El exministro José Luis Ábalos ha decidido romper con Aníbal Álvarez, el abogado que le defiende en la causa abierta contra él en el Tribunal Supremo y en la que se indaga en si se hizo con comisiones ilegales gracias al amaño de adjudicaciones de obra pública en favor de determinadas constructoras. El motivo, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, serían las diferencias de criterio a la hora de abordar la estrategia procesal a seguir. En el escrito presentado en el Tribunal Supremo para anunciar que renuncia a su abogado, y al que ha tenido acceso ABC, el propio Ábalos indica que existen «diferencias irreconducibles» que se han convertido en «constante» y hacen inviable el mantenimiento de la asistencia letrada por el «deterioro irreversible de lo que debiera ser una relación de confianza». Ábalos destaca que la relación es tan mala que el propio político «tiene que preparar su declaración por sí solo». El documento presentado a Puente incorpora además un correo electrónico enviado por Ábalos a Álvarez en el que da cuenta de una conversación previa y en el que le comunica formalmente su «formal renuncia» a sus servicios. En todo caso, esta situación abre un nuevo escenario a dos días de la declaración como imputado de Ábalos dado que, por ley, no puede declarar si no es asistido por un abogado.Falta de conexiónFuentes cercanas al exministro explican a ABC que entre el abogado y su cliente había una falta de conexión a la hora de afrontar cada paso procesal que han tenido que dar, y que desde hace meses Ábalos valoraba un cambio en su representación ante el Supremo, que finalmente ha cristalizado esta semana y a dos días de su declaración ante el juez para responder sobre las aseveraciones que recoge el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en relación a su patrimonio. Cabe recordar que en ese informe se indicaba que Ábalos pudo tener “una fuente de ingresos no declarada, en efectivo” por la que pudo disponer de al menos 95.000 euros para desembolsos personales. Además, apuntaba a que el exministro y su asesor Koldo García recibieron en sobres del PSOE dinero en efectivo como pago de gastos de representación previos.Ábalos, ahora debe buscar un nuevo letrado que, de llegar a tiempo, debería personarse en la declaración de este miércoles. En caso de que ocurriera este extremo, lo más probable es que solicitara un aplazamiento de esa comparecencia con el objetivo de poder instruirse en la causa. Pero si el ministro llegara a la vista sin abogado, entonces se abriría la posibilidad de que el juez suspendiera la misma o acordara ofrecerle uno de oficio. La salida de Aníbal Álvarez del caso supone un punto de inflexión en la defensa de Ábalos, que ha contado con el letrado, que tiene una dilatada experiencia profesional como penalista, desde que le imputaran en el caso. Se da la circunstancia de que quien sí ha cambiado de abogado, y hasta en dos ocasiones, es el exasesor Koldo García. Cuando fue detenido asistió ante el juez de la Audiencia Nacional con el abogado Javier Pimentel, al que posteriormente cambió por Ismael Oliver. Finalmente, se decantó por los servicios de la letrada Leticia de la Hoz, quien ya llevaba a su hermano Joseba García y a su expareja Patricia Uriz. El exministro José Luis Ábalos ha decidido romper con Aníbal Álvarez, el abogado que le defiende en la causa abierta contra él en el Tribunal Supremo y en la que se indaga en si se hizo con comisiones ilegales gracias al amaño de adjudicaciones de obra pública en favor de determinadas constructoras. El motivo, según fuentes jurídicas consultadas por ABC, serían las diferencias de criterio a la hora de abordar la estrategia procesal a seguir. En el escrito presentado en el Tribunal Supremo para anunciar que renuncia a su abogado, y al que ha tenido acceso ABC, el propio Ábalos indica que existen «diferencias irreconducibles» que se han convertido en «constante» y hacen inviable el mantenimiento de la asistencia letrada por el «deterioro irreversible de lo que debiera ser una relación de confianza». Ábalos destaca que la relación es tan mala que el propio político «tiene que preparar su declaración por sí solo». El documento presentado a Puente incorpora además un correo electrónico enviado por Ábalos a Álvarez en el que da cuenta de una conversación previa y en el que le comunica formalmente su «formal renuncia» a sus servicios. En todo caso, esta situación abre un nuevo escenario a dos días de la declaración como imputado de Ábalos dado que, por ley, no puede declarar si no es asistido por un abogado.Falta de conexiónFuentes cercanas al exministro explican a ABC que entre el abogado y su cliente había una falta de conexión a la hora de afrontar cada paso procesal que han tenido que dar, y que desde hace meses Ábalos valoraba un cambio en su representación ante el Supremo, que finalmente ha cristalizado esta semana y a dos días de su declaración ante el juez para responder sobre las aseveraciones que recoge el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en relación a su patrimonio. Cabe recordar que en ese informe se indicaba que Ábalos pudo tener “una fuente de ingresos no declarada, en efectivo” por la que pudo disponer de al menos 95.000 euros para desembolsos personales. Además, apuntaba a que el exministro y su asesor Koldo García recibieron en sobres del PSOE dinero en efectivo como pago de gastos de representación previos.Ábalos, ahora debe buscar un nuevo letrado que, de llegar a tiempo, debería personarse en la declaración de este miércoles. En caso de que ocurriera este extremo, lo más probable es que solicitara un aplazamiento de esa comparecencia con el objetivo de poder instruirse en la causa. Pero si el ministro llegara a la vista sin abogado, entonces se abriría la posibilidad de que el juez suspendiera la misma o acordara ofrecerle uno de oficio. La salida de Aníbal Álvarez del caso supone un punto de inflexión en la defensa de Ábalos, que ha contado con el letrado, que tiene una dilatada experiencia profesional como penalista, desde que le imputaran en el caso. Se da la circunstancia de que quien sí ha cambiado de abogado, y hasta en dos ocasiones, es el exasesor Koldo García. Cuando fue detenido asistió ante el juez de la Audiencia Nacional con el abogado Javier Pimentel, al que posteriormente cambió por Ismael Oliver. Finalmente, se decantó por los servicios de la letrada Leticia de la Hoz, quien ya llevaba a su hermano Joseba García y a su expareja Patricia Uriz.
Debe asistir a la comparecencia con letrado, y un cambio en la defensa puede provocar que el juez acuerde un aplazamiento
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