Existe la falsa creencia de que Nintendo siempre sorprende con sus nuevas consolas. Quizá es debido al impacto que causaron máquinas tan revolucionarias como Nintendo DS o Wii, dispositivos que cambiaron la forma de jugar, que se ha generado esta idea falaz de la innovación constante, pero lo cierto es que la originalidad no constituye el único modus operandi de la compañía de Kioto. Generalmente, cuando hay mucho dinero de por medio, o lo que es lo mismo, cuando la anterior consola ha vendido a espuertas, en la casa de Super Mario se impone la prudencia. Y, claro está, la primera Nintendo Switch viene de vender 152 millones de unidades.
Nuestras conclusiones tras probar en profundidad la nueva máquina y sus primeros juegos
Existe la falsa creencia de que Nintendo siempre sorprende con sus nuevas consolas. Quizá es debido al impacto que causaron máquinas tan revolucionarias como Nintendo DS o Wii, dispositivos que cambiaron la forma de jugar, que se ha generado esta idea falaz de la innovación constante, pero lo cierto es que la originalidad no constituye el único modus operandi de la compañía de Kioto. Generalmente, cuando hay mucho dinero de por medio, o lo que es lo mismo, cuando la anterior consola ha vendido a espuertas, en la casa de Super Mario se impone la prudencia. Y, claro está, la primera Nintendo Switch viene de vender 152 millones de unidades.
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Su sucesora, Nintendo Switch 2, llegó a las tiendas el pasado 5 de junio y desde entonces es el tema de conversación en el mundo del videojuego. Tal como sus propios responsables explicaron a este diario, la consola no pretende sorprender por el hardware, sino a través del software. De hecho, ese “2” que lleva por título es, sin ninguna duda, lo menos inspirado que la empresa ha hecho en sus más de 135 años de historia. Como es obvio, es una máquina bastante más potente y tiene nuevas e interesantes funcionalidades, pero al mismo tiempo arriesga poco. Si hace unos días explicamos las características básicas de Nintendo Switch 2; ahora, tras casi dos semanas de uso, ya estamos en posición de ofrecer una valoración más afinada de lo que ofrece el producto.

Albert García
Nintendo Switch 2 tiene bastante más potencia y alguna nuevas funciones, pero al mismo tiempo arriesga poco
Lo primero que llama la atención es la consola en sí misma. La compañía japonesa ha optado por mantener el diseño híbrido y la versatilidad de uso del modelo original de 2017, pero la máquina tiene unas dimensiones mayores, su aspecto exterior es más sobrio y sus materiales de construcción son de mayor calidad. En un negro mate que recorre todo el dispositivo, las notas de color se esconden entre los recovecos de la máquina, como intentando subrayar ese carácter más “pro” –y ese precio tan debatido y considerablemente superior–.
Sujeta entre las manos, Switch 2 está en el límite de considerarse una consola portátil. Aun así, tiene mucho mérito que Nintendo haya podido multiplicar las prestaciones técnicas y ampliar la pantalla –hasta unas generosas 7,9 pulgadas– manteniendo el fino grosor del modelo original (1,4 cm), un largo –con los mandos Joy-Con acoplados– de 27,2 cm, y un peso que supera por poco el medio kilo –también con los Joy-Con–.
La máquina es más ligera que la mayoría de “PCs consolizados” que han surgido en los últimos años, entre ellos el popular Steam Deck de Valve. Curiosamente, gracias al innovador concepto que introdujo la primera Switch, Nintendo popularizó este segmento de productos, y aunque se sigue diferenciando gracias a sus títulos exclusivos, es innegable pensar que Switch 2 es como es –y tiene las especificaciones que tiene– debido en parte a esta nueva gama de ordenadores en forma de consola.

Albert García
La principal novedad en cuanto a diseño son los imanes que ahora sujetan los mandos en cada lateral del dispositivo
La principal novedad de la máquina en cuanto a diseño son los imanes que ahora sujetan los mandos en cada lateral del dispositivo. A diferencia del antiguo sistema de rieles, los Joy-Con 2 se acoplan fácilmente de forma magnética y se mantienen firmes. El característico clac que se escucha al hacerlo ya se ha convertido en el sonotipo de la marca. Asimismo, estos mandos son más grandes y tienen botones y sticks de mayores dimensiones, algo que los hace más cómodos a la hora de jugar. El resultado es una consola que gracias a su pantalla ofrece una experiencia más inmersiva, pero que al mismo tiempo también es un dispositivo menos portable y ligero.
Más allá de su tamaño, el elemento más divisivo de la pantalla es que Nintendo no se haya decidido utilizar un panel OLED. Esta tecnología, presente en el último modelo de la Switch original, ofrece colores más vibrantes y un mayor contraste que el –más barato– panel LCD a 1920×1080 que monta Switch 2. A pesar de ello, es justo decir que la pantalla de la nueva máquina ofrece una muy buena calidad de imagen. Además, que pueda mover los juegos hasta a 120 imágenes por segundo es otro añadido relevante, ya que permitirá títulos más fluidos. No destaca tanto, en cambio, la compatibilidad con HDR, que pasa más desapercibida debido a las limitaciones de la propia pantalla.

La pantalla no es OLED, pero ofrece una buena calidad de imagen y hasta 120fps
Los botones laterales y los gatillos son ahora más grandes y fáciles de pulsar, pero siguen siendo mecánicos y sin recorrido. Cambiarlos, probablemente hubiese complicado sobremanera la traslación del enorme catálogo de juegos de la primera Switch a esta nueva iteración. Sin embargo, una de cal y otra de arena, porque los Joy-Con 2 sí incorporan una nueva característica interesante, como es la posibilidad de utilizarlos como si se tratase de un ratón de ordenador. Habrá que estar pendientes, eso sí, de si Nintendo ha logrado corregir de forma definitiva el famoso drift de los mandos, que era aquel error que se producía tan comúnmente en el primer modelo de la consola cuando, tras un cierto uso, los sticks registraban movimiento sin que el usuario los tocara.
Otros detalles destacados del dispositivo son la nueva peana, que es más fina que la de Switch OLED, pero que sostiene de forma firme la consola en el modo sobremesa; o también la comodidad que supone disponer de conectores USB-C tanto en la parte superior como inferior de la pantalla.
Como ya pasaba con la Switch original, además de la consola y los Joy-Con 2, en el paquete también vienen incluidos un soporte para los mandos y la base para conectar la consola al televisor vía HDMI. La calidad de construcción de ambos elementos está lejos de la que ofrece la consola, ya que son de un plástico mucho menos rígido. Esto es más notorio en el caso del soporte para los Joy-Con 2, que ha tenido que ser rediseñado para encajar con el nuevo sistema de acople magnético y una vez montado ofrece una sensación de agarre muy poco satisfactoria. De hecho, este peor soporte para los mandos hará que muchos opten por adquirir el Pro Controller o, directamente, utilizar los mandos de la primera Switch, que, por suerte, son compatibles.

Albert García
Nintendo quiera diluir las diferencias entre la primera y la segunda Switch con el doble objetivo de que coexistan tanto en el mercado como en las casas de los usuarios
Entrando en la experiencia de usuario, es muy llamativo que los menús de la consola sean prácticamente iguales a los que tenía el modelo original. Sin ir más lejos, la puesta a punto de la máquina es casi como un proceso de sustitución en que los juegos del primer modelo se trasladan al segundo. Es como cambiar de móvil. Estas similitudes pueden explicarse en el hecho de que Nintendo quiera diluir las diferencias entre ambas consolas con el doble objetivo de que coexistan tanto en el mercado como en las casas de los usuarios. En este sentido, es una gran noticia que Switch 2 sea compatible con la mayoría de títulos de la primera Switch.
Gracias a la potencia extra de Switch 2, varios de los grandes clásicos del primer modelo pueden jugarse en la nueva consola con mejoras visuales y de rendimiento. Estas mejoras se obtienen vía descarga digital y pueden ser gratuitas en algunos casos (Super Mario Odyssey) o de pago en otros cuya mejora no solamente es visual, sino que también incluye nuevo contenido (The Legend of Zelda: Breath of the Wild). Tanto en un caso como en otro se trata de una opción fantástica, ya que abre enormemente el catálogo de la consola en un momento en el que todavía hay muy pocos juegos exclusivos que le saquen provecho. De hecho, incluso sin necesidad de parches, muchos títulos de la primera Switch mejoran su rendimiento en la nueva consola gracias a su mayor potencia.

GameChat sorprende por la nitidez con la que el micrófono incorporado en Switch 2 capta la voz de los jugadores a distancia
Mario Kart World es el primer gran exclusivo de la consola y el juego perfecto para comprobar muchas de sus características y funcionalidades. Tal como desveló a La Vanguardia el propio productor del juego, Kosuke Yabuki, la nueva iteración de esta popular saga de carreras no hubiese sido posible en la primera Switch debido a la mayor ambición del título, que se traduce en un gran mundo abierto, pero también en poner en pantalla a 24 pilotos que se mueven a 60 imágenes por segundo y lucen muy nítidos a 1440p de resolución en modo televisión.
EntrevistaAlbert García

El juego de karts es especialmente idóneo para probar GameChat, una nueva funcionalidad de Switch 2 que permite que hasta 12 jugadores se comuniquen a distancia por chat de voz o vídeo –mediante una cámara USB compatible– mientras juegan cada uno en su respectiva consola. Se trata de una característica que desde hace años está disponible en otras plataformas, pero que Nintendo –seguramente debido a sus estrictas medidas de protección del usuario– ha tardado en implementar. Sin sacrificar la protección de los menores que siempre ha caracterizado a la marca, este servicio sorprende por la nitidez con la que el micrófono incorporado en Switch 2 capta la voz de los jugadores, pero también por la sencillez a la hora de configurar grupos o compartir pantalla. El único punto cuestionable es que esta función, que cuenta con su propio botón en el mando de la consola, será de pago a partir del 31 de marzo de 2026.

La consola llega a las tiendas con muy pocos juegos exclusivos, y por ello saca mucho partido de la retrocompatibilidad
Otro título exclusivo interesante es Nintendo Switch 2 Welcome Tour, una curiosa compilación de minijuegos y experiencias que se presenta como una demostración técnica de las funcionalidades de la máquina pero que, sorprendentemente, se vende por separado. Si bien su precio es reducido –10 euros–, es incomprensible que una aplicación diseñada para dar a conocer las bondades de la máquina, y que realmente logra su objetivo de explicar aquello que hace especial a Nintendo Switch 2, no venga incluida de serie.
Nintendo no ha presentado más juegos exclusivos para el lanzamiento –en junio será el turno del esperado Donkey Kong Bananza–, pero la consola ha llegado a las tiendas acompañada de una variada selección de títulos de terceros que previamente ya habían salido en otras plataformas. De entre todos ellos destaca Cyberpunk 2077, que llega a Switch 2 en una edición que incluye todos sus contenidos extra pero que, sobre todo, destaca por ser un juego que exprime las capacidades técnicas de la consola. La conversión realizada por la propia CD Projekt sorprende por el simple hecho de mover un juego tan complejo a nivel visual en una consola portátil tan compacta. El juego luce bien y se mueve de forma decente, pero como es lógico no llega al nivel de lo que ofrecen las versiones para PlayStation 5 o Xbox Series. Sin entrar en tecnicismos, se podría decir que ofrece un rendimiento ligeramente superior al que tenía en PlayStation 4, algo muy meritorio y que ofrece pistas sobre el potencial de la máquina y los juegos que podría llegar a recibir.

En juegos como Mario Kart o Cyberpunk, la batería de Nintendo Switch 2 no ofrece mucho más de dos horas de autonomía
El principal punto débil que hemos detectado en Nintendo Switch 2 en estos primeros días de uso tiene que ver con la batería. Jugando a los mencionados Mario Kart World o Cyberpunk 2077, la consola no ha logrado aguantar más allá de las dos horas y unos pocos minutos. Está en línea con las entre 2 y 6 horas que promete la propia compañía, pero es una autonomía que se antoja un tanto limitada para una máquina pensada para jugarse fuera de casa. Estos dos títulos son especialmente demandantes, y existen otros en los que la batería tiene una mayor duración, pero es difícil no pensar en la posibilidad de que Nintendo, tal y como pasó con la primera Switch, comercialice revisiones de la consola con mayor autonomía a lo largo de los próximos años.
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Cuando Nintendo lanzó la primera Switch después del traspié que supuso Wii U, la compañía japonesa dio en el clavo al detectar la necesidad de un dispositivo a medio camino de la consola portátil y la de sobremesa. Desde entonces, la compañía japonesa ha tenido la sartén por el mango en el mercado de las consolas. Ahora bien, la industria y el público del videojuego en 2025 ha cambiado mucho desde 2017. Para hacer frente a un mercado tan fragmentado, Nintendo ha optado por jugar sobre seguro y hacer de Switch 2 una máquina muy continuista, pero que juega la baza del siempre socorrido más y mejor. El resultado es una apuesta segura, una consola con una propuesta muy sólida, pero a la que todavía le falta sorprender, como afirman sus propios creadores, a través de los juegos.
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