La Policía Local de Melilla , en colaboración con los inspectores de Sanidad de la Ciudad Autónoma (CAM), ha procedido a la clausura de un almacén de productos de alimentación y congelados ubicado en una nave, «tras constatar graves irregularidades que ponían en riesgo la salud pública». La intervención se ha producido tras denunciar los vecinos «un fuerte olor a pescado en descomposición» . Los agentes han intervenido más de 100.000 kilos de productos alimenticios para su destrucción.Según ha informado la Consejería de Seguridad Ciudadana, la intervención se produjo cuando agentes del Grupo de Vigilancia Administrativa y Medio Ambiental realizaron una inspección en la nave a raíz de reiteradas quejas vecinales por ruidos molestos y fuertes olores en la zona. Durante la inspección, los agentes detectaron en el patio exterior un remolque frigorífico en funcionamiento que generaba un elevado nivel de ruido, además de un intenso olor a pescado en descomposición.Las diligencias posteriores permitieron comprobar que la nave, destinada al almacenamiento de productos alimenticios y congelados, llevaba quince días sin suministro eléctrico, por lo que intentaban conservar la mercancía perecedera mediante un generador y el camión frigorífico detectado.Noticia Relacionada estandar No Cae una organización que trasladaba migrantes marroquíes a Granada y Almería de manera irregular a más de 12.000 euros el trayecto ABC Andalucía Los trece detenidos integraban una red que utilizaba embarcaciones recreativas para alcanzar las costa andaluzaEn el interior de la instalación, los agentes localizaron una cámara frigorífica de gran capacidad completamente llena de productos. Sin embargo, estos empezaban a perder sus propiedades de congelación, como evidenciaba el suelo encharcado y las constantes filtraciones de agua procedentes de los palés de mercancía. Los síntomas evidenciaron la ruptura de la cadena de frío , lo que suponía un grave riesgo sanitario al no garantizarse la aptitud de los productos para el consumo humano.Ante esta situación, se requirió la presencia de inspectores de Sanidad de la Ciudad Autónoma de Melilla, quienes confirmaron las deficiencias detectadas y ordenaron la clausura inmediata de la nave , así como la destrucción de la totalidad de la mercancía, que en su mayoría se encontraba descongelada o en proceso de descongelación.Cinco días para llevar a cabo el dispositivoDurante cinco días, un dispositivo conjunto formado por Policía Local, inspectores de Sanidad y operarios especializados llevó a cabo la retirada y destrucción de los productos almacenados, cuyo peso total ascendía a 100.000 kilogramos.El portavoz policial ha destacado que además de la clausura del establecimiento y la destrucción de la mercancía, la empresa responsable ha sido denunciada por carecer de la preceptiva licencia de apertura para el desarrollo de esta actividad. La Policía Local de Melilla , en colaboración con los inspectores de Sanidad de la Ciudad Autónoma (CAM), ha procedido a la clausura de un almacén de productos de alimentación y congelados ubicado en una nave, «tras constatar graves irregularidades que ponían en riesgo la salud pública». La intervención se ha producido tras denunciar los vecinos «un fuerte olor a pescado en descomposición» . Los agentes han intervenido más de 100.000 kilos de productos alimenticios para su destrucción.Según ha informado la Consejería de Seguridad Ciudadana, la intervención se produjo cuando agentes del Grupo de Vigilancia Administrativa y Medio Ambiental realizaron una inspección en la nave a raíz de reiteradas quejas vecinales por ruidos molestos y fuertes olores en la zona. Durante la inspección, los agentes detectaron en el patio exterior un remolque frigorífico en funcionamiento que generaba un elevado nivel de ruido, además de un intenso olor a pescado en descomposición.Las diligencias posteriores permitieron comprobar que la nave, destinada al almacenamiento de productos alimenticios y congelados, llevaba quince días sin suministro eléctrico, por lo que intentaban conservar la mercancía perecedera mediante un generador y el camión frigorífico detectado.Noticia Relacionada estandar No Cae una organización que trasladaba migrantes marroquíes a Granada y Almería de manera irregular a más de 12.000 euros el trayecto ABC Andalucía Los trece detenidos integraban una red que utilizaba embarcaciones recreativas para alcanzar las costa andaluzaEn el interior de la instalación, los agentes localizaron una cámara frigorífica de gran capacidad completamente llena de productos. Sin embargo, estos empezaban a perder sus propiedades de congelación, como evidenciaba el suelo encharcado y las constantes filtraciones de agua procedentes de los palés de mercancía. Los síntomas evidenciaron la ruptura de la cadena de frío , lo que suponía un grave riesgo sanitario al no garantizarse la aptitud de los productos para el consumo humano.Ante esta situación, se requirió la presencia de inspectores de Sanidad de la Ciudad Autónoma de Melilla, quienes confirmaron las deficiencias detectadas y ordenaron la clausura inmediata de la nave , así como la destrucción de la totalidad de la mercancía, que en su mayoría se encontraba descongelada o en proceso de descongelación.Cinco días para llevar a cabo el dispositivoDurante cinco días, un dispositivo conjunto formado por Policía Local, inspectores de Sanidad y operarios especializados llevó a cabo la retirada y destrucción de los productos almacenados, cuyo peso total ascendía a 100.000 kilogramos.El portavoz policial ha destacado que además de la clausura del establecimiento y la destrucción de la mercancía, la empresa responsable ha sido denunciada por carecer de la preceptiva licencia de apertura para el desarrollo de esta actividad.
La intervención se ha producido tras denunciar los vecinos «un fuerte olor a pescado en descomposición»
La Policía Local de Melilla, en colaboración con los inspectores de Sanidad de la Ciudad Autónoma (CAM), ha procedido a la clausura de un almacén de productos de alimentación y congelados ubicado en una nave, «tras constatar graves irregularidades que ponían en riesgo la salud pública». La intervención se ha producido tras denunciar los vecinos «un fuerte olor a pescado en descomposición». Los agentes han intervenido más de 100.000 kilos de productos alimenticios para su destrucción.
Según ha informado la Consejería de Seguridad Ciudadana, la intervención se produjo cuando agentes del Grupo de Vigilancia Administrativa y Medio Ambiental realizaron una inspección en la nave a raíz de reiteradas quejas vecinales por ruidos molestos y fuertes olores en la zona. Durante la inspección, los agentes detectaron en el patio exterior un remolque frigorífico en funcionamiento que generaba un elevado nivel de ruido, además de un intenso olor a pescado en descomposición.
Las diligencias posteriores permitieron comprobar que la nave, destinada al almacenamiento de productos alimenticios y congelados, llevaba quince días sin suministro eléctrico, por lo que intentaban conservar la mercancía perecedera mediante un generador y el camión frigorífico detectado.
En el interior de la instalación, los agentes localizaron una cámara frigorífica de gran capacidad completamente llena de productos. Sin embargo, estos empezaban a perder sus propiedades de congelación, como evidenciaba el suelo encharcado y las constantes filtraciones de agua procedentes de los palés de mercancía. Los síntomas evidenciaron la ruptura de la cadena de frío, lo que suponía un grave riesgo sanitario al no garantizarse la aptitud de los productos para el consumo humano.
Ante esta situación, se requirió la presencia de inspectores de Sanidad de la Ciudad Autónoma de Melilla, quienes confirmaron las deficiencias detectadas y ordenaron la clausura inmediata de la nave, así como la destrucción de la totalidad de la mercancía, que en su mayoría se encontraba descongelada o en proceso de descongelación.
Cinco días para llevar a cabo el dispositivo
Durante cinco días, un dispositivo conjunto formado por Policía Local, inspectores de Sanidad y operarios especializados llevó a cabo la retirada y destrucción de los productos almacenados, cuyo peso total ascendía a 100.000 kilogramos.
El portavoz policial ha destacado que además de la clausura del establecimiento y la destrucción de la mercancía, la empresa responsable ha sido denunciada por carecer de la preceptiva licencia de apertura para el desarrollo de esta actividad.
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