Cómodo resultado pero muy lejos de haber sido un duelo fácil para el Barcelona. El Olympiacos, con un inicio muy atrevido, dejó claro que todavía existen muchas lagunas en el juego azulgrana. Con el paso de los minutos y alguna decisión arbitral, como la expulsión del jugador visitante ciertamente rigurosa, las cosas se fueron clarificando para el Barcelona, pero sin mostrar ni mucho menos que el excelente resultado se sostenía en el nivel de juego. Como resultado para la Champions, extraordinario, no solo por la victoria sino por el diferencial de goles que en este nuevo sistema de clasificación tiene mucho valor. Pero como partido de referencia para intentar valorar las posibilidades del Barcelona en el clásico, la verdad es que no dio como para lanzar las campanas al vuelo.
Cómodo resultado pero muy lejos de haber sido un duelo fácil para el Barcelona. El Olympiacos, con un inicio muy atrevido, dejó claro que todavía existen muchas lagunas en el juego azulgrana. Con el paso de los minutos y alguna decisión arbitral, como la expulsión del jugador visitante ciertamente rigurosa, las cosas se fueron clarificando para el Barcelona, pero sin mostrar ni mucho menos que el excelente resultado se sostenía en el nivel de juego. Como resultado para la Champions, extraordinario, no solo por la victoria sino por el diferencial de goles que en este nuevo sistema de clasificación tiene mucho valor. Pero como partido de referencia para intentar valorar las posibilidades del Barcelona en el clásico, la verdad es que no dio como para lanzar las campanas al vuelo.Seguir leyendo…
Cómodo resultado pero muy lejos de haber sido un duelo fácil para el Barcelona. El Olympiacos, con un inicio muy atrevido, dejó claro que todavía existen muchas lagunas en el juego azulgrana. Con el paso de los minutos y alguna decisión arbitral, como la expulsión del jugador visitante ciertamente rigurosa, las cosas se fueron clarificando para el Barcelona, pero sin mostrar ni mucho menos que el excelente resultado se sostenía en el nivel de juego. Como resultado para la Champions, extraordinario, no solo por la victoria sino por el diferencial de goles que en este nuevo sistema de clasificación tiene mucho valor. Pero como partido de referencia para intentar valorar las posibilidades del Barcelona en el clásico, la verdad es que no dio como para lanzar las campanas al vuelo.
El Barcelona no se encontró cómodo en la transición del balón. Los griegos supieron presionar bien y dio la sensación de que a los azulgrana les faltaban un par de marchas. Y eso en el fútbol actual es como dejar el futuro en manos del destino. La transición no funcionó porque el equipo no supo llegar al campo contrario con distancias cortas entre sus jugadores. Lo cual mermó la capacidad de Pedri en la distribución, porque no encontró vías de pase adecuadas y cuando este jugador no protagoniza el juego, que por cierto eso es la primera vez que ocurre, el Barcelona se aleja una barbaridad de sus mejores prestaciones. Y cuando la transición en corto no existe, al Barcelona le perjudica notablemente en su capacidad defensiva a la hora de ejecutar la presión alta, ya que no cuenta con suficientes efectivos como para hacerla eficiente.
Jugar sin darlo todo en el fútbol actual es como dejar el futuro en manos del destino
Tampoco, y seguramente debido a la falta de intensidad, funcionó cuando se trató de jugar mediante la conducción. Si esta acción no se hace a un ritmo trepidante, es difícil superar una línea del equipo contrario y el factor sorpresa al ralentí es imposible de generar. Quizás uno de los que entendió que ahí existía una posibilidad para llegar al área de los griegos fue Koundé, que tuvo tres o cuatro acciones meritorias. Y ante este panorama, lo único que podía quedar era los uno contra uno en la banda, pero ya sabemos que ese no es el potencial de Rashford y Lamine Yamal está muy lejos del rendimiento de la temporada pasada.
El que nunca falla es ese agitador que se llama Fermín, un jugador que lleva en el ADN la intensidad en el juego. El canterano se convirtió en el líder que se cargó el equipo a la espalda para acceder a un hat-trick de los que estoy convencido que llegarán más.
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