Tuvo problemas con el visado que le apearon de los trials de Mallorca el pasado junio. Hasta mediados de julio no recibió la confirmación de que podía viajar a Singapur y, para más desgracia, su llegada al país estuvo plagada de retrasos y cancelaciones que convirtieron un vuelo en una odisea de más de tres días. Pero ni con esas. Ninguna maldición pudo con el constante Carles Coll, que rompió la puerta el pasado diciembre al proclamarse campeón del mundo de piscina corta en Budapest y este viernes peleará por una medalla en los 200 braza en estos Mundiales de Natación.
El nadador catalán quedó quinto en las semifinales de 200 braza con récord de España (2m08s49) y será uno de los favoritos a la medalla en la final de este viernes en Singapur
Tuvo problemas con el visado que le apearon de los trials de Mallorca el pasado junio. Hasta mediados de julio no recibió la confirmación de que podía viajar a Singapur y, para más desgracia, su llegada al país estuvo plagada de retrasos y cancelaciones que convirtieron un vuelo en una odisea de más de tres días. Pero ni con esas. Ninguna maldición pudo con el constante Carles Coll, que rompió la puerta el pasado diciembre al proclamarse campeón del mundo de piscina corta en Budapest y este viernes peleará por una medalla en los 200 braza en estos Mundiales de Natación.
Después de brillar por la mañana con la quinta mejor marca (2m10s30), por la tarde le tocó ocupar la calle 3, siempre agradecida, cerca de los favoritos a las medallas para aprovechar la ola y tener referencias. Con unos subacuáticos que ha trabajado con Sergi López en Virginia, el de Tarragona, que con 17 años se marchó al CAR de Sant Cugat a entrenar con el equipo nacional, completó una carrera sólida en la que acabó con fuerza. Coll, de 23 años, se ha convertido en un especialista.
El primero 50 lo pasó primero. Su salida fue explosiva, eso le hizo meterse en carrera desde la primera brazada (28s70). Siguió la estela del japonés de la calle 2, Yamata Fukusawa, quien cogió la delantera pero le marcó el camino a un Coll que iba a lo suyo: “Me fijaba en mi carrera, no en las marcas”.
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Mantuvo la segunda posición en el 100 y encaró tercero el último largo con un parcial de 1m34s64. Estaba clara ya la final salvo desfallecimiento y también que iba a caer el récord de España que estaba en manos de Melquíades Álvarez desde 2009.
Coll tocó en 2m08s49. Récord de España y quinta mejor marca de los finalistas. Este jueves, a partir de las 13:00 en España, peleará por la medalla de nuevo por la calle 3. Todos los finalistas están en un segundo y medio y no hay un favorito claro.
“Estoy muy contento, me metí en la final, llevábamos hablando mucho tiempo que quería estar entre los mejores del mundo. Quiero competir contra ellos, que es lo que me gusta. ¿Lo del récord? Sabía que un día iba a romperla. No pude estar en los trials, pero ha sido aquí. Y mañana haré lo mismo”, comentó convencido el nadador del CN Sabadell.
Sergi López, su entrenador, corría rápido las escaleras de los interiores del Aquatic Center en su busca, sonriente, feliz, y con un dato en la mano: “Su compañero de entrenamiento también ha entrado, se ha metido el segundo. Hablábamos de que los dos querían estar en la final”, dijo el técnico, que fue bronce olímpico en Seúl 88 en los 200 braza.
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