Un mal inicio y un peor final condenaron al Barça en Dubái. En la noria de la temporada esta vez tocó la versión pobre del equipo de Joan Peñarroya. El conjunto blaugrana, afectado también por un largo viaje, perdió una excelente oportunidad de seguir acumulando victorias en la Euroliga. Arrancó sin chispa y terminó colapsado. Esta vez le costó funcionar en ataque, lastrado por el pésimo partido de Punter (solo 2 puntos y de tiros libres) y el gris de Clyburn (7). Sin la aportación ofensiva de dos de sus figuras de poco sirvió la voluntad de hombres como Shengelia y Brizuela (19 puntos cada uno). Ahora que el conjunto de Peñarroya parece que ha mejorado en defensa se encontró con que le falló la muñeca que tan bien le había funcionado frente al Maccabi.
El equipo barcelonista se colapsa en el último cuarto y sufre su segunda derrota en la Euroliga
Un mal inicio y un peor final condenaron al Barça en Dubái. En la noria de la temporada esta vez tocó la versión pobre del equipo de Joan Peñarroya. El conjunto blaugrana, afectado también por un largo viaje, perdió una excelente oportunidad de seguir acumulando victorias en la Euroliga. Arrancó sin chispa y terminó colapsado. Esta vez le costó funcionar en ataque, lastrado por el pésimo partido de Punter (solo 2 puntos y de tiros libres) y el gris de Clyburn (7). Sin la aportación ofensiva de dos de sus figuras de poco sirvió la voluntad de hombres como Shengelia y Brizuela (19 puntos cada uno). Ahora que el conjunto de Peñarroya parece que ha mejorado en defensa se encontró con que le falló la muñeca que tan bien le había funcionado frente al Maccabi.
Cuando empezó el encuentro el Barça no sabía si aún estaba en Belgrado jugando ante el Maccabi, en el Palau midiéndose al Hiopos Lleida o en Dubái. Es tal la locura del calendario que los de Peñarroya recorrieron 5.000 kilómetros para desplazarse desde Serbia, donde habían vencido el martes al conjunto macabeo. Ese descoloque debió afectarles porque empezaron el partido con una pájara monumental en ataque. Los barcelonistas, en medio de un mar de errores, llegaron a perder por trece. El joven Keita había repetido en el quinteto inicial y metió la primera canasta blaugrana, un mate en un rebote ofensivo, pero los veteranos no acompañaban y ni Punter ni Clyburn se mostraban acertados. De hecho llegaron al descanso con cero puntos.
Mal partido de Clyburn y aún peor de Punter en un equipo barcelonista irregular en ataque
Aunque para entonces el panorama había cambiado. Tras un primer cuarto muy pobre el Barça se levantó. Lo hizo gracias al banquillo. Brizuela mostró su cara buena, esa en la que aporta energía y puntería, y al escolta se le sumó también el buen hacer de Joel Parra, tanto bajo los aros como desde el triple. En esa buena dinámica de trabajo se añadió Juani Marcos. El aro se hizo más grande para los blaugrana, llegaron los mates de Shengelia y los triples de Brizuela, Marcos y Parra y el Barcelona se puso por delante.
El Dubái, una miscelánea de jugadores de aquí y de allá y también con bajas, se iba descomponiendo. Sin el madridista Musa por lesión y con el exazulgrana Justin Anderson con una participación limitada por una fascitis plantar, el equipo debutante en la Euroliga recurría a los puntos de Wright, Kabengele y Bacon. Con el 33-34 del descanso todo estaba por decidir pero al menos el Barça había superado la empanada inicial y estaba dando continuidad a su defensa del día del Maccabi. Era difícil hacerlo peor sin balón que en los primeros partidos de la temporada y al menos desde ese punto de vista se notaba una mejoría.
¿Sería suficiente para ganar aunque en ataque no hubiera tanta fluidez? Porque en la otra canasta se espabilaba Clyburn con siete puntos seguidos pero era un espejismo. Punter seguía sin ver el aro y aunque el Barça se puso cinco arriba no le dio continuidad y Petrusev (23 puntos), un peligro dentro y fuera de la pintura, Wright y Bacon mantenían el partido parejo (58-56 al final del tercer cuarto).
En el último el conjunto de Dubái se escapó tras encontrar un nuevo factor, el de Bertans, que anotó ocho puntos consecutivos. Shengelia intentó liderar la reacción y el Barça no se rindió pero no fue suficiente. Y el domingo, a Málaga.
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