticia Relacionada Muerte del dueño de Mango estandar Si Las incongruencias en su segunda declaración confirmaron las sospechas de los Mossos sobre el hijo de Andic Pablo Muñoz Una acumulación de indicios llevó a reabrir las pesquisas, pero no existe ninguna prueba concluyente sobre que la muerte del fundador de Mango no fuese accidentalEn su primera declaración, los investigadores entendieron que Jonathan se encontraba en estado de ‘shock’ tras lo ocurrido. Entonces explicó, brevemente, que él caminaba delante y que, al girarse, vio cómo su padre caía al vacío. Pero en un segundo encuentro, ya de varias horas de duración, los investigadores confirmaron sus sospechas ante algunas contradicciones, en contraste con las evidencias que los propios Mossos habían recabado en el lugar del suceso. Por el momento, los investigadores cuentan con una acumulación de indicios, pero no existe ninguna prueba concluyente que les permita afirmar que la muerte de Isak Andic no fuese accidental . De hecho, la causa judicial, que sigue bajo estricto secreto de sumario,«no se dirige contra ninguna persona en concreto», según precisó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Pese a ello, tanto la juez como la fiscal valoran como plausible la hipótesis del homicidio ante los citados indicios recabados por la Policía catalana. En el marco de las pesquisas, Jonathan Andic entregó su móvil a los Mossos el pasado 9 de septiembre , según confirmaron a ABC fuentes jurídicas. Un terminal en el que los investigadores centraron sus esfuerzos, con el análisis de llamadas, mensajes, fotografías e incluso en su posicionamiento, para tratar de esclarecer si el primogénito tuvo alguna implicación en el fallecimiento de su padre o si, por el contrario, se trató de un accidente. Un móvil que, por el momento, ha aportado ingente información. «Hasta que no haya un archivo definitivo, seguiremos investigando», así de tajantes se mostraban ayer fuentes policiales sobre las pesquisas, después de que la titular de Instrucción 5 de Martorell (Barcelona) decidiese reabrir la causa en marzo , ante los indicios recabados por los investigadores que, desde un principio, tuvieron claro que algo no cuadraba para poder cerrar el caso como un accidente. Entre estas, las incongruencias que detectaron en la segunda declaración del hijo del magnate del textil.SospechasLas pesquisas policiales se centran así en Jonathan. Cabe recordar que, la fecha del suceso, el hijo del fundador de Mango llamó primero a la mujer de su padre , Estefanía Knuth, y luego alertó al teléfono de Emergencias 112, explicando que este se había precipitado a una zona donde él no podía acceder. Indicó entonces que pensaba que estaba inconsciente a consecuencia de la caída. Se sabe además que el hijo tenía muchos problemas por esas fechas y según algunas fuentes intentó obtener dinero de su familia para solventarlos. Sólo unos días después, ya en enero , la instructora archivó las pesquisas tras recibir el resultado de la autopsia, así como el informe preliminar de la Policía catalana tras las primeras declaraciones –no sólo de Jonathan, sino también de Knuth–, al concluir que, entonces, todo apuntaba a una caída accidental. Por su parte, los investigadores ya habían detectado las incongruencias en el relato del hijo y seguían con sus pesquisas.En el marco de las pesquisas, Jonathan Andic entregó su móvil a los Mossos el pasado 9 de septiembreAdemás, personas del entorno de la víctima relataron que las relaciones entre padre e hijo no pasaban por su mejor momento . Esas diferencias, la cita en la que se produjo la caída, cuando ambos habían quedado para hablar a solas, con el objetivo de solucionar sus problemas, y abordar cuestiones económicas, no hicieron más que incrementar las sospechas de los investigadores.Así, dos meses después de ese archivo provisional, Instrucción 5 de Martorell reabrió la causa. Fuentes policiales indicaron entonces que quedaban pendientes por completar algunos informes, como el relativo al volcado del teléfono del empresario, que quedó destrozado tras la caída. La intención de los Mossos de la comisaría de Martorell era tratar de delimitar el itinerario exacto que aquella fecha realizaron padre e hijo. También querían obtener los posicionamientos de los terminales de ambos, para reconstruir lo sucedido. Ahora, diez meses después del suceso, las pesquisas han puesto bajo el foco de la sospecha a Jonathan, pasando así de barajar el accidente como principal hipótesis, a centrarse en el posible homicidio . Por el momento, los investigadores cuentan con una acumulación de indicios, pero no existe ninguna prueba concluyente que les permita afirmar que la muerte de Isak Andic no fuese accidentalTras conocer el avance de la causa, la familia Andic recordó que «no ha hecho ni hará comentarios en todos estos meses sobre el fallecimiento de Isak», pese a mostrar el máximo respeto ante «las diligencias que se han practicado al respecto» y manifestar que seguirán «colaborando, como hasta ahora, con las autoridades competentes». Además, subrayaron que están seguros «de que este proceso terminará lo antes posible y se demostrará la inocencia» de Jonathan. De hecho, el penalista Cristóbal Martell, que lo asesora desde hace meses, formalizó un escrito ante el juzgado de Martorell en el que solicitó tener acceso al auto de la magistrada que habilitó a los Mossos a requerir su teléfono. Por el momento no ha recibido respuesta.En teoría, aunque analizar dicho terminal significaría que Jonathan debería tener la condición de investigado –para garantizar así la validez de los indicios obtenidos– al abogado no se la ha notificado que esté formalmente imputado. A pesar de ello, una de las piezas que se abrió tras la muerte de Andik , bajo secreto de sumario, es por la que los Mossos investigan a su hijo. Aunque los Mossos d’Esquadra no tienen ninguna prueba concluyente para demostrar que la muerte del fundador de Mango , Isak Andic , se trató de un homicidio, sí cuentan con indicios sólidos que les llevan a descartar una caída fortuita. Entre ellos, según precisan a ABC fuentes de la máxima solvencia, que una « caída natural no hubiese provocado la muerte de la víctima ». Según ha podido saber este diario, las pruebas realizadas por la Policía catalana sobre el terreno, utilizando fardos del mismo peso y altura que el empresario, demuestran que era necesaria cierta «inercia» para que se produjera el fatal desenlace. El fundador de Mango falleció el 14 de diciembre de 2024 , tras precipitarse desde unos 100 metros de altura en las Cuevas de Salnitre de Collbató, en el macizo de Montserrat, cuando se encontraba de excursión junto a su primogénito, Jonathan. Juntos recorrieron un sendero de unos cinco kilómetros y, en la ruta de vuelta, Isak Andic cayó al vacío en una zona sin vallar. Por eso, otra de las claves de las pesquisas es el tiempo que su hijo tardó en alertar a Emergencias . Según los citados interlocutores, primero llamó a la mujer de su padre, e incluso hubo otras comunicaciones previas, hasta que finalmente pidió auxilio al 112. Noticia Relacionada Muerte del dueño de Mango estandar Si Las incongruencias en su segunda declaración confirmaron las sospechas de los Mossos sobre el hijo de Andic Pablo Muñoz Una acumulación de indicios llevó a reabrir las pesquisas, pero no existe ninguna prueba concluyente sobre que la muerte del fundador de Mango no fuese accidentalEn su primera declaración, los investigadores entendieron que Jonathan se encontraba en estado de ‘shock’ tras lo ocurrido. Entonces explicó, brevemente, que él caminaba delante y que, al girarse, vio cómo su padre caía al vacío. Pero en un segundo encuentro, ya de varias horas de duración, los investigadores confirmaron sus sospechas ante algunas contradicciones, en contraste con las evidencias que los propios Mossos habían recabado en el lugar del suceso. Por el momento, los investigadores cuentan con una acumulación de indicios, pero no existe ninguna prueba concluyente que les permita afirmar que la muerte de Isak Andic no fuese accidental . De hecho, la causa judicial, que sigue bajo estricto secreto de sumario,«no se dirige contra ninguna persona en concreto», según precisó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Pese a ello, tanto la juez como la fiscal valoran como plausible la hipótesis del homicidio ante los citados indicios recabados por la Policía catalana. En el marco de las pesquisas, Jonathan Andic entregó su móvil a los Mossos el pasado 9 de septiembre , según confirmaron a ABC fuentes jurídicas. Un terminal en el que los investigadores centraron sus esfuerzos, con el análisis de llamadas, mensajes, fotografías e incluso en su posicionamiento, para tratar de esclarecer si el primogénito tuvo alguna implicación en el fallecimiento de su padre o si, por el contrario, se trató de un accidente. Un móvil que, por el momento, ha aportado ingente información. «Hasta que no haya un archivo definitivo, seguiremos investigando», así de tajantes se mostraban ayer fuentes policiales sobre las pesquisas, después de que la titular de Instrucción 5 de Martorell (Barcelona) decidiese reabrir la causa en marzo , ante los indicios recabados por los investigadores que, desde un principio, tuvieron claro que algo no cuadraba para poder cerrar el caso como un accidente. Entre estas, las incongruencias que detectaron en la segunda declaración del hijo del magnate del textil.SospechasLas pesquisas policiales se centran así en Jonathan. Cabe recordar que, la fecha del suceso, el hijo del fundador de Mango llamó primero a la mujer de su padre , Estefanía Knuth, y luego alertó al teléfono de Emergencias 112, explicando que este se había precipitado a una zona donde él no podía acceder. Indicó entonces que pensaba que estaba inconsciente a consecuencia de la caída. Se sabe además que el hijo tenía muchos problemas por esas fechas y según algunas fuentes intentó obtener dinero de su familia para solventarlos. Sólo unos días después, ya en enero , la instructora archivó las pesquisas tras recibir el resultado de la autopsia, así como el informe preliminar de la Policía catalana tras las primeras declaraciones –no sólo de Jonathan, sino también de Knuth–, al concluir que, entonces, todo apuntaba a una caída accidental. Por su parte, los investigadores ya habían detectado las incongruencias en el relato del hijo y seguían con sus pesquisas.En el marco de las pesquisas, Jonathan Andic entregó su móvil a los Mossos el pasado 9 de septiembreAdemás, personas del entorno de la víctima relataron que las relaciones entre padre e hijo no pasaban por su mejor momento . Esas diferencias, la cita en la que se produjo la caída, cuando ambos habían quedado para hablar a solas, con el objetivo de solucionar sus problemas, y abordar cuestiones económicas, no hicieron más que incrementar las sospechas de los investigadores.Así, dos meses después de ese archivo provisional, Instrucción 5 de Martorell reabrió la causa. Fuentes policiales indicaron entonces que quedaban pendientes por completar algunos informes, como el relativo al volcado del teléfono del empresario, que quedó destrozado tras la caída. La intención de los Mossos de la comisaría de Martorell era tratar de delimitar el itinerario exacto que aquella fecha realizaron padre e hijo. También querían obtener los posicionamientos de los terminales de ambos, para reconstruir lo sucedido. Ahora, diez meses después del suceso, las pesquisas han puesto bajo el foco de la sospecha a Jonathan, pasando así de barajar el accidente como principal hipótesis, a centrarse en el posible homicidio . Por el momento, los investigadores cuentan con una acumulación de indicios, pero no existe ninguna prueba concluyente que les permita afirmar que la muerte de Isak Andic no fuese accidentalTras conocer el avance de la causa, la familia Andic recordó que «no ha hecho ni hará comentarios en todos estos meses sobre el fallecimiento de Isak», pese a mostrar el máximo respeto ante «las diligencias que se han practicado al respecto» y manifestar que seguirán «colaborando, como hasta ahora, con las autoridades competentes». Además, subrayaron que están seguros «de que este proceso terminará lo antes posible y se demostrará la inocencia» de Jonathan. De hecho, el penalista Cristóbal Martell, que lo asesora desde hace meses, formalizó un escrito ante el juzgado de Martorell en el que solicitó tener acceso al auto de la magistrada que habilitó a los Mossos a requerir su teléfono. Por el momento no ha recibido respuesta.En teoría, aunque analizar dicho terminal significaría que Jonathan debería tener la condición de investigado –para garantizar así la validez de los indicios obtenidos– al abogado no se la ha notificado que esté formalmente imputado. A pesar de ello, una de las piezas que se abrió tras la muerte de Andik , bajo secreto de sumario, es por la que los Mossos investigan a su hijo.
Aunque los Mossos d’Esquadra no tienen ninguna prueba concluyente para demostrar que la muerte del fundador de Mango, Isak Andic, se trató de un homicidio, sí cuentan con indicios sólidos que les llevan a descartar una caída fortuita. Entre ellos, … según precisan a ABC fuentes de la máxima solvencia, que una «caída natural no hubiese provocado la muerte de la víctima». Según ha podido saber este diario, las pruebas realizadas por la Policía catalana sobre el terreno, utilizando fardos del mismo peso y altura que el empresario, demuestran que era necesaria cierta «inercia» para que se produjera el fatal desenlace.
El fundador de Mango falleció el 14 de diciembre de 2024, tras precipitarse desde unos 100 metros de altura en las Cuevas de Salnitre de Collbató, en el macizo de Montserrat, cuando se encontraba de excursión junto a su primogénito, Jonathan. Juntos recorrieron un sendero de unos cinco kilómetros y, en la ruta de vuelta, Isak Andic cayó al vacío en una zona sin vallar. Por eso, otra de las claves de las pesquisas es el tiempo que su hijo tardó en alertar a Emergencias. Según los citados interlocutores, primero llamó a la mujer de su padre, e incluso hubo otras comunicaciones previas, hasta que finalmente pidió auxilio al 112.
En su primera declaración, los investigadores entendieron que Jonathan se encontraba en estado de ‘shock’ tras lo ocurrido. Entonces explicó, brevemente, que él caminaba delante y que, al girarse, vio cómo su padre caía al vacío. Pero en un segundo encuentro, ya de varias horas de duración, los investigadores confirmaron sus sospechas ante algunas contradicciones, en contraste con las evidencias que los propios Mossos habían recabado en el lugar del suceso. Por el momento, los investigadores cuentan con una acumulación de indicios, pero no existe ninguna prueba concluyente que les permita afirmar que la muerte de Isak Andic no fuese accidental.
De hecho, la causa judicial, que sigue bajo estricto secreto de sumario,«no se dirige contra ninguna persona en concreto», según precisó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Pese a ello, tanto la juez como la fiscal valoran como plausible la hipótesis del homicidio ante los citados indicios recabados por la Policía catalana.
En el marco de las pesquisas, Jonathan Andic entregó su móvil a los Mossos el pasado 9 de septiembre, según confirmaron a ABC fuentes jurídicas. Un terminal en el que los investigadores centraron sus esfuerzos, con el análisis de llamadas, mensajes, fotografías e incluso en su posicionamiento, para tratar de esclarecer si el primogénito tuvo alguna implicación en el fallecimiento de su padre o si, por el contrario, se trató de un accidente. Un móvil que, por el momento, ha aportado ingente información.
«Hasta que no haya un archivo definitivo, seguiremos investigando», así de tajantes se mostraban ayer fuentes policiales sobre las pesquisas, después de que la titular de Instrucción 5 de Martorell (Barcelona) decidiese reabrir la causa en marzo, ante los indicios recabados por los investigadores que, desde un principio, tuvieron claro que algo no cuadraba para poder cerrar el caso como un accidente. Entre estas, las incongruencias que detectaron en la segunda declaración del hijo del magnate del textil.
Sospechas
Las pesquisas policiales se centran así en Jonathan. Cabe recordar que, la fecha del suceso, el hijo del fundador de Mango llamó primero a la mujer de su padre, Estefanía Knuth, y luego alertó al teléfono de Emergencias 112, explicando que este se había precipitado a una zona donde él no podía acceder. Indicó entonces que pensaba que estaba inconsciente a consecuencia de la caída. Se sabe además que el hijo tenía muchos problemas por esas fechas y según algunas fuentes intentó obtener dinero de su familia para solventarlos.
Sólo unos días después, ya en enero, la instructora archivó las pesquisas tras recibir el resultado de la autopsia, así como el informe preliminar de la Policía catalana tras las primeras declaraciones –no sólo de Jonathan, sino también de Knuth–, al concluir que, entonces, todo apuntaba a una caída accidental. Por su parte, los investigadores ya habían detectado las incongruencias en el relato del hijo y seguían con sus pesquisas.
En el marco de las pesquisas,
Jonathan Andic entregó su móvil a los Mossos el pasado 9 de septiembre
Además, personas del entorno de la víctima relataron que las relaciones entre padre e hijo no pasaban por su mejor momento. Esas diferencias, la cita en la que se produjo la caída, cuando ambos habían quedado para hablar a solas, con el objetivo de solucionar sus problemas, y abordar cuestiones económicas, no hicieron más que incrementar las sospechas de los investigadores.
Así, dos meses después de ese archivo provisional, Instrucción 5 de Martorell reabrió la causa. Fuentes policiales indicaron entonces que quedaban pendientes por completar algunos informes, como el relativo al volcado del teléfono del empresario, que quedó destrozado tras la caída.
La intención de los Mossos de la comisaría de Martorell era tratar de delimitar el itinerario exacto que aquella fecha realizaron padre e hijo. También querían obtener los posicionamientos de los terminales de ambos, para reconstruir lo sucedido. Ahora, diez meses después del suceso, las pesquisas han puesto bajo el foco de la sospecha a Jonathan, pasando así de barajar el accidente como principal hipótesis, a centrarse en el posible homicidio.
Por el momento, los investigadores cuentan con una acumulación de indicios, pero no existe ninguna prueba concluyente que les permita afirmar que la muerte de Isak Andic no fuese accidental
Tras conocer el avance de la causa, la familia Andic recordó que «no ha hecho ni hará comentarios en todos estos meses sobre el fallecimiento de Isak», pese a mostrar el máximo respeto ante «las diligencias que se han practicado al respecto» y manifestar que seguirán «colaborando, como hasta ahora, con las autoridades competentes». Además, subrayaron que están seguros «de que este proceso terminará lo antes posible y se demostrará la inocencia» de Jonathan. De hecho, el penalista Cristóbal Martell, que lo asesora desde hace meses, formalizó un escrito ante el juzgado de Martorell en el que solicitó tener acceso al auto de la magistrada que habilitó a los Mossos a requerir su teléfono. Por el momento no ha recibido respuesta.
En teoría, aunque analizar dicho terminal significaría que Jonathan debería tener la condición de investigado –para garantizar así la validez de los indicios obtenidos– al abogado no se la ha notificado que esté formalmente imputado. A pesar de ello, una de las piezas que se abrió tras la muerte de Andik, bajo secreto de sumario, es por la que los Mossos investigan a su hijo.
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de sociedad