España se encuentra inmersa en un eterno periodo preelectoral. El frágil Gobierno de Pedro Sánchez, acorralado por la corrupción y zarandeado por las cuestiones particulares de sus socios de investidura, conmina a pensar que el presidente no agotará su mandato (hasta julio de 2027) y pulsará el ‘botón’ de las elecciones generales en cuanto la situación le invite a ello.En Moncloa saben que, sin presupuestos, sin capacidad para sacar sus leyes adelante por la falta de apoyos en el Congreso, y con los continuos escándalos que salpican los desayunos prácticamente a diario, la gobernabilidad del país es una quimera. Se trata más de estar que de gobernar, si bien las encuestas que manejan, públicas o privadas, dibujan un panorama desolador para sus intereses.La política, tan convulsa en estos momentos, puede girar en cualquier momento , de ahí que todas las formaciones mantengan la tensión pues resulta imposible adivinar qué se asoma tras la siguiente esquina. El propio Sánchez deslizó hace una semana, en el balance del curso político, una idea que forma parte de su estrategia. Se compromete a presentar unos presupuestos para 2026, después de que sumen dos años congelados (se mantienen los de 2023) y que ni siquiera se hayan llevado al Congreso. ¿Por qué ahora? Es una novedad. Lo hará, salvo que vuelva a cambiar de postura, aunque no sepa si tiene acuerdos suficientes para aprobarlos o no. «Trabajaremos con todos los grupos para persuadirles», apuntó.Un órdago que puede ser definitivo. Porque la intención del presidente es terminar la legislatura , si bien un nuevo rechazo de sus socios le obligaría a anticipar esas generales. Y en Andalucía se plantean seriamente adelantar las elecciones autonómicas. Ha habido un cambio en el discurso, mejor dicho una corrección ante esta nueva variable, por parte del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Un nuevo escenario que ha sido respaldado en público por dos hombres fuertes de su Gobierno, el consejero de Gobernación, Antonio Sanz, y el de Industria, Jorge Paradela. «Evidentemente, (Juanma Moreno) no va a hacer a los andaluces ir a las urnas más de una vez en un corto periodo de tiempo. Si hubiera un escenario distinto, cambiaría su decisión más probable, que es agotar la legislatura«, declaró en Canal Sur Radio.Paradela ha sido compañero de viaje del presidente en la expedición japonesa y ha podido tratar este tema personalmente con el mandatario. En San Telmo aseguran que si Sánchez convoca elecciones en ese primer semestre de 2026 (quizás incluso a final de este año), harían coincidir las fechas. «Si existe un periodo corto de tiempo entre las generales y la fecha prevista para las andaluzas, lo razonable sería una convocatoria conjunta», apunta Moreno.Dos elecciones casi consecutivas suponen una inversión económica y de personal enorme, un desgaste tremendo para la ciudadanía y los representantes políticos… y además podría alterar el escenario actual , lo que en nada conviene al presidente andaluz, a quien las encuestas le siguen otorgando la mayoría absoluta. Resulta impredecible el efecto de unas elecciones nacionales, con un tablero tan fracturado, un perverso juego de pactos y el previsible voto de protesta contra Sánchez.Juanma Moreno siempre ha insistido en dos cuestiones: la Comunidad merece un debate propio y por tanto unos comicios diferenciados, y además piensa agotar la legislatura pues el Parlamento le permite gobernar con comodidad. Pero sus declaraciones condicionan ahora estos dos principios a la actuación de Pedro Sánchez, que marca la agenda. «En ese sentido, va a depender de si Sánchez mueve ficha o no mueve ficha» , reconoce Antonio Sanz. Moreno ha dicho algo «razonable», pues si las generales son «muy cercanas» a junio, se podría producir la coincidencia electoral para que los andaluces no tuvieran que ir «dos veces a las urnas en un espacio corto de tiempo». Pero «a lo mejor la fecha de las elecciones la marcan los tribunales y los casos de corrupción del PSOE, no la lógica política».Esta decisión también la comparten en Castilla y León, con Alfonso Fernández Mañueco decidido a este adelanto.Posibles riesgosLa coincidencia de los dos procesos electorales puede suponer un riesgo para el actual presidente de la Junta, si bien entiende que el votante andaluz es lo suficientemente maduro para saber discernir entre ambas cámaras y que la marca Moreno se ha fortalecido más allá del vínculo con el partido al que representa. Y es que se produjo una notable diferencia entre los resultados del PSOE en las elecciones autonómicas de 2022 y las generales de 2023. Juan Espadas cosechó 888.325 votos (24,10 %) en las regionales, en el peor resultado histórico de los socialistas, mientras que Pedro Sánchez sumó 1.459.264 votos (33,48 %) un año después.Dos candidatos distintos, dos circunstancias muy diferentes, que no influirían en la postura actual del gobierno regional. Si Sánchez anticipa las generales, Andalucía adelantará las autonómicas. España se encuentra inmersa en un eterno periodo preelectoral. El frágil Gobierno de Pedro Sánchez, acorralado por la corrupción y zarandeado por las cuestiones particulares de sus socios de investidura, conmina a pensar que el presidente no agotará su mandato (hasta julio de 2027) y pulsará el ‘botón’ de las elecciones generales en cuanto la situación le invite a ello.En Moncloa saben que, sin presupuestos, sin capacidad para sacar sus leyes adelante por la falta de apoyos en el Congreso, y con los continuos escándalos que salpican los desayunos prácticamente a diario, la gobernabilidad del país es una quimera. Se trata más de estar que de gobernar, si bien las encuestas que manejan, públicas o privadas, dibujan un panorama desolador para sus intereses.La política, tan convulsa en estos momentos, puede girar en cualquier momento , de ahí que todas las formaciones mantengan la tensión pues resulta imposible adivinar qué se asoma tras la siguiente esquina. El propio Sánchez deslizó hace una semana, en el balance del curso político, una idea que forma parte de su estrategia. Se compromete a presentar unos presupuestos para 2026, después de que sumen dos años congelados (se mantienen los de 2023) y que ni siquiera se hayan llevado al Congreso. ¿Por qué ahora? Es una novedad. Lo hará, salvo que vuelva a cambiar de postura, aunque no sepa si tiene acuerdos suficientes para aprobarlos o no. «Trabajaremos con todos los grupos para persuadirles», apuntó.Un órdago que puede ser definitivo. Porque la intención del presidente es terminar la legislatura , si bien un nuevo rechazo de sus socios le obligaría a anticipar esas generales. Y en Andalucía se plantean seriamente adelantar las elecciones autonómicas. Ha habido un cambio en el discurso, mejor dicho una corrección ante esta nueva variable, por parte del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Un nuevo escenario que ha sido respaldado en público por dos hombres fuertes de su Gobierno, el consejero de Gobernación, Antonio Sanz, y el de Industria, Jorge Paradela. «Evidentemente, (Juanma Moreno) no va a hacer a los andaluces ir a las urnas más de una vez en un corto periodo de tiempo. Si hubiera un escenario distinto, cambiaría su decisión más probable, que es agotar la legislatura«, declaró en Canal Sur Radio.Paradela ha sido compañero de viaje del presidente en la expedición japonesa y ha podido tratar este tema personalmente con el mandatario. En San Telmo aseguran que si Sánchez convoca elecciones en ese primer semestre de 2026 (quizás incluso a final de este año), harían coincidir las fechas. «Si existe un periodo corto de tiempo entre las generales y la fecha prevista para las andaluzas, lo razonable sería una convocatoria conjunta», apunta Moreno.Dos elecciones casi consecutivas suponen una inversión económica y de personal enorme, un desgaste tremendo para la ciudadanía y los representantes políticos… y además podría alterar el escenario actual , lo que en nada conviene al presidente andaluz, a quien las encuestas le siguen otorgando la mayoría absoluta. Resulta impredecible el efecto de unas elecciones nacionales, con un tablero tan fracturado, un perverso juego de pactos y el previsible voto de protesta contra Sánchez.Juanma Moreno siempre ha insistido en dos cuestiones: la Comunidad merece un debate propio y por tanto unos comicios diferenciados, y además piensa agotar la legislatura pues el Parlamento le permite gobernar con comodidad. Pero sus declaraciones condicionan ahora estos dos principios a la actuación de Pedro Sánchez, que marca la agenda. «En ese sentido, va a depender de si Sánchez mueve ficha o no mueve ficha» , reconoce Antonio Sanz. Moreno ha dicho algo «razonable», pues si las generales son «muy cercanas» a junio, se podría producir la coincidencia electoral para que los andaluces no tuvieran que ir «dos veces a las urnas en un espacio corto de tiempo». Pero «a lo mejor la fecha de las elecciones la marcan los tribunales y los casos de corrupción del PSOE, no la lógica política».Esta decisión también la comparten en Castilla y León, con Alfonso Fernández Mañueco decidido a este adelanto.Posibles riesgosLa coincidencia de los dos procesos electorales puede suponer un riesgo para el actual presidente de la Junta, si bien entiende que el votante andaluz es lo suficientemente maduro para saber discernir entre ambas cámaras y que la marca Moreno se ha fortalecido más allá del vínculo con el partido al que representa. Y es que se produjo una notable diferencia entre los resultados del PSOE en las elecciones autonómicas de 2022 y las generales de 2023. Juan Espadas cosechó 888.325 votos (24,10 %) en las regionales, en el peor resultado histórico de los socialistas, mientras que Pedro Sánchez sumó 1.459.264 votos (33,48 %) un año después.Dos candidatos distintos, dos circunstancias muy diferentes, que no influirían en la postura actual del gobierno regional. Si Sánchez anticipa las generales, Andalucía adelantará las autonómicas.
España se encuentra inmersa en un eterno periodo preelectoral. El frágil Gobierno de Pedro Sánchez, acorralado por la corrupción y zarandeado por las cuestiones particulares de sus socios de investidura, conmina a pensar que el presidente no agotará su mandato (hasta julio de 2027) … y pulsará el ‘botón’ de las elecciones generales en cuanto la situación le invite a ello.
En Moncloa saben que, sin presupuestos, sin capacidad para sacar sus leyes adelante por la falta de apoyos en el Congreso, y con los continuos escándalos que salpican los desayunos prácticamente a diario, la gobernabilidad del país es una quimera. Se trata más de estar que de gobernar, si bien las encuestas que manejan, públicas o privadas, dibujan un panorama desolador para sus intereses.
La política, tan convulsa en estos momentos, puede girar en cualquier momento, de ahí que todas las formaciones mantengan la tensión pues resulta imposible adivinar qué se asoma tras la siguiente esquina. El propio Sánchez deslizó hace una semana, en el balance del curso político, una idea que forma parte de su estrategia. Se compromete a presentar unos presupuestos para 2026, después de que sumen dos años congelados (se mantienen los de 2023) y que ni siquiera se hayan llevado al Congreso. ¿Por qué ahora? Es una novedad. Lo hará, salvo que vuelva a cambiar de postura, aunque no sepa si tiene acuerdos suficientes para aprobarlos o no. «Trabajaremos con todos los grupos para persuadirles», apuntó.
Un órdago que puede ser definitivo. Porque la intención del presidente es terminar la legislatura, si bien un nuevo rechazo de sus socios le obligaría a anticipar esas generales. Y en Andalucía se plantean seriamente adelantar las elecciones autonómicas.
Ha habido un cambio en el discurso, mejor dicho una corrección ante esta nueva variable, por parte del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Un nuevo escenario que ha sido respaldado en público por dos hombres fuertes de su Gobierno, el consejero de Gobernación, Antonio Sanz, y el de Industria, Jorge Paradela. «Evidentemente, (Juanma Moreno) no va a hacer a los andaluces ir a las urnas más de una vez en un corto periodo de tiempo. Si hubiera un escenario distinto, cambiaría su decisión más probable, que es agotar la legislatura«, declaró en Canal Sur Radio.
Paradela ha sido compañero de viaje del presidente en la expedición japonesa y ha podido tratar este tema personalmente con el mandatario. En San Telmo aseguran que si Sánchez convoca elecciones en ese primer semestre de 2026 (quizás incluso a final de este año), harían coincidir las fechas. «Si existe un periodo corto de tiempo entre las generales y la fecha prevista para las andaluzas, lo razonable sería una convocatoria conjunta», apunta Moreno.
Dos elecciones casi consecutivas suponen una inversión económica y de personal enorme, un desgaste tremendo para la ciudadanía y los representantes políticos… y además podría alterar el escenario actual, lo que en nada conviene al presidente andaluz, a quien las encuestas le siguen otorgando la mayoría absoluta. Resulta impredecible el efecto de unas elecciones nacionales, con un tablero tan fracturado, un perverso juego de pactos y el previsible voto de protesta contra Sánchez.
Juanma Moreno siempre ha insistido en dos cuestiones: la Comunidad merece un debate propio y por tanto unos comicios diferenciados, y además piensa agotar la legislatura pues el Parlamento le permite gobernar con comodidad. Pero sus declaraciones condicionan ahora estos dos principios a la actuación de Pedro Sánchez, que marca la agenda. «En ese sentido, va a depender de si Sánchez mueve ficha o no mueve ficha», reconoce Antonio Sanz. Moreno ha dicho algo «razonable», pues si las generales son «muy cercanas» a junio, se podría producir la coincidencia electoral para que los andaluces no tuvieran que ir «dos veces a las urnas en un espacio corto de tiempo». Pero «a lo mejor la fecha de las elecciones la marcan los tribunales y los casos de corrupción del PSOE, no la lógica política».
Esta decisión también la comparten en Castilla y León, con Alfonso Fernández Mañueco decidido a este adelanto.
Posibles riesgos
La coincidencia de los dos procesos electorales puede suponer un riesgo para el actual presidente de la Junta, si bien entiende que el votante andaluz es lo suficientemente maduro para saber discernir entre ambas cámaras y que la marca Moreno se ha fortalecido más allá del vínculo con el partido al que representa.
Y es que se produjo una notable diferencia entre los resultados del PSOE en las elecciones autonómicas de 2022 y las generales de 2023. Juan Espadas cosechó 888.325 votos (24,10 %) en las regionales, en el peor resultado histórico de los socialistas, mientras que Pedro Sánchez sumó 1.459.264 votos (33,48 %) un año después.
Dos candidatos distintos, dos circunstancias muy diferentes, que no influirían en la postura actual del gobierno regional. Si Sánchez anticipa las generales, Andalucía adelantará las autonómicas.
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