El director deportivo del Girona, Quique Cárcel, ha asegurado este martes en rueda de prensa que Míchel Sánchez continúa siendo su “entrenador favorito” y ha remarcado que está “a muerte con él” a pesar del mal inicio del equipo catalán, antepenúltimo en LaLiga EA Sports con seis puntos en ocho jornadas.
El director deportivo respalda la labor del madrileño, todavía su “entrenador favorito” aunque el equipo esté antepenúltimo en la clasificación
El director deportivo del Girona, Quique Cárcel, ha asegurado este martes en rueda de prensa que Míchel Sánchez continúa siendo su “entrenador favorito” y ha remarcado que está “a muerte con él” a pesar del mal inicio del equipo catalán, antepenúltimo en LaLiga EA Sports con seis puntos en ocho jornadas.
“Siempre estaré a su lado. Esto es fútbol y no podemos obviar que los resultados marcan y no se puede decir qué hubiera pasado si hubiéramos perdido cuatro, cinco partidos más. Pero confío en él al cien por cien y nunca he tenido dudas”, ha afirmado.
Siempre estaré al lado de Míchel. Esto es fútbol y no podemos obviar que los resultados marcan”
Quique CárcelDirector deportivo del Girona FC
También ha destacado que Míchel ha dado “mucha vida” al proyecto del Girona y que él hubiera querido darle “una plantilla el primer día de mercado, pero esto es inviable porque los presupuestos son los que son y las ventas llegan cuando llegan”.
En este sentido, ha reconocido que fue “un mercado extraño” por los condicionantes del presupuesto y el límite salarial, porque la lesión de Miguel Gutiérrez retrasó la primera venta y por ende las primeras incorporaciones. Además, el visto bueno de la UEFA a las cesiones del Manchester City tardó semanas en llegar, y no se esperaban las ventas de Yangel Herrera y Ladislav Krejci.
Estos dos últimos eran dos nombres que Cárcel y Míchel no querían que se fueran, pero la oferta por Krejci era de tal “magnitud” que convenció al Girona porque es “un club que quiere crecer a nivel de ingresos” y Herrera, “un jugador capital, importante”, pidió salir.

David Borrat / EFE
Los últimos días de mercado fueron complicados y el director deportivo ha explicado que tuvo “una sensación de estrés” que influyó en su estado anímico y en su persona, algo que, sumado a una infección en el oído, le obligó a cancelar la rueda de prensa de valoración del mercado prevista para el 10 de septiembre a pocos minutos de empezar. Finalmente ha atendido a los medios este martes.
También ha explicado que los fichajes de Azzedine Ounahi, Bryan Gil y Vladyslav Vanat se cerraron en los últimos días del mercado, pero estaban “hablados desde hacía mucho tiempo”, y ha dicho que éstos deben aportar el “talento” y la “alegría en los últimos metros” que Míchel echó de menos la temporada pasada.
Cárcel ha admitido que “lógicamente” no está “contento” con la situación actual, porque el equipo sigue en los puestos de descenso en la jornada 8 y va “tarde” en la confección del equipo y en los resultados, pero ha señalado que va “a más” desde que acabó el mercado.
“Tenemos buenos jugadores, pero este inicio nos penaliza y costará mucho si no somos todos conscientes de que lo pasaremos mal”, ha dicho.
Cárcel también ha reconocido que hay posiciones como la defensa o el centro del campo donde “puede haber la sensación de que vamos justos”, pero ha priorizado que los jugadores se sientan “importantes” y con confianza para dar un paso adelante.
“Somos unos pardillos todos. No somos conscientes de lo vivido: una Champions, una fantasía. Los humanos olvidamos de donde venimos”
Quique CárcelDirector deportivo del Girona FC
“El año pasado tuvimos una plantilla muy, muy larga y no fue fácil gestionar los minutos. Muchos jugadores no jugaban y tuve la sensación de que desconectaron. Siento que las cosas funcionan mejor con plantillas más cortas”, ha razonado.
El director deportivo rojiblanco, además, ha explicado que tenía la sensación de que Claudio Echeverri “quería venir aquí, pero el agente buscó otro perfil de proyecto” y ha recalcado que en ningún momento le prometió la titularidad a Domink Livakovic, después de las declaraciones de un intermediario de su fichaje que aseguró que el portero croata está descontento porque no juega.
Cárcel también ha recordado que la temporada pasada fue “muy dura” porque el Girona acabó “pidiendo la hora” y vio “peligrar” la permanencia.
En este sentido ha admitido que el Girona debe ser ambicioso y aspirar a estar “lo más arriba posible”, pero que todo el mundo debe tener “humildad” y “valorar dónde estamos” sin “perder el mundo de vista”.
“Somos unos pardillos todos. No somos conscientes de lo que hemos vivido: una Champions, una fantasía. El problema es que los humanos olvidamos de donde venimos, quienes somos”, ha reconocido Cárcel.
En este sentido ha admitido que el Girona debe ser ambicioso y aspirar a estar “lo más arriba posible”, pero que todo el mundo debe tener “humildad”
También ha reiterado que no entiende las exigencias competitivas con el Girona, que está viviendo “unos años pletóricos”, y ha lamentado que “la gente se acostumbra a lo bueno y esto no es fácil”.
Cárcel ha estado acompañado por el director general del club, Ignasi Mas-Bagà, que ha asegurado que el proyecto de la propiedad es a “largo plazo” y que no se vende para “generar grandes beneficios o repartir dividendos”, sino para “reinvertir” para “reducir el riesgo de descenso”.
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