La llegada de la luz y el agua al norte de la provincia de Córdoba será en 2050 algo tan revelador y trascendental como la conquista del fuego por el hombre. Aquel sofisticado primate que salió de las tinieblas comprendió en sus cortas entendederas que aquellas llamas eran un antes y un después para su mística presencia entre fieras y soledades. Algo así ocurriría dentro de veinticinco años -si Dios quiere- cuando los vecinos del Guadiato y Los Pedroches puedan ver cómo las empresas no se van por falta de potencia eléctrica o las sequías se convierten en un mal relativo gracias a las reservas útiles de los pantanos. Pero el Gobierno de Pedro Sánchez y María Jesús Montero se ha empeñado en arruinar el presente de unas comarcas que buscan la luz en la oscuridad de unas cavernas donde la despoblación, el paro, la falta de servicios básicos decentes, comunicaciones modernas o recursos son esa especie de sombras delirantes del mito platónico.La nueva planificación de la red eléctrica a 2030 se ha convertido en el enésimo engaño a Córdoba. Un juego más de trileros que dibuja el rostro de los incautos. Las prometidas líneas de alta tensión para romper con el ‘apagón’ de infraestructuras que sufre el norte de la provincia no van a llegar en este nuevo programa. Como así prometió la ministra de Transición Ecológica en un foro de una emisora en Sevilla (y su antecesora). Como el resto de la pirámide sanchista se encargó de repetir en cascada. Como ya hicieron con el anterior plan hasta 2026. Como prometieron para unas alegaciones con las que se limpiaron los bajos fondos y como, probablemente, sigan haciendo cuantos quinquenios quieran. A no ser que de verdad los ‘soles, las ‘chistorras’ y las ‘lechugas’ se les acaben indigestando.No hay más potencia eléctrica para Córdoba , pero el mismo plan sí asegura en los venideros años el grueso de los proyectos catalanes reclamados, como bien se ha encargado de pregonar la prensa de aquella comunidad autónoma para escarnio del respetable. Cataluña será una de la zonas más beneficiadas por la nueva planificación como el enésimo peaje para mantener al marido de Begoña en la Moncloa. Les suena.La excusa que aflora ahora en el relato del sanchismo en Córdoba es, cuanto menos, llamativa. Las mismas avutardas que impiden que avance la conversión en autovía de la N-432 por la zona son las que provocan la zozobra a la hora de tirar la línea de alta tensión que permita evacuar más potencia a una comarca que en los mapas eléctricos aparece virgen. Es una zona tan sensible ambientalmente que para qué molestarse en sembrar la modernidad: luz, agua y asfalto. Pura distopía de alto voltaje.No estaría de más que en estos fines de semana ‘low cost’ que la vicepresidenta y candidata Montero organiza en Andalucía para mostrar su omnipresencia plenipotenciaria y su honda preocupación por esta tierra pudiera darse una vuelta por el Guadiato y Los Pedroches para explicar esta nueva mentira. ¡Ánimo, Córdoba!. La llegada de la luz y el agua al norte de la provincia de Córdoba será en 2050 algo tan revelador y trascendental como la conquista del fuego por el hombre. Aquel sofisticado primate que salió de las tinieblas comprendió en sus cortas entendederas que aquellas llamas eran un antes y un después para su mística presencia entre fieras y soledades. Algo así ocurriría dentro de veinticinco años -si Dios quiere- cuando los vecinos del Guadiato y Los Pedroches puedan ver cómo las empresas no se van por falta de potencia eléctrica o las sequías se convierten en un mal relativo gracias a las reservas útiles de los pantanos. Pero el Gobierno de Pedro Sánchez y María Jesús Montero se ha empeñado en arruinar el presente de unas comarcas que buscan la luz en la oscuridad de unas cavernas donde la despoblación, el paro, la falta de servicios básicos decentes, comunicaciones modernas o recursos son esa especie de sombras delirantes del mito platónico.La nueva planificación de la red eléctrica a 2030 se ha convertido en el enésimo engaño a Córdoba. Un juego más de trileros que dibuja el rostro de los incautos. Las prometidas líneas de alta tensión para romper con el ‘apagón’ de infraestructuras que sufre el norte de la provincia no van a llegar en este nuevo programa. Como así prometió la ministra de Transición Ecológica en un foro de una emisora en Sevilla (y su antecesora). Como el resto de la pirámide sanchista se encargó de repetir en cascada. Como ya hicieron con el anterior plan hasta 2026. Como prometieron para unas alegaciones con las que se limpiaron los bajos fondos y como, probablemente, sigan haciendo cuantos quinquenios quieran. A no ser que de verdad los ‘soles, las ‘chistorras’ y las ‘lechugas’ se les acaben indigestando.No hay más potencia eléctrica para Córdoba , pero el mismo plan sí asegura en los venideros años el grueso de los proyectos catalanes reclamados, como bien se ha encargado de pregonar la prensa de aquella comunidad autónoma para escarnio del respetable. Cataluña será una de la zonas más beneficiadas por la nueva planificación como el enésimo peaje para mantener al marido de Begoña en la Moncloa. Les suena.La excusa que aflora ahora en el relato del sanchismo en Córdoba es, cuanto menos, llamativa. Las mismas avutardas que impiden que avance la conversión en autovía de la N-432 por la zona son las que provocan la zozobra a la hora de tirar la línea de alta tensión que permita evacuar más potencia a una comarca que en los mapas eléctricos aparece virgen. Es una zona tan sensible ambientalmente que para qué molestarse en sembrar la modernidad: luz, agua y asfalto. Pura distopía de alto voltaje.No estaría de más que en estos fines de semana ‘low cost’ que la vicepresidenta y candidata Montero organiza en Andalucía para mostrar su omnipresencia plenipotenciaria y su honda preocupación por esta tierra pudiera darse una vuelta por el Guadiato y Los Pedroches para explicar esta nueva mentira. ¡Ánimo, Córdoba!.
RSS de noticias de espana