Ya no hay asideros a los que agarrarse en las entrañas del Palau para esconder que la temporada ha sido un rotundo fracaso. El Barça, por segundo año seguido, emprendió las vacaciones antes de tiempo sin títulos. Dos campañas en blanco que no se sufrían en la sección desde 1993. Sin duda, uno de los peores cursos desde que el baloncesto se tiñó de blaugrana en 1926.
El segundo proyecto de Juan Carlos Navarro acaba sin trofeos
Ya no hay asideros a los que agarrarse en las entrañas del Palau para esconder que la temporada ha sido un rotundo fracaso. El Barça, por segundo año seguido, emprendió las vacaciones antes de tiempo sin títulos. Dos campañas en blanco que no se sufrían en la sección desde 1993. Sin duda, uno de los peores cursos desde que el baloncesto se tiñó de blaugrana en 1926.
El Martín Carpena, donde se fraguó el triste epílogo barcelonista en los cuartos de la Liga, presenció la última actuación fallida de un equipo que ha sido irregular todo el año y nada fiable en los finales ajustados. Los blaugrana han demostrado que son capaces de ganar a un gran conjunto como el Unicaja y a los tres días, como en el segundo duelo ante los malagueños, olvidar todo el buen trabajo hecho. El mismo equipo que llega con los deberes realizados al último minuto de la eliminatoria, con las semifinales en su mano gracias a una buena renta, pero que finalmente lo echa todo por tierra.
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Un guion parecido al de los cuartos de la Euroliga ante el Mónaco: desaparecido en los dos primeros partidos, épico en los dos siguientes y desastroso en la jugada final del quinto duelo cuando tenía todo a favor para meterse en la final four . Ni en Europa, ni en la ACB, ni en la Supercopa, ni en la Copa, también apeado en los cuartos. Los trofeos ni han estado cerca.
El Barça, que no tenía dos cursos seguidos sin títulos desde 1993, afronta el verano con un presupuesto ajustado
“No le puedo reprochar nada a los jugadores”, dijo tras la derrota en Málaga un Joan Peñarroya abatido, parco en palabras tras el final de una temporada “muy dura”. Su equipo ha languidecido la mayor parte del curso en defensa, en muchos partidos bordeando o superando los 100 puntos en contra, y en ataque, sin muchas variantes tácticas, ha vivido de la inspiración de sus jugadores más anotadores, en especial Punter y Parker.
El técnico, en su primer año en el Palau, ha estado señalado desde el entorno culé casi desde el inicio del curso, por momentos en el alambre su cargo cuando peligró el billete para la Copa, pero siempre ha contado con el apoyo del vestuario y también del manager de la sección. Aún en caliente, con la debacle liguera reciente, Juan Carlos Navarro redobló su apuesta por Peñarroya, lejos de alimentar las voces que abogan por su destitución. Una confianza muy distinta a la que depositó en Roger Grimau, destituido el pasado verano tras su primer año en el banquillo.
Jorge Zapata / EFE
El único paliativo a este decepcionante año han sido las lesiones. Laprovittola, Núñez, Metu y Vesely han sido bajas de peso que el vestuario ha intentado suplir redoblando esfuerzos y minutos. Tras la fallida incorporación de Neto en noviembre, el club, dirigida la sección por Josep Cubells, decidió cerrar el grifo a más fichajes de urgencia. El resultado, a la postre, ha sido otro fracaso en el segundo proyecto netamente encabezado por la directiva de Joan Laporta.
Shengelia, un viejo conocido del baloncesto español, de 33 años, y el desconocido Myles Cale serán las primeras caras nuevas
Shengelia, un viejo conocido del baloncesto español, de 33 años, y el desconocido Myles Cale, según ha adelantado Mundo Deportivo, serán las primeras caras nuevas. El verano, sin embargo, tampoco estará marcado a priori por contrataciones de relumbrón, de nuevo ajustado el presupuesto de la sección. Tiempos difíciles en el Palau.
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