El fuego amenaza de nuevo al monte gallego a las puertas de una ola de calor que obligó a declarar la alerta por altas temperaturas y que se prolongará hasta mediados de la semana próxima. Las zonas más afectadas por este episodio extremo son las provincias de Pontevedra y Orense, según los datos aportados por Meteogalicia, que advierte de registros que se moverán entre los 35 y los 40 grados. Y es precisamente en el municipio orensano de Vilardevós, al sur de la provincia, donde se libra desde la medianoche del pasado viernes la batalla contra el que es ya el peor incendio forestal en Galicia en lo que va de verano . Con 500 hectáreas de superficie arrasadas atendiendo a las últimas estimaciones de la Xunta —el de A Cañiza quemó 300—, el avance de las llamas obligó a activar a media tarde de este sábado la situación dos de alerta por la cercanía a las viviendas. En un primer momento fueron dos los núcleos confinados : la aldea de Dona Elvira, por la cercanía de las llamas a las casas de los vecinos, y el propio núcleo de Vilardevós, en este caso debido a la intensa humareda. Sin embargo, a media tarde se levantó el confinamiento de Dona Elvira al entender que ya no había peligro para los residentes ni para sus hogares. La rapidez con la que el fuego gana terreno es una de las preocupaciones del personal movilizado al lugar, que se afana desde las 23.04 horas de este viernes en aplacar las llamas, focalizadas en la parroquia de Terroso del concello orensano. Por el momento, atendiendo al último parte al cierre de esta edición, se trasladaron al lugar 20 agentes, cuatro técnicos, 25 brigadas, 25 motobombas, seis palas, nueve helicópteros y nueve aviones. Además, se solicitó la incorporación a las labores de extinción de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Sobre el trabajo a pie de monte, las brigadas trataban de asegurar con fuego técnico el perímetro, mientras el trabajo de los medios aéreos no cesaba. Las condiciones que se dan en el lugar —la triada ‘30’ fatal— complicaron el control de las llamas al registrarse temperaturas por encima de los 30 grados, una humedad relativa por debajo del 30 por ciento y rachas de viento de más de 30 kilómetros por hora. Las causas del fuego se desconocen, aunque fuentes locales apuntaban a la detección de seis núcleos simultáneos en forma de cordón . Además de este fuego, las brigadas dieron por controlado este sábado otro incendio en Porto do Son, en la parroquia de Miñortos, con 28 hectáreas afectadas. El fuego amenaza de nuevo al monte gallego a las puertas de una ola de calor que obligó a declarar la alerta por altas temperaturas y que se prolongará hasta mediados de la semana próxima. Las zonas más afectadas por este episodio extremo son las provincias de Pontevedra y Orense, según los datos aportados por Meteogalicia, que advierte de registros que se moverán entre los 35 y los 40 grados. Y es precisamente en el municipio orensano de Vilardevós, al sur de la provincia, donde se libra desde la medianoche del pasado viernes la batalla contra el que es ya el peor incendio forestal en Galicia en lo que va de verano . Con 500 hectáreas de superficie arrasadas atendiendo a las últimas estimaciones de la Xunta —el de A Cañiza quemó 300—, el avance de las llamas obligó a activar a media tarde de este sábado la situación dos de alerta por la cercanía a las viviendas. En un primer momento fueron dos los núcleos confinados : la aldea de Dona Elvira, por la cercanía de las llamas a las casas de los vecinos, y el propio núcleo de Vilardevós, en este caso debido a la intensa humareda. Sin embargo, a media tarde se levantó el confinamiento de Dona Elvira al entender que ya no había peligro para los residentes ni para sus hogares. La rapidez con la que el fuego gana terreno es una de las preocupaciones del personal movilizado al lugar, que se afana desde las 23.04 horas de este viernes en aplacar las llamas, focalizadas en la parroquia de Terroso del concello orensano. Por el momento, atendiendo al último parte al cierre de esta edición, se trasladaron al lugar 20 agentes, cuatro técnicos, 25 brigadas, 25 motobombas, seis palas, nueve helicópteros y nueve aviones. Además, se solicitó la incorporación a las labores de extinción de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Sobre el trabajo a pie de monte, las brigadas trataban de asegurar con fuego técnico el perímetro, mientras el trabajo de los medios aéreos no cesaba. Las condiciones que se dan en el lugar —la triada ‘30’ fatal— complicaron el control de las llamas al registrarse temperaturas por encima de los 30 grados, una humedad relativa por debajo del 30 por ciento y rachas de viento de más de 30 kilómetros por hora. Las causas del fuego se desconocen, aunque fuentes locales apuntaban a la detección de seis núcleos simultáneos en forma de cordón . Además de este fuego, las brigadas dieron por controlado este sábado otro incendio en Porto do Son, en la parroquia de Miñortos, con 28 hectáreas afectadas.
La cercanía de las llamas a las viviendas y la densa humareda obligó a decretar la situación nivel 2
El fuego amenaza de nuevo al monte gallego a las puertas de una ola de calor que obligó a declarar la alerta por altas temperaturas y que se prolongará hasta mediados de la semana próxima. Las zonas más afectadas por este episodio extremo son las provincias de Pontevedra y Orense, según los datos aportados por Meteogalicia, que advierte de registros que se moverán entre los 35 y los 40 grados. Y es precisamente en el municipio orensano de Vilardevós, al sur de la provincia, donde se libra desde la medianoche del pasado viernes la batalla contra el que es ya el peor incendio forestal en Galicia en lo que va de verano. Con 500 hectáreas de superficie arrasadas atendiendo a las últimas estimaciones de la Xunta —el de A Cañiza quemó 300—, el avance de las llamas obligó a activar a media tarde de este sábado la situación dos de alerta por la cercanía a las viviendas. En un primer momento fueron dos los núcleos confinados: la aldea de Dona Elvira, por la cercanía de las llamas a las casas de los vecinos, y el propio núcleo de Vilardevós, en este caso debido a la intensa humareda. Sin embargo, a media tarde se levantó el confinamiento de Dona Elvira al entender que ya no había peligro para los residentes ni para sus hogares.
La rapidez con la que el fuego gana terreno es una de las preocupaciones del personal movilizado al lugar, que se afana desde las 23.04 horas de este viernes en aplacar las llamas, focalizadas en la parroquia de Terroso del concello orensano. Por el momento, atendiendo al último parte al cierre de esta edición, se trasladaron al lugar 20 agentes, cuatro técnicos, 25 brigadas, 25 motobombas, seis palas, nueve helicópteros y nueve aviones. Además, se solicitó la incorporación a las labores de extinción de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Sobre el trabajo a pie de monte, las brigadas trataban de asegurar con fuego técnico el perímetro, mientras el trabajo de los medios aéreos no cesaba. Las condiciones que se dan en el lugar —la triada ‘30’ fatal— complicaron el control de las llamas al registrarse temperaturas por encima de los 30 grados, una humedad relativa por debajo del 30 por ciento y rachas de viento de más de 30 kilómetros por hora. Las causas del fuego se desconocen, aunque fuentes locales apuntaban a la detección de seis núcleos simultáneos en forma de cordón. Además de este fuego, las brigadas dieron por controlado este sábado otro incendio en Porto do Son, en la parroquia de Miñortos, con 28 hectáreas afectadas.
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