El Barça es una moneda al aire. Los blaugrana son un equipo desconcertante que peca de indolente ante cualquier rival aguerrido, deslavazado y sin compromiso, pero al siguiente partido se codea con los mejores de Europa. Una irregularidad impropia de un aspirante a títulos que un día cabrea al más culé y al otro le saca una sonrisa ilusionante. Este martes tocó lucir la mejor versión para ganar al Maccabi Tel Aviv (71-92) en el campo neutral de Belgrado, en el mítico Pionir. Los de Peñarroya volvieron a ponerse el esmoquin de la Euroliga, en desuso en la ACB, y esta vez combinaron su habitual derroche ofensivo con el mono de trabajo.
Los blaugrana exhiben su habitual derroche ofensivo y esta vez se ponen el mono de trabajo para ganar al equipo israelí en Belgrado
El Barça es una moneda al aire. Los blaugrana son un equipo desconcertante que peca de indolente ante cualquier rival aguerrido, deslavazado y sin compromiso, pero al siguiente partido se codea con los mejores de Europa. Una irregularidad impropia de un aspirante a títulos que un día cabrea al más culé y al otro le saca una sonrisa ilusionante. Este martes tocó lucir la mejor versión para ganar al Maccabi Tel Aviv (71-92) en el campo neutral de Belgrado, en el mítico Pionir. Los de Peñarroya volvieron a ponerse el esmoquin de la Euroliga, en desuso en la ACB, y esta vez combinaron su habitual derroche ofensivo con el mono de trabajo.
Las lagunas defensivas, con una media de 97 puntos encajados, estaban siendo un lastre. Quizá por esta razón, Peñarroya dio la oportunidad a Sayon Keita, de 17 años y 2,12 m, que salió de titular en detrimento de dos jugadores experimentados como Willy Hernangómez y Vesely. La apuesta fue certera, ya que el joven pívot contribuyó al despegue inicial (0-8) con cuatro puntos e intimidación bajo el aro. Después arrancaron Shengelia, Punter y Clyburn y finalmente Cale, con dos triples, el último sobre la bocina a tablero, para cerrar un gran primer cuarto (18-31).

ANDREJ CUKIC / EFE
El equipo israelí siguió siendo un muñeco de trapo en manos de un Barça espectacular en ataque, siempre capaz de hallar un lanzamiento liberado, y aplicado en el otro aro, obligando a los de Oded Kattash a tirar a canasta tras una insulsa circulación perimetral. Los blaugrana, sin sus desconexiones habituales, siguieron ensanchando sus estadísticas, en especial Cale con otros dos aciertos desde el 6,75.
Y en esas se unió a la fiesta Willy Hernangómez, en ese momento tercer pívot en la rotación, que selló una primera mitad de ensueño con 8 puntos, los dos últimos al límite del entreacto (32-60). Los israelíes, desesperados ante un huracán de baloncesto, fueron aplastados con 60 puntos, la segunda mejor puntuación barcelonista en la Euroliga al descanso. En los dos parciales iniciales, el Barça estuvo en un 79% de acierto en tiros de dos y en un 45% de tres.
Con una ventaja de 28 puntos, que llegó a los 33 (33-69) en el tercer cuarto, la segunda parte no tuvo historia. La reacción del Maccabi, aunque fuera por orgullo, nunca llegó, nefasto desde el triple. Willy aprovechó el escenario para convertirse en el máximo anotador del duelo (19), mientras que solo Santos (18) y Blatt (15) salvaron el honor amarillo. En el Barça, en cambio, todos sumaron puntos en el partido más completo, de largo, en este inicio de temporada dubitativo. Ahora solo falta saber si en el próximo encuentro, en el antinatural desplazamiento a Dubái, los blaugrana vuelven a dar la cara o saldrá otra vez cruz en la moneda.
Maccabi, 71 – Barça, 92
Maccabi Rapyd Tel Aviv (18+14+16+23): Walker (6), Blatt (15), Hoard (6), Brissett (8), Sorkin (10) -equipo inicial-, Santos (18), Dowtin (2), Rayman (1), Leaf (5), Clark (-), Gur (-) y Dibartolomeo (-).
Barça (31+29+13+19): Satoransky (8), Punter (12), Clyburn (8), Shengelia (8), Keita (4) -equipo inicial-, Marcos (4), Cale (12), Brizuela (7), Norris (5), Vesely (2), Hernangómez (19) y Parra (3).
Árbitros: Tomislav Hordov (CRO), Luka Kardum (CRO) y Steve Bittner (ALE). Sin eliminados.
Incidencias: partido de la cuarta jornada de la Euroliga disputado en el Aleksandar Nikolic Hall de Belgrado.
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