En Hollywood las prioridades son claras: no molestar a Donald Trump y, de hecho, hacer todo lo posible para caer bien al presidente de los Estados Unidos. Hay vientos conservadores en el país y los directivos quieren alinearse con ellos. ¿El último movimiento? Disney acaba de llegar a un acuerdo con Gina Carano, la actriz de The Mandalorian a quien despidieron por sus polémicas opiniones políticas y que, con la ayuda de Elon Musk y otros empresarios reaccionarios, demandó al estudio.
Es otro movimiento de la industria de Hollywood para quedar bien ante el sector conservador de los Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump
En Hollywood las prioridades son claras: no molestar a Donald Trump y, de hecho, hacer todo lo posible para caer bien al presidente de los Estados Unidos. Hay vientos conservadores en el país y los directivos quieren alinearse con ellos. ¿El último movimiento? Disney acaba de llegar a un acuerdo con Gina Carano, la actriz de The Mandalorian a quien despidieron por sus polémicas opiniones políticas y que, con la ayuda de Elon Musk y otros empresarios reaccionarios, demandó al estudio.
“The Walt Disney Company y Lucasfilm están encantados de anunciar que han llegado a un acuerdo con Gina Carano”, han informado desde el estudio, que ha querido destacar que “la señora Carano siempre fue respetada por los directos, actores y el equipo técnico, y trabajó duro para perfeccionar su oficio mientras trataba a sus colegas con amabilidad y respeto”. Ahora que “ha concluido la demanda”, desde Disney esperan “identificar oportunidades” para trabajar otra vez con la actriz en un futuro cercano.
Comunicado de Disney
“Carano siempre fue respetada por los directos, actores y el equipo técnico, y trabajó duro para perfeccionar su oficio mientras trataba a sus colegas con amabilidad y respeto”
Mientras se desconocen los términos acordados entre ambas partes, esta declaración por parte de Disney no deja lugar a dudas sobre quién ha salido victoriosa tras pactar en los despachos: Gina Carano, la luchadora profesional que se convirtió en actriz y después en icono conservador por su enfrentamiento con Disney y Lucasfilm. “Quiero dar mi más profundo agradecimiento a Elon Musk, un hombre al que nunca he conocido, que hizo de Buen Samaritano conmigo al financiar mi demanda”, ha expresado Carano, “y sin pedir nada a cambio”.
Carano fue despedida en febrero de 2021 cuando se asumía que volvería a la tercera temporada de The Mandalorian. En una serie donde apenas repetían actores, la actriz era una constante como Cara Dune. Pero fue despedida por su uso de las redes sociales. Insinuó que el progresismo era como el nazismo, que ser republicano era como ser judío durante el Holocausto, aparte de apoyar la teoría de la conspiración de Trump sobre las elecciones o dar likes a tuits tránsfobos, actitud por la que rectificó.
Comunicado de Carano
“Quiero dar mi más profundo agradecimiento a Elon Musk, un hombre al que nunca he conocido, que hizo de Buen Samaritano conmigo al financiar mi demanda”
Es interesante, por lo tanto, ver cómo ha cambiado el discurso de Disney desde que la despidió: de acusarla de “trivializar públicamente con el Holocausto al comparar las críticas a los conservadores con la aniquilación de millones de personas judías” a defender que era una buena empleada y que tienen unas ganas extraordinarias de volver a colaborar con ella. Ni tan siquiera es fácil deducir si Carano tenía posibilidades de ganar en los tribunales o si simplemente se quería satisfacer a Trump, como ha sucedido ya en otras ocasiones.
Como denunció South Park en el estreno de su temporada 27, por ejemplo, Paramount aceptó indemnizar a Donald Trump con 30 millones de dólares por el montaje de una entrevista a Kamala Harris en el programa 60 minutes. Los expertos consideraban que el presidente no podía ganar el caso pero, ante el poder ejercido por el presidente, prefirieron apaciguar sus ánimos.
El año pasado Disney pagó 15 millones a Trump (o, bueno, a su biblioteca presidencial) para acabar con una denuncia por difamación por unas declaraciones del periodista George Stephanopoulos en el canal ABC News. Y, desde un punto de vista más creativo, el estudio también ha tomado decisiones controvertidas: se especula que masculinizó al protagonista de Elio porque no entusiasmaba a los directivos que pudiera ser visto como homosexual y borró una trama trans de la serie En la victoria o en la derrota.
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