La oficina con las mejores vistas del Tour de Francia es una autocaravana blanca y lila, un icono reconocible para cualquier aficionado al ciclismo. Desde su silla plegable junto a ella, aparcada en una recta anónima a 94 kilómetros de la meta de la sexta etapa, donde atiende a La Vanguardia, Stephan van der Zwan (58) deja de mirar el paisaje por unas horas. Su atención se centra en el portátil, desde el que dirige la que bien podría considerarse la Biblia de las estadísticas del ciclismo.
‘La Vanguardia’ habla con el fundador y copropietario de la Biblia de datos referente del ciclismo, que nos explica sus secretos desde la autocaravana, y su actual pulso con A.S.O. en el Tour de Francia
La oficina con las mejores vistas del Tour de Francia es una autocaravana blanca y lila, un icono reconocible para cualquier aficionado al ciclismo. Desde su silla plegable junto a ella, aparcada en una recta anónima a 94 kilómetros de la meta de la sexta etapa, donde atiende a La Vanguardia, Stephan van der Zwan (58) deja de mirar el paisaje por unas horas. Su atención se centra en el portátil, desde el que dirige la que bien podría considerarse la Biblia de las estadísticas del ciclismo.
Es el fundador y copropietario de la web ProCyclingStats (PCS), un holandés afincado en Canillo (Andorra) desde 2021, que se define como un nómada digital, y ha levantado un proyecto nacido de la pasión por el ciclismo. Y, ahora, incomoda a una Amaury Sport Organisation (A.S.O.), que les ha restringido mostrar su marca durante la disputa de la ronda gala por considerar que están haciendo publicidad.
Para quien no le conozca, ¿quién es Stephan van der Zwan?
Soy Stephan van der Zwan, acabo de cumplir 58 años. Nací en los Países Bajos, pero desde 2021 vivo en Canillo, Andorra. Nunca fui ciclista profesional, pero he sido un fan desde niño. Tenía 13 años cuando mi héroe, Joop Zoetemelk, ganó el Tour.
¿Cuál es su función exacta en ProCyclingStats?
Soy el fundador y uno de los dos propietarios. Me encargo de las relaciones públicas, del control de calidad y de ser, por así decirlo, la cara de la empresa.
La historia de cómo nace PCS es fascinante. ¿Cómo surgió la idea?
La historia es larga. Me enamoré del ciclismo con 13 años y salía en bici con mis dos hermanos. Por desgracia, mi hermano Eric, dos años mayor que yo, falleció en un accidente entrenando en el año 2000. A raíz de su muerte, heredé su ordenador y así, en 2001, entré en contacto con el fenómeno de internet. Hice una primera web sobre un viaje en bici con mi hija y luego otra sobre ciclismo infantil que se hizo muy popular. En 2008 empecé a trabajar como periodista de ciclismo, pero la empresa no funcionó bien y vi venir el final. Fue entonces, en 2012, cuando contacté a mi socio, Bert Lip. Le propuse la idea de PCS y decidimos empezar sin nada, solo dos personas y muchísima pasión.

Cedida por ProCyclingStats
¿Y cuál diría que es el alma de PCS?
Tanto Bert como yo estamos llenos de pasión por el ciclismo y los datos. Queríamos, y aún queremos, compartir esa pasión. Había muchos datos disponibles, pero no eran accesibles para todos. Nuestro objetivo era compartirlos, hacer el ciclismo más transparente e intentar que las estadísticas fueran ‘sexys’.
¿Cuándo se dieron cuenta de que PCS se estaba convirtiendo en la referencia mundial?
Creo que el momento clave fue cuando lanzamos PCS Live Stats en 2019. Ahí marcamos la diferencia con otras webs que solo daban resultados. Aunque al año siguiente llegó la pandemia, a partir de ahí hemos tenido crecimientos anuales de entre el 30% y el 50%. Ayer mismo (9 de julio) rompimos todos los récords con más de 5 millones de páginas vistas y 330.000 visitantes únicos en un solo día.
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Su alcance va más allá de los despachos de los directores. Tras la cuarta etapa del Tour de Francia, la revista Cycling Weekly describía esta escena: “Nada más acabar y bajarse de la bici, el británico Oscar Onley sacó el móvil y fue directo a ‘ProCyclingStats’ a mirar su propio resultado”. ¿Qué se siente al ser esa referencia donde se miran los propios ciclistas tras cruzar la meta?
[Sonríe] Sí, ese es un ejemplo perfecto de la relación que tenemos con el pelotón. Los ciclistas nos usan a nivel personal para ese feedback instantáneo, para ver su resultado, para entender qué ha pasado en carrera. Y luego, a otro nivel, están los equipos. Muchos usan nuestras estadísticas a través de servicios de API personalizados. Cada uno pide cosas distintas: algunos solo quieren volcar los resultados de sus corredores en su web, pero otros usan los datos para todo tipo de cosas, desde la captación de talentos hasta decisiones tácticas en carrera. No puedo dar muchos más detalles, claro.
Su fiabilidad es una de sus señas de identidad. ¿Cómo verifican esa cantidad de datos?
Gran parte sigue siendo trabajo manual. Obviamente, en PCS Live Stats -retransmisiones en directo- tenemos miles de estadísticas automatizadas, pero siempre hay que introducir estadísticas específicas para que funcionen. La recopilación es un proceso continuo; todavía tenemos años de trabajo para añadir datos históricos, que es una labor muy lenta porque la información de la era preinternet está toda en libros.

Cedida por ProCyclingStats
Como ‘guardián’ de toda esta amalgama de datos, ¿cree que esta explosión de estadísticas le ha quitado romanticismo al ciclismo, haciéndolo más predecible?
Con datos o sin ellos, al final todavía tienes que ser el primero en la línea de meta, todavía necesitas tener las piernas más fuertes. Quizás los datos hacen que las victorias sean más inteligentes; no se trata solo de ser rápido, sino también de ser listo.
Hablemos de la autocaravana. Se ha convertido en un icono. ¿Cómo surgió la idea de este estilo de vida?
En mayo de 2017 compré la primera. Estaba aburrido de estar siempre en casa, detrás de un escritorio, y como siempre me ha encantado viajar, decidí vivir como un nómada digital. Hoy en día hay internet en todas partes, ¿por qué quedarse en casa? Al principio no tenía más propósito que viajar y ver carreras, pero en el Tour de Suiza de 2017 un amigo tuvo la idea de ponerle unas pegatinas de “PCS on Tour”. Así empezó todo. La gente la reconocía y se ha convertido en un punto de encuentro para aficionados, equipos y medios.
En algunas fotos recientes se le ha visto con un Fiat Panda y una moto, además de la autocaravana. ¿Ha ampliado la ‘flota’ de PCS on Tour?
No, no [ríe]. El Fiat Panda es mi coche de diario en Andorra y la moto también. Lo que pasa es que tenemos un remolque y así podemos traer la moto con nosotros en la autocaravana.
¿Qué se percibe del ciclismo desde la cuneta que no se ve desde casa?
Desde casa te pierdes el ambiente, todo lo que hay entre bastidores: la organización de los equipos, el montaje del recorrido por parte de gente muy trabajadora y el esfuerzo de los voluntarios que hacen posible la carrera. Y sobre todo, la inmensa pasión de la gente. Ahora mismo, mientras hablamos, se ha parado una pareja de 79 años en un tándem; él es un exprofesional británico. Ayer, en la contrarreloj, pasamos el día con los padres de Adam y Simon Yates, que ya son amigos nuestros.
¿Alguna anécdota memorable vivida en la carretera?
[Ríe] Hay muchísimas. Creo que la más memorable fue en el Tour de 2023, porque allí conocí a mi novia y llevamos ya dos años juntos. Pero unos días antes de eso, me uní a un grupo de ciclistas VIP de un patrocinador de ASO. En una subida bastante dura, vi a un hombre mayor sufriendo y le di un pequeño empujón. Al final, mi amigo, el organizador, me preguntó si era consciente de a quién había ayudado. Le dije que no, que era un francés mayor con gafas y casco. Se echó a reír y me dijo: “Has hecho historia. Creo que eres la primera y única persona que ha empujado a Bernard Hinault cuesta arriba”.

Cedida por ProCyclingStats
¿Cómo es la estructura de PCS? ¿Cuántas personas forman el equipo y cómo deciden qué carreras cubrir?
El equipo lo formamos los dos propietarios, cinco empleados a tiempo completo y siete estudiantes. Cada semana programamos el calendario. Empezamos cubriendo solo el World Tour, pero ahora hemos añadido muchas más categorías (1.PRO y 2.PRO, 1.1 y 2.1). La elección es simple: si la organización nos facilita buena información en directo de principio a fin, podemos darle cobertura. Para ellos es un valor añadido, ya que construimos buenas relaciones con casi todas las carreras.
¿Y cómo es el modelo de negocio? Qué hay de cierto que rechazáis la publicidad de apuestas.
Nuestros ingresos vienen de tres vías: la publicidad en la web, los clientes de datos y las suscripciones a PCS PRO, que por 49 euros al año te quita los anuncios y te da más estadísticas. Sobre las apuestas, en realidad no las rechazamos; lo que ocurre es que las leyes de muchos países restringen esos anuncios, por lo que no se ven en todas partes
Con la experiencia de haber creado la mayor base de datos de ciclismo, ¿cuál cree que es el futuro del ‘Big Data’ para el aficionado? ¿Crecerá la demanda de datos abiertos o las grandes organizaciones tenderán a controlarlos más?
Vemos una paradoja: la gente no quiere compartir sus propios datos, pero sí quiere ver los de los demás. La clave está en usar los datos de forma correcta para que sean accesibles y aceptables. Y lo estamos logrando, porque ahora vemos que muchos ciclistas SÍ quieren compartir sus datos, quieren que su perfil esté completo. Como nos dijo alguien una vez: “Sin datos correctos en PCS, no eres ciclista”.
¿Os habéis planteado expandir el ‘Big data’ en el ciclismo a otras disciplinas deportivas? ¿Cuál es el fututo próximo de PCS?
No puedo desvelar mucho sobre ideas futuras, pero es muy posible que en el futuro cubramos también otros deportes.
Parece ser que la relación con A.S.O. no es muy buena. Recientemente, os ha prohibido lucir su marca en la autocaravana durante el Tour. ¿Qué ha pasado?
Debido a nuestro crecimiento, dicen que recibimos demasiada publicidad gratuita en ‘sus’ carreras, por supuesto, pero, por otro lado, sabemos que todos los organizadores también usan nuestras estadísticas. Los comentaristas de televisión reconocen la autocaravana y hablan en directo de lo mucho que les gustan nuestros servicios. Nos afecta porque tenemos que tapar nuestro logo, y retirar las banderas que colocamos junto a la caravana [desde la llegada de la caravana publicitaria hasta el paso del coche escoba], y puede que decidamos visitar menos las carreras de A.S.O. y centrarnos en otras. Organizaciones como Flanders Classics – De Ronde- o RCS -Giro- nos dan la bienvenida, ¡incluso nos invitan! El Tour de Langkawi, en Malasia, quiere pagarnos el vuelo y alquilarnos una autocaravana con nuestra marca para que estemos allí. Nuestra relación con el resto de grandes organizadores es muy buena.
Desde el inicio del Tour, ¿ha habido alguna mejora en la relación con ASO?
Ni idea, no ha habido ninguna comunicación.
¿Cuál es vuestra relación con los aficionados? La broma de ‘buscar a Wally’ con la autocaravana demuestra una buena sintonía.
Tenemos una gran base de fans porque intentamos ser transparentes y abiertos, algo que a veces les falta a las grandes organizaciones como la UCI. Nosotros también somos aficionados, no nos vemos como un medio o analistas tradicionales, y por eso creo que sabemos lo que quieren [los fans]. Todavía tenemos una larga lista de cosas que queremos desarrollar en el futuro. Y lo de ‘¿Dónde está Wally?’, es exactamente eso: es habitual las capturas de los fans o los periodistas viendo la televisión e intentando localizar nuestra autocaravana en el paisaje.
En los últimos años, el ciclismo femenino ha dado un salto gigante. ¿Cómo lo han reflejado en PCS?
Siempre hemos apoyado el ciclismo femenino y le damos la misma atención que a las carreras masculinas. Sin embargo, y desafortunadamente, nosotros no vemos el gran crecimiento que algunos medios intentan contar. El número de visitantes en las carreras femeninas sigue siendo una fracción de lo que consigue una carrera masculina, y tampoco vemos un gran crecimiento a lo largo de los años.
Después de tantos años inmerso en un mar de números, ¿sigue viendo las carreras con la pasión de un aficionado?
La pasión nunca se acabará. Amo este deporte. Claro que hay días que solo ves datos, pero la mayoría de los días veo un deporte increíble que muchísima gente adora, y difundir esa pasión es lo que más me gusta hacer.
Cuando se aleja de todo, ¿qué es lo que más le enorgullece de haber creado? ¿El acceso libre a la información, la comunidad, o haber convertido su pasión en su vida?
Es una combinación de todo eso… y, sobre todo, es un homenaje a mi difunto hermano [Eric], con quien compartía esta misma pasión por el ciclismo.
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