La Corte Penal Internacional (CPI) deberá analizar el caso de dos soldados israelíes detenidos en el conocido festival Tomorrowland, celebrado en la ciudad belga de Boom, acusados por dos oenegés de crímenes de guerra en Gaza. Así lo ha decidido la fiscalía federal de este país, que, tras estudiar las denuncias contra estos militares, ha decidido remitirlas al tribunal con sede en La Haya que ya está realizando una investigación sobre posibles violaciones graves del derecho humanitario en los territorios palestinos.
Los militares, que ondearon una bandera de su unidad militar, son acusados de crímenes de guerra
La Corte Penal Internacional (CPI) deberá analizar el caso de dos soldados israelíes detenidos en el conocido festival Tomorrowland, celebrado en la ciudad belga de Boom, acusados por dos oenegés de crímenes de guerra en Gaza. Así lo ha decidido la fiscalía federal de este país, que, tras estudiar las denuncias contra estos militares, ha decidido remitirlas al tribunal con sede en La Haya que ya está realizando una investigación sobre posibles violaciones graves del derecho humanitario en los territorios palestinos.
El caso comenzó hace dos semanas, cuando la fiscalía federal belga abrió una investigación tras recibir dos denuncias, el viernes 18 y el sábado 19 de julio, de la Fundación Hind Rajab, el brazo legal del Movimiento 30 de marzo, una organización belga sin ánimo de lucro que busca combatir por la vía legal lo que considera impunidad israelí sobre los crímenes de guerra y las violaciones de derechos humanos en Palestina. También la oenegé Global Legal Action Network denunció su presencia en el festival.
Según las oenegés denunciantes, participaron en ataques contra civiles
Los dos hombres, sospechosos de ser miembros de la brigada Givati –un cuerpo de élite del ejército israelí– habrían ondeado la bandera de su unidad durante el festival de música electrónica, lo que para los demandantes es un gesto de impunidad y provocación. La cita veraniega en Boom es muy popular entre los israelíes, y es habitual verles portando su bandera nacional. Entonces, la policía les identificó y arrestó brevemente para interrogarles. Según las oenegés, habrían participado en ataques deliberados contra zonas civiles, en el desplazamiento forzoso de palestinos y actos de tortura.
“Esta decisión se tomó en interés de la buena administración de la justicia y de conformidad con las obligaciones internacionales de Bélgica”, asegura la Fiscalía belga en un comunicado.
Después de los arrestos, el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores confirmó que dos ciudadanos de su país, un civil y un miembro de sus fuerzas armadas, habían sido detenidos cuando estaban de vacaciones en Bélgica, sin dar más detalles sobre las causas del arresto. En cambio, la fundación propalestina asegura que ambos son miembros activos del ejército israelí. A modo de protesta, Israel convocó un diplomático belga al ministerio.
Según la Fundación Hind Rajab, la detención de los dos soldados es una “medida sin precedentes” que solo fue posible porque las acusaciones “se consideraron lo suficientemente graves como para justificar una acción judicial directa”. La organización también lamenta que la policía belga les pusiese en libertad.
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