Los hoteleros se volcaron en explicar al mundo que la capital valenciana no estaba afectada por las inundaciones y que sus infraestructuras y transportes estaban a pleno rendimiento. Los viajes de empresa han sido los más afectados Leer Los hoteleros se volcaron en explicar al mundo que la capital valenciana no estaba afectada por las inundaciones y que sus infraestructuras y transportes estaban a pleno rendimiento. Los viajes de empresa han sido los más afectados Leer
A Valencia la catástrofe de la dana le llegó en su mejor momento. Golpeó con fuerza el sector turístico cuando este estaba viviendo un momento de esplendor, con sus hoteles llenos y precios en máximos históricos. Hoy, un año después, la ciudad del Turia todavía lucha por recuperar lo que fue en el panorama internacional, allí donde la dana afectó con más intensidad. El cliente internacional todavía hoy se resiente, sobre todo el estadounidense, una de las bases del turismo valenciano, y lo que sigue más afectado son los viajes de empresas, el corporativo, teniendo en cuenta que son eventos o reuniones que se organizan con mucho tiempo de antelación y podrían haber sacado a Valencia del radar de posibles ciudades por un tiempo a raíz de las inundaciones.
Es cierto que desde el verano la ocupación está ya en niveles iguales o superiores a los de 2024, pero no así los precios; la rentabilidad de sus hoteles que sigue aquejando la catástrofe. Desde HOSBEC (la Asociación Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana) confiesan haber realizado un esfuerzo titánico en explicar en el exterior que Valencia se encontraba a pleno rendimiento, que las infraestructuras y el transporte funcionaban al 100%. «El esfuerzo se tuvo que redirigir a esas campañas, había que explicarlo. En marzo de este año, en la Feria Internacional de Turismo de Berlín estuvimos explicando que Valencia ciudad no estaba afectada por las lluvias. En las imágenes, fuera de nuestras fronteras, no se distingue«, nos explican desde HOSBEC.
De hecho, en diciembre del año pasado el Ayuntamiento de Valencia lanzó la mayor campaña publicitaria desde que hay registros para reimpulsar la imagen de la ciudad, dotada con 1,5 millones de euros, bajo el lema «Verte en Valencia nos alegra el corazón». En los análisis un año después de la catástrofe se mezclan dos argumentos para explicar las cifras. La dana sí influye, es evidente, pero también un mercado turístico en su máximo apogeo que es difícil volver a replicar. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hubo que esperar hasta el mes de agosto para encontrar precios por habitación en la provincia de Valencia que se equiparasen a los de 2024. La mayor caída fue la del mes de diciembre, cuando los ingresos por habitación en los hoteles valencianos se desplomaron un 10%, hasta poco más de los 46 euros. Esa caída se moderó en el arranque de 2025, pero unas Fallas pasadas por agua dieron al traste con otra de las semanas de alta ocupación turística. Los precios de los hoteles de la capital valenciana fueron un 15% inferiores, hasta los 59 euros por habitación… y así se llegó al mes de julio, un 7% por debajo. En agosto parece que los hoteleros volvieron a ver la luz.
En la capital valenciana los precios de sus hoteles todavía continúan algo más de un 4% por debajo con datos del tercer trimestre. Cerraron septiembre con una media de ingresos por habitación de 103,3 euros.
En lo que respecta a la ocupación hotelera tampoco se han recuperado cifras previas a la dana, con la salvedad del mes de agosto (rozando el 88% de ocupación) y de manera residual, en abril. En la primera quincena de octubre, último dato disponible, los hoteles de Valencia estuvieron ocupados al 83,6% de su capacidad, casi 4 puntos porcentuales por debajo de los niveles registrados el año pasado, justo antes de que comenzaran las inundaciones el día 29. No obstante, desde el mes de marzo, cuando tuvieron lugar las Fallas, la ocupación hotelera se ha situado por encima del 80% mes tras mes.
¿Y qué hay de los extranjeros? Otra de las conclusiones a tenor de las cifras es que los viajeros nacionales han ocupado parte del hueco que dejaron los turistas de fuera de España en Valencia que, progresivamente, han ido volviendo. En la primera quincena de octubre representaron ya el 63% de los visitantes, un 1% por debajo de los niveles de 2024. Paulatinamente el cliente estadounidense, uno de los principales para Valencia, ha ido volviendo, aunque también es importante el turismo que proviene de Italia y del centro de Europa que no solo eligen Valencia para un retiro de descanso de ‘sol y playa’ sino para organizar eventos empresariales, una actividad que todavía sigue tocada doce meses después.
Desde Meliá Hotels reconocen que desde el «mes de abril empezaron a recuperar datos de ocupación de todas las nacionalidades, aunque no así de tarifa que es la gran afectada y donde los hoteles de Meliá han liderado en ambas zonas: zona de congresos y zona de centro» de Valencia, donde la cadena mallorquina cuenta con tres hoteles. NH, una cadena de perfil urbano y especialmente utilizada para viajes corporativos, cuenta con otros cinco establecimientos hoteleros en la capital. Desde la firma cotizada optan por no hacer comentarios sobre la caída del segmento de congresos y eventos empresariales. Sí reconocen que «la demanda turística se ha normalizado» en cuanto a ocupación y dicen ser «optimistas» en sus previsiones para el cierre de año y de cara a 2026, «consolidando a Valencia como un destino de referencia en el panorama nacional e internacional».
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