Si la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puesto sobre la mesa por Azucarera España para «todos» sus centros de trabajo con 237 despidos y que supone, en definitiva, acabar con la actividad molturadora de la factoría de La Bañeza (León), arrancaba con serias dificultades de entendimiento, con el avance de los días la situación se agudiza. Y no sólo por la posición de Associated British Foods de no dar marcha atrás en sus planes de «reorganización» y disminución en una cuarta parte de su plantilla en España, sino también por las fricciones entre los sindicatos. Un choque entre las dos principales centrales -CCOO y UGT- que ayer explotó en público, con acusaciones de haberse «vendido» a los intereses de la empresa e «intentar dinamitar» el proceso. Así se lo restregaron, sin tapujos, uno a otro. Primero disparó el presidente del Comité de Empresa de Azucarera en La Bañeza, el ugetista Benigno Pérez, quien pidió la «dimisión de toda la parte negociadora» de CCOO en este proceso, que, aseguró, se inició «de forma fraudulenta». Desde UGT acusaron a la organización ‘amiga’ de haber «actuado en detrimento de los empleados» durante la negociación, en la que, dijeron, «se han priorizado otros intereses ajenos a la defensa real del empleo y la actividad industrial». Según señalaron, CCOO «ya había mantenido reuniones con la empresa antes de iniciarse el periodo de consultas, dando por bueno el ERE y el cierre de La Bañeza».Poco después, la respuesta de Comisiones, cuyo secretario general de la Federación de Industria, Miguel Ángel Breznes, tachó de «falsedades y mentiras» lo expuesto por UGT. «No hemos negociado nada fuera de la mesa», aseguró, a la vez que afirmó que el «interés» del sindicato es «negociar para evitar el cierre» y la destrucción de empleo. Tachó de «temeridad y una irresponsabilidad nunca vistas» las declaraciones vertidas desde la otra central. «Esta estrategia tan descabellada evidencia que ese sindicato es la correa de transmisión de los intereses empresariales e intentan dinamitar el proceso en detrimento de los interesas de las personas trabajadoras», aseguraron desde Comisiones.Noticia Relacionada estandar Si León alza la voz en la calle y promete «guerra»: «Azucarera no se cierra» Isabel Jimeno Cerca de dos millares de personas se suman al «rechazo» del cierre de la fábrica de La Bañeza y alertan del «cambio muy importante» que supondrá en el sector primario e industrialMientras, desde la Junta de Castilla y León, la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, lamentó que la dirección de Azucarera declinase asistir a la reunión ayer de la Fundación Anclaje. También mostró su malestar con que el Gobierno central no esté presente en este organismo de forma «específica y a través de los órganos que pueden decidir, como podría haber sido el delegado de Gobierno», aunque reconoció que sí participan los subdelegados, informa Ical. Y denunció que desde el Ejecutivo central «no se está teniendo la respuesta que esperábamos». También el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, confió en que tenga en cuenta las observaciones presentadas para que sea rechazado el ERE planteado y se transforme en uno temporal (ERTE). Si la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puesto sobre la mesa por Azucarera España para «todos» sus centros de trabajo con 237 despidos y que supone, en definitiva, acabar con la actividad molturadora de la factoría de La Bañeza (León), arrancaba con serias dificultades de entendimiento, con el avance de los días la situación se agudiza. Y no sólo por la posición de Associated British Foods de no dar marcha atrás en sus planes de «reorganización» y disminución en una cuarta parte de su plantilla en España, sino también por las fricciones entre los sindicatos. Un choque entre las dos principales centrales -CCOO y UGT- que ayer explotó en público, con acusaciones de haberse «vendido» a los intereses de la empresa e «intentar dinamitar» el proceso. Así se lo restregaron, sin tapujos, uno a otro. Primero disparó el presidente del Comité de Empresa de Azucarera en La Bañeza, el ugetista Benigno Pérez, quien pidió la «dimisión de toda la parte negociadora» de CCOO en este proceso, que, aseguró, se inició «de forma fraudulenta». Desde UGT acusaron a la organización ‘amiga’ de haber «actuado en detrimento de los empleados» durante la negociación, en la que, dijeron, «se han priorizado otros intereses ajenos a la defensa real del empleo y la actividad industrial». Según señalaron, CCOO «ya había mantenido reuniones con la empresa antes de iniciarse el periodo de consultas, dando por bueno el ERE y el cierre de La Bañeza».Poco después, la respuesta de Comisiones, cuyo secretario general de la Federación de Industria, Miguel Ángel Breznes, tachó de «falsedades y mentiras» lo expuesto por UGT. «No hemos negociado nada fuera de la mesa», aseguró, a la vez que afirmó que el «interés» del sindicato es «negociar para evitar el cierre» y la destrucción de empleo. Tachó de «temeridad y una irresponsabilidad nunca vistas» las declaraciones vertidas desde la otra central. «Esta estrategia tan descabellada evidencia que ese sindicato es la correa de transmisión de los intereses empresariales e intentan dinamitar el proceso en detrimento de los interesas de las personas trabajadoras», aseguraron desde Comisiones.Noticia Relacionada estandar Si León alza la voz en la calle y promete «guerra»: «Azucarera no se cierra» Isabel Jimeno Cerca de dos millares de personas se suman al «rechazo» del cierre de la fábrica de La Bañeza y alertan del «cambio muy importante» que supondrá en el sector primario e industrialMientras, desde la Junta de Castilla y León, la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, lamentó que la dirección de Azucarera declinase asistir a la reunión ayer de la Fundación Anclaje. También mostró su malestar con que el Gobierno central no esté presente en este organismo de forma «específica y a través de los órganos que pueden decidir, como podría haber sido el delegado de Gobierno», aunque reconoció que sí participan los subdelegados, informa Ical. Y denunció que desde el Ejecutivo central «no se está teniendo la respuesta que esperábamos». También el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, confió en que tenga en cuenta las observaciones presentadas para que sea rechazado el ERE planteado y se transforme en uno temporal (ERTE).
La Junta lamenta que «no» está teniendo la respuesta esperada por parte del Gobierno
Si la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puesto sobre la mesa por Azucarera España para «todos» sus centros de trabajo con 237 despidos y que supone, en definitiva, acabar con la actividad molturadora de la factoría de La Bañeza (León), arrancaba … con serias dificultades de entendimiento, con el avance de los días la situación se agudiza. Y no sólo por la posición de Associated British Foods de no dar marcha atrás en sus planes de «reorganización» y disminución en una cuarta parte de su plantilla en España, sino también por las fricciones entre los sindicatos. Un choque entre las dos principales centrales -CCOO y UGT- que ayer explotó en público, con acusaciones de haberse «vendido» a los intereses de la empresa e «intentar dinamitar» el proceso.
Así se lo restregaron, sin tapujos, uno a otro. Primero disparó el presidente del Comité de Empresa de Azucarera en La Bañeza, el ugetista Benigno Pérez, quien pidió la «dimisión de toda la parte negociadora» de CCOO en este proceso, que, aseguró, se inició «de forma fraudulenta». Desde UGT acusaron a la organización ‘amiga’ de haber «actuado en detrimento de los empleados» durante la negociación, en la que, dijeron, «se han priorizado otros intereses ajenos a la defensa real del empleo y la actividad industrial». Según señalaron, CCOO «ya había mantenido reuniones con la empresa antes de iniciarse el periodo de consultas, dando por bueno el ERE y el cierre de La Bañeza».
Poco después, la respuesta de Comisiones, cuyo secretario general de la Federación de Industria, Miguel Ángel Breznes, tachó de «falsedades y mentiras» lo expuesto por UGT. «No hemos negociado nada fuera de la mesa», aseguró, a la vez que afirmó que el «interés» del sindicato es «negociar para evitar el cierre» y la destrucción de empleo. Tachó de «temeridad y una irresponsabilidad nunca vistas» las declaraciones vertidas desde la otra central. «Esta estrategia tan descabellada evidencia que ese sindicato es la correa de transmisión de los intereses empresariales e intentan dinamitar el proceso en detrimento de los interesas de las personas trabajadoras», aseguraron desde Comisiones.
Mientras, desde la Junta de Castilla y León, la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, lamentó que la dirección de Azucarera declinase asistir a la reunión ayer de la Fundación Anclaje. También mostró su malestar con que el Gobierno central no esté presente en este organismo de forma «específica y a través de los órganos que pueden decidir, como podría haber sido el delegado de Gobierno», aunque reconoció que sí participan los subdelegados, informa Ical. Y denunció que desde el Ejecutivo central «no se está teniendo la respuesta que esperábamos». También el portavoz, Carlos Fernández Carriedo, confió en que tenga en cuenta las observaciones presentadas para que sea rechazado el ERE planteado y se transforme en uno temporal (ERTE).
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