A la cuarta fue la vencida para Carlos Alcaraz. El tenista murciano consiguió ganar al español Jaume Munar en los octavos de final del ATP 500 de Queen’s para desbloquear un nuevo hito en su corta, exitosa y todavía prometedora carrera: conseguir quince victorias consecutivas (había desaprovechado las tres ocasiones anteriores en las que se le plantó la oportunidad). Alcaraz no pierde un partido desde su derrota en la final del Godó ante el danés Holger Rune, del que se podría vengar en semifinales si ambos ganan sus partidos de cuartos de final.
El tenista murciano supera al español Jaume Munar en 3 horas y 23 minutos (6-4, 6-7 (7) y 7-5) para clasificarse a los cuartos de final de Queen’s y establecer su mejor racha de victorias (15)
A la cuarta fue la vencida para Carlos Alcaraz. El tenista murciano consiguió ganar al español Jaume Munar en los octavos de final del ATP 500 de Queen’s para desbloquear un nuevo hito en su corta pero prometedora carrera: conseguir quince victorias consecutivas (había desaprovechado las tres ocasiones anteriores en las que se le plantó la oportunidad). Alcaraz no pierde un partido desde su derrota en la final del Godó ante el danés Holger Rune, del que se podría vengar en semifinales si ambos ganan sus partidos de cuartos de final.
El de El Palmar empezó sonriendo en la pista y alzando su puño con cada punto trabajado que conseguía, dándole igual la superficie pero no la camiseta (lucía la misma que en Roland Garros). Ante él, un Jaume Munar que arrancó ofreciendo dos versiones completamente distintas cuando sacaba. El balear se mostró impenetrable por momentos. En el primer juego que sirvió realizó un ace y en el segundo se descompuso por completo, rompiendo él mismo su propio saque cometiendo cuatro errores seguidos que situaban a Alcaraz con 2-1 a favor. Más tarde le endosó un rosco a Alcaraz cuando todo parecía indicar que el murciano se iba a situar 4-1, pero el de El Palmar ni se inmutó y le pagó con la misma moneda a su compatriota, cero puntos y juego para Carlitos (4-2). Munar no dio su brazo a torcer, recuperó su mejor versión sacadora con un gran ace que le colocó 5-4 cuando Alcaraz estaba dos puntos de llevarse el primer set. Podría haberse relajado, pero el tenista de El Palmar debió recordar su primer enfrentamiento ante el balear en el ATP 250 de Marbella del 2021 que acabó con derrota del murciano y no quitó el pie del acelerador para anotarse el primer set (6-4).
El segundo set fue una incógnita y una montaña rusa de emociones y ventajas. Ninguno cedió en su servicio y empezaron a llegar a la recta final dejando caer que habrá un tie-break. El balear subió el nivel de su juego y planteó un largo intercambio de golpes al flamante campeón de Roland Garros, que llegó a desesperarse por momentos reclamando a la jueza de silla una demora en el saque de su rival.
Con 5-4 favorable para Munar y servicio para Alcaraz se produjo el juego más largo y enigmático. Munar llegó a tener cuatro puntos de set que no aprovechó y Alcaraz era preso de su ingenio, ejecutando una de las tantas ideas que se le pasaban por la cabeza y errando golpes fáciles para un jugador de su calidad. Acabó empatando el set (5-5) el de El Palmar y a Munar no le temblaron las piernas para volver a hacerse fuerte con su servicio y ganar el juego para asegurarse el tie-break, reto que aceptó Alcaraz con dos sustos previos en forma de set-point para Munar. Un ace le abrió las puertas del primer matchpoint a Carlitos en el tie-break, pero después perdonó fallando incomprensiblemente dos saques de manera consecutiva que impulsaron a Munar para llevarse un eterno segundo set en 1h y 41 minutos (el primero duró 46 minutos).
El tercer set no tuvo nada que ver con el segundo. Alcaraz rompió el servicio de Munar a la primera con una frescura impropia de lo exhibido en el set anterior. El partido volvió a sufrir un nuevo giro de guion y el balear remontó el 2-0 de Alcaraz para colocarse 3-2 en media hora. Ninguneaba con la cabeza Alcaraz en busca de una explicación razonable sin encontrarla. Errático, Carlitos se encontró con su peor versión y Munar olió la sangre y se creció, pero no lo suficiente. El tenista de 28 años, 59.ª raqueta de la ATP, no completó la machada con 30-0 y 4-3 con el saque a su favor. Alcaraz resurgió sin brillantez, pero sí con efectividad en el resto. El murciano sacó de sus casillas a Munar, que hizo un amago de rebelarse empatando a cinco juegos antes de claudicar en los dos siguientes, el primero quedándose en blanco y el segundo cediendo su servicio. ”3h y 30 minutos? Estábamos en arcilla?”, bromeaba el murciano mientras firmaba la cámara exhausto.
Alcaraz cierra así su pleno al quince de victorias consecutivas y encara la fase final de Queen’s, torneo preparatorio para Wimbledon, con 26 victorias y tres derrotas en la hierba.
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