Entre los más de 20.000 audios que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil logró descargar de los móviles incautados en el registro del domicilio de Koldo García, la inmensa mayoría no tiene ni relación ni interés para la causa abierta por el Tribunal Supremo, que investiga posibles mordidas a cambio de adjudicaciones públicas. Pero sí ofrecen una fotografía fidedigna de cómo era el día a día del exasesor del ministro José Luis Ábalos: le llovían peticiones de favores muy variados, desde que se hiciera con botellas de vino que fueran exclusivas, a que lograra contactos de confianza en entidades y constructoras, o que mediara para conseguir un empleo o un cambio de destino en la Guardia Civil.En ese contexto del Koldo conseguidor existe un mensaje de voz que recibe el asesor de una mujer, que por el acento parece brasileña, en el que le pide que medie con la Policía para que no se pasen por un lugar llamado «El Ciervo» , ubicado en la localidad valenciana de Algemesí. Según le indica, debe hablar con «el comisario» para que no se presentaran agentes en ese local porque a ella le habían hecho un contrato y le habían empadronado, y podía vender «coquita» sin tener que disimular.Noticia Relacionada estandar No Un cuñado de Cerdán trabajó como albañil para Servinabar y cobró 61.669 euros de la empresa clave del ‘caso Koldo’ No fue el único familiar que trabajó para Servinabar, de la documentación aportada por la Hacienda Navarra se desprende que Belén Cerdán, la hermana de Santos Cerdán, trabajó del 1 de enero al 30 de junio de 2020 como administrativa cobrando por meses 2000 euros netos«Escucha, quítame la policía de El Ciervo de Algemesí, ¿vale? Llama al comisario y dile que ya no venga por aquí, porque me hacen un contrato de trabajo y me empadronan, y encima puedo vender coquita indisimuladamente. ¿Ok?, ¿puede ser? Así te quito compromisos de encima. Llamadita telefónica y solucionas todo. Gracias, muy amable», le decía en ese mensaje de voz que Koldo García guardaba en uno de sus terminales móviles.Menciona a «José Luis»En ese mismo audio, antes de solicitarle que hablara con un comisario, la mujer le echaba en cara que no la cuidara y le pedía que sí velara por la gente que sí lo hacía. «Me olvidas completamente, (ríe) empiezo a creer que no soy importante en vuestra vida», apunta, para acto seguido espetar: «¡Que sí soy importante en la vida de José Luis!».Según ha podido comprobar por fuentes abiertas este periódico, ‘El Ciervo’ es un ‘night club’ -un club de alterne- ubicado en Algemesí, próximo a Valencia. Precisamente en noviembre de 2020 la Policía Nacional realizó en ese local y en otros cinco más de la zona la que denominó como operación Monoikos, por medio de la que logró liberar a 14 mujeres que eran explotadas sexualmente en contra de su voluntad. En esa redada, los agentes detuvieron a 20 personas e intervinieron 90.000 euros, vehículos de alta gama, escopetas de caza y cocaína y marihuana preparada para su venta. Entre los más de 20.000 audios que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil logró descargar de los móviles incautados en el registro del domicilio de Koldo García, la inmensa mayoría no tiene ni relación ni interés para la causa abierta por el Tribunal Supremo, que investiga posibles mordidas a cambio de adjudicaciones públicas. Pero sí ofrecen una fotografía fidedigna de cómo era el día a día del exasesor del ministro José Luis Ábalos: le llovían peticiones de favores muy variados, desde que se hiciera con botellas de vino que fueran exclusivas, a que lograra contactos de confianza en entidades y constructoras, o que mediara para conseguir un empleo o un cambio de destino en la Guardia Civil.En ese contexto del Koldo conseguidor existe un mensaje de voz que recibe el asesor de una mujer, que por el acento parece brasileña, en el que le pide que medie con la Policía para que no se pasen por un lugar llamado «El Ciervo» , ubicado en la localidad valenciana de Algemesí. Según le indica, debe hablar con «el comisario» para que no se presentaran agentes en ese local porque a ella le habían hecho un contrato y le habían empadronado, y podía vender «coquita» sin tener que disimular.Noticia Relacionada estandar No Un cuñado de Cerdán trabajó como albañil para Servinabar y cobró 61.669 euros de la empresa clave del ‘caso Koldo’ No fue el único familiar que trabajó para Servinabar, de la documentación aportada por la Hacienda Navarra se desprende que Belén Cerdán, la hermana de Santos Cerdán, trabajó del 1 de enero al 30 de junio de 2020 como administrativa cobrando por meses 2000 euros netos«Escucha, quítame la policía de El Ciervo de Algemesí, ¿vale? Llama al comisario y dile que ya no venga por aquí, porque me hacen un contrato de trabajo y me empadronan, y encima puedo vender coquita indisimuladamente. ¿Ok?, ¿puede ser? Así te quito compromisos de encima. Llamadita telefónica y solucionas todo. Gracias, muy amable», le decía en ese mensaje de voz que Koldo García guardaba en uno de sus terminales móviles.Menciona a «José Luis»En ese mismo audio, antes de solicitarle que hablara con un comisario, la mujer le echaba en cara que no la cuidara y le pedía que sí velara por la gente que sí lo hacía. «Me olvidas completamente, (ríe) empiezo a creer que no soy importante en vuestra vida», apunta, para acto seguido espetar: «¡Que sí soy importante en la vida de José Luis!».Según ha podido comprobar por fuentes abiertas este periódico, ‘El Ciervo’ es un ‘night club’ -un club de alterne- ubicado en Algemesí, próximo a Valencia. Precisamente en noviembre de 2020 la Policía Nacional realizó en ese local y en otros cinco más de la zona la que denominó como operación Monoikos, por medio de la que logró liberar a 14 mujeres que eran explotadas sexualmente en contra de su voluntad. En esa redada, los agentes detuvieron a 20 personas e intervinieron 90.000 euros, vehículos de alta gama, escopetas de caza y cocaína y marihuana preparada para su venta.
Un audio revela que una mujer pidió a Koldo que le quitara a la Policía de encima
Entre los más de 20.000 audios que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil logró descargar de los móviles incautados en el registro del domicilio de Koldo García, la inmensa mayoría no tiene ni relación ni interés para la causa abierta por … el Tribunal Supremo, que investiga posibles mordidas a cambio de adjudicaciones públicas. Pero sí ofrecen una fotografía fidedigna de cómo era el día a día del exasesor del ministro José Luis Ábalos: le llovían peticiones de favores muy variados, desde que se hiciera con botellas de vino que fueran exclusivas, a que lograra contactos de confianza en entidades y constructoras, o que mediara para conseguir un empleo o un cambio de destino en la Guardia Civil.
En ese contexto del Koldo conseguidor existe un mensaje de voz que recibe el asesor de una mujer, que por el acento parece brasileña, en el que le pide que medie con la Policía para que no se pasen por un lugar llamado «El Ciervo», ubicado en la localidad valenciana de Algemesí. Según le indica, debe hablar con «el comisario» para que no se presentaran agentes en ese local porque a ella le habían hecho un contrato y le habían empadronado, y podía vender «coquita» sin tener que disimular.
«Escucha, quítame la policía de El Ciervo de Algemesí, ¿vale? Llama al comisario y dile que ya no venga por aquí, porque me hacen un contrato de trabajo y me empadronan, y encima puedo vender coquita indisimuladamente. ¿Ok?, ¿puede ser? Así te quito compromisos de encima. Llamadita telefónica y solucionas todo. Gracias, muy amable», le decía en ese mensaje de voz que Koldo García guardaba en uno de sus terminales móviles.
Menciona a «José Luis»
En ese mismo audio, antes de solicitarle que hablara con un comisario, la mujer le echaba en cara que no la cuidara y le pedía que sí velara por la gente que sí lo hacía. «Me olvidas completamente, (ríe) empiezo a creer que no soy importante en vuestra vida», apunta, para acto seguido espetar: «¡Que sí soy importante en la vida de José Luis!».
Según ha podido comprobar por fuentes abiertas este periódico, ‘El Ciervo’ es un ‘night club’ -un club de alterne- ubicado en Algemesí, próximo a Valencia. Precisamente en noviembre de 2020 la Policía Nacional realizó en ese local y en otros cinco más de la zona la que denominó como operación Monoikos, por medio de la que logró liberar a 14 mujeres que eran explotadas sexualmente en contra de su voluntad. En esa redada, los agentes detuvieron a 20 personas e intervinieron 90.000 euros, vehículos de alta gama, escopetas de caza y cocaína y marihuana preparada para su venta.
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