Día D y Hora H para el comercio internacional, con la reunión entre los presidentes de EE.UU. y China ya en marcha en Corea del Sur. Poco después de las 9 de la mañana, Donald Trump y Xi Jinping se han estrechado la mano y han intercambiado saludos y halagos en público, antes de pasar a una sala de la pequeña terminal militar del aeropuerto de Busan.
Hay 4 horas por delante con un menú de soja, fentanilo, tierras raras, aranceles, derechos portuarios y TikTok
Día D y Hora H para el comercio internacional, con la reunión entre los presidentes de EE.UU. y China ya en marcha en Corea del Sur. Poco después de las 9 de la mañana, Donald Trump y Xi Jingpin se han estrechado la mano y han intercambiado saludos y halagos en público, antes de pasar a una sala de la pequeña terminal militar del aeropuerto de Busan.
El mundo y los mercados siguen con atención el desarrollo de las negociaciones, en las que también están representados sus respectivos cancilleres, Marco Rubio y Wang Yi, y sus dos principales negociadores sobre aranceles, Scott Bessent y He Lifeng. En el menú, un pesado cóctel de aranceles -los sucesivos órdagos de Trump que ahora pretende resolver- fentanilo, tierras raras, chips, derechos portuarios y TikTok.
El recoleto y austero lugar que acoge las negociaciones está muy lejos de los oropeles que han marcado la gira asiática de Donald Trump, con paradas en Malasia y Japón. Busan está a 85 kilómetros de Gyeongyu, donde mañana empieza la cumbre de países de Asia-Pacífico (APEC).
Está previsto que Trump vuele de regreso a Estados Unidos con motivo de Halloween al término de la reunión. No así Xi Jinping, que proseguirá sus contactos con líderes mundiales hasta el sábado. Entre ellos es difícil exagerar la importancia de su primera cita con la nueva primera ministra de Japón -desde la semana pasada- Sanae Takaichi, una política ultranacionalista que en abril pasado llegó a decir en Taipéi que “los problemas de Taiwán son los problemas de Japón”.
(noticia en desarrollo)
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