Puede manifestarse en forma de picor , irritación, rojeces o dolor y afecta no solo a la calidad de las relaciones sexuales sino también al estado de ánimo o incluso a la libido. Y aunque la vagina segregue fluidos de forma constante, éstos varían en consistencia y cantidad durante el ciclo menstrual. Según explica la sexóloga Lucía Jiménez, asesora de Diversual, sus fluctuaciones responden a los cambios hormonales relacionados con los niveles de estrógeno y progesterona . Así, cuando se acerca la ovulación se produce un pico de estrógenos que desciende posteriormente dando lugar a un aumento de la progesterona. Cuando los estrógenos descienden, es cuando la secreción vaginal tiende a disminuir. También se produce una lubricación natural con la excitación sexual , pues aumenta el flujo sanguíneo hacia los genitales, lo que facilita la expulsión de fluido en la vagina. Igualmente se secretan fluidos por parte de dos glándulas que se encuentran a ambos lados de la entrada de la vagina, que se denominan « glándulas de Bartolino » y cuya obstrucción puede dar lugar a una inflamación dolorosa que también puede producir sequedad vaginal. La lubricación , por tanto, depende de muchos factores. Y aunque los niveles de estrógenos suelen estar detrás de muchos de los problemas de la falta de lubricación y ésta comienza a hacerse notable en la perimenopausia y la menopausia, lo cierto es que se pueden tener unos bajos niveles de estrógenos a cualquier edad y, por tanto, una menor lubricación. En este sentido, la doctora María Fasero, de la Unidad de Menopausia Saludable del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela aclara que otras situaciones que pueden provocar un descenso de los estrógenos son el posparto , la lactancia , la toma de anticonceptivos o los tratamientos oncológicos como la radioterapia a nivel de aparato genital inferior, o aquellos en los que se emplean fármacos antiestrogénicos como es en el cáncer de mama. Comparte esta opinión Adnane Kabaj, experto en bienestar sexual de Inty Essential, quien aclara que el consumo de ciertos medicamentos y la aplicación de tratamientos médicos oncológicos (quimioterapia y radioterapia) afectan especialmente al estado de la mucosa vaginal reduciendo su elasticidad y su hidratación. Noticia Relacionada Nosotras, las menopáusicas visual No Pódcast | Hablemos de sexo en la menopausia ABC PódcastOtro de los factores que puede influir es el estado de la musculatura pélvica , ya que en muchos casos la excesiva rigidez o la falta de tono muscular impide que el tejido sea lo suficientemente elástico y esto afecta especialmente a la lubricación. Por eso la sexóloga de Diversual explica una buena forma de mejorar este aspecto es la masturbación , ya que las contracciones pélvicas que se producen durante esta estimulación permiten mantener los músculos vaginales en un estado óptimo. Aunque si las molestias persisten lo más adecuado sería acudir a la consulta de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico que, tras un examen y varias pruebas, recomendará ejercicios específicos para cada caso.Igualmente el estrés y los malos hábitos, especialmente el tabaco y la falta de hidratación pueden influir en la lubricación vaginal. Así, la Doctora Lorena Serrano, ginecóloga del Instituto Catalán de la Salud, explica que determinados tratamientos como los antidepresivos o antihistamínicos se han asociado a una disminución en la lubricación vaginal normal, así como una limpieza excesiva de los genitales a base de duchas vaginales y jabones agresivos que pueden alterar la microbiota vaginal y provocar alteraciones en ella que afectan a la lubricación.¿Y si la causa es psicológica? Según explica la sexóloga Ruth González Ousset algunos aspectos psicológicos pueden derivar en sequedad vaginal . «Puede ser porque no nos encontremos a bien con nuestro propio cuerpo, porque estemos enfadados con nuestra pareja, porque estemos tristes o estresados, porque no nos aceptamos como somos», comenta. La experta aclara que la respuesta sexual humana tiene cinco fases : deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución. Y que, en el momento que falla una de ellas eso puede afectar a la falta de lubricación vaginal. «Si estamos muy estresados, o tristes, nos va a costar mucho sentir deseo, por lo que no vamos a llegar «bien» a la fase de excitación y vamos a experimentar sequedad», explica. Otro problema que se puede encontrar es entrar «en bucle», es decir, que llegue el momento en el que la causa de la sequedad vaginal sea el propio agobio que nos produce experimentarla. «El cerebro nos juega malas pasadas . En estos casos es importante beber agua antes de mantener relaciones, para estar hidratados. Y también es aconsejable recurrir a lubricantes. No hay que tener vergüenza por usarlos porque son muy comunes y porque además las relaciones con ellos son mucho más placenteras», revela.El lubricante, una solución eficazLa mejor solución a la sequedad vaginal es el uso de lubricantes , según explican en Diversual. De hecho los expertos aclaran que muchas personas lo utilizan incluso cuando no tienen problemas con la lubricación, pues produce sensaciones agradables y placenteras. También se utiliza cuando la relación sexual, sobre todo si hay penetración, se alarga. Ya que la fricción repetida hace que la lubricación desaparezca. A la hora de elegir un lubricante, es importante saber cuál va a ser su uso:Si se va a utilizar un preservativo, el lubricante tiene que ser compatible con el látex; los lubricantes de base de agua o base de silicona son los adecuados. Cabe destacar que los únicos compatibles tanto con preservativos como con juguetes sexuales son los lubricantes de base de agua. Estos suelen ser ligeros, no manchan nada y son respetuosos con el cuerpo. Por otro lado, los de base de silicona son algo más densos, por lo que para prácticas anales pueden ser más indicados.Los lubricantes de base de aceite no son los indicados para la penetración vaginal, ya que pueden alterar el pH, y manchan más, pero para disfrutar de masajes externos son ideales. Tampoco son compatibles con juguetes sexuales.Noticias relacionadas estandar No ¿Cuánto tiempo sin sexo es demasiado? Raquel Alcolea estandar No Famosas, películas y series: ¿Nos faltan referentes que hablen de la menopausia? Raquel AlcoleaGtrPor su parte, los expertos de Inty Essentials destacan estos factores que se deben tener en cuenta para elegir los más adecuados:- Composición limpia y segura: es aconsejable elegir productos sin disruptores endocrinos ni irritantes, como fragancias o parabenos. Por ejemplo, algunos lubricantes convencionales contienen glicoles o propanediol, que pueden ser irritantes para las mucosas sensibles. – Compatibilidad con preservativos: Los lubricantes a base de agua son ideales para evitar problemas de seguridad, ya que son compatibles con preservativos de látex y poliisopreno. En cambio, los lubricantes a base de aceite pueden comprometer la integridad de los preservativos, aumentando el riesgo de rotura. – pH equilibrado: Es esencial que el lubricante respete el equilibrio natural de la flora vaginal. Un pH ácido, similar al del entorno vaginal saludable (entre 3,8 y 4,5), ayuda a mantener la microbiota en equilibrio y previene infecciones. – Osmolaridad adecuada: Un lubricante con una osmolaridad cercana a la del moco vaginal evita la deshidratación de las células epiteliales y previene irritaciones. Lubricantes con alta osmolaridad pueden extraer agua de las células vaginales, empeorando la sequedad. – Textura y duración: Según las preferencias, existen opciones con texturas ligeras o más densas para mayor confort. Los lubricantes a base de silicona, por ejemplo, ofrecen una lubricación más duradera, aunque pueden no ser compatibles con ciertos juguetes sexuales de silicona.Además, es recomendable evitar remedios caseros no comprobados científicamente, como el uso de aceites naturales (como el aceite de coco o el de oliva) que, aunque puedan parecer inofensivos, pueden alterar el pH vaginal y no son compatibles con preservativos.Autocuidado y probióticosTambién resultará útil para mantener una buena salud vaginal seguir hábitos saludables como la práctica deportiva regular, evitar el tabaco y controlar tanto el peso como la tensión arterial y el colesterol. Incluso una vida sexual activa puede resultar, en el caso de que no exista dolor, un tratamiento natural para evitar la sequedad vaginal desde el punto de vista fisiológico pues, según apunta la Dra. Fasero, esos pequeños microtraumatismos que se producen durante el coito pueden estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos y fibras de colágeno que mejoraran la elasticidad de la vagina y el flujo vaginal. Se puede considerar también el uso de suplementos con probióticos especialmente cuando esa persona se va a someter a un tratamiento con antibióticos orales, ya que esto destruyen tanto las bacterias patógenas como el ecosistema vaginal. En este sentido los expertos aconsejan consultar con un profesional pues conviene ser orientado para elegir el tipo de cepa más adecuado para cada caso.Si hablamos de alimentación, los probióticos se pueden encontrar, por ejemplo, en el yogur, el kéfir, la kombucha, los encurtidos, el chucrut y el kimchi. Por último cabe destacar que si el uso de lubricantes y los hábitos saludables no resultan suficientes para aliviar las molestias de la sequedad vaginal es aconsejable acudir a una consulta ginecológicas para descartar otras patologías. Puede manifestarse en forma de picor , irritación, rojeces o dolor y afecta no solo a la calidad de las relaciones sexuales sino también al estado de ánimo o incluso a la libido. Y aunque la vagina segregue fluidos de forma constante, éstos varían en consistencia y cantidad durante el ciclo menstrual. Según explica la sexóloga Lucía Jiménez, asesora de Diversual, sus fluctuaciones responden a los cambios hormonales relacionados con los niveles de estrógeno y progesterona . Así, cuando se acerca la ovulación se produce un pico de estrógenos que desciende posteriormente dando lugar a un aumento de la progesterona. Cuando los estrógenos descienden, es cuando la secreción vaginal tiende a disminuir. También se produce una lubricación natural con la excitación sexual , pues aumenta el flujo sanguíneo hacia los genitales, lo que facilita la expulsión de fluido en la vagina. Igualmente se secretan fluidos por parte de dos glándulas que se encuentran a ambos lados de la entrada de la vagina, que se denominan « glándulas de Bartolino » y cuya obstrucción puede dar lugar a una inflamación dolorosa que también puede producir sequedad vaginal. La lubricación , por tanto, depende de muchos factores. Y aunque los niveles de estrógenos suelen estar detrás de muchos de los problemas de la falta de lubricación y ésta comienza a hacerse notable en la perimenopausia y la menopausia, lo cierto es que se pueden tener unos bajos niveles de estrógenos a cualquier edad y, por tanto, una menor lubricación. En este sentido, la doctora María Fasero, de la Unidad de Menopausia Saludable del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela aclara que otras situaciones que pueden provocar un descenso de los estrógenos son el posparto , la lactancia , la toma de anticonceptivos o los tratamientos oncológicos como la radioterapia a nivel de aparato genital inferior, o aquellos en los que se emplean fármacos antiestrogénicos como es en el cáncer de mama. Comparte esta opinión Adnane Kabaj, experto en bienestar sexual de Inty Essential, quien aclara que el consumo de ciertos medicamentos y la aplicación de tratamientos médicos oncológicos (quimioterapia y radioterapia) afectan especialmente al estado de la mucosa vaginal reduciendo su elasticidad y su hidratación. Noticia Relacionada Nosotras, las menopáusicas visual No Pódcast | Hablemos de sexo en la menopausia ABC PódcastOtro de los factores que puede influir es el estado de la musculatura pélvica , ya que en muchos casos la excesiva rigidez o la falta de tono muscular impide que el tejido sea lo suficientemente elástico y esto afecta especialmente a la lubricación. Por eso la sexóloga de Diversual explica una buena forma de mejorar este aspecto es la masturbación , ya que las contracciones pélvicas que se producen durante esta estimulación permiten mantener los músculos vaginales en un estado óptimo. Aunque si las molestias persisten lo más adecuado sería acudir a la consulta de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico que, tras un examen y varias pruebas, recomendará ejercicios específicos para cada caso.Igualmente el estrés y los malos hábitos, especialmente el tabaco y la falta de hidratación pueden influir en la lubricación vaginal. Así, la Doctora Lorena Serrano, ginecóloga del Instituto Catalán de la Salud, explica que determinados tratamientos como los antidepresivos o antihistamínicos se han asociado a una disminución en la lubricación vaginal normal, así como una limpieza excesiva de los genitales a base de duchas vaginales y jabones agresivos que pueden alterar la microbiota vaginal y provocar alteraciones en ella que afectan a la lubricación.¿Y si la causa es psicológica? Según explica la sexóloga Ruth González Ousset algunos aspectos psicológicos pueden derivar en sequedad vaginal . «Puede ser porque no nos encontremos a bien con nuestro propio cuerpo, porque estemos enfadados con nuestra pareja, porque estemos tristes o estresados, porque no nos aceptamos como somos», comenta. La experta aclara que la respuesta sexual humana tiene cinco fases : deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución. Y que, en el momento que falla una de ellas eso puede afectar a la falta de lubricación vaginal. «Si estamos muy estresados, o tristes, nos va a costar mucho sentir deseo, por lo que no vamos a llegar «bien» a la fase de excitación y vamos a experimentar sequedad», explica. Otro problema que se puede encontrar es entrar «en bucle», es decir, que llegue el momento en el que la causa de la sequedad vaginal sea el propio agobio que nos produce experimentarla. «El cerebro nos juega malas pasadas . En estos casos es importante beber agua antes de mantener relaciones, para estar hidratados. Y también es aconsejable recurrir a lubricantes. No hay que tener vergüenza por usarlos porque son muy comunes y porque además las relaciones con ellos son mucho más placenteras», revela.El lubricante, una solución eficazLa mejor solución a la sequedad vaginal es el uso de lubricantes , según explican en Diversual. De hecho los expertos aclaran que muchas personas lo utilizan incluso cuando no tienen problemas con la lubricación, pues produce sensaciones agradables y placenteras. También se utiliza cuando la relación sexual, sobre todo si hay penetración, se alarga. Ya que la fricción repetida hace que la lubricación desaparezca. A la hora de elegir un lubricante, es importante saber cuál va a ser su uso:Si se va a utilizar un preservativo, el lubricante tiene que ser compatible con el látex; los lubricantes de base de agua o base de silicona son los adecuados. Cabe destacar que los únicos compatibles tanto con preservativos como con juguetes sexuales son los lubricantes de base de agua. Estos suelen ser ligeros, no manchan nada y son respetuosos con el cuerpo. Por otro lado, los de base de silicona son algo más densos, por lo que para prácticas anales pueden ser más indicados.Los lubricantes de base de aceite no son los indicados para la penetración vaginal, ya que pueden alterar el pH, y manchan más, pero para disfrutar de masajes externos son ideales. Tampoco son compatibles con juguetes sexuales.Noticias relacionadas estandar No ¿Cuánto tiempo sin sexo es demasiado? Raquel Alcolea estandar No Famosas, películas y series: ¿Nos faltan referentes que hablen de la menopausia? Raquel AlcoleaGtrPor su parte, los expertos de Inty Essentials destacan estos factores que se deben tener en cuenta para elegir los más adecuados:- Composición limpia y segura: es aconsejable elegir productos sin disruptores endocrinos ni irritantes, como fragancias o parabenos. Por ejemplo, algunos lubricantes convencionales contienen glicoles o propanediol, que pueden ser irritantes para las mucosas sensibles. – Compatibilidad con preservativos: Los lubricantes a base de agua son ideales para evitar problemas de seguridad, ya que son compatibles con preservativos de látex y poliisopreno. En cambio, los lubricantes a base de aceite pueden comprometer la integridad de los preservativos, aumentando el riesgo de rotura. – pH equilibrado: Es esencial que el lubricante respete el equilibrio natural de la flora vaginal. Un pH ácido, similar al del entorno vaginal saludable (entre 3,8 y 4,5), ayuda a mantener la microbiota en equilibrio y previene infecciones. – Osmolaridad adecuada: Un lubricante con una osmolaridad cercana a la del moco vaginal evita la deshidratación de las células epiteliales y previene irritaciones. Lubricantes con alta osmolaridad pueden extraer agua de las células vaginales, empeorando la sequedad. – Textura y duración: Según las preferencias, existen opciones con texturas ligeras o más densas para mayor confort. Los lubricantes a base de silicona, por ejemplo, ofrecen una lubricación más duradera, aunque pueden no ser compatibles con ciertos juguetes sexuales de silicona.Además, es recomendable evitar remedios caseros no comprobados científicamente, como el uso de aceites naturales (como el aceite de coco o el de oliva) que, aunque puedan parecer inofensivos, pueden alterar el pH vaginal y no son compatibles con preservativos.Autocuidado y probióticosTambién resultará útil para mantener una buena salud vaginal seguir hábitos saludables como la práctica deportiva regular, evitar el tabaco y controlar tanto el peso como la tensión arterial y el colesterol. Incluso una vida sexual activa puede resultar, en el caso de que no exista dolor, un tratamiento natural para evitar la sequedad vaginal desde el punto de vista fisiológico pues, según apunta la Dra. Fasero, esos pequeños microtraumatismos que se producen durante el coito pueden estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos y fibras de colágeno que mejoraran la elasticidad de la vagina y el flujo vaginal. Se puede considerar también el uso de suplementos con probióticos especialmente cuando esa persona se va a someter a un tratamiento con antibióticos orales, ya que esto destruyen tanto las bacterias patógenas como el ecosistema vaginal. En este sentido los expertos aconsejan consultar con un profesional pues conviene ser orientado para elegir el tipo de cepa más adecuado para cada caso.Si hablamos de alimentación, los probióticos se pueden encontrar, por ejemplo, en el yogur, el kéfir, la kombucha, los encurtidos, el chucrut y el kimchi. Por último cabe destacar que si el uso de lubricantes y los hábitos saludables no resultan suficientes para aliviar las molestias de la sequedad vaginal es aconsejable acudir a una consulta ginecológicas para descartar otras patologías.
Puede manifestarse en forma de picor, irritación, rojeces o dolor y afecta no solo a la calidad de las relaciones sexuales sino también al estado de ánimo o incluso a la libido. Y aunque la vagina segregue fluidos de forma constante, éstos varían en consistencia y cantidad durante el ciclo menstrual. Según explica la sexóloga Lucía Jiménez, asesora de Diversual, sus fluctuaciones responden a los cambios hormonales relacionados con los niveles de estrógeno y progesterona. Así, cuando se acerca la ovulación se produce un pico de estrógenos que desciende posteriormente dando lugar a un aumento de la progesterona. Cuando los estrógenos descienden, es cuando la secreción vaginal tiende a disminuir.
También se produce una lubricación natural con la excitación sexual, pues aumenta el flujo sanguíneo hacia los genitales, lo que facilita la expulsión de fluido en la vagina. Igualmente se secretan fluidos por parte de dos glándulas que se encuentran a ambos lados de la entrada de la vagina, que se denominan «glándulas de Bartolino» y cuya obstrucción puede dar lugar a una inflamación dolorosa que también puede producir sequedad vaginal.
La lubricación, por tanto, depende de muchos factores. Y aunque los niveles de estrógenos suelen estar detrás de muchos de los problemas de la falta de lubricación y ésta comienza a hacerse notable en la perimenopausia y la menopausia, lo cierto es que se pueden tener unos bajos niveles de estrógenos a cualquier edad y, por tanto, una menor lubricación. En este sentido, la doctora María Fasero, de la Unidad de Menopausia Saludable del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela aclara que otras situaciones que pueden provocar un descenso de los estrógenos son el posparto, la lactancia, la toma de anticonceptivos o los tratamientos oncológicos como la radioterapia a nivel de aparato genital inferior, o aquellos en los que se emplean fármacos antiestrogénicos como es en el cáncer de mama.
Comparten esta opinión en Inty Essential, donde aclaran que el consumo de ciertos medicamentos y la aplicación de tratamientos médicos oncológicos (quimioterapia y radioterapia) afectan especialmente al estado de la mucosa vaginal reduciendo su elasticidad y su hidratación.
Otro de los factores que puede influir es el estado de la musculatura pélvica, ya que en muchos casos la excesiva rigidez o la falta de tono muscular impide que el tejido sea lo suficientemente elástico y esto afecta especialmente a la lubricación. Por eso la sexóloga de Diversual explica una buena forma de mejorar este aspecto es la masturbación, ya que las contracciones pélvicas que se producen durante esta estimulación permiten mantener los músculos vaginales en un estado óptimo. Aunque si las molestias persisten lo más adecuado sería acudir a la consulta de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico que, tras un examen y varias pruebas, recomendará ejercicios específicos para cada caso.
Igualmente el estrés y los malos hábitos, especialmente el tabaco y la falta de hidratación pueden influir en la lubricación vaginal. Así, la Doctora Lorena Serrano, ginecóloga del Instituto Catalán de la Salud, explica que determinados tratamientos como los antidepresivos o antihistamínicos se han asociado a una disminución en la lubricación vaginal normal, así como una limpieza excesiva de los genitales a base de duchas vaginales y jabones agresivos que pueden alterar la microbiota vaginal y provocar alteraciones en ella que afectan a la lubricación.
El lubricante, una solución eficaz
La mejor solución a la sequedad vaginal es el uso de lubricantes, según explican en Diversual. De hecho los expertos aclaran que muchas personas lo utilizan incluso cuando no tienen problemas con la lubricación, pues produce sensaciones agradables y placenteras. También se utiliza cuando la relación sexual, sobre todo si hay penetración, se alarga. Ya que la fricción repetida hace que la lubricación desaparezca.
A la hora de elegir un lubricante, es importante saber cuál va a ser su uso:
Si se va a utilizar un preservativo, el lubricante tiene que ser compatible con el látex; los lubricantes de base de agua o base de silicona son los adecuados. Cabe destacar que los únicos compatibles tanto con preservativos como con juguetes sexuales son los lubricantes de base de agua. Estos suelen ser ligeros, no manchan nada y son respetuosos con el cuerpo. Por otro lado, los de base de silicona son algo más densos, por lo que para prácticas anales pueden ser más indicados.
Los lubricantes de base de aceite no son los indicados para la penetración vaginal, ya que pueden alterar el pH, y manchan más, pero para disfrutar de masajes externos son ideales. Tampoco son compatibles con juguetes sexuales.
Por su parte, los expertos de Inty Essentials destacan estos factores que se deben tener en cuenta para elegir los más adecuados:
– Composición limpia y segura: es aconsejable elegir productos sin disruptores endocrinos ni irritantes, como fragancias o parabenos. Por ejemplo, algunos lubricantes convencionales contienen glicoles o propanediol, que pueden ser irritantes para las mucosas sensibles.
– Compatibilidad con preservativos: Los lubricantes a base de agua son ideales para evitar problemas de seguridad, ya que son compatibles con preservativos de látex y poliisopreno. En cambio, los lubricantes a base de aceite pueden comprometer la integridad de los preservativos, aumentando el riesgo de rotura.
– pH equilibrado: Es esencial que el lubricante respete el equilibrio natural de la flora vaginal. Un pH ácido, similar al del entorno vaginal saludable (entre 3,8 y 4,5), ayuda a mantener la microbiota en equilibrio y previene infecciones.
– Osmolaridad adecuada: Un lubricante con una osmolaridad cercana a la del moco vaginal evita la deshidratación de las células epiteliales y previene irritaciones. Lubricantes con alta osmolaridad pueden extraer agua de las células vaginales, empeorando la sequedad.
– Textura y duración: Según las preferencias, existen opciones con texturas ligeras o más densas para mayor confort. Los lubricantes a base de silicona, por ejemplo, ofrecen una lubricación más duradera, aunque pueden no ser compatibles con ciertos juguetes sexuales de silicona.
Además, es recomendable evitar remedios caseros no comprobados científicamente, como el uso de aceites naturales (como el aceite de coco o el de oliva) que, aunque puedan parecer inofensivos, pueden alterar el pH vaginal y no son compatibles con preservativos.
Autocuidado y probióticos
También resultará útil para mantener una buena salud vaginal seguir hábitos saludables como la práctica deportiva regular, evitar el tabaco y controlar tanto el peso como la tensión arterial y el colesterol. Incluso una vida sexual activa puede resultar, en el caso de que no exista dolor, un tratamiento natural para evitar la sequedad vaginal desde el punto de vista fisiológico pues, según apunta la Dra. Fasero, esos pequeños microtraumatismos que se producen durante el coito pueden estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos y fibras de colágeno que mejoraran la elasticidad de la vagina y el flujo vaginal.
Se puede considerar también el uso de suplementos con probióticos especialmente cuando esa persona se va a someter a un tratamiento con antibióticos orales, ya que esto destruyen tanto las bacterias patógenas como el ecosistema vaginal. En este sentido los expertos aconsejan consultar con un profesional pues conviene ser orientado para elegir el tipo de cepa más adecuado para cada caso.
Si hablamos de alimentación, los probióticos se pueden encontrar, por ejemplo, en el yogur, el kéfir, la kombucha, los encurtidos, el chucrut y el kimchi.
Por último cabe destacar que si el uso de lubricantes y los hábitos saludables no resultan suficientes para aliviar las molestias de la sequedad vaginal es aconsejable acudir a una consulta ginecológicas para descartar otras patologías.
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