Alberto Sotillos (Madrid, 1985) intentó participar en las primarias del PSOE en 2014. Las primeras que ganó Pedro Sánchez y en las que ya Santos Cerdán y su compinche Koldo García perpetraban maniobras sucias en favor del hoy presidente del Gobierno, como ha acreditado el demoledor informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO, que ha sumergido al PSOE en su mayor crisis de las últimas décadas. Se quedó a las puertas de ser candidato junto a Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, y su desencanto con lo que vio por dentro le llevó a marcharse del partido a cuyas juventudes se afilió tras haber mamado socialismo en casa (su padre, Eduardo Sotillos, formó parte del Gobierno de Felipe González) y pensando que una organización como la centenaria formación sería otra cosa. ¿Por qué se presentó a aquellas primarias?Porque fueron las primeras en las que se planteó el principio de ‘un militante, un voto’. Pensábamos que en realidad no iban a ser del todo abiertas, que al final la competición iba a ser la misma, solo que iban a poder participar un poco más los militantes. Pero en la terna final se coló un outsider entre Sánchez y Madina. Pérez Tapias era un outsider entre comillas. Estaba aupado por la única corriente que existía entonces y que estaba implantada territorialmente, Izquierda Socialista. Y aun así dependió mucho de Andalucía. A él sí se le permitió entrar allí a hacer campaña, mientras que a otros no nos dejaron pisar ni una sola agrupación de esa comunidad, que aporta la cantidad máxima de avales y votos. Noticia Relacionada estandar Si Sectores del PSOE castigados por Cerdán empiezan a movilizarse Mariano AlonsoSusana Díaz, entonces presidenta de la Junta, apoyaba a Sánchez. Al principio no tenía ese apoyo. Nosotros teníamos actos en Jaén y otras provincias, los secretarios generales nos iban a recibir sin ningún problema, pero en el momento en que Sánchez viaja a Andalucía y llega a un acuerdo con Susana es cuando se nos llama y se nos coacciona para que no vayamos. Nos llegaron a decir que no podíamos entrar en una agrupación y que si eso nos dejaban las llaves en el bar de enfrente. Sólo nos recibieron bien Vara [Guillermo, líder entonces del partido en Extremadura] y García-Page [Emiliano], y en el País Vasco, que fueron los únicos que cumplieron las normas recibiendo a todos los candidatos. ¿Hubo irregularidades?A nosotros nunca se nos dijo el número final de avales, y eso que lo pedimos. Algunos trabajadores de Ferraz nos decían que estuvimos a muy pocos de entrar. Nosotros pedimos que todos los candidatos mostraran los gastos. Cómo se había pagado su campaña y cuánto había costado. Fuimos los únicos, el resto se negaron. La forma en que llegas al poder determina cómo lo ejerces. ¿Le ha sorprendido lo que revela el informe de la UCO sobre las maniobras de Santos Cerdán en aquellas primarias en favor de Sánchez?No especialmente. Me duele que ya directamente llegaran hasta el punto de los votos. Seguramente Sánchez hubiera ganado sin eso, pero demuestra el tipo de partido que concebían. Se demostró en las primarias como en el momento posterior. Yo recuerdo la llamada de Pedro Sánchez, cuando supuestamente no habíamos conseguido los avales, habló conmigo, me comentó la importancia de nuestras ideas y de la necesidad de reestructurar el partido. Yo le comenté que sería bueno que nos pudiéramos constituir como corriente. Le pareció muy bien. Pero a partir de ese momento nos negaron algo tan básico como el modelo de aval para crear esa corriente. Toda su estrategia fue de destrucción, de acoso, de vacío total… y luego de la cohorte cercana pues de insultos, claro. Que si los resentidos, los envidiosos… cuando lo que queríamos era participar del debate ideológico.«La forma en que llegas al poder determina cómo lo ejerces»¿Quiénes?Militantes, cargos medios que te dejan de hablar… por si acaso. Yo creo que es significativo, para no personalizarlo tanto, que ni Madina, ni Pérez Tapias ni en mi caso, ninguno pudimos seguir en la primera línea del partido ni en la segunda. Tuvimos prácticamente que desaparecer. Se acabaron todos los contrapesos. Es importante recordar que cuando llegó Sánchez no solamente destituyó de manera brutal a Tomás Gómez [entonces líder del PSOE en Madrid] cambiándole la cerradura, sino que hizo algo peor, que fue disolver el comité regional del Partido Socialista en Madrid, que lo habían elegido los militantes. Eso pasó a nivel global en todo el partido. Yo tuve que dejar la militancia porque era incompatible con poder seguir opinando. Sánchez despachó el otro día lo que dice el informe de la UCO sobre aquellas primarias aduciendo que sólo eran dos votos. Define mucho a la persona que dice eso. Yo lo primero que hice fue pensar qué habría hecho yo si en el caso de que hubiera ganado me dicen eso. A mí me hubiera invalidado como secretario general. No se puede seguir con la duda de haber llegado con una irregularidad. Me generaría una preocupación democrática muy seria, pero también me lo generarían el resto de las cosas. Creo que es motivo suficiente para convocar un congreso extraordinario. No sabemos si son dos votos, trescientos o mil. Si una persona como Cerdán lo establece de manera tan natural… como si fuera: ‘bueno, mete dos votos y los apuntas’, creo que pone en duda el proceso que teóricamente le dio a él la victoria, y en base a la cuál estableció un liderazgo cesarista. «Los perfiles como Cerdán son realmente frecuentes en el partido»¿Hasta qué punto son frecuentes perfiles como el de Cerdán en el partido?Realmente frecuentes. No a nivel corrupción, quiero decir, pero a nivel de personas que están en el partido por motivos varios… No quiero generalizar, hay militantes muy honorables, pero hay una anécdota que resume bien esto, un cargo orgánico me dijo: «Yo estoy en el Partido Socialista porque en el PP era mucho más difícil entrar en las listas, si a mí me da igual».¿Habría que introducir un sistema de primarias más allá de los militantes, como en Estados Unidos o Francia?Habría que hacerlas más igualitarias. Establecer normas reales, que la Ejecutiva no participe en nada, no puede ser que todo dependa de los secretarios generales de cada territorio. Por ejemplo, había que imprimir los avales para ponerlos en las mesas, y algunos secretarios generales lo hacían y otros no. El escándalo Cerdán pone en cuestión la financiación de los partidos. En España la financiación de los partidos políticos es irregular. Lo que pasa es que está asumido. Cuando en los audios de la UCO se habla de ese impuesto, el Partido Socialista ha venido a decir que es un impuesto habitual, que se pone a los cargos, algo voluntario. Bueno, es voluntario porque lo pone en los estatutos, pero dentro de la ley no se contempla que se exija a un cargo público que abone una cantidad determinada. Se le dice a una persona que o paga un 10% de su sueldo al partido para no se sabe qué, porque no es finalista, o no puede tener el cargo. ¿Sirve de algo la auditoría externa anunciada por Sánchez?No. Porque una auditoría siempre va a auditar las cuentas en A. Si hay una caja B… tampoco lo hubieran encontrado en el caso de Bárcenas. Yo no pongo la mano en el fuego por la financiación de ningún partido. Alberto Sotillos (Madrid, 1985) intentó participar en las primarias del PSOE en 2014. Las primeras que ganó Pedro Sánchez y en las que ya Santos Cerdán y su compinche Koldo García perpetraban maniobras sucias en favor del hoy presidente del Gobierno, como ha acreditado el demoledor informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO, que ha sumergido al PSOE en su mayor crisis de las últimas décadas. Se quedó a las puertas de ser candidato junto a Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, y su desencanto con lo que vio por dentro le llevó a marcharse del partido a cuyas juventudes se afilió tras haber mamado socialismo en casa (su padre, Eduardo Sotillos, formó parte del Gobierno de Felipe González) y pensando que una organización como la centenaria formación sería otra cosa. ¿Por qué se presentó a aquellas primarias?Porque fueron las primeras en las que se planteó el principio de ‘un militante, un voto’. Pensábamos que en realidad no iban a ser del todo abiertas, que al final la competición iba a ser la misma, solo que iban a poder participar un poco más los militantes. Pero en la terna final se coló un outsider entre Sánchez y Madina. Pérez Tapias era un outsider entre comillas. Estaba aupado por la única corriente que existía entonces y que estaba implantada territorialmente, Izquierda Socialista. Y aun así dependió mucho de Andalucía. A él sí se le permitió entrar allí a hacer campaña, mientras que a otros no nos dejaron pisar ni una sola agrupación de esa comunidad, que aporta la cantidad máxima de avales y votos. Noticia Relacionada estandar Si Sectores del PSOE castigados por Cerdán empiezan a movilizarse Mariano AlonsoSusana Díaz, entonces presidenta de la Junta, apoyaba a Sánchez. Al principio no tenía ese apoyo. Nosotros teníamos actos en Jaén y otras provincias, los secretarios generales nos iban a recibir sin ningún problema, pero en el momento en que Sánchez viaja a Andalucía y llega a un acuerdo con Susana es cuando se nos llama y se nos coacciona para que no vayamos. Nos llegaron a decir que no podíamos entrar en una agrupación y que si eso nos dejaban las llaves en el bar de enfrente. Sólo nos recibieron bien Vara [Guillermo, líder entonces del partido en Extremadura] y García-Page [Emiliano], y en el País Vasco, que fueron los únicos que cumplieron las normas recibiendo a todos los candidatos. ¿Hubo irregularidades?A nosotros nunca se nos dijo el número final de avales, y eso que lo pedimos. Algunos trabajadores de Ferraz nos decían que estuvimos a muy pocos de entrar. Nosotros pedimos que todos los candidatos mostraran los gastos. Cómo se había pagado su campaña y cuánto había costado. Fuimos los únicos, el resto se negaron. La forma en que llegas al poder determina cómo lo ejerces. ¿Le ha sorprendido lo que revela el informe de la UCO sobre las maniobras de Santos Cerdán en aquellas primarias en favor de Sánchez?No especialmente. Me duele que ya directamente llegaran hasta el punto de los votos. Seguramente Sánchez hubiera ganado sin eso, pero demuestra el tipo de partido que concebían. Se demostró en las primarias como en el momento posterior. Yo recuerdo la llamada de Pedro Sánchez, cuando supuestamente no habíamos conseguido los avales, habló conmigo, me comentó la importancia de nuestras ideas y de la necesidad de reestructurar el partido. Yo le comenté que sería bueno que nos pudiéramos constituir como corriente. Le pareció muy bien. Pero a partir de ese momento nos negaron algo tan básico como el modelo de aval para crear esa corriente. Toda su estrategia fue de destrucción, de acoso, de vacío total… y luego de la cohorte cercana pues de insultos, claro. Que si los resentidos, los envidiosos… cuando lo que queríamos era participar del debate ideológico.«La forma en que llegas al poder determina cómo lo ejerces»¿Quiénes?Militantes, cargos medios que te dejan de hablar… por si acaso. Yo creo que es significativo, para no personalizarlo tanto, que ni Madina, ni Pérez Tapias ni en mi caso, ninguno pudimos seguir en la primera línea del partido ni en la segunda. Tuvimos prácticamente que desaparecer. Se acabaron todos los contrapesos. Es importante recordar que cuando llegó Sánchez no solamente destituyó de manera brutal a Tomás Gómez [entonces líder del PSOE en Madrid] cambiándole la cerradura, sino que hizo algo peor, que fue disolver el comité regional del Partido Socialista en Madrid, que lo habían elegido los militantes. Eso pasó a nivel global en todo el partido. Yo tuve que dejar la militancia porque era incompatible con poder seguir opinando. Sánchez despachó el otro día lo que dice el informe de la UCO sobre aquellas primarias aduciendo que sólo eran dos votos. Define mucho a la persona que dice eso. Yo lo primero que hice fue pensar qué habría hecho yo si en el caso de que hubiera ganado me dicen eso. A mí me hubiera invalidado como secretario general. No se puede seguir con la duda de haber llegado con una irregularidad. Me generaría una preocupación democrática muy seria, pero también me lo generarían el resto de las cosas. Creo que es motivo suficiente para convocar un congreso extraordinario. No sabemos si son dos votos, trescientos o mil. Si una persona como Cerdán lo establece de manera tan natural… como si fuera: ‘bueno, mete dos votos y los apuntas’, creo que pone en duda el proceso que teóricamente le dio a él la victoria, y en base a la cuál estableció un liderazgo cesarista. «Los perfiles como Cerdán son realmente frecuentes en el partido»¿Hasta qué punto son frecuentes perfiles como el de Cerdán en el partido?Realmente frecuentes. No a nivel corrupción, quiero decir, pero a nivel de personas que están en el partido por motivos varios… No quiero generalizar, hay militantes muy honorables, pero hay una anécdota que resume bien esto, un cargo orgánico me dijo: «Yo estoy en el Partido Socialista porque en el PP era mucho más difícil entrar en las listas, si a mí me da igual».¿Habría que introducir un sistema de primarias más allá de los militantes, como en Estados Unidos o Francia?Habría que hacerlas más igualitarias. Establecer normas reales, que la Ejecutiva no participe en nada, no puede ser que todo dependa de los secretarios generales de cada territorio. Por ejemplo, había que imprimir los avales para ponerlos en las mesas, y algunos secretarios generales lo hacían y otros no. El escándalo Cerdán pone en cuestión la financiación de los partidos. En España la financiación de los partidos políticos es irregular. Lo que pasa es que está asumido. Cuando en los audios de la UCO se habla de ese impuesto, el Partido Socialista ha venido a decir que es un impuesto habitual, que se pone a los cargos, algo voluntario. Bueno, es voluntario porque lo pone en los estatutos, pero dentro de la ley no se contempla que se exija a un cargo público que abone una cantidad determinada. Se le dice a una persona que o paga un 10% de su sueldo al partido para no se sabe qué, porque no es finalista, o no puede tener el cargo. ¿Sirve de algo la auditoría externa anunciada por Sánchez?No. Porque una auditoría siempre va a auditar las cuentas en A. Si hay una caja B… tampoco lo hubieran encontrado en el caso de Bárcenas. Yo no pongo la mano en el fuego por la financiación de ningún partido.
Alberto Sotillos (Madrid, 1985) intentó participar en las primarias del PSOE en 2014. Las primeras que ganó Pedro Sánchez y en las que ya Santos Cerdán y su compinche Koldo García perpetraban maniobras sucias en favor del hoy presidente del Gobierno, como ha acreditado el … demoledor informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO, que ha sumergido al PSOE en su mayor crisis de las últimas décadas. Se quedó a las puertas de ser candidato junto a Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, y su desencanto con lo que vio por dentro le llevó a marcharse del partido a cuyas juventudes se afilió tras haber mamado socialismo en casa (su padre, Eduardo Sotillos, formó parte del Gobierno de Felipe González) y pensando que una organización como la centenaria formación sería otra cosa.
¿Por qué se presentó a aquellas primarias?
Porque fueron las primeras en las que se planteó el principio de ‘un militante, un voto’. Pensábamos que en realidad no iban a ser del todo abiertas, que al final la competición iba a ser la misma, solo que iban a poder participar un poco más los militantes.
Pero en la terna final se coló un outsider entre Sánchez y Madina.
Pérez Tapias era un outsider entre comillas. Estaba aupado por la única corriente que existía entonces y que estaba implantada territorialmente, Izquierda Socialista. Y aun así dependió mucho de Andalucía. A él sí se le permitió entrar allí a hacer campaña, mientras que a otros no nos dejaron pisar ni una sola agrupación de esa comunidad, que aporta la cantidad máxima de avales y votos.
Susana Díaz, entonces presidenta de la Junta, apoyaba a Sánchez.
Al principio no tenía ese apoyo. Nosotros teníamos actos en Jaén y otras provincias, los secretarios generales nos iban a recibir sin ningún problema, pero en el momento en que Sánchez viaja a Andalucía y llega a un acuerdo con Susana es cuando se nos llama y se nos coacciona para que no vayamos. Nos llegaron a decir que no podíamos entrar en una agrupación y que si eso nos dejaban las llaves en el bar de enfrente. Sólo nos recibieron bien Vara [Guillermo, líder entonces del partido en Extremadura] y García-Page [Emiliano], y en el País Vasco, que fueron los únicos que cumplieron las normas recibiendo a todos los candidatos.
¿Hubo irregularidades?
A nosotros nunca se nos dijo el número final de avales, y eso que lo pedimos. Algunos trabajadores de Ferraz nos decían que estuvimos a muy pocos de entrar. Nosotros pedimos que todos los candidatos mostraran los gastos. Cómo se había pagado su campaña y cuánto había costado. Fuimos los únicos, el resto se negaron. La forma en que llegas al poder determina cómo lo ejerces.
¿Le ha sorprendido lo que revela el informe de la UCO sobre las maniobras de Santos Cerdán en aquellas primarias en favor de Sánchez?
No especialmente. Me duele que ya directamente llegaran hasta el punto de los votos. Seguramente Sánchez hubiera ganado sin eso, pero demuestra el tipo de partido que concebían. Se demostró en las primarias como en el momento posterior. Yo recuerdo la llamada de Pedro Sánchez, cuando supuestamente no habíamos conseguido los avales, habló conmigo, me comentó la importancia de nuestras ideas y de la necesidad de reestructurar el partido. Yo le comenté que sería bueno que nos pudiéramos constituir como corriente. Le pareció muy bien. Pero a partir de ese momento nos negaron algo tan básico como el modelo de aval para crear esa corriente. Toda su estrategia fue de destrucción, de acoso, de vacío total… y luego de la cohorte cercana pues de insultos, claro. Que si los resentidos, los envidiosos… cuando lo que queríamos era participar del debate ideológico.
«La forma en que llegas al poder determina cómo lo ejerces»
¿Quiénes?
Militantes, cargos medios que te dejan de hablar… por si acaso. Yo creo que es significativo, para no personalizarlo tanto, que ni Madina, ni Pérez Tapias ni en mi caso, ninguno pudimos seguir en la primera línea del partido ni en la segunda. Tuvimos prácticamente que desaparecer. Se acabaron todos los contrapesos. Es importante recordar que cuando llegó Sánchez no solamente destituyó de manera brutal a Tomás Gómez [entonces líder del PSOE en Madrid] cambiándole la cerradura, sino que hizo algo peor, que fue disolver el comité regional del Partido Socialista en Madrid, que lo habían elegido los militantes. Eso pasó a nivel global en todo el partido. Yo tuve que dejar la militancia porque era incompatible con poder seguir opinando.
Sánchez despachó el otro día lo que dice el informe de la UCO sobre aquellas primarias aduciendo que sólo eran dos votos.
Define mucho a la persona que dice eso. Yo lo primero que hice fue pensar qué habría hecho yo si en el caso de que hubiera ganado me dicen eso. A mí me hubiera invalidado como secretario general. No se puede seguir con la duda de haber llegado con una irregularidad. Me generaría una preocupación democrática muy seria, pero también me lo generarían el resto de las cosas. Creo que es motivo suficiente para convocar un congreso extraordinario. No sabemos si son dos votos, trescientos o mil. Si una persona como Cerdán lo establece de manera tan natural… como si fuera: ‘bueno, mete dos votos y los apuntas’, creo que pone en duda el proceso que teóricamente le dio a él la victoria, y en base a la cuál estableció un liderazgo cesarista.
«Los perfiles como Cerdán son realmente frecuentes en el partido»
¿Hasta qué punto son frecuentes perfiles como el de Cerdán en el partido?
Realmente frecuentes. No a nivel corrupción, quiero decir, pero a nivel de personas que están en el partido por motivos varios… No quiero generalizar, hay militantes muy honorables, pero hay una anécdota que resume bien esto, un cargo orgánico me dijo: «Yo estoy en el Partido Socialista porque en el PP era mucho más difícil entrar en las listas, si a mí me da igual».
¿Habría que introducir un sistema de primarias más allá de los militantes, como en Estados Unidos o Francia?
Habría que hacerlas más igualitarias. Establecer normas reales, que la Ejecutiva no participe en nada, no puede ser que todo dependa de los secretarios generales de cada territorio. Por ejemplo, había que imprimir los avales para ponerlos en las mesas, y algunos secretarios generales lo hacían y otros no.
El escándalo Cerdán pone en cuestión la financiación de los partidos.
En España la financiación de los partidos políticos es irregular. Lo que pasa es que está asumido. Cuando en los audios de la UCO se habla de ese impuesto, el Partido Socialista ha venido a decir que es un impuesto habitual, que se pone a los cargos, algo voluntario. Bueno, es voluntario porque lo pone en los estatutos, pero dentro de la ley no se contempla que se exija a un cargo público que abone una cantidad determinada. Se le dice a una persona que o paga un 10% de su sueldo al partido para no se sabe qué, porque no es finalista, o no puede tener el cargo.
¿Sirve de algo la auditoría externa anunciada por Sánchez?
No. Porque una auditoría siempre va a auditar las cuentas en A. Si hay una caja B… tampoco lo hubieran encontrado en el caso de Bárcenas. Yo no pongo la mano en el fuego por la financiación de ningún partido.
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