Las matemáticas no tienen por qué tener que ver con la política. A veces sí, a veces no…algo muy gallego por cierto, como el equipo de Feijóo. Y eso pese a que la política siempre gira entorno a una cifra mágica, el 176, el número de la mayoría absoluta que significa la posibilidad de gobernar un país muchas veces irreconciliable. Esto de las importancia de las matemáticas es lo que deben pensar en los distintos cuarteles políticos de las principales formaciones. O, por lo menos, es lo que se desliza en los pasillos de Génova, Bambú, y en la sede podemita de la calle Villaespera.30 que 70Dicen los fontaneros de Génova que a ellos les da lo mismo 30 que 70. Una curiosa teoría. Se refieren a que son conscientes de la fuga de un millón de votos -otra bonita cifra- hacia Vox, fundamentalmente del sector joven, y que el partido de Abascal crece exponencialmente según se mantiene como mínimo la expectativa electoral de los populares. En sus encuestas internas, que coinciden con las externas, queda patente que los de la calle Bambú oscilan entre los 40 y los 60 diputados. Pero eso a los de Génova les da igual, según dicen alli. Creen que lo importante es sumar entre los dos y que Feijóo se siente en la Moncloa. Según esos mismos pasillos, les da igual un Vox de 30, que un Vox de 60 que un Vox de 70. Lo importante es que sumen y Feijóo sea presidente y, con él en La Moncloa, todo se andará y las situaciones se manejarán. Una teoría que por cierto no comparten todos los populares en las tierras de Puigdemont, donde hay quien cree que eso es una visión menguante porque un Vox con treinta sería manejable desde La Moncloa pero un Vox con 70 sería ingobernable.El número 6Siguiendo con las cuentas es interesante ver las que hacen en la calle Bambú. Para los de Abascal la cifra mágica es el 6, y no porque repetido otras dos veces sea la marca del diablo, como les ven muchos, sino porque esa es la cifra de la meta que tienen para alcanzar la cúspide. Según cuentan los de Abascal, su ocasión y su tiempo no es ahora, será dentro de seis años. El seis. Si, será dentro de seis cuando den el vuelco y Abascal siga la senda del triunfo de la extrema derecha en Europa.Ahora tocará una legislatura en donde, desde fuera del gobierno y nunca desde dentro, harán una política de máximos, no de mínimos: lo primero, la inmigración, en su versión más dura, para seguir con la seguridad y la anulación de transferencias autonómicas en materias como educación y sanidad. La recentralización del Estado.El 4Y en el otro extremo, en los cuarteles de Podemos, el número mágico es el cuatro. Ese es el número de diputados que actualmente tienen los de Belarra. Y ese es el suelo que ellos creen que nunca van a poder perder pese a que la política errática de amagar y no dar a Sánchez no les acabe de funcionar. Son conscientes de que tienen imagen de veletas, de poco creíbles, porque amagan, pero no dan, pero creen que es la única manera de arrancar un titular en los periódicos que ni los medios afines les quieren regalar, y porque creen que pese a las críticas nunca bajarán de ese suelo de cuatro.El 55 y el 41El 55 y el 41. Las dos cifras de la mayoría absoluta en Andalucía y Castilla y León. Por seguir con este juego de los números, a quienes tampoco les pueden salir es a Juanma Moreno, Bonilla para los socialistas, y a Mañueco en Castilla y León. En el primero de los casos tiene encima de la mesa encuestas que le dicen que en Almería y en Huelva Vox ya es la segunda fuerza política por encima del PSOE. La posible pérdida de la mayoría absoluta es una realidad. Y en el segundo de los casos, el de los castellanos y leoneses, la cosa está mucho más difícil, porque a los de Abascal les sale una ligera remontada importante en las últimas semanas que les empiezan a poner en cuotas interesantes para combatir. Creen que, como mínimo, pueden repetir los resultados de las últimas elecciones o incluso arrancar algún diputado más. Lo que no tienen claro es el candidato que van a poner al frente del negocio. Carlos Pollán sería lo lógico pero hay gente en Bambú que no acaba de verlo claro. Con Pollán o sin Pollán lo cierto es que Mañueco va a tener que vérselas y deseárselas para formar gobierno. Así que si de lo que se trata es de hablar de números cerremos con el mágico 2026. La fecha en la que todos creen que Sánchez convocará. Todos menos Sánchez, claro. Las matemáticas no tienen por qué tener que ver con la política. A veces sí, a veces no…algo muy gallego por cierto, como el equipo de Feijóo. Y eso pese a que la política siempre gira entorno a una cifra mágica, el 176, el número de la mayoría absoluta que significa la posibilidad de gobernar un país muchas veces irreconciliable. Esto de las importancia de las matemáticas es lo que deben pensar en los distintos cuarteles políticos de las principales formaciones. O, por lo menos, es lo que se desliza en los pasillos de Génova, Bambú, y en la sede podemita de la calle Villaespera.30 que 70Dicen los fontaneros de Génova que a ellos les da lo mismo 30 que 70. Una curiosa teoría. Se refieren a que son conscientes de la fuga de un millón de votos -otra bonita cifra- hacia Vox, fundamentalmente del sector joven, y que el partido de Abascal crece exponencialmente según se mantiene como mínimo la expectativa electoral de los populares. En sus encuestas internas, que coinciden con las externas, queda patente que los de la calle Bambú oscilan entre los 40 y los 60 diputados. Pero eso a los de Génova les da igual, según dicen alli. Creen que lo importante es sumar entre los dos y que Feijóo se siente en la Moncloa. Según esos mismos pasillos, les da igual un Vox de 30, que un Vox de 60 que un Vox de 70. Lo importante es que sumen y Feijóo sea presidente y, con él en La Moncloa, todo se andará y las situaciones se manejarán. Una teoría que por cierto no comparten todos los populares en las tierras de Puigdemont, donde hay quien cree que eso es una visión menguante porque un Vox con treinta sería manejable desde La Moncloa pero un Vox con 70 sería ingobernable.El número 6Siguiendo con las cuentas es interesante ver las que hacen en la calle Bambú. Para los de Abascal la cifra mágica es el 6, y no porque repetido otras dos veces sea la marca del diablo, como les ven muchos, sino porque esa es la cifra de la meta que tienen para alcanzar la cúspide. Según cuentan los de Abascal, su ocasión y su tiempo no es ahora, será dentro de seis años. El seis. Si, será dentro de seis cuando den el vuelco y Abascal siga la senda del triunfo de la extrema derecha en Europa.Ahora tocará una legislatura en donde, desde fuera del gobierno y nunca desde dentro, harán una política de máximos, no de mínimos: lo primero, la inmigración, en su versión más dura, para seguir con la seguridad y la anulación de transferencias autonómicas en materias como educación y sanidad. La recentralización del Estado.El 4Y en el otro extremo, en los cuarteles de Podemos, el número mágico es el cuatro. Ese es el número de diputados que actualmente tienen los de Belarra. Y ese es el suelo que ellos creen que nunca van a poder perder pese a que la política errática de amagar y no dar a Sánchez no les acabe de funcionar. Son conscientes de que tienen imagen de veletas, de poco creíbles, porque amagan, pero no dan, pero creen que es la única manera de arrancar un titular en los periódicos que ni los medios afines les quieren regalar, y porque creen que pese a las críticas nunca bajarán de ese suelo de cuatro.El 55 y el 41El 55 y el 41. Las dos cifras de la mayoría absoluta en Andalucía y Castilla y León. Por seguir con este juego de los números, a quienes tampoco les pueden salir es a Juanma Moreno, Bonilla para los socialistas, y a Mañueco en Castilla y León. En el primero de los casos tiene encima de la mesa encuestas que le dicen que en Almería y en Huelva Vox ya es la segunda fuerza política por encima del PSOE. La posible pérdida de la mayoría absoluta es una realidad. Y en el segundo de los casos, el de los castellanos y leoneses, la cosa está mucho más difícil, porque a los de Abascal les sale una ligera remontada importante en las últimas semanas que les empiezan a poner en cuotas interesantes para combatir. Creen que, como mínimo, pueden repetir los resultados de las últimas elecciones o incluso arrancar algún diputado más. Lo que no tienen claro es el candidato que van a poner al frente del negocio. Carlos Pollán sería lo lógico pero hay gente en Bambú que no acaba de verlo claro. Con Pollán o sin Pollán lo cierto es que Mañueco va a tener que vérselas y deseárselas para formar gobierno. Así que si de lo que se trata es de hablar de números cerremos con el mágico 2026. La fecha en la que todos creen que Sánchez convocará. Todos menos Sánchez, claro.
Las matemáticas no tienen por qué tener que ver con la política. A veces sí, a veces no…algo muy gallego por cierto, como el equipo de Feijóo. Y eso pese a que la política siempre gira entorno a una cifra mágica, el 176, el … número de la mayoría absoluta que significa la posibilidad de gobernar un país muchas veces irreconciliable.
Esto de las importancia de las matemáticas es lo que deben pensar en los distintos cuarteles políticos de las principales formaciones. O, por lo menos, es lo que se desliza en los pasillos de Génova, Bambú, y en la sede podemita de la calle Villaespera.
30 que 70
Dicen los fontaneros de Génova que a ellos les da lo mismo 30 que 70. Una curiosa teoría. Se refieren a que son conscientes de la fuga de un millón de votos -otra bonita cifra- hacia Vox, fundamentalmente del sector joven, y que el partido de Abascal crece exponencialmente según se mantiene como mínimo la expectativa electoral de los populares. En sus encuestas internas, que coinciden con las externas, queda patente que los de la calle Bambú oscilan entre los 40 y los 60 diputados. Pero eso a los de Génova les da igual, según dicen alli. Creen que lo importante es sumar entre los dos y que Feijóo se siente en la Moncloa. Según esos mismos pasillos, les da igual un Vox de 30, que un Vox de 60 que un Vox de 70. Lo importante es que sumen y Feijóo sea presidente y, con él en La Moncloa, todo se andará y las situaciones se manejarán. Una teoría que por cierto no comparten todos los populares en las tierras de Puigdemont, donde hay quien cree que eso es una visión menguante porque un Vox con treinta sería manejable desde La Moncloa pero un Vox con 70 sería ingobernable.
El número 6
Siguiendo con las cuentas es interesante ver las que hacen en la calle Bambú. Para los de Abascal la cifra mágica esel 6, y no porque repetido otras dos veces sea la marca del diablo, como les ven muchos, sino porque esa es la cifra de la meta que tienen para alcanzar la cúspide. Según cuentan los de Abascal, su ocasión y su tiempo no es ahora, será dentro de seis años. El seis. Si, será dentro de seis cuando den el vuelco y Abascal siga la senda del triunfo de la extrema derecha en Europa.
Ahora tocará una legislatura en donde, desde fuera del gobierno y nunca desde dentro, harán una política de máximos, no de mínimos: lo primero, la inmigración, en su versión más dura, para seguir con la seguridad y la anulación de transferencias autonómicas en materias como educación y sanidad. La recentralización del Estado.
El 4
Y en el otro extremo, en los cuarteles de Podemos, el número mágico es el cuatro. Ese es el número de diputados que actualmente tienen los de Belarra. Y ese es el suelo que ellos creen que nunca van a poder perder pese a que la política errática de amagar y no dar a Sánchez no les acabe de funcionar. Son conscientes de que tienen imagen de veletas, de poco creíbles, porque amagan, pero no dan, pero creen que es la única manera de arrancar un titular en los periódicos que ni los medios afines les quieren regalar, y porque creen que pese a las críticas nunca bajarán de ese suelo de cuatro.
El 55 y el 41
El 55 y el 41. Las dos cifras de la mayoría absoluta en Andalucía y Castilla y León. Por seguir con este juego de los números, a quienes tampoco les pueden salir es a Juanma Moreno, Bonilla para los socialistas, y a Mañueco en Castilla y León.
En el primero de los casos tiene encima de la mesa encuestas que le dicen que en Almería y en Huelva Vox ya es la segunda fuerza política por encima del PSOE. La posible pérdida de la mayoría absoluta es una realidad.
Y en el segundo de los casos, el de los castellanos y leoneses, la cosa está mucho más difícil, porque a los de Abascal les sale una ligera remontada importante en las últimas semanas que les empiezan a poner en cuotas interesantes para combatir. Creen que, como mínimo, pueden repetir los resultados de las últimas elecciones o incluso arrancar algún diputado más. Lo que no tienen claro es el candidato que van a poner al frente del negocio. Carlos Pollán sería lo lógico pero hay gente en Bambú que no acaba de verlo claro. Con Pollán o sin Pollán lo cierto es que Mañueco va a tener que vérselas y deseárselas para formar gobierno.
Así que si de lo que se trata es de hablar de números cerremos con el mágico 2026. La fecha en la que todos creen que Sánchez convocará. Todos menos Sánchez, claro.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de espana
