Enamorado de la política local y provincial a la que se dedica desde hace más de 25 años, Carlos García compagina la Presidencia del PP de Ávila con la de la Diputación. Desde esa doble responsabilidad, denuncia «el olvido y la marginación» del Gobierno con «inversiones mínimas o nulas» en su territorio. Como responsable de la formación popular, sus retos son recuperar la alcaldía de la capital y aportar un procurador más –cuatro en lugar de tres– en las autonómicas de marzo, donde espera «un magnífico resultado» para su formación. —Concréteme en qué aspectos cree que más se ha notado su mano para mejorar la situación de la provincia.—Hemos intentado mejorar en todo. Especialmente en materia de seguridad, con la creación del Servicio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento y la construcción de los parques provinciales de bomberos con la dotación necesaria a todas y cada una de las nuevas agrupaciones de Protección Civil. Han sido los seis años de mayor inversión para los ayuntamientos; para el desarrollo del tejido empresarial, aunque no sea nuestro marco competencial, y para las carreteras. Y hemos dado soluciones a la exclusión financiera en los pequeños municipios. Se ha potenciado, además, todo lo que tiene que ver con la agroalimentación bajo la marca ‘Ávila Auténtica’ y la atención a nuestros mayores, clave en el mundo rural. Que el presupuesto, que en el año 2019 era de 55 millones, ahora supere los 90 ejemplifica que creemos en nuestra gente. —¿Y qué no se ha hecho que debería estar ya en funcionamiento y no ha podido o sabido impulsar?—Simplificar y agilizar los trámites burocráicos. Es una losa que tenemos todas las administraciones y que pagan los ciudadanos. De manera muy especial, se da a la hora de cubrir plazas en aspectos como asesoramiento técnico o en reforzar la plantilla de la Diputación para la prestación de servicios. Me siento muy orgulloso de las personas que trabajan aquí, con entrega y vocación de servicio, pero la dilación de los procedimientos nos lastra mucho. —¿Ávila tiene motivos de reproche a la Junta o al Gobierno?—Cualquier territorio tiene el derecho más que de quejarse, de reivindicar. Lo que sí digo es que, especialmente en materia de infraestructuras, no se puede entender que en el siglo XXI tengamos, por ejemplo, un tren que tarde media hora más en llegar a Madrid que hace veinte años o que en la conexión por carretera con la capital de España pervivan diferentes peajes cuando en otros territorios, por meros criterios políticos o partidistas, se están eliminando. «Tenemos muchas riquezas, pero el turismo debe ser fundamental» —A poco más de un año del eclipse solar, usted lleva apostando por el astroturismo desde prácticamente su llegada al cargo y poco se hablaba de esta modalidad… ¿Siguientes pasos a dar? —Teníamos claro que había que aprovechar los recursos endógenos que tiene la provincia. La verdad es que hay pocos territorios a nivel nacional e internacional que tengan nuestros cielos, de manera muy singular la Sierra de Gredos. Apostamos por el turismo de estrellas desde el minuto uno y junto a otros lugares de Europa y alguno más de España decidimos potenciarlo para hacerlo llamativo con una inversión mínima a través del proyecto Stellarium, que en breve presentaremos para proceder a su licitación y que va a marcar un antes y un después en el desarrollo turístico de la provincia. De nuestros 247 municipios, 52 cuentan con el certificado en materia de cielo oscuro. Ávila tiene riquezas en muchos ámbitos, pero el turismo tiene que ser un motor fundamental en la sostenibilidad territorial, entendiéndola también como creación de empleo. No vamos a compararnos con las provincias del litoral, pero estamos orgullosos de enarbolar la bandera del turismo de interior, familiar y cercano a la naturaleza. Con apenas 8.000 kilómetros cuadrados y 160.000 habitantes, ofrecemos cultura, historia, patrimonio, fauna, astroturismo, micología… y con grandes profesionales que tienen sus puertas abiertas al viajero.—Hablando de carreteras. La conexión por autovía con la A-6 ha pasado a la historia de un plumazo.—Ha habido otro cambio de opinión inexplicable en el Ministerio. Iremos al Contencioso porque este es un motivo más del olvido y marginación del Gobierno con Ávila. ¿Pero bajo que criterio técnico hace ocho años era factible y ahora no lo es? Lo que ha cambiado es su percepción cuando, eso sí, hace apenas unos días manejaba un financiación singular para un determinado territorio dinamitando la igualdad, la solidaridad y la cooperación entre territorios. Tanto la A-6 como la A-40 son dos infraestructuras prioritarias para el desarrollo de esta provincia. — Alguna parte de culpa de sus problemas la tendrá también la Junta.— Si una administración invierte en conciliar la vida familiar, en una educación gratuita de cero a tres años, tiene consultorios gratuitos en todos y cada uno de sus municipios y cada año destina mas fondos para luchar contra la soledad de los mayores e incrementar los fondos para las diputaciones y los municipios, ¿se le puede echar en cara algo? Estoy enormemente agradecido a la Junta porque el presidente Mañueco siempre ha estado en cualquier circunstancia o problema que hemos tenido. Dista mucho del gobierno de España, que siempre que ha tenido la posibilidad ha dejado marcada a Ávila, pero para mal. Lo hemos podido comprobar estos siete años en las cuentas públicas con inversiones mínimas o nulas. —El mismo año que usted llegó a la Presidencia de la Diputación el que fuera su compañero de partido, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, se convirtió en alcalde de la capital liderando otra formación. Ahí sigue. ¿Es una de las situaciones que más le ha dolido en su trayectoria política?—No se trata de dolor o no dolor. El ciudadano es el que tiene que opinar. Lo que sí le puedo decir es que estos últimos seis años se han producido las mayores subidas impositivas que ha sufrido esta capital. El nivel de endeudamiento sigue igual que entonces cuando probablemente en la Diputación cancelemos toda nuestra deuda a finales de este ejercicio. Lo que no se puede hacer, como ocurre en el Ayuntamiento, es culpar de todo a los demás. Ávila siempre ha tenido problemas en el suministro de agua, pero cuando había sequía. Tenerlos ahora en cuestión de calidad por la dejación de funciones cuando tienes una solución encima de la mesa y no la asumes porque es la que había planteado el PP… —¿Y esta ‘crisis del manganeso’ puede ser clave para que el PP pueda recuperar la Alcaldía de Ávila?—Eso lo tendrán que decidir los abulenses, como también qué modelo de gestión quieren para la ciudad. Yo no veo que Ávila capital haya tenido en este tiempo proyectos de relevancia más allá de cierto mantenimiento y lavado de cara producto de los fondos de otras administraciones. No ha habido ninguna inversión que genere empleo impulsada por el Ayuntamiento, ni nada con lo que pueda diferenciarse. Y es flagrante el abandono en el ámbito cultural, cuando la capital siempre había sido un referente en Castilla y León y en España. —¿Pero como presidente del PP de Ávila está convencido de poder desbancar al actual regidor? —Estamos convencidos porque en todas y cada una de las elecciones siempre salimos a ganar. —Por Ávila ha alcanzado una serie de acuerdos con Vox para sacar adelante los Presupuestos… ¿Puede complicar el objetivo del PP ante la posibilidad de que ambos pacten si le dan los números?—Hablamos de un partido que ha tenido responsabilidad de gobierno –en la Junta– y la ha abandonado de la noche a la mañana sin dar ninguna explicación y que únicamente se encuentran bien en la oposición porque pueden vivir de criticar a los demás sin que hayan hecho absolutamente nada de lo que prometían. En el caso de Ávila Vox ha blanqueado las maneras de gobernar del señor Cabrera. También tendrán que dar explicaciones a los abulenses.—Alberto Núñez Feijóo planteó hace unas semanas su intención o deseo de gobernar en solitario con pactos puntuales y sin formar una coalición con Vox. ¿Este sería su deseo para la capital abulense?—Siempre hago balance después de conocer los resultados. Me gustan los hechos ciertos, pero cualquier pacto que pueda mejorar la calidad de vida de los abulenses siempre será bueno para el PP.—¿En algún momento ha estado cerca la vuelta de los que dejaron el PP para conformar Por Ávila?—Ellos iniciaron un camino de no retorno teniendo en cuenta exclusivamente la supervivencia e interés personal de sus dirigentes. —Para las autonómicas, que son las siguientes elecciones en España si nada cambia, ¿recuperar el cuarto procurador en la provincia sería el objetivo? —Totalmente. El PP va a salir con el reto de que Ávila dé un respaldo mayoritario al presidente Mañueco y los cuatro escaños son el objetivo.—¿Cuál sería un resultado satisfactorio para el PP en las autonómicas?—Las políticas desarrolladas durante estos últimos años van a tener el apoyo de los castellano y leoneses. Me gusta comparar los modelos. Tenemos el del compromiso, cercanía y eficiencia en la gestión en la Junta frente al de un Gobierno central que quiere romper la unidad de España, impulsa los desequilibrios territoriales, firma la financiación singular y utiliza el cambio de criterio de manera continua. Y lo peor de todo, la corrupción y la mentira. Eso también se vota en los próximos meses en Castilla y León. Teniendo en cuenta el panorama político confío en que el PP obtenga un magnífico resultado que le cuadre para poder gobernar en solitario, quizás con acuerdos puntuales, pero sin creernos que nada está hecho.Noticia Relacionada estandar Si «Vivo, siento, creo y disfruto de lo que hago en mi provincia» J. M. Ayala Carlos García asegura que aceptaría «gustosamente» la propuesta de su partido para repetir al frente de la Diputación de Ávila—¿Cree que puede pasar algo más que obligue o ‘anime’ a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones generales y que ocurra lo mismo entonces con las de Castilla y León?—Yo le diría que qué más tiene que pasar para que no haya ya un adelanto electoral. En la Comunidad, como ha dicho el presidente por activa y por pasiva, el calendario está fijado para marzo. Mientras, el gobierno de España se va minimizando y bunkerizando ante los casos de corrupción política, institucional, partidista y familiar. Sánchez no ha tenido en cuenta la altura de miras del país que es España. Uno no puede estar mintiendo de manera continuada. Apoyarse además en partidos que sienten odio, rencor e inquina con todo aquello que tiene que ver con España… Es lamentable que le esté poniendo alfombra roja en todas y cada una de las cosas que le exigen, pero lo más importante es que esta destrozando la Constitución de 1978 por el mero hecho de mantenerse en La Moncloa. Los españoles no se lo van a perdonar porque en política la confianza tarda bastante en ganarse, pero muy poco en perderse.—¿Está convencido que al menos una parte de los que votaron al PSOE en 2023 en esta ocasión elegirán otra opción o no votarán o en esta sociedad tan de trincheras unos y otros se mantienen fieles a los suyos pase lo que pase?—Eso lo tienen que analizar los votantes del PSOE. España es un país democrático, abierto y fuerte, pero tiene claro y así lo ha demostrado durante los ciclos electorales es que la corrupción se castiga y hasta ahora nunca habíamos conocido una corrupción que afectara a todos los estamentos del gobierno. Si Sánchez tuviera un mínimo de decencia, ya habría convocado elecciones hace tiempo. Lo que ocurre es que posiblemente su aforamiento tiene mucho que ver en que no lo haga. Enamorado de la política local y provincial a la que se dedica desde hace más de 25 años, Carlos García compagina la Presidencia del PP de Ávila con la de la Diputación. Desde esa doble responsabilidad, denuncia «el olvido y la marginación» del Gobierno con «inversiones mínimas o nulas» en su territorio. Como responsable de la formación popular, sus retos son recuperar la alcaldía de la capital y aportar un procurador más –cuatro en lugar de tres– en las autonómicas de marzo, donde espera «un magnífico resultado» para su formación. —Concréteme en qué aspectos cree que más se ha notado su mano para mejorar la situación de la provincia.—Hemos intentado mejorar en todo. Especialmente en materia de seguridad, con la creación del Servicio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento y la construcción de los parques provinciales de bomberos con la dotación necesaria a todas y cada una de las nuevas agrupaciones de Protección Civil. Han sido los seis años de mayor inversión para los ayuntamientos; para el desarrollo del tejido empresarial, aunque no sea nuestro marco competencial, y para las carreteras. Y hemos dado soluciones a la exclusión financiera en los pequeños municipios. Se ha potenciado, además, todo lo que tiene que ver con la agroalimentación bajo la marca ‘Ávila Auténtica’ y la atención a nuestros mayores, clave en el mundo rural. Que el presupuesto, que en el año 2019 era de 55 millones, ahora supere los 90 ejemplifica que creemos en nuestra gente. —¿Y qué no se ha hecho que debería estar ya en funcionamiento y no ha podido o sabido impulsar?—Simplificar y agilizar los trámites burocráicos. Es una losa que tenemos todas las administraciones y que pagan los ciudadanos. De manera muy especial, se da a la hora de cubrir plazas en aspectos como asesoramiento técnico o en reforzar la plantilla de la Diputación para la prestación de servicios. Me siento muy orgulloso de las personas que trabajan aquí, con entrega y vocación de servicio, pero la dilación de los procedimientos nos lastra mucho. —¿Ávila tiene motivos de reproche a la Junta o al Gobierno?—Cualquier territorio tiene el derecho más que de quejarse, de reivindicar. Lo que sí digo es que, especialmente en materia de infraestructuras, no se puede entender que en el siglo XXI tengamos, por ejemplo, un tren que tarde media hora más en llegar a Madrid que hace veinte años o que en la conexión por carretera con la capital de España pervivan diferentes peajes cuando en otros territorios, por meros criterios políticos o partidistas, se están eliminando. «Tenemos muchas riquezas, pero el turismo debe ser fundamental» —A poco más de un año del eclipse solar, usted lleva apostando por el astroturismo desde prácticamente su llegada al cargo y poco se hablaba de esta modalidad… ¿Siguientes pasos a dar? —Teníamos claro que había que aprovechar los recursos endógenos que tiene la provincia. La verdad es que hay pocos territorios a nivel nacional e internacional que tengan nuestros cielos, de manera muy singular la Sierra de Gredos. Apostamos por el turismo de estrellas desde el minuto uno y junto a otros lugares de Europa y alguno más de España decidimos potenciarlo para hacerlo llamativo con una inversión mínima a través del proyecto Stellarium, que en breve presentaremos para proceder a su licitación y que va a marcar un antes y un después en el desarrollo turístico de la provincia. De nuestros 247 municipios, 52 cuentan con el certificado en materia de cielo oscuro. Ávila tiene riquezas en muchos ámbitos, pero el turismo tiene que ser un motor fundamental en la sostenibilidad territorial, entendiéndola también como creación de empleo. No vamos a compararnos con las provincias del litoral, pero estamos orgullosos de enarbolar la bandera del turismo de interior, familiar y cercano a la naturaleza. Con apenas 8.000 kilómetros cuadrados y 160.000 habitantes, ofrecemos cultura, historia, patrimonio, fauna, astroturismo, micología… y con grandes profesionales que tienen sus puertas abiertas al viajero.—Hablando de carreteras. La conexión por autovía con la A-6 ha pasado a la historia de un plumazo.—Ha habido otro cambio de opinión inexplicable en el Ministerio. Iremos al Contencioso porque este es un motivo más del olvido y marginación del Gobierno con Ávila. ¿Pero bajo que criterio técnico hace ocho años era factible y ahora no lo es? Lo que ha cambiado es su percepción cuando, eso sí, hace apenas unos días manejaba un financiación singular para un determinado territorio dinamitando la igualdad, la solidaridad y la cooperación entre territorios. Tanto la A-6 como la A-40 son dos infraestructuras prioritarias para el desarrollo de esta provincia. — Alguna parte de culpa de sus problemas la tendrá también la Junta.— Si una administración invierte en conciliar la vida familiar, en una educación gratuita de cero a tres años, tiene consultorios gratuitos en todos y cada uno de sus municipios y cada año destina mas fondos para luchar contra la soledad de los mayores e incrementar los fondos para las diputaciones y los municipios, ¿se le puede echar en cara algo? Estoy enormemente agradecido a la Junta porque el presidente Mañueco siempre ha estado en cualquier circunstancia o problema que hemos tenido. Dista mucho del gobierno de España, que siempre que ha tenido la posibilidad ha dejado marcada a Ávila, pero para mal. Lo hemos podido comprobar estos siete años en las cuentas públicas con inversiones mínimas o nulas. —El mismo año que usted llegó a la Presidencia de la Diputación el que fuera su compañero de partido, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, se convirtió en alcalde de la capital liderando otra formación. Ahí sigue. ¿Es una de las situaciones que más le ha dolido en su trayectoria política?—No se trata de dolor o no dolor. El ciudadano es el que tiene que opinar. Lo que sí le puedo decir es que estos últimos seis años se han producido las mayores subidas impositivas que ha sufrido esta capital. El nivel de endeudamiento sigue igual que entonces cuando probablemente en la Diputación cancelemos toda nuestra deuda a finales de este ejercicio. Lo que no se puede hacer, como ocurre en el Ayuntamiento, es culpar de todo a los demás. Ávila siempre ha tenido problemas en el suministro de agua, pero cuando había sequía. Tenerlos ahora en cuestión de calidad por la dejación de funciones cuando tienes una solución encima de la mesa y no la asumes porque es la que había planteado el PP… —¿Y esta ‘crisis del manganeso’ puede ser clave para que el PP pueda recuperar la Alcaldía de Ávila?—Eso lo tendrán que decidir los abulenses, como también qué modelo de gestión quieren para la ciudad. Yo no veo que Ávila capital haya tenido en este tiempo proyectos de relevancia más allá de cierto mantenimiento y lavado de cara producto de los fondos de otras administraciones. No ha habido ninguna inversión que genere empleo impulsada por el Ayuntamiento, ni nada con lo que pueda diferenciarse. Y es flagrante el abandono en el ámbito cultural, cuando la capital siempre había sido un referente en Castilla y León y en España. —¿Pero como presidente del PP de Ávila está convencido de poder desbancar al actual regidor? —Estamos convencidos porque en todas y cada una de las elecciones siempre salimos a ganar. —Por Ávila ha alcanzado una serie de acuerdos con Vox para sacar adelante los Presupuestos… ¿Puede complicar el objetivo del PP ante la posibilidad de que ambos pacten si le dan los números?—Hablamos de un partido que ha tenido responsabilidad de gobierno –en la Junta– y la ha abandonado de la noche a la mañana sin dar ninguna explicación y que únicamente se encuentran bien en la oposición porque pueden vivir de criticar a los demás sin que hayan hecho absolutamente nada de lo que prometían. En el caso de Ávila Vox ha blanqueado las maneras de gobernar del señor Cabrera. También tendrán que dar explicaciones a los abulenses.—Alberto Núñez Feijóo planteó hace unas semanas su intención o deseo de gobernar en solitario con pactos puntuales y sin formar una coalición con Vox. ¿Este sería su deseo para la capital abulense?—Siempre hago balance después de conocer los resultados. Me gustan los hechos ciertos, pero cualquier pacto que pueda mejorar la calidad de vida de los abulenses siempre será bueno para el PP.—¿En algún momento ha estado cerca la vuelta de los que dejaron el PP para conformar Por Ávila?—Ellos iniciaron un camino de no retorno teniendo en cuenta exclusivamente la supervivencia e interés personal de sus dirigentes. —Para las autonómicas, que son las siguientes elecciones en España si nada cambia, ¿recuperar el cuarto procurador en la provincia sería el objetivo? —Totalmente. El PP va a salir con el reto de que Ávila dé un respaldo mayoritario al presidente Mañueco y los cuatro escaños son el objetivo.—¿Cuál sería un resultado satisfactorio para el PP en las autonómicas?—Las políticas desarrolladas durante estos últimos años van a tener el apoyo de los castellano y leoneses. Me gusta comparar los modelos. Tenemos el del compromiso, cercanía y eficiencia en la gestión en la Junta frente al de un Gobierno central que quiere romper la unidad de España, impulsa los desequilibrios territoriales, firma la financiación singular y utiliza el cambio de criterio de manera continua. Y lo peor de todo, la corrupción y la mentira. Eso también se vota en los próximos meses en Castilla y León. Teniendo en cuenta el panorama político confío en que el PP obtenga un magnífico resultado que le cuadre para poder gobernar en solitario, quizás con acuerdos puntuales, pero sin creernos que nada está hecho.Noticia Relacionada estandar Si «Vivo, siento, creo y disfruto de lo que hago en mi provincia» J. M. Ayala Carlos García asegura que aceptaría «gustosamente» la propuesta de su partido para repetir al frente de la Diputación de Ávila—¿Cree que puede pasar algo más que obligue o ‘anime’ a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones generales y que ocurra lo mismo entonces con las de Castilla y León?—Yo le diría que qué más tiene que pasar para que no haya ya un adelanto electoral. En la Comunidad, como ha dicho el presidente por activa y por pasiva, el calendario está fijado para marzo. Mientras, el gobierno de España se va minimizando y bunkerizando ante los casos de corrupción política, institucional, partidista y familiar. Sánchez no ha tenido en cuenta la altura de miras del país que es España. Uno no puede estar mintiendo de manera continuada. Apoyarse además en partidos que sienten odio, rencor e inquina con todo aquello que tiene que ver con España… Es lamentable que le esté poniendo alfombra roja en todas y cada una de las cosas que le exigen, pero lo más importante es que esta destrozando la Constitución de 1978 por el mero hecho de mantenerse en La Moncloa. Los españoles no se lo van a perdonar porque en política la confianza tarda bastante en ganarse, pero muy poco en perderse.—¿Está convencido que al menos una parte de los que votaron al PSOE en 2023 en esta ocasión elegirán otra opción o no votarán o en esta sociedad tan de trincheras unos y otros se mantienen fieles a los suyos pase lo que pase?—Eso lo tienen que analizar los votantes del PSOE. España es un país democrático, abierto y fuerte, pero tiene claro y así lo ha demostrado durante los ciclos electorales es que la corrupción se castiga y hasta ahora nunca habíamos conocido una corrupción que afectara a todos los estamentos del gobierno. Si Sánchez tuviera un mínimo de decencia, ya habría convocado elecciones hace tiempo. Lo que ocurre es que posiblemente su aforamiento tiene mucho que ver en que no lo haga.
Enamorado de la política local y provincial a la que se dedica desde hace más de 25 años, Carlos García compagina la Presidencia del PP de Ávila con la de la Diputación. Desde esa doble responsabilidad, denuncia «el olvido y la marginación» del Gobierno con « … inversiones mínimas o nulas» en su territorio. Como responsable de la formación popular, sus retos son recuperar la alcaldía de la capital y aportar un procurador más –cuatro en lugar de tres– en las autonómicas de marzo, donde espera «un magnífico resultado» para su formación.
—Concréteme en qué aspectos cree que más se ha notado su mano para mejorar la situación de la provincia.
—Hemos intentado mejorar en todo. Especialmente en materia de seguridad, con la creación del Servicio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento y la construcción de los parques provinciales de bomberos con la dotación necesaria a todas y cada una de las nuevas agrupaciones de Protección Civil. Han sido los seis años de mayor inversión para los ayuntamientos; para el desarrollo del tejido empresarial, aunque no sea nuestro marco competencial, y para las carreteras. Y hemos dado soluciones a la exclusión financiera en los pequeños municipios. Se ha potenciado, además, todo lo que tiene que ver con la agroalimentación bajo la marca ‘Ávila Auténtica’ y la atención a nuestros mayores, clave en el mundo rural. Que el presupuesto, que en el año 2019 era de 55 millones, ahora supere los 90 ejemplifica que creemos en nuestra gente.
—¿Y qué no se ha hecho que debería estar ya en funcionamiento y no ha podido o sabido impulsar?
—Simplificar y agilizar los trámites burocráicos. Es una losa que tenemos todas las administraciones y que pagan los ciudadanos. De manera muy especial, se da a la hora de cubrir plazas en aspectos como asesoramiento técnico o en reforzar la plantilla de la Diputación para la prestación de servicios. Me siento muy orgulloso de las personas que trabajan aquí, con entrega y vocación de servicio, pero la dilación de los procedimientos nos lastra mucho.
—¿Ávila tiene motivos de reproche a la Junta o al Gobierno?
—Cualquier territorio tiene el derecho más que de quejarse, de reivindicar. Lo que sí digo es que, especialmente en materia de infraestructuras, no se puede entender que en el siglo XXI tengamos, por ejemplo, un tren que tarde media hora más en llegar a Madrid que hace veinte años o que en la conexión por carretera con la capital de España pervivan diferentes peajes cuando en otros territorios, por meros criterios políticos o partidistas, se están eliminando.
—Hablando de carreteras. La conexión por autovía con la A-6 ha pasado a la historia de un plumazo.
—Ha habido otro cambio de opinión inexplicable en el Ministerio. Iremos al Contencioso porque este es un motivo más del olvido y marginación del Gobierno con Ávila. ¿Pero bajo que criterio técnico hace ocho años era factible y ahora no lo es? Lo que ha cambiado es su percepción cuando, eso sí, hace apenas unos días manejaba un financiación singular para un determinado territorio dinamitando la igualdad, la solidaridad y la cooperación entre territorios. Tanto la A-6 como la A-40 son dos infraestructuras prioritarias para el desarrollo de esta provincia.
— Alguna parte de culpa de sus problemas la tendrá también la Junta.
— Si una administración invierte en conciliar la vida familiar, en una educación gratuita de cero a tres años, tiene consultorios gratuitos en todos y cada uno de sus municipios y cada año destina mas fondos para luchar contra la soledad de los mayores e incrementar los fondos para las diputaciones y los municipios, ¿se le puede echar en cara algo? Estoy enormemente agradecido a la Junta porque el presidente Mañueco siempre ha estado en cualquier circunstancia o problema que hemos tenido. Dista mucho del gobierno de España, que siempre que ha tenido la posibilidad ha dejado marcada a Ávila, pero para mal. Lo hemos podido comprobar estos siete años en las cuentas públicas con inversiones mínimas o nulas.
—El mismo año que usted llegó a la Presidencia de la Diputación el que fuera su compañero de partido, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, se convirtió en alcalde de la capital liderando otra formación. Ahí sigue. ¿Es una de las situaciones que más le ha dolido en su trayectoria política?
—No se trata de dolor o no dolor. El ciudadano es el que tiene que opinar. Lo que sí le puedo decir es que estos últimos seis años se han producido las mayores subidas impositivas que ha sufrido esta capital. El nivel de endeudamiento sigue igual que entonces cuando probablemente en la Diputación cancelemos toda nuestra deuda a finales de este ejercicio. Lo que no se puede hacer, como ocurre en el Ayuntamiento, es culpar de todo a los demás. Ávila siempre ha tenido problemas en el suministro de agua, pero cuando había sequía. Tenerlos ahora en cuestión de calidad por la dejación de funciones cuando tienes una solución encima de la mesa y no la asumes porque es la que había planteado el PP…
—¿Y esta ‘crisis del manganeso’ puede ser clave para que el PP pueda recuperar la Alcaldía de Ávila?
—Eso lo tendrán que decidir los abulenses, como también qué modelo de gestión quieren para la ciudad. Yo no veo que Ávila capital haya tenido en este tiempo proyectos de relevancia más allá de cierto mantenimiento y lavado de cara producto de los fondos de otras administraciones. No ha habido ninguna inversión que genere empleo impulsada por el Ayuntamiento, ni nada con lo que pueda diferenciarse. Y es flagrante el abandono en el ámbito cultural, cuando la capital siempre había sido un referente en Castilla y León y en España.
—¿Pero como presidente del PP de Ávila está convencido de poder desbancar al actual regidor?
—Estamos convencidos porque en todas y cada una de las elecciones siempre salimos a ganar.
—Por Ávila ha alcanzado una serie de acuerdos con Vox para sacar adelante los Presupuestos… ¿Puede complicar el objetivo del PP ante la posibilidad de que ambos pacten si le dan los números?
—Hablamos de un partido que ha tenido responsabilidad de gobierno –en la Junta– y la ha abandonado de la noche a la mañana sin dar ninguna explicación y que únicamente se encuentran bien en la oposición porque pueden vivir de criticar a los demás sin que hayan hecho absolutamente nada de lo que prometían. En el caso de Ávila Vox ha blanqueado las maneras de gobernar del señor Cabrera. También tendrán que dar explicaciones a los abulenses.
—Alberto Núñez Feijóo planteó hace unas semanas su intención o deseo de gobernar en solitario con pactos puntuales y sin formar una coalición con Vox. ¿Este sería su deseo para la capital abulense?
—Siempre hago balance después de conocer los resultados. Me gustan los hechos ciertos, pero cualquier pacto que pueda mejorar la calidad de vida de los abulenses siempre será bueno para el PP.
—¿En algún momento ha estado cerca la vuelta de los que dejaron el PP para conformar Por Ávila?
—Ellos iniciaron un camino de no retorno teniendo en cuenta exclusivamente la supervivencia e interés personal de sus dirigentes.
—Para las autonómicas, que son las siguientes elecciones en España si nada cambia, ¿recuperar el cuarto procurador en la provincia sería el objetivo?
—Totalmente. El PP va a salir con el reto de que Ávila dé un respaldo mayoritario al presidente Mañueco y los cuatro escaños son el objetivo.
—¿Cuál sería un resultado satisfactorio para el PP en las autonómicas?
—Las políticas desarrolladas durante estos últimos años van a tener el apoyo de los castellano y leoneses. Me gusta comparar los modelos. Tenemos el del compromiso, cercanía y eficiencia en la gestión en la Junta frente al de un Gobierno central que quiere romper la unidad de España, impulsa los desequilibrios territoriales, firma la financiación singular y utiliza el cambio de criterio de manera continua. Y lo peor de todo, la corrupción y la mentira. Eso también se vota en los próximos meses en Castilla y León. Teniendo en cuenta el panorama político confío en que el PP obtenga un magnífico resultado que le cuadre para poder gobernar en solitario, quizás con acuerdos puntuales, pero sin creernos que nada está hecho.
—¿Cree que puede pasar algo más que obligue o ‘anime’ a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones generales y que ocurra lo mismo entonces con las de Castilla y León?
—Yo le diría que qué más tiene que pasar para que no haya ya un adelanto electoral. En la Comunidad, como ha dicho el presidente por activa y por pasiva, el calendario está fijado para marzo. Mientras, el gobierno de España se va minimizando y bunkerizando ante los casos de corrupción política, institucional, partidista y familiar. Sánchez no ha tenido en cuenta la altura de miras del país que es España. Uno no puede estar mintiendo de manera continuada. Apoyarse además en partidos que sienten odio, rencor e inquina con todo aquello que tiene que ver con España… Es lamentable que le esté poniendo alfombra roja en todas y cada una de las cosas que le exigen, pero lo más importante es que esta destrozando la Constitución de 1978 por el mero hecho de mantenerse en La Moncloa. Los españoles no se lo van a perdonar porque en política la confianza tarda bastante en ganarse, pero muy poco en perderse.
—¿Está convencido que al menos una parte de los que votaron al PSOE en 2023 en esta ocasión elegirán otra opción o no votarán o en esta sociedad tan de trincheras unos y otros se mantienen fieles a los suyos pase lo que pase?
—Eso lo tienen que analizar los votantes del PSOE. España es un país democrático, abierto y fuerte, pero tiene claro y así lo ha demostrado durante los ciclos electorales es que la corrupción se castiga y hasta ahora nunca habíamos conocido una corrupción que afectara a todos los estamentos del gobierno. Si Sánchez tuviera un mínimo de decencia, ya habría convocado elecciones hace tiempo. Lo que ocurre es que posiblemente su aforamiento tiene mucho que ver en que no lo haga.
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