La tragedia ocurrida en un domicilio del centro de Jaén en abril de 2024 continúa su recorrido judicial. La Fiscalía ha solicitado que la mujer de 34 años acusada de acabar con la vida de su hijo de seis sea internada en un centro psiquiátrico durante un máximo de cuatro años. Tres informes médicos coinciden en que la acusada actuó bajo un brote psicótico agudo que anuló por completo su capacidad para comprender lo que hacía.El Ministerio Fiscal sostiene que la acusada actuó bajo una alteración psíquica tan intensa que anuló sus facultades de comprensión y voluntad. En su escrito, detalla que « percibía una realidad falsa » y que en ese estado «acabó con la vida de su hijo, a quien asfixió con una almohada mientras dormía».Esa conclusión determina que la mujer quede exenta de responsabilidad criminal por el delito de asesinato. Según el artículo 20.1 del Código Penal, no es penalmente responsable quien, en el momento de los hechos, sufre una alteración psíquica que le impide distinguir el bien del mal o actuar conforme a esa comprensión. Por ello, la Fiscalía propone una medida de seguridad -no una pena- consistente en el internamiento psiquiátrico, con posibilidad de revisión anticipada si los médicos acreditan la desaparición de su peligrosidad.A esta petición se suma la imposición de una libertad vigilada de cinco años tras el internamiento, con la obligación de someterse a tratamiento psiquiátrico y la prohibición de comunicarse o acercarse a su hijo mayor. Además, se solicita una indemnización de 15.000 euros para el adolescente por el daño moral derivado de la muerte de su hermano.La defensa de la acusada ha aceptado íntegramente la calificación del Ministerio Público, lo que allana el camino para que la Audiencia Provincial de Jaén dicte resolución definitiva. En la causa no hay acusación particular. La mujer se encuentra en libertad provisional desde febrero de este año, bajo control judicial y tratamiento médico, con revisiones periódicas en el juzgado y en el ámbito sanitario.Los hechosEl suceso conmocionó a Jaén la mañana del 29 de abril de 2024. En una vivienda de la calle Frente a Jesús, en el barrio de la Merced, el otro hijo de la acusada, un adolescente de 17 años se levantó, como cada mañana, y se encontró con una escena que marcaría su vida: su madre estaba cubierta de sangre y su hermano pequeño, de seis años, no respondía en la cama.El joven llamó a su tío -hermano de la mujer- y a los servicios de emergencia. El tío llegó al piso y trató de reanimar al pequeño con maniobras de primeros auxilios, sin éxito. El niño había muerto horas antes. Su madre, en estado de confusión y con heridas de arma blanca en brazos y muñecas, apenas podía hablar. Según testigos, repetía frases incoherentes, entre ellas una: «Vienen los payasos a por mí» .Cuando los sanitarios y agentes de la Policía Nacional entraron en el domicilio, encontraron el cuerpo sin vida del menor y a la madre herida , pero consciente. Fue trasladada de inmediato al Hospital Neurotraumatológico, donde fue intervenida quirúrgicamente y, más tarde, ingresada en la unidad de psiquiatría.Las primeras pesquisas policiales no hallaron indicios de participación de terceras personas. Todo apuntaba a un caso de filicidio derivado de un episodio psicótico . La mujer, según las investigaciones, no tenía antecedentes psiquiátricos ni constaban tratamientos previos por enfermedad mental. Sin embargo, los expertos determinaron después que sufrió un brote de carácter delirante que le hizo perder el contacto con la realidad.Irene tenía dos hijos y mantenía en aquel momento una nueva pareja, que fue interrogada pero quedó descartada de la investigación. Los hechos se produjeron durante la madrugada, aunque el aviso a emergencias llegó en torno a las nueve de la mañana.Los agentes del Grupo de Homicidios y la Policía Científica activaron de inmediato el protocolo judicial. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y la práctica de la autopsia, que confirmó que el niño murió asfixiado mientras dormía. La tragedia ocurrida en un domicilio del centro de Jaén en abril de 2024 continúa su recorrido judicial. La Fiscalía ha solicitado que la mujer de 34 años acusada de acabar con la vida de su hijo de seis sea internada en un centro psiquiátrico durante un máximo de cuatro años. Tres informes médicos coinciden en que la acusada actuó bajo un brote psicótico agudo que anuló por completo su capacidad para comprender lo que hacía.El Ministerio Fiscal sostiene que la acusada actuó bajo una alteración psíquica tan intensa que anuló sus facultades de comprensión y voluntad. En su escrito, detalla que « percibía una realidad falsa » y que en ese estado «acabó con la vida de su hijo, a quien asfixió con una almohada mientras dormía».Esa conclusión determina que la mujer quede exenta de responsabilidad criminal por el delito de asesinato. Según el artículo 20.1 del Código Penal, no es penalmente responsable quien, en el momento de los hechos, sufre una alteración psíquica que le impide distinguir el bien del mal o actuar conforme a esa comprensión. Por ello, la Fiscalía propone una medida de seguridad -no una pena- consistente en el internamiento psiquiátrico, con posibilidad de revisión anticipada si los médicos acreditan la desaparición de su peligrosidad.A esta petición se suma la imposición de una libertad vigilada de cinco años tras el internamiento, con la obligación de someterse a tratamiento psiquiátrico y la prohibición de comunicarse o acercarse a su hijo mayor. Además, se solicita una indemnización de 15.000 euros para el adolescente por el daño moral derivado de la muerte de su hermano.La defensa de la acusada ha aceptado íntegramente la calificación del Ministerio Público, lo que allana el camino para que la Audiencia Provincial de Jaén dicte resolución definitiva. En la causa no hay acusación particular. La mujer se encuentra en libertad provisional desde febrero de este año, bajo control judicial y tratamiento médico, con revisiones periódicas en el juzgado y en el ámbito sanitario.Los hechosEl suceso conmocionó a Jaén la mañana del 29 de abril de 2024. En una vivienda de la calle Frente a Jesús, en el barrio de la Merced, el otro hijo de la acusada, un adolescente de 17 años se levantó, como cada mañana, y se encontró con una escena que marcaría su vida: su madre estaba cubierta de sangre y su hermano pequeño, de seis años, no respondía en la cama.El joven llamó a su tío -hermano de la mujer- y a los servicios de emergencia. El tío llegó al piso y trató de reanimar al pequeño con maniobras de primeros auxilios, sin éxito. El niño había muerto horas antes. Su madre, en estado de confusión y con heridas de arma blanca en brazos y muñecas, apenas podía hablar. Según testigos, repetía frases incoherentes, entre ellas una: «Vienen los payasos a por mí» .Cuando los sanitarios y agentes de la Policía Nacional entraron en el domicilio, encontraron el cuerpo sin vida del menor y a la madre herida , pero consciente. Fue trasladada de inmediato al Hospital Neurotraumatológico, donde fue intervenida quirúrgicamente y, más tarde, ingresada en la unidad de psiquiatría.Las primeras pesquisas policiales no hallaron indicios de participación de terceras personas. Todo apuntaba a un caso de filicidio derivado de un episodio psicótico . La mujer, según las investigaciones, no tenía antecedentes psiquiátricos ni constaban tratamientos previos por enfermedad mental. Sin embargo, los expertos determinaron después que sufrió un brote de carácter delirante que le hizo perder el contacto con la realidad.Irene tenía dos hijos y mantenía en aquel momento una nueva pareja, que fue interrogada pero quedó descartada de la investigación. Los hechos se produjeron durante la madrugada, aunque el aviso a emergencias llegó en torno a las nueve de la mañana.Los agentes del Grupo de Homicidios y la Policía Científica activaron de inmediato el protocolo judicial. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y la práctica de la autopsia, que confirmó que el niño murió asfixiado mientras dormía. La tragedia ocurrida en un domicilio del centro de Jaén en abril de 2024 continúa su recorrido judicial. La Fiscalía ha solicitado que la mujer de 34 años acusada de acabar con la vida de su hijo de seis sea internada en un centro psiquiátrico durante un máximo de cuatro años. Tres informes médicos coinciden en que la acusada actuó bajo un brote psicótico agudo que anuló por completo su capacidad para comprender lo que hacía.El Ministerio Fiscal sostiene que la acusada actuó bajo una alteración psíquica tan intensa que anuló sus facultades de comprensión y voluntad. En su escrito, detalla que « percibía una realidad falsa » y que en ese estado «acabó con la vida de su hijo, a quien asfixió con una almohada mientras dormía».Esa conclusión determina que la mujer quede exenta de responsabilidad criminal por el delito de asesinato. Según el artículo 20.1 del Código Penal, no es penalmente responsable quien, en el momento de los hechos, sufre una alteración psíquica que le impide distinguir el bien del mal o actuar conforme a esa comprensión. Por ello, la Fiscalía propone una medida de seguridad -no una pena- consistente en el internamiento psiquiátrico, con posibilidad de revisión anticipada si los médicos acreditan la desaparición de su peligrosidad.A esta petición se suma la imposición de una libertad vigilada de cinco años tras el internamiento, con la obligación de someterse a tratamiento psiquiátrico y la prohibición de comunicarse o acercarse a su hijo mayor. Además, se solicita una indemnización de 15.000 euros para el adolescente por el daño moral derivado de la muerte de su hermano.La defensa de la acusada ha aceptado íntegramente la calificación del Ministerio Público, lo que allana el camino para que la Audiencia Provincial de Jaén dicte resolución definitiva. En la causa no hay acusación particular. La mujer se encuentra en libertad provisional desde febrero de este año, bajo control judicial y tratamiento médico, con revisiones periódicas en el juzgado y en el ámbito sanitario.Los hechosEl suceso conmocionó a Jaén la mañana del 29 de abril de 2024. En una vivienda de la calle Frente a Jesús, en el barrio de la Merced, el otro hijo de la acusada, un adolescente de 17 años se levantó, como cada mañana, y se encontró con una escena que marcaría su vida: su madre estaba cubierta de sangre y su hermano pequeño, de seis años, no respondía en la cama.El joven llamó a su tío -hermano de la mujer- y a los servicios de emergencia. El tío llegó al piso y trató de reanimar al pequeño con maniobras de primeros auxilios, sin éxito. El niño había muerto horas antes. Su madre, en estado de confusión y con heridas de arma blanca en brazos y muñecas, apenas podía hablar. Según testigos, repetía frases incoherentes, entre ellas una: «Vienen los payasos a por mí» .Cuando los sanitarios y agentes de la Policía Nacional entraron en el domicilio, encontraron el cuerpo sin vida del menor y a la madre herida , pero consciente. Fue trasladada de inmediato al Hospital Neurotraumatológico, donde fue intervenida quirúrgicamente y, más tarde, ingresada en la unidad de psiquiatría.Las primeras pesquisas policiales no hallaron indicios de participación de terceras personas. Todo apuntaba a un caso de filicidio derivado de un episodio psicótico . La mujer, según las investigaciones, no tenía antecedentes psiquiátricos ni constaban tratamientos previos por enfermedad mental. Sin embargo, los expertos determinaron después que sufrió un brote de carácter delirante que le hizo perder el contacto con la realidad.Irene tenía dos hijos y mantenía en aquel momento una nueva pareja, que fue interrogada pero quedó descartada de la investigación. Los hechos se produjeron durante la madrugada, aunque el aviso a emergencias llegó en torno a las nueve de la mañana.Los agentes del Grupo de Homicidios y la Policía Científica activaron de inmediato el protocolo judicial. El juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y la práctica de la autopsia, que confirmó que el niño murió asfixiado mientras dormía. RSS de noticias de espana
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