El caso Leire Díez sigue cogiendo vuelo. Tal como viene informando este diario, la Fiscalía le otorga una importancia «determinante» a que la supuesta ‘fontanera’ socialista se presentase ante sus interlocutores como «representante de altas instancias del Estado» para conseguir información sensible que poder utilizar en el futuro. Urdiendo, de este modo, un «plan delictivo» para «denigrar a la UCO y a la Fiscalía Anticorrupción» –según señala el Ministerio Público– la entonces militante del PSOE se reunió con el fiscal Ignacio Stampa –siempre según el testimonio de este último– en condición de persona de confianza de Pedro Sánchez tras la imputación de su esposa, Begoña Gómez. El avance judicial de la causa contra Leire Díez, con la imputación de los delitos de tráfico de influencias y cohecho, ha propiciado que el PSOE pase de la vergüenza –por lo grotesco del personaje– a la preocupación. Y este sentimiento no se genera tanto por el potencial desestabilizador que pueda acabar teniendo el caso, sino por la falta de reacción que perciben en la dirección socialista y que provoca cierto estupor .Fuentes consultadas por este diario reconocen la incomprensión y el malestar que les provoca la «inacción» de Ferraz que, tal como ha podido testar ABC, no se plantea por el momento interponer ningún tipo de acción judicial contra la supuesta ‘fontanera’ para tratar de desvincularse de sus prácticas presuntamente ilícitas. Las fuentes de la dirección consultadas se aferran a que Díez siempre ha negado públicamente, «por activa y por pasiva y en todos los foros, que actuase en nombre del PSOE». Noticia Relacionada estandar No Page pide al PSOE que actúe como acusación contra Leire Díez: «Lo mejor para despejar dudas es denunciar a quienes han abusado del partido» E.Bustos El presidente de Castilla-La Mancha asegura que «da la casualidad de que los que más problemas están generando al PSOE fueron también los más premiados entonces»Esto, sin embargo, se contradice con los testimonios de aquellos que se reunieron con ella. La presión crece en el seno del partido para que desde Ferraz hagan algún tipo de movimiento que demuestre que no existe, ya no connivencia alguna, sino un profundo rechazo a lo que pudiera plantear en privado la supuesta ‘fontanera’. Las fuentes consultadas alertan del daño reputacional que esto hace al partido y que merecería una respuesta contundente.El primero en abrir fuego fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que abogó en público por lo que muchos piden en privado : la idoneidad de querellarse contra ella, después de que trascendiera que en una de esas conversaciones aseguró que fue el propio Pedro Sánchez quien le «había dado orden de limpiar sin límite» tras la imputación a su mujer. «Yo no soy quien para dar consejos, pero mi opinión es que la mejor manera que tendríamos los socialistas de despejar toda duda sobre personajes como esta señora sería que nosotros fuéramos acusación , que fuéramos perjudicados y que, por tanto, la denunciáramos a ella y a todos los que han abusado del PSOE», aseguró.«Zanjar el asunto»Como Page, hay muchos socialistas que consideran que esta sería la mejor manera de «zanjar este asunto» y trasladar un mensaje contundente contra quien «dice haber hablado en nombre del presidente del Gobierno , de haber hablado en nombre del Gobierno o en nombre del PSOE para hacer operaciones supuestamente criminales». No entienden la actitud pasiva de la dirección del partido , que ha sido tremendamente errática en este caso. No en vano, fuentes de la dirección socialista reconocen que hubo varias reuniones con Leire Díez en el pasado , en las que aportó documentación que consideraba que podía ser de interés para el partido. En casos como el de los ERE de Andalucía, facilitó una documentación que se revisó y posteriormente se desechó por el partido, y tras la imputación de Begoña Gómez y los cinco días de reflexión del presidente del Gobierno también hubo contactos.Cuando esta estrecha relación, con el que fuera secretario de Organización, hoy en prisión, Santos Cerdán, salió a la luz, la reacción de la dirección del PSOE fue llamativa, por su parálisis. Tardaron varias horas en manifestarse y el primer impacto fue a cargo del portavoz en el Congreso, Patxi López, para negar cualquier vinculación con la supuesta ‘fontanera’. Las reservas de Ferraz para actuar contra la que se presentaba como una «militante de base» –algo que no casa con el acceso privilegiado a la planta noble de Ferraz y a Cerdán– se visibilizó en la falta de contundencia en su salida del partido. Díez fue quien renunció a la militancia socialista motu proprio sin que mediase procedimiento de expulsión de oficio alguno por parte de la formación. Esto, pese a haber incurrido en infracciones «muy graves», en orden a los Estatutos del partido, que hubieran justificado su marcha. En concreto, al causar un «daño reputacional» al partido y por actuar, en nombre del PSOE, «sin la autorización expresa de los órganos competentes» para ello. El colofón de este trato VIP a Díez fue que ese mismo día, en que formalizó su renuncia, se reunió con Cerdán durante unos minutos y le hizo entrega de una ‘pendrive’ con una supuesta información sensible que el PSOE acabó poniendo a disposición de la Justicia. El caso Leire Díez sigue cogiendo vuelo. Tal como viene informando este diario, la Fiscalía le otorga una importancia «determinante» a que la supuesta ‘fontanera’ socialista se presentase ante sus interlocutores como «representante de altas instancias del Estado» para conseguir información sensible que poder utilizar en el futuro. Urdiendo, de este modo, un «plan delictivo» para «denigrar a la UCO y a la Fiscalía Anticorrupción» –según señala el Ministerio Público– la entonces militante del PSOE se reunió con el fiscal Ignacio Stampa –siempre según el testimonio de este último– en condición de persona de confianza de Pedro Sánchez tras la imputación de su esposa, Begoña Gómez. El avance judicial de la causa contra Leire Díez, con la imputación de los delitos de tráfico de influencias y cohecho, ha propiciado que el PSOE pase de la vergüenza –por lo grotesco del personaje– a la preocupación. Y este sentimiento no se genera tanto por el potencial desestabilizador que pueda acabar teniendo el caso, sino por la falta de reacción que perciben en la dirección socialista y que provoca cierto estupor .Fuentes consultadas por este diario reconocen la incomprensión y el malestar que les provoca la «inacción» de Ferraz que, tal como ha podido testar ABC, no se plantea por el momento interponer ningún tipo de acción judicial contra la supuesta ‘fontanera’ para tratar de desvincularse de sus prácticas presuntamente ilícitas. Las fuentes de la dirección consultadas se aferran a que Díez siempre ha negado públicamente, «por activa y por pasiva y en todos los foros, que actuase en nombre del PSOE». Noticia Relacionada estandar No Page pide al PSOE que actúe como acusación contra Leire Díez: «Lo mejor para despejar dudas es denunciar a quienes han abusado del partido» E.Bustos El presidente de Castilla-La Mancha asegura que «da la casualidad de que los que más problemas están generando al PSOE fueron también los más premiados entonces»Esto, sin embargo, se contradice con los testimonios de aquellos que se reunieron con ella. La presión crece en el seno del partido para que desde Ferraz hagan algún tipo de movimiento que demuestre que no existe, ya no connivencia alguna, sino un profundo rechazo a lo que pudiera plantear en privado la supuesta ‘fontanera’. Las fuentes consultadas alertan del daño reputacional que esto hace al partido y que merecería una respuesta contundente.El primero en abrir fuego fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que abogó en público por lo que muchos piden en privado : la idoneidad de querellarse contra ella, después de que trascendiera que en una de esas conversaciones aseguró que fue el propio Pedro Sánchez quien le «había dado orden de limpiar sin límite» tras la imputación a su mujer. «Yo no soy quien para dar consejos, pero mi opinión es que la mejor manera que tendríamos los socialistas de despejar toda duda sobre personajes como esta señora sería que nosotros fuéramos acusación , que fuéramos perjudicados y que, por tanto, la denunciáramos a ella y a todos los que han abusado del PSOE», aseguró.«Zanjar el asunto»Como Page, hay muchos socialistas que consideran que esta sería la mejor manera de «zanjar este asunto» y trasladar un mensaje contundente contra quien «dice haber hablado en nombre del presidente del Gobierno , de haber hablado en nombre del Gobierno o en nombre del PSOE para hacer operaciones supuestamente criminales». No entienden la actitud pasiva de la dirección del partido , que ha sido tremendamente errática en este caso. No en vano, fuentes de la dirección socialista reconocen que hubo varias reuniones con Leire Díez en el pasado , en las que aportó documentación que consideraba que podía ser de interés para el partido. En casos como el de los ERE de Andalucía, facilitó una documentación que se revisó y posteriormente se desechó por el partido, y tras la imputación de Begoña Gómez y los cinco días de reflexión del presidente del Gobierno también hubo contactos.Cuando esta estrecha relación, con el que fuera secretario de Organización, hoy en prisión, Santos Cerdán, salió a la luz, la reacción de la dirección del PSOE fue llamativa, por su parálisis. Tardaron varias horas en manifestarse y el primer impacto fue a cargo del portavoz en el Congreso, Patxi López, para negar cualquier vinculación con la supuesta ‘fontanera’. Las reservas de Ferraz para actuar contra la que se presentaba como una «militante de base» –algo que no casa con el acceso privilegiado a la planta noble de Ferraz y a Cerdán– se visibilizó en la falta de contundencia en su salida del partido. Díez fue quien renunció a la militancia socialista motu proprio sin que mediase procedimiento de expulsión de oficio alguno por parte de la formación. Esto, pese a haber incurrido en infracciones «muy graves», en orden a los Estatutos del partido, que hubieran justificado su marcha. En concreto, al causar un «daño reputacional» al partido y por actuar, en nombre del PSOE, «sin la autorización expresa de los órganos competentes» para ello. El colofón de este trato VIP a Díez fue que ese mismo día, en que formalizó su renuncia, se reunió con Cerdán durante unos minutos y le hizo entrega de una ‘pendrive’ con una supuesta información sensible que el PSOE acabó poniendo a disposición de la Justicia.
El caso Leire Díez sigue cogiendo vuelo. Tal como viene informando este diario, la Fiscalía le otorga una importancia «determinante» a que la supuesta ‘fontanera’ socialista se presentase ante sus interlocutores como «representante de altas instancias del Estado» para conseguir información sensible que poder … utilizar en el futuro. Urdiendo, de este modo, un «plan delictivo» para «denigrar a la UCO y a la Fiscalía Anticorrupción» –según señala el Ministerio Público– la entonces militante del PSOE se reunió con el fiscal Ignacio Stampa –siempre según el testimonio de este último– en condición de persona de confianza de Pedro Sánchez tras la imputación de su esposa, Begoña Gómez.
El avance judicial de la causa contra Leire Díez, con la imputación de los delitos de tráfico de influencias y cohecho, ha propiciado que el PSOE pase de la vergüenza –por lo grotesco del personaje– a la preocupación. Y este sentimiento no se genera tanto por el potencial desestabilizador que pueda acabar teniendo el caso, sino por la falta de reacción que perciben en la dirección socialista y que provoca cierto estupor.
Fuentes consultadas por este diario reconocen la incomprensión y el malestar que les provoca la «inacción» de Ferraz que, tal como ha podido testar ABC, no se plantea por el momento interponer ningún tipo de acción judicial contra la supuesta ‘fontanera’ para tratar de desvincularse de sus prácticas presuntamente ilícitas. Las fuentes de la dirección consultadas se aferran a que Díez siempre ha negado públicamente, «por activa y por pasiva y en todos los foros, que actuase en nombre del PSOE».
Esto, sin embargo, se contradice con los testimonios de aquellos que se reunieron con ella. La presión crece en el seno del partido para que desde Ferraz hagan algún tipo de movimiento que demuestre que no existe, ya no connivencia alguna, sino un profundo rechazo a lo que pudiera plantear en privado la supuesta ‘fontanera’. Las fuentes consultadas alertan del daño reputacional que esto hace al partido y que merecería una respuesta contundente.
El primero en abrir fuego fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que abogó en público por lo que muchos piden en privado: la idoneidad de querellarse contra ella, después de que trascendiera que en una de esas conversaciones aseguró que fue el propio Pedro Sánchez quien le «había dado orden de limpiar sin límite» tras la imputación a su mujer. «Yo no soy quien para dar consejos, pero mi opinión es que la mejor manera que tendríamos los socialistas de despejar toda duda sobre personajes como esta señora sería que nosotros fuéramos acusación, que fuéramos perjudicados y que, por tanto, la denunciáramos a ella y a todos los que han abusado del PSOE», aseguró.
«Zanjar el asunto»
Como Page, hay muchos socialistas que consideran que esta sería la mejor manera de «zanjar este asunto» y trasladar un mensaje contundente contra quien «dice haber hablado en nombre del presidente del Gobierno, de haber hablado en nombre del Gobierno o en nombre del PSOE para hacer operaciones supuestamente criminales». No entienden la actitud pasiva de la dirección del partido, que ha sido tremendamente errática en este caso.
No en vano, fuentes de la dirección socialista reconocen que hubo varias reuniones con Leire Díez en el pasado, en las que aportó documentación que consideraba que podía ser de interés para el partido. En casos como el de los ERE de Andalucía, facilitó una documentación que se revisó y posteriormente se desechó por el partido, y tras la imputación de Begoña Gómez y los cinco días de reflexión del presidente del Gobierno también hubo contactos.
Cuando esta estrecha relación, con el que fuera secretario de Organización, hoy en prisión, Santos Cerdán, salió a la luz, la reacción de la dirección del PSOE fue llamativa, por su parálisis. Tardaron varias horas en manifestarse y el primer impacto fue a cargo del portavoz en el Congreso, Patxi López, para negar cualquier vinculación con la supuesta ‘fontanera’. Las reservas de Ferraz para actuar contra la que se presentaba como una «militante de base» –algo que no casa con el acceso privilegiado a la planta noble de Ferraz y a Cerdán– se visibilizó en la falta de contundencia en su salida del partido. Díez fue quien renunció a la militancia socialista motu proprio sin que mediase procedimiento de expulsión de oficio alguno por parte de la formación.
Esto, pese a haber incurrido en infracciones «muy graves», en orden a los Estatutos del partido, que hubieran justificado su marcha. En concreto, al causar un «daño reputacional» al partido y por actuar, en nombre del PSOE, «sin la autorización expresa de los órganos competentes» para ello. El colofón de este trato VIP a Díez fue que ese mismo día, en que formalizó su renuncia, se reunió con Cerdán durante unos minutos y le hizo entrega de una ‘pendrive’ con una supuesta información sensible que el PSOE acabó poniendo a disposición de la Justicia.
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