El chavismo agranda su poder en Venezuela.
El régimen de Maduro logra la mayoría de alcaldías en unos comicios marcados por el boicot del principal partido de la oposición
El chavismo agranda su poder en Venezuela.
Un año después de que Nicolás Maduro se proclamara ganador de las elecciones presidenciales entre acusaciones de fraude, sin pruebas firmes que acreditaran su victoria frente a Edmundo González, el movimiento bolivariano se ha hecho con el control de la gran mayoría de alcaldías del país tras las elecciones municipales celebradas ayer. Una victoria previsible: la principal coalición opositora del país, liderada por González y María Corina Machado, había llamado al boicot. Así pues, el chavismo tenía el camino despejado para proclamarse ganador indiscutible en unos comicios que, según el Consejo Nacional Electoral, en manos del Gobierno, contaron con una participación del 44%.
En una comparecencia ante sus fieles desde el balcón del Ayuntamiento de Caracas, Maduro tildó de “histórica” la victoria de su formación, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que, de acuerdo con el dirigente, se impuso en 285 de 335 municipios en los que se votaba. “¡Victoria, victoria, victoria popular!”, proclamó el presidente, quien celebró que “la democracia, la paz y la unidad del pueblo” hubieran “triunfado”.
Avance local
Maduro suma 73 nuevas alcaldías, entre ellas algunas de peso, como la de Maracaibo
Maduro tenía motivos para mostrarse exultante: respecto a las últimas elecciones locales, celebradas en el 2021, el chavismo ha sumado 73 nuevas alcaldías, entre ellas algunas de gran peso simbólico, como la de Maracaibo, la capital del estado petrolero de Zulia, hasta ahora en manos de la oposición. Además, el PSUV sigue controlando Caracas, gracias a la reelección de Carmen Meléndez. Por contra, la oposición moderada todavía fue capaz de retener los municipios de Chacao y Barut.
Con estos resultados, Venezuela avanza un poco más hacia la cimentación de un régimen de partido único: Maduro no solo controla la presidencia del país, sino también el Parlamento, 23 de las 24 gobernaciones y, ahora, la gran mayoría de ayuntamientos.
Contexto favorable
La victoria del chavismo coincide con un deshielo de las relaciones con EE.UU.
Los vientos parecen favorables para el chavismo incluso en el ámbito internacional: pese a que el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, aseguró ayer que Maduro “no es el presidente de Venezuela y su régimen no es el Gobierno legítimo”, todo apunta a que Washington está dispuesto a dejar hacer al líder bolivariano. A inicios de mes, poco antes de las elecciones, EE.UU. y Venezuela anunciaron por sorpresa un intercambio de prisioneros: 252 reos venezolanos regresaron a su país desde El Salvador a cambio de 10 detenidos estadounidenses. Un acuerdo que fue interpretado por los analistas como una victoria diplomática para Maduro. Asimismo, la Casa Blanca ha abierto la puerta a que Chevron pueda continuar extrayendo petróleo en Venezuela, dotando así al régimen bolivariano de una vía legal de acceso a dólares estadounidenses.
Y mientras se produce este deshielo de las relaciones con EE.UU., la represión interna en Venezuela no da señales de disminuir: tras conocerse los resultados electorales, Human Rights Watch (HRW) denunció hoy los abusos generalizados contra la oposición cometidos por el chavismo, que incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, torturas y detenciones arbitrarias. Asimismo, la oenegé alertó de la existencia de un patrón de “puerta giratoria”, según el cual el régimen libera a algunos presos políticos para apaciguar las críticas, al tiempo que detiene a otros opositores.
Según datos de la organización de derechos humanos Foro Penal, en el país hay al menos 853 personas encarceladas por motivos políticos, la mayoría de las cuales fueron detenidas tras los comicios presidenciales del 2024, en el que la autoridad electoral proclamó como ganador a Maduro pese a que la oposición mostró actas que apuntaban a la victoria de González, hoy exiliado en España.
Internacional