Cientos de personas han vuelto a salir a la calle por segunda noche consecutiva en el marco de una serie de protestas en la localidad de Ballymena (Irlanda del Norte) tras la detención de dos migrantes por una presunta agresión sexual, unos disturbios que se han saldado de momento con 32 policías heridos, 15 en la primera noche y 17 en la segunda.
Según las fuerzas del orden, 32 policías han resultado heridos en dos noches consecutivas de revueltas y tumultos
Cientos de personas han vuelto a salir a la calle por segunda noche consecutiva en el marco de una serie de protestas en la localidad de Ballymena (Irlanda del Norte) tras la detención de dos migrantes por una presunta agresión sexual, unos disturbios que se han saldado de momento con 32 policías heridos, 15 en la primera noche y 17 en la segunda.
La Policía, que ha vuelto a intervenir para sofocar los ataques incendiarios durante una segunda noche de violencia en las calles de Ballymena, ha alertado de que muchos de los actos perpetrados durante estas dos últimas noches están siendo investigados como posibles delitos de odio “motivados por cuestiones raciales”. Los migrantes arrestados como presuntos culpables de una violación son de nacionalidad rumana, y requirieron de un intérprete para que se les tomara declaración. El conocimiento público de ese hecho, asegura The Times, acrecentó la violencia de los disturbios.

PAUL FAITH / AFP
Al margen de los policías heridos, según reportan medios británicos cinco personas han sido arrestadas por unos disturbios en los que las fuerzas del orden han recurrido así al uso de cañones de agua y balas de goma ante el lanzamiento de cócteles molotov, piedras y travesaños de andamios situados en las inmediaciones.
Los incidentes se han extendido a Newtownabbey y Carrickfergus, en el condado de Antrim, y al norte de Belfast, la capital norirlandesa, si bien estos han sido descritos como “esporádicos” por la Policía.
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