Un médico sirio que torturó a opositores al régimen de Bashar El Asad fue condenado este lunes a cadena perpetua por la justicia alemana por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, tras un juicio de más de tres años. El Tribunal Superior Regional de Frankfurt impuso la pena a Alaa Moussa, de 40 años, por dos muertes y nueve casos de graves torturas, cometidos en el 2011 y el 2012 en hospitales militares de Damasco y de Homs.
Un tribunal de Frankfurt condena a Alaa Moussa, que llegó en el 2015 y ejerció la medicina en clínicas, por crímenes de lesa humanidad contra opositores en Homs y Damasco entre 2011 y 2012
Un médico sirio que torturó a opositores al régimen de Bashar El Asad fue condenado este lunes a cadena perpetua por la justicia alemana por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, tras un juicio de más de tres años. El Tribunal Superior Regional de Frankfurt impuso la pena a Alaa Moussa, de 40 años, por dos muertes y nueve casos de graves torturas, cometidos en el 2011 y el 2012 en hospitales militares de Damasco y de Homs.
Al emitir su veredicto, el juez Christoph Koller subrayó que tales actos “formaron parte de la brutal respuesta del régimen dictatorial e injusto de El Asad a las protestas” y que el condenado “quería castigar a los opositores, reales o supuestos, del régimen y disfrutaba torturándolos”. El régimen de Bashar El Asad cayó en diciembre del 2024 por una ofensiva rebelde y el dictador huyó con su familia a Rusia.
Alaa Moussa llegó a Alemania durante la oleada de refugiados procedentes de Siria, Iraq y Afganistán del 2015, y ejerció durante un tiempo como cirujano ortopédico en clínicas de Hesse, el land alemán donde se ubica Frankfurt. En el 2020 fue detenido tras participar en un programa de televisión sobre Homs, por el que fue reconocido por una de sus víctimas. Desde entonces estaba en prisión preventiva.
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El médico negó todas las acusaciones, entre ellas la de prender fuego a los genitales de un adolescente tras rociárselos con un desinfectante a base de alcohol, y la de administrar una inyección letal a un prisionero que se resistió a ser golpeado.
Moussa fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional. Los fiscales alemanes se han acogido a las leyes de jurisdicción universal que permiten solicitar juicios para sospechosos de crímenes contra la humanidad cometidos en cualquier lugar del mundo. La sentencia contra Moussa es apelable y su abogado defensor confirmó que habrá apelación.
Los demandantes contaron con el apoyo del Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR, por sus siglas en inglés), una oengé con sede en Berlín que ha llevado casos similares a los tribunales alemanes. En enero del 2022, el tribunal de Coblenza condenó a cadena perpetua a un coronel sirio, Anwar Raslan, por asesinatos y tortura; y el pasado 3 de junio, un tribunal de Stuttgart dictó similar sentencia contra el jefe de una milicia pro Asad, Ammar A., de 33 años, por asesinatos, torturas y secuestros en Siria.
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