El duelo por las víctimas de la dana en Valencia recorrió el 29 de octubre de 2024 más de 2.000 kilómetros para llegar hasta Rumanía. En Craiova, una ciudad al sur del país, dos familias lloraban por la tragedia: la de Gabi Socol y la de su mujer Dana, que, junto a su hija Alexandra, murieron atrapados por el agua en el garaje de su piso, en la pedanía de La Torre, a las afueras de la capital del Turia.El hermano de Gabi y la madre y hermanos de Dana recibieron la noticia a través de amigos de la pareja que ante la falta de noticias acudieron al domicilio. Cuando llegaron a la calle Mariano Borrull vieron cómo el agua había entrado en la cochera del edificio y, ante la imposibilidad de contactar con Gabi y Dana, pidieron a un policía que subiera al piso para comprobar si estaban ahí y descartar el fatal desenlace. Pero en la vivienda no había nadie. «Fueron un amigo y un policía los que entraron al piso y vieron que estaba tal como lo dejaron cuando salieron, con la mesa preparada para cenar. Ahí no entró agua», cuenta desde Rumanía Marius, hermano de Gabi, a quien todavía le resulta «muy difícil» hablar sobre ellos.Noticias relacionadas estandar Si Un día de impotencia y rabia en Paiporta Rebeca Argudo estandar Si El día que la Reina me cogió de la mano Angie CaleroTras enterarse y sin tener apenas tiempo para reaccionar, Marius y uno de los hermanos de Dana llenaron dos mochilas con ropa para varios días y partieron hacia España, el país al que Gabi, Dana y Álex consideraban hogar y al que Marius tantas veces había viajado para reencontrarse con ellos. En ese momento, ya habían sido rescatados varios cuerpos sin vida del garaje del edificio, en el que además de esta familia fallecieron otros vecinos, pero los familiares aún no habían recibido ninguna confirmación oficial de que esos cadáveres correspondieran al matrimonio y su hija. «Nos pusimos en contacto con el consulado de Rumanía en Castellón, pero solo podían ayudarnos dándonos información, nos dijeron que no podían hacer nada para acelerar las pruebas de ADN», dice el hermano de Gabi.Los equipos de emergencias rescataron los cuerpos sin vida de varios vecinos en el garaje en el que murió la familia Socol EPNi el Gobierno de España ni el de Rumanía, asegura Marius, les ayudaron con la organización y gastos del viaje. «El hermano de Dana y yo fuimos cuando nos enteramos y nos quedamos hasta que terminó el funeral. Pero no nos ayudaron, todo lo pagamos nosotros», asevera. Tiempo más tarde, la madre de Dana sí recibió ayuda económica por ser familiar de primer grado, pero la familia de Gabi no tuvo opción a ninguna prestación.Juntos desde los 17 añosGabi tenía 53 años, Dana 52 y Álex 28. La pareja estaba unida desde los 17 años y llevaban alrededor de 20 en España, cuando decidieron abandonar Craiova, donde el hombre era conocido por haber sido campeón juvenil de fútbol y, junto a su hija, entonces de 8 años, hacer las maletas y empezar a construir su futuro en Valencia. «Como muchos rumanos, se fueron en busca de una vida mejor», apunta su hermano. En la capital del Turia encontraron su hogar y aunque eran los únicos de la familia ahí, formaron una gran comunidad de amigos.«Como muchos rumanos, se fueron a España en busca de una vida mejor» Marius Socol Hermano de GabiEl padre de familia, que en Rumanía había sido taxista, empezó a trabajar en Valencia como conductor de un camión de recogida de residuos. Dana se encargaba de las tareas del hogar y Álex había empezado a trabajar en una multinacional dos meses antes de que la riada se llevara por delante su vida. Les iba bien, y hacía cuatro años que habían adquirido el piso en el que vivían, vendiendo su apartamento de Craiova para poder pagar la entrada. «Eran felices, pensaban en su futuro en España y en el de su hija. Ya no iban a volver a vivir a Rumanía. Incluso Álex estaba mirando pisos para irse a vivir con su pareja», recuerda el hermano de Gabi.GAD 3 | ABC Y ‘Las Provincias’ noticia Si La gran mayoría responsabiliza a la Generalitat de la tragedia de la dana noticia Si La mitad de los valencianos opina que la región no ha mejorado si se repite la riada noticia Si El 75% de los valencianos cree que Mazón debe dimitir noticia Si El 43% de los votantes valencianos del PP opinan que el tiempo de Camps ha pasado noticia No Editorial ABC: Crisis de liderazgo y fin de ciclo noticia No La Generalitat no valora la encuesta de ABC: «Mazón debe cumplir sus compromisos electorales»Gabi Socol junto a su hermano Marcus la última vez que este viajó a España CEDIDA POR LA FAMILIALes gustaba el clima español y conocer la cultura y costumbres. Un mes antes de que la riada arrasara con todo, el 1 de octubre, celebraron el cumpleaños de Gabi con un viaje a Tarifa. «Les gustaba mucho la playa, iban casi todos los días. Salían, se divertían… Eran felices y habían formado su hogar ahí. Les gustaba su vida», apunta Marius, que no se siente aún capaz de profundizar en cómo eran, todavía es demasiado doloroso.«Eran felices y habían formado su hogar ahí. Les gustaba su vida» Marius Socol Hermano de GabiMarius volvió la semana pasada a España para asistir a un homenaje que los amigos de la familia celebraron en su memoria. Un hermano de Dana que vive en Reino Unido acudirá hoy al funeral de Estado. Gabi, Dana y Álex fueron enterrados en Valencia, la ciudad que les acogió desde el principio de su aventura en España y en la que imaginaban que terminarían sus días, aunque no de forma tan precipitada y trágica. El duelo por las víctimas de la dana en Valencia recorrió el 29 de octubre de 2024 más de 2.000 kilómetros para llegar hasta Rumanía. En Craiova, una ciudad al sur del país, dos familias lloraban por la tragedia: la de Gabi Socol y la de su mujer Dana, que, junto a su hija Alexandra, murieron atrapados por el agua en el garaje de su piso, en la pedanía de La Torre, a las afueras de la capital del Turia.El hermano de Gabi y la madre y hermanos de Dana recibieron la noticia a través de amigos de la pareja que ante la falta de noticias acudieron al domicilio. Cuando llegaron a la calle Mariano Borrull vieron cómo el agua había entrado en la cochera del edificio y, ante la imposibilidad de contactar con Gabi y Dana, pidieron a un policía que subiera al piso para comprobar si estaban ahí y descartar el fatal desenlace. Pero en la vivienda no había nadie. «Fueron un amigo y un policía los que entraron al piso y vieron que estaba tal como lo dejaron cuando salieron, con la mesa preparada para cenar. Ahí no entró agua», cuenta desde Rumanía Marius, hermano de Gabi, a quien todavía le resulta «muy difícil» hablar sobre ellos.Noticias relacionadas estandar Si Un día de impotencia y rabia en Paiporta Rebeca Argudo estandar Si El día que la Reina me cogió de la mano Angie CaleroTras enterarse y sin tener apenas tiempo para reaccionar, Marius y uno de los hermanos de Dana llenaron dos mochilas con ropa para varios días y partieron hacia España, el país al que Gabi, Dana y Álex consideraban hogar y al que Marius tantas veces había viajado para reencontrarse con ellos. En ese momento, ya habían sido rescatados varios cuerpos sin vida del garaje del edificio, en el que además de esta familia fallecieron otros vecinos, pero los familiares aún no habían recibido ninguna confirmación oficial de que esos cadáveres correspondieran al matrimonio y su hija. «Nos pusimos en contacto con el consulado de Rumanía en Castellón, pero solo podían ayudarnos dándonos información, nos dijeron que no podían hacer nada para acelerar las pruebas de ADN», dice el hermano de Gabi.Los equipos de emergencias rescataron los cuerpos sin vida de varios vecinos en el garaje en el que murió la familia Socol EPNi el Gobierno de España ni el de Rumanía, asegura Marius, les ayudaron con la organización y gastos del viaje. «El hermano de Dana y yo fuimos cuando nos enteramos y nos quedamos hasta que terminó el funeral. Pero no nos ayudaron, todo lo pagamos nosotros», asevera. Tiempo más tarde, la madre de Dana sí recibió ayuda económica por ser familiar de primer grado, pero la familia de Gabi no tuvo opción a ninguna prestación.Juntos desde los 17 añosGabi tenía 53 años, Dana 52 y Álex 28. La pareja estaba unida desde los 17 años y llevaban alrededor de 20 en España, cuando decidieron abandonar Craiova, donde el hombre era conocido por haber sido campeón juvenil de fútbol y, junto a su hija, entonces de 8 años, hacer las maletas y empezar a construir su futuro en Valencia. «Como muchos rumanos, se fueron en busca de una vida mejor», apunta su hermano. En la capital del Turia encontraron su hogar y aunque eran los únicos de la familia ahí, formaron una gran comunidad de amigos.«Como muchos rumanos, se fueron a España en busca de una vida mejor» Marius Socol Hermano de GabiEl padre de familia, que en Rumanía había sido taxista, empezó a trabajar en Valencia como conductor de un camión de recogida de residuos. Dana se encargaba de las tareas del hogar y Álex había empezado a trabajar en una multinacional dos meses antes de que la riada se llevara por delante su vida. Les iba bien, y hacía cuatro años que habían adquirido el piso en el que vivían, vendiendo su apartamento de Craiova para poder pagar la entrada. «Eran felices, pensaban en su futuro en España y en el de su hija. Ya no iban a volver a vivir a Rumanía. Incluso Álex estaba mirando pisos para irse a vivir con su pareja», recuerda el hermano de Gabi.GAD 3 | ABC Y ‘Las Provincias’ noticia Si La gran mayoría responsabiliza a la Generalitat de la tragedia de la dana noticia Si La mitad de los valencianos opina que la región no ha mejorado si se repite la riada noticia Si El 75% de los valencianos cree que Mazón debe dimitir noticia Si El 43% de los votantes valencianos del PP opinan que el tiempo de Camps ha pasado noticia No Editorial ABC: Crisis de liderazgo y fin de ciclo noticia No La Generalitat no valora la encuesta de ABC: «Mazón debe cumplir sus compromisos electorales»Gabi Socol junto a su hermano Marcus la última vez que este viajó a España CEDIDA POR LA FAMILIALes gustaba el clima español y conocer la cultura y costumbres. Un mes antes de que la riada arrasara con todo, el 1 de octubre, celebraron el cumpleaños de Gabi con un viaje a Tarifa. «Les gustaba mucho la playa, iban casi todos los días. Salían, se divertían… Eran felices y habían formado su hogar ahí. Les gustaba su vida», apunta Marius, que no se siente aún capaz de profundizar en cómo eran, todavía es demasiado doloroso.«Eran felices y habían formado su hogar ahí. Les gustaba su vida» Marius Socol Hermano de GabiMarius volvió la semana pasada a España para asistir a un homenaje que los amigos de la familia celebraron en su memoria. Un hermano de Dana que vive en Reino Unido acudirá hoy al funeral de Estado. Gabi, Dana y Álex fueron enterrados en Valencia, la ciudad que les acogió desde el principio de su aventura en España y en la que imaginaban que terminarían sus días, aunque no de forma tan precipitada y trágica.
El duelo por las víctimas de la dana en Valencia recorrió el 29 de octubre de 2024 más de 2.000 kilómetros para llegar hasta Rumanía. En Craiova, una ciudad al sur del país, dos familias lloraban por la tragedia: la de Gabi Socol y … la de su mujer Dana, que, junto a su hija Alexandra, murieron atrapados por el agua en el garaje de su piso, en la pedanía de La Torre, a las afueras de la capital del Turia.
El hermano de Gabi y la madre y hermanos de Dana recibieron la noticia a través de amigos de la pareja que ante la falta de noticias acudieron al domicilio. Cuando llegaron a la calle Mariano Borrull vieron cómo el agua había entrado en la cochera del edificio y, ante la imposibilidad de contactar con Gabi y Dana, pidieron a un policía que subiera al piso para comprobar si estaban ahí y descartar el fatal desenlace. Pero en la vivienda no había nadie. «Fueron un amigo y un policía los que entraron al piso y vieron que estaba tal como lo dejaron cuando salieron, con la mesa preparada para cenar. Ahí no entró agua», cuenta desde Rumanía Marius, hermano de Gabi, a quien todavía le resulta «muy difícil» hablar sobre ellos.
Tras enterarse y sin tener apenas tiempo para reaccionar, Marius y uno de los hermanos de Dana llenaron dos mochilas con ropa para varios días y partieron hacia España, el país al que Gabi, Dana y Álex consideraban hogar y al que Marius tantas veces había viajado para reencontrarse con ellos. En ese momento, ya habían sido rescatados varios cuerpos sin vida del garaje del edificio, en el que además de esta familia fallecieron otros vecinos, pero los familiares aún no habían recibido ninguna confirmación oficial de que esos cadáveres correspondieran al matrimonio y su hija. «Nos pusimos en contacto con el consulado de Rumanía en Castellón, pero solo podían ayudarnos dándonos información, nos dijeron que no podían hacer nada para acelerar las pruebas de ADN», dice el hermano de Gabi.
EP
Ni el Gobierno de España ni el de Rumanía, asegura Marius, les ayudaron con la organización y gastos del viaje. «El hermano de Dana y yo fuimos cuando nos enteramos y nos quedamos hasta que terminó el funeral. Pero no nos ayudaron, todo lo pagamos nosotros», asevera. Tiempo más tarde, la madre de Dana sí recibió ayuda económica por ser familiar de primer grado, pero la familia de Gabi no tuvo opción a ninguna prestación.
Juntos desde los 17 años
Gabi tenía 53 años, Dana 52 y Álex 28. La pareja estaba unida desde los 17 años y llevaban alrededor de 20 en España, cuando decidieron abandonar Craiova, donde el hombre era conocido por haber sido campeón juvenil de fútbol y, junto a su hija, entonces de 8 años, hacer las maletas y empezar a construir su futuro en Valencia. «Como muchos rumanos, se fueron en busca de una vida mejor», apunta su hermano. En la capital del Turia encontraron su hogar y aunque eran los únicos de la familia ahí, formaron una gran comunidad de amigos.
«Como muchos rumanos, se fueron a España en busca de una vida mejor»
Marius Socol
Hermano de Gabi
El padre de familia, que en Rumanía había sido taxista, empezó a trabajar en Valencia como conductor de un camión de recogida de residuos. Dana se encargaba de las tareas del hogar y Álex había empezado a trabajar en una multinacional dos meses antes de que la riada se llevara por delante su vida. Les iba bien, y hacía cuatro años que habían adquirido el piso en el que vivían, vendiendo su apartamento de Craiova para poder pagar la entrada. «Eran felices, pensaban en su futuro en España y en el de su hija. Ya no iban a volver a vivir a Rumanía. Incluso Álex estaba mirando pisos para irse a vivir con su pareja», recuerda el hermano de Gabi.
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La gran mayoría responsabiliza a la Generalitat de la tragedia de la dana
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La mitad de los valencianos opina que la región no ha mejorado si se repite la riada
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El 75% de los valencianos cree que Mazón debe dimitir
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El 43% de los votantes valencianos del PP opinan que el tiempo de Camps ha pasado
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Editorial ABC: Crisis de liderazgo y fin de ciclo
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La Generalitat no valora la encuesta de ABC: «Mazón debe cumplir sus compromisos electorales»
CEDIDA POR LA FAMILIA
Les gustaba el clima español y conocer la cultura y costumbres. Un mes antes de que la riada arrasara con todo, el 1 de octubre, celebraron el cumpleaños de Gabi con un viaje a Tarifa. «Les gustaba mucho la playa, iban casi todos los días. Salían, se divertían… Eran felices y habían formado su hogar ahí. Les gustaba su vida», apunta Marius, que no se siente aún capaz de profundizar en cómo eran, todavía es demasiado doloroso.
«Eran felices y habían formado su hogar ahí. Les gustaba su vida»
Marius Socol
Hermano de Gabi
Marius volvió la semana pasada a España para asistir a un homenaje que los amigos de la familia celebraron en su memoria. Un hermano de Dana que vive en Reino Unido acudirá hoy al funeral de Estado. Gabi, Dana y Álex fueron enterrados en Valencia, la ciudad que les acogió desde el principio de su aventura en España y en la que imaginaban que terminarían sus días, aunque no de forma tan precipitada y trágica.
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