El caso Doppia Curva ya tiene sentencia. La jueza de instrucción de Milán considera probada la participación de los líderes de las curvas de animación del AC Milan y del Inter en diferentes delitos. Andrea Beretta, exlíder de la Inter Curva Nord, que colaboró con la Justicia en el esclarecimiento del caso, ha sido condenado a diez años de cárcel por el asesinato Antonio Bellocco, descendiente del clan ‘Ndrangheta’, y por asociación delictiva con agravantes mafiosos. Luca Lucci, líder de la Curva Sud de Milán, también ha sido penado con diez años de prisión por instigar el intento de asesinato del ultra Enzo Anghinelli y de asociación delictiva.
Un juez milanés considera probados los lazos delictivos con la ‘Ndrangheta y la responsabilidad en un intento de asesinato
El caso Doppia Curva ya tiene sentencia. La jueza de instrucción de Milán considera probada la participación de los líderes de las curvas de animación del AC Milan y del Inter en diferentes delitos. Andrea Beretta, exlíder de la Inter Curva Nord, que colaboró con la Justicia en el esclarecimiento del caso, ha sido condenado a diez años de cárcel por el asesinato Antonio Bellocco, descendiente del clan ‘Ndrangheta’, y por asociación delictiva con agravantes mafiosos. Luca Lucci, líder de la Curva Sud de Milán, también ha sido penado con diez años de prisión por instigar el intento de asesinato del ultra Enzo Anghinelli y de asociación delictiva.
El caso Doppia Curva paralizó Italia en el pasado otoño, con una cadena de detenciones de personas vinculados a los ultras de los equipos que conviven en el estadio milanés de San Siro que se extendió hasta mayo. Entre los cargos imputados en los arrestosse encontraban los de usura (con tasas de hasta el 400%), falsificación de facturas y extorsión. En suma, la aplicación del pizzo, la suerte de impuesto revolucionario que exigen las mafias. Este hecho podría considerarse agravante en alguno de los detenidos, ya que en Italia la colaboración con la mafia tiene esa categoría judicial.
El Inter de Milán se vio directamente implicado cuando se observó que uno de los detenidos que habló con el ya ex técnico interista, Simone Inzgahi, para obtener entradas para la final de la Champions de 2023. También en 2023 los ultras citaron en un bar al entonces jugador interista Milan Skriniar para que aclarase con ellos su futuro: tenía intención de firmar con el PSG y, en opinión de la policía, los ultras pretendían intimidarle.
Más condenas
La operación ha dejado a más ultras condenados. Entre los milanistas, cuatro radicales recibieron penas de entre cinco y tres años. Por parte de los interistas, cinco reciben penas de entre cinco y dos años.
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A Debora Turiello, la única mujer acusada y quien, según la fiscalía, habría gestionado la caja registradora del Inter, se le ha suspendido la pena.
Cuatro acusados quedan pendientes de sentencia, que se resolverá en breve, por una derivada del caso que gestiona otro Tribunal.
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