Se han incluido fondos para programas no recogidos en el Plan Tecnológico e Industrial como el VAC y se ha aumentado el presupuestos de otros como la modernización de las fragatas Leer Se han incluido fondos para programas no recogidos en el Plan Tecnológico e Industrial como el VAC y se ha aumentado el presupuestos de otros como la modernización de las fragatas Leer
La cascada de préstamos otorgados por el Gobierno en las últimas semanas arroja un saldo de más de 14.000 millones de euros para el desarrollo de programas de defensa a desarrollar en varios años. Una cifra elevada de los que algo más de un tercio se desembolsarán en el año 2025, concretamente 4.584 millones de euros. Una cifra relevante porque supera en un 19%, y 727 millones de euros en términos absolutos, al presupuesto destinado a los llamados Programas Especiales de Modernización (PEM) que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa.
«El Plan contempla la puesta en marcha de 31 nuevos PEMs, que se unirán a los más de 50 en curso, y que movilizarán unos 3.807 millones de euros del total en su primer año», señala el documento publicado por Moncloa en 2024. Sin embargo, esta presentación se hizo cuando el objetivo de gasto del PIB era del 2%, pero en junio, el Gobierno pactó con la OTAN llegar al 2,1%. Para ello, hicieron falta nuevos movimientos para ganar esos 500 millones de euros más que vienen a suponer un 0,1% del PIB.
De hecho, pocos programas mantienene las cifras presupuestadas en el Plan presentado desde el Palacio de la Moncloa, que también contiene sorpresas a la baja en el corto plazo. Entre los programas que más han aumentado el presupuesto concebido para su primer año se encuentra el plan para modernizar a media vida las fragatas de la clase «Álvaro de Bazán». Este contrato estaba cifrado en 225 millones de euros en su primer año en el borrador inicial, pero finalmente Navantia ha recibido casi 600 millones este año.
Estas embarcaciones entraron en servicio entre 2002 y 2006 y recibirán ahora, habiendo cumplido la mitad de su vida útil, nuevas capacidades de detección de radar, ciberseguridad y autoprotección y gestión de drones, una amenaza cada vez mayor en el terreno marítimo, como advirtió en una entrevista en este diario el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius.
Otro programa que ha aumentado su presupuesto notablemente es el de la Radio Táctica, cuya entrega recaerá en Indra y un socio extranjero, la finlandesa Bittium, aunque su nombre no se menciona en el Real Decreto. Solo se hace alusión a que «la industria nacional no dispone actualmente de la suficiente capacidad para la fabricación y suministros de los sistemas requeridos». Se trata además de uno de los contratos que tenían involucrado a un contratista israelí, la empresa Elbit, y que se canceló defintivamente con el embargo de armas.
En la lista de programas reforzados, se encuentran además los helicópteros ligeros multipropósito por los que Airbus recibirá este año financiación por 100 millones de euros más para un programa en el que aún no se ha definido qué modelo se comprará, algo que no es extraño en esta última ronda de adjudicaciones del Gobierno. También se ha disparado el presupuesto para el programa de drones UAS-1, que ha pasado de ser casi residual (3 millones de euros) a llevarse 136 millones en el primer año. Por el camino, Aertec, la encargada de desarrollar este proyecto con la familia de drones Tarsis, ha vendido su división militar a Indra, que heredará el contrato.
Asimismo, se ha incluido el refuerzo a otro programa que no estaba en la lista distribuida por Moncloa, se trata del vehículo de apoyo sobre cadenas (VAC), para el que se ha cursado un préstamo de más de 700 millones de euros a Tess Defence, el consorcio dominado por Indra desde este verano y que cuenta como socios con Escribano, Sapa Placencia y Santa Barbara Sistemas, así como otros menores de menor cuantía como Cyber-Range, para enseñanza en ciberseguridad, el sistema de combate terrestre superior (PAMOV).
Por otro lado, hay varios programas que ven cómo la dotación estimada se rebaja sensiblemente. Entre ellos, se encuentra el programa de satélites de radar imagen Paz 2, que pasa de los 200 millones de euros a 76 millones de euros en su primer ejercicio tras firmarse el pasado verano la inversión total, que superará a 1.000 millones de euros. Al igual que Aertec, Hisdesat también pasará a manos de Indra en próximas fechas. En la lista de programas con una dotación rebaja para su primera etapa se encuentra también la artillería autopropulsada de ruedas o la modernización de buques anfibios.
Entre los contratos, el que ha causado mayor impacto ha sido la adjudicación de dos programas de artillería autopropulsada (ATP Ruedas y ATP Cadenas) por 3.000 millones de euros a una unión temporal de empresas (UTE) entre Indra y Escribano. La decisión supone un cambio de tornas con el adjudicatario tradicional Santa Bárbara Sistemas, propiedad de la estadounidense General Dynamics, que sin embargo podría participar en el programa.
La razón es que, como muestra de las urgencias del Gobierno para entregar la financiación y cumplir con la OTAN, el programa se ha financiado sin tener completamente cerrada la plataforma en que se basará, ya que no es un proyecto que se desarrolla de cero, sino que tendrá la base de un contratista extranjero. Ahí, los estadounidenses han ofrecido su plataforma Némesis, pero tendrán que afrontar una dura negociación de la UTE, que tiene varias opciones más en el mercado.
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