Atresmedia ha vuelto a repetir un fenómeno que ya ocurrió con la serie Alba: dar una segunda vida a sus series y que éstas sean un éxito fuera de la televisión lineal. Es el caso de Ángela, la serie que se estrenó hace unos meses en Antena 3 y que ahora ha permanecido varias semanas en el número uno de las series más vistas de Netflix Leer Atresmedia ha vuelto a repetir un fenómeno que ya ocurrió con la serie Alba: dar una segunda vida a sus series y que éstas sean un éxito fuera de la televisión lineal. Es el caso de Ángela, la serie que se estrenó hace unos meses en Antena 3 y que ahora ha permanecido varias semanas en el número uno de las series más vistas de Netflix Leer
En marzo de 2020 Atresplayer pegaba el pelotazo con Veneno. Hacía menos de un año que Atresmedia había parido su plataforma de pago y ya empezaba a provocar recelos en la competencia. Desde entonces, Atresplayer se ha convertido en la plataforma considerada motor de la industria no solo por su apabullante crecimiento y evolución, sino por ser la plataforma que más apuesta por el talento español y por la diversidad. Una de las claves de su éxito es haberse arriesgado a la hora de dar una segunda y una tercera vida a sus series. Ocurrió con Veneno, la cual se estrenó primero en la plataforma de Atresmedia, después en Antena 3 y a continuación en Netflix. En cada lugar de emisión, la serie fue creciendo.
Se repitió el mismo proceso con Alba, uno de los casos más especiales de Atresplayer, pues la serie triunfó en la plataforma, triunfó después en Antena 3 y volvió a hacerlo cuando Atresmedia le dio una vida más en Netflix, convirtiéndose también en uno de los contenidos más vistos de la plataforma del Tudum. Y ha vuelto a pasar con Ángela, la serie protagonizada por Verónica Sánchez que está siendo el pelotazo del verano en Netflix, siendo la serie de habla no inglesa con más visualizaciones durante varias semanas -actualmente ocupa el segundo lugar-, y tras haber sido, primero, estrenada en Atresplayer y después en Antena 3.
Este inusual éxito, al igual que el de Alba o el de Veneno, pues ha pasado más de un año desde que se estrenó en Atresplayer, y varios meses desde que se estrenó en Antena 3, lo explica José Antonio Antón, director general de Atresemedia TV: «En la filosofía de Atresmedia está siempre mirar más allá del presente. Cuando lanzamos la plataforma sabíamos que era fundamental que el contenido pudiera tener varias ventanas de explotación: en lineal (en la tele), bajo demanda (en la plataforma) o vendiéndolo a operadores extranjeros, como hemos vendido tantas series fuera de España que han sido un éxito internacional. Ahí, en ese concepto de que el contenido es el centro del negocio y que había que buscar nuevas formas de explotación, está el germen de Atresplayer».
¿Por qué suceden éxitos como el de Ángela? «Los hábitos de consumo de los espectadores han cambiado mucho desde que llegaron las plataformas», explican expertos en programación televisiva. Para estos, la clave de casos como el de Ángela es la adaptación de las cadenas y plataformas a esos hábitos de consumo. «El espectador se ha acostumbrado a que es él el que ahora elige el qué, el cuándo y el cómo», afirman. «Ahora ya no hay necesidad de ver una serie el día que se programa en la televisión generalista, ni verla con anuncios, ni elegir si ves la serie u otro programa que se emite el mismo día. Las plataformas dan la posibilidad de esa elección y, por eso, ficciones que en la televisión lineal hicieron una audiencia discreta llegan a las plataformas y se disparan. Eso sí, esto sólo pasa cuando se está ofreciendo un producto de calidad», añaden.
Cuando Ángela se estrenó en Antena 3 le tocó luchar contra un hueso duró de roer, Supervivientes. La serie funcionó razonablemente bien, teniendo en cuenta contra quien se enfrentaba. Hizo una media del 9,5% de cuota de pantalla y 897.000 espectadores de media. Sin embargo, el impacto llegó cuando hace unas semanas la serie se estrenó en Netflix. En menos de 48 horas la serie se convirtió en el contenido de habla no inglesa con más visualizaciones de la plataforma. En la última semana de la que tiene registro la plataforma -del 7 al 13 de julio- la ficción logró casi 7 millones de visualizaciones y 35 millones de horas vistas, únicamente superada por la tercera temporada de El juego del calamar. En España, sin embargo, es Ángela actualmente la serie más vista y ya lleva varias semanas, superando al serie surcoreana o a la ficción latinoamericana Sol negro, que ocupa el tercer lugar.
Y es aquí donde entra el tercer elemento de la ecuación, ¿por qué Ángela, al igual que Veneno, Alba o Mentiras, también de Atresmedia TV y con un proceso similar, ha revivido al llegar a Netflix? Como decían unas líneas más arriba los expertos en programación, porque «esto sólo pasa cuando se está pfreciendo un productor de calidad». Ángela es una adaptación libre de los guionistas británicos Harry y Jack Williams, quienes crearon la historia original como una ficción de la violencia de género llevada al mayor de los extremos.
Preguntamos a Jaime Zatarain, Eduardo en la serie, por este fenómeno que ha sorprendido a todos, pero también a los actores. El actor no sabe cómo explicarlo, «se me escapa», nos dice. «Se me escapa como una serie en abierto que pasa sin pena ni gloria y, de repente, se convierte en este éxito», afirma. «Es increíble», insiste, aunque se muestra «muy contento» porque «detrás de una serie hay mucho esfuerzo y que tenga una segunda vida me encanta».
La serie, producida por Buendía Estudios Bizkaia con la participación de Atresmedia TV, es la adaptación española, realizada por los guionistas Sara Cano, Paula Fabra y Leire Albinarrate, de la exitosa serie británica Ángela Black, estrenada en 2021 en la cadena ITV. En ella, se narra la vida de Ángela (Verónica Sánchez), una mujer aparentemente feliz junto a su marido, Gonzalo (Daniel Grao), con quien tiene dos hijas. Pero bajo esa idílica fachada, Ángela oculta un infierno de maltrato. Siempre en tensión, el frágil equilibrio de Ángela termina de romperse cuando conoce a Eduardo (Jaime Zatarain), un antiguo compañero de instituto por el que se siente inmediatamente atraída. Sin embargo, gracias a la intervención de su mejor amiga Esther (Lucía Jiménez), Ángela descubrirá que Edu no es quién dice ser y que detrás de esa fachada de caballero salva princesas se esconde una realidad completamente diferente.
Y aunque Ángela no está basada en ningún caso real en particular, su impacto reside precisamente en que reproduce situaciones tan verosímiles que se podrían dar en cualquier hogar. De hecho, uno de los mensajes más potentes del final de la serie es la perseverancia de Ángela para destapar el verdadero rostro de Gonzalo. En un entorno donde muchos no la creían o querían hacerla quedar de loca, ella se mantuvo firme. Su decisión de no rendirse, de seguir adelante incluso cuando parecía que todo estaba en su contra llegando a entrar en un centro psiquiátrico, se convierte en una lección de coraje.
Cuando le preguntamos a Verónica Sánchez qué había aprendido de interpretar un papel como el de Ángela, la actriz aseguraba que la serie le había llevado «a sitios muy interesantes». «Quizá ese viaje a la locura que vive Ángela o que ella cree hacer, donde de repente está muy segura de lo que hace y al segundo totalmente desconcertada haya sido lo más difícil. Y, sobre todo, cuando tienes constantemente la cámara encima y tienes que intentar que esa locura sea creíble en todo momento», añadía la actriz. Tal vez, ese viaje al que se refería Verónica Sánchez es el que ahora ha convertido a la serie en un fenómeno «inesperado».
Televisión // elmundo