La guerra en Ucrania ha dado un nuevo giro. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, acaba de anunciar desde la Casa Blanca que su país impondrá una nueva ronda de “sustanciales” sanciones contra Rusia, que serán públicas en las próximas horas, “después del cierre de los mercados o a primera hora de la mañana”. El nuevo cambio en la geopolítica de Washington se da un día después de que Moscú rechazara la posibilidad de un alto el fuego inmediato y de la suspensión por parte de la Casa Blanca de la reunión que tenían prevista Donald Trump y Vladimir Putin en Budapest (Hungría).
El presidente Donald Trump se reúne hoy en la Casa Blanca con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en medio de la incertidumbre tras la suspensión del encuentro con Vladimir Putin en Budapest
La guerra en Ucrania ha dado un nuevo giro. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, acaba de anunciar desde la Casa Blanca que su país impondrá una nueva ronda de “sustanciales” sanciones contra Rusia, que serán públicas en las próximas horas, “después del cierre de los mercados o a primera hora de la mañana”. El nuevo cambio en la geopolítica de Washington se da un día después de que Moscú rechazara la posibilidad de un alto el fuego inmediato y de la suspensión por parte de la Casa Blanca de la reunión que tenían prevista Donald Trump y Vladimir Putin en Budapest (Hungría).
Con esta medida, Washington busca incrementar la presión al Kremlin para forzarlo a la mesa de negociación. Sin embargo, las sanciones económicas, todavía por anunciar, podrían tener poco peso, porque EE.UU. apenas intercambia productos con Rusia. Trump ha amenazado en repetidas ocasiones con aplicar medidas punitivas contra el Kremlin si no cesaba sus bombardeos, pero nunca ha llegado a cumplir con sus amenazas. Tan solo llegó a imponer un arancel indirecto a Rusia, del 25% a India, por su compra de petróleo ruso.
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En paralelo, el periódico The Wall Street Journal ha avanzado este miércoles, citando fuentes oficiales de manera anónima, otra medida que sí puede suponer un golpe de timón importante a la guerra: EE.UU. levantará las restricciones sobre el uso que Ucrania puede hacer de los misiles occidentales de largo alcance. El presidente Trump, sin embargo, lo ha negado a través de su plataforma, Truth Social: “¡Noticia falsa! ¡EE.UU. no tiene nada que ver con esos misiles, de donde sea que vengan, o lo que Ucrania haga con ellos!”, ha publicado.
Concretamente, la exclusiva del periódico estadounidense habla de los misiles británicos Storm Shadow, que ahora podrían ser utilizados para atacar al interior de Rusia. La autoridad para aprobar este tipo de ataques la ha tenido hasta ahora el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, pero el poder de decisión se descentralizará y volverá al Mando Europeo de EE.UU., según The Wall Street Journal.
Estos movimientos llegan apenas una hora antes de la reunión de Trump con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en el despacho oval. Su visita llega en medio de la incertidumbre sobre los planes de Trump para lograr un alto el fuego en Ucrania, después de su llamada de dos horas y media con Putin –en la que acordaron reunirse en Budapest– y de su encuentro el viernes pasado con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien negó la petición de venta de misiles de crucero Tomahawk, de largo alcance, que Kyiv considera la mejor herramienta de presión para forzar al Kremlin a la mesa de negociación.
Horas antes, el secretario general de la OTAN ha visitado el Capitolio, desde donde ha expresado su “plena confianza” en Trump, que “es el único que puede lograr” la paz en Europa. “Todos ustedes son ciudadanos de la nación más poderosa del mundo, y tienen un presidente con mucha experiencia gracias a su primer mandato, con una idea clara sobre cómo poner fin a esta guerra de forma duradera y definitiva”, ha dicho Rutte a los senadores.
“Tengo plena confianza en Trump, es el único que puede lograr la paz Ucrania”
“Él quiere eso. Acabar con el derramamiento de sangre, con las matanzas. Por lo tanto, su liderazgo es crucial. Lo está ejerciendo firmemente y tiene que dialogar con todos los líderes: con Putin y Zelenski, exactamente como hizo con Gaza, presionando a todas las partes implicadas para que se llegue a un acuerdo”, ha sentenciado, equiparando la posición del país invadido con el invasor.
En cuanto a la inversión de los países miembros en la alianza, Rutte ha afirmado que “desde que Trump fue reelegido, la OTAN se ha renovado y revitalizado. Decidimos en La Haya gastar el 5% en defensa, igualando el gasto de EE.UU.”, ha celebrado, aunque el país tan solo gasta alrededor del 3,4% del PIB. En las últimas semanas, Trump se ha mostrado crítico con España por desmarcarse del consenso alcanzado en La Haya y comprometerse a gastar el 2,1%, llegando a afirmar que “quizás la OTAN debería expulsar” al país de su alianza.
Rutte, que lleva todo el mandato de Trump halagando al presidente más de lo ya habitual en las visitas de líderes extranjeros, se ha mostrado convencido con que la venta de armamento estadounidense, pagado por los aliados, constituye una garantía de seguridad sólida para el futuro de Ucrania tras la guerra. El secretario general ha dicho que planteó a Trump su visita “tras un enorme éxito en Gaza”, cuando mensajeó a Trump y le ofreció hablar sobre cómo “materializar su visión de la paz en Ucrania”.
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