Tras compaginar su trabajo como arquitecta con sus estudios de interpretación durante dos años, Cayetana Cabezas decide dedicarse a los escenarios de lleno. Tal como cuenta en conversación con La Vanguardia,su decisión fue “inevitable”, dado que incluso sus compañeras de despacho de arquitectura advirtieron a la actriz de la pasión que transmitía al volver de sus clases de Interpretación. “No era feliz en la arquitectura y no me podía permitir no ser feliz”, asegura.
La intérprete reflexiona sobre su giro profesional y su consolidación en los escenarios y los platós Tras compaginar su trabajo como arquitecta con sus estudios de interpretación durante dos años, Cayetana Cabezas decide dedicarse a los escenarios de lleno. Tal como cuenta en conversación con La Vanguardia,su decisión fue “inevitable”, dado que incluso sus compañeras de despacho de arquitectura advirtieron a la actriz de la pasión que transmitía al volver de sus clases de Interpretación. “No era feliz en la arquitectura y no me podía permitir no ser feliz”, asegura.
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