María del Mar Bermúdez no levanta cabeza. Se acaban de cumplir 22 años del asesinato, violación y secuestro de su hija, Sandra Palo , y la pesadilla no para. Ahora, siente «rabia» al conocer que El Malaguita, de 40 años, el único de los cuatro individuos que cometió esa carnicería con la chica, que apenas tenía 22 años y sufría una pequeña discapacidad intelectual, ha solicitado el tercer grado.Y no es solo eso: lleva años disfrutando de permisos ordinarios, un total de 24, y, ahora en la cárcel de Jaén, se ha casado. Su abogada, María Martín, del bufete Davvero, explica a ABC las circunstancias en que se encuentra el Malaguita , consideraro por la Fiscalía de Madrid, coautor «del crimen más vil» y por el que fue condenado a 64 años de cárcel. Sus tres compinches de aquella noche (Rafita, Ramón y Ramoncín) jamás pisaron una prisión por ese asunto, pues eran menores de edad, pero han seguido delinquiendo hasta ayer mismo y jamás han demostrado el más mínimo arrepentimiento.La letrada afirma a este periódico que ya durante todos los años (una veintena) que ha pasado en el penal de Herrera de la Mancha (Ciudad Real, donde están Miguel Carcaño; Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal; José Bretón; Tony King; Patrick Nogueira; o el asesino de Mari Luz, Santiago del Valle, por solo mencionar a algunos de los asesinos más terribles de España), el Malaguita ha disfrutado de 24 salidas ordinarias. «Se las concede la propia junta de tratamiento de la cárcel de Jaén. Este año se ha casado con una chica que nada tiene que ver con la delincuencia, a la que conoció en una de esas salidad», explica María Martín.La joven, de origen suramericano, es de las pocas personas que mantienen contacto con Astorga Luque, al que solo visita en la cárcel su abogada. La madre del asesino falleció mientras estaba en el penal de Herrera de la Mancha y del padre y del resto de parientes nada se sabe.Noticia Relacionada 20 años del asesinato reportaje No 20 años del asesinato de Sandra Palo: «Un menor que mate o viole con 13 años debe tener castigo» Carlos Hidalgo El 17 de mayo de 2003, Sandra, una joven con discapacidad, fue secuestrada, violada, atropellada y quemada viva por cuatro chicos, tres de ellos menores. Sus padres se consideran «víctimas de segunda»Mientras que los permisos ordinarios los comenzó a solicitar a partir de la cuarta parte de la condena (16 años, ahora lleva 22), también hace uso de los extraordinarios, consistentes en salidas con otros presos a lugares cercanos de Jaén, como excursiones y visitas culturales. Martín aclara que solo puede acceder a ellos aquellos reos que muestran un buen comportamiento. Entre rejas, además, es el encargadado del taller de focos de coches que tienen montado.,El historial criminal del Malaguita es tremendo. Aun así, su letrada asegura que no tiene ni un parte ni una queja, que su comportamiento en la cárcel es «ejemplar». Ha estudiado Primaria: «Está bastante reinsertado, pero es verdad que el tipo de delito es el que és, muy grave, no lo digo porque yo sea su abogada. Muestra arrepentimiento. Estando en Herrera ya presentó escritos de arrepentimiento por lo que hizo; si no, no estaría disfrutando de estos permisos». Añade que lleva «pagando desde hace muchísimos años la responsabilidad civil» a la que también se le condenó, aunque «es insolvente»; le recordamos a la letrada que está obligado a abonar ese dinero tras destrozar a una familia de por vida.Sobre los tres compinches de aquella madrugada del 17 de mayo de 2003, asegura que no tiene «ningún tipo de relación»: «Es más, me habla mal de ellos».María del Mar Bermúdez y Paco Palo, padres de Sandra, en su casa de Getafe TANIA SIEIRAQue pida de nuevo el tercer grado, para tranquilidad de la familia de Sandra Palo, no significa que se lo concedan: lo ha hecho en innumerables ocasiones desde que cumplió la mitad de la condena máxima (15 años), prácticamente cada seis meses, pero el fiscal siempre se ha opuesto y jamás se lo han concedido. «Tiene muy bien comportamiento, tiene arraigo, ha pasado la mitad de la condena. Otro preso estaría en 100.2 (un principio de flexibilidad del reglamento penitenciario por el que salen unas horas y van a dormir a un centro de inserción social). Pero no se lo dan por alarma social, la gravedad de los hechos delictivos… Estoy convencida de que a otro preso se lo hubiesen otorgado ya, pero a él no, por ser quien es», asegura su defensora. «¡Cómo se va a reinsertar un salvaje como este!»Ahora mismo, están a la espera de la respuesta al enésimo recurso, a sabiendas de que, aunque la condena sea de 64 años, cumplirá un máximo de 30. «Francisco Javier dice que está muy arrepentido. Es una barbaridad lo que se le hizo a esa chica, pero está muy arrepentido. Lo siento muchísimo por la familia de Sandra. Él quiere el anonimato, para que los padres de la víctima no lo pasen peor».María del Mar Bermúdez se queja, por lo pronto, de que nadie les informe de estos asuntos y que, como siempre, se tengan que enterar por la presa. «Tengo mucha rabia. Hace un año que está en la cárcel de Jaén y encima se ha casado… ¡Cómo se puede reinsertar un salvaje como este»·, clama. Y pone de ejemplo al Rafita, Ramón y Ramoncín, que no son precisamente unas joyas para la sociedad. Además, insiste: «¿Quién se acuerda de las familias de las víctimas? ¿Quién piensa en nosotros?». María del Mar Bermúdez no levanta cabeza. Se acaban de cumplir 22 años del asesinato, violación y secuestro de su hija, Sandra Palo , y la pesadilla no para. Ahora, siente «rabia» al conocer que El Malaguita, de 40 años, el único de los cuatro individuos que cometió esa carnicería con la chica, que apenas tenía 22 años y sufría una pequeña discapacidad intelectual, ha solicitado el tercer grado.Y no es solo eso: lleva años disfrutando de permisos ordinarios, un total de 24, y, ahora en la cárcel de Jaén, se ha casado. Su abogada, María Martín, del bufete Davvero, explica a ABC las circunstancias en que se encuentra el Malaguita , consideraro por la Fiscalía de Madrid, coautor «del crimen más vil» y por el que fue condenado a 64 años de cárcel. Sus tres compinches de aquella noche (Rafita, Ramón y Ramoncín) jamás pisaron una prisión por ese asunto, pues eran menores de edad, pero han seguido delinquiendo hasta ayer mismo y jamás han demostrado el más mínimo arrepentimiento.La letrada afirma a este periódico que ya durante todos los años (una veintena) que ha pasado en el penal de Herrera de la Mancha (Ciudad Real, donde están Miguel Carcaño; Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal; José Bretón; Tony King; Patrick Nogueira; o el asesino de Mari Luz, Santiago del Valle, por solo mencionar a algunos de los asesinos más terribles de España), el Malaguita ha disfrutado de 24 salidas ordinarias. «Se las concede la propia junta de tratamiento de la cárcel de Jaén. Este año se ha casado con una chica que nada tiene que ver con la delincuencia, a la que conoció en una de esas salidad», explica María Martín.La joven, de origen suramericano, es de las pocas personas que mantienen contacto con Astorga Luque, al que solo visita en la cárcel su abogada. La madre del asesino falleció mientras estaba en el penal de Herrera de la Mancha y del padre y del resto de parientes nada se sabe.Noticia Relacionada 20 años del asesinato reportaje No 20 años del asesinato de Sandra Palo: «Un menor que mate o viole con 13 años debe tener castigo» Carlos Hidalgo El 17 de mayo de 2003, Sandra, una joven con discapacidad, fue secuestrada, violada, atropellada y quemada viva por cuatro chicos, tres de ellos menores. Sus padres se consideran «víctimas de segunda»Mientras que los permisos ordinarios los comenzó a solicitar a partir de la cuarta parte de la condena (16 años, ahora lleva 22), también hace uso de los extraordinarios, consistentes en salidas con otros presos a lugares cercanos de Jaén, como excursiones y visitas culturales. Martín aclara que solo puede acceder a ellos aquellos reos que muestran un buen comportamiento. Entre rejas, además, es el encargadado del taller de focos de coches que tienen montado.,El historial criminal del Malaguita es tremendo. Aun así, su letrada asegura que no tiene ni un parte ni una queja, que su comportamiento en la cárcel es «ejemplar». Ha estudiado Primaria: «Está bastante reinsertado, pero es verdad que el tipo de delito es el que és, muy grave, no lo digo porque yo sea su abogada. Muestra arrepentimiento. Estando en Herrera ya presentó escritos de arrepentimiento por lo que hizo; si no, no estaría disfrutando de estos permisos». Añade que lleva «pagando desde hace muchísimos años la responsabilidad civil» a la que también se le condenó, aunque «es insolvente»; le recordamos a la letrada que está obligado a abonar ese dinero tras destrozar a una familia de por vida.Sobre los tres compinches de aquella madrugada del 17 de mayo de 2003, asegura que no tiene «ningún tipo de relación»: «Es más, me habla mal de ellos».María del Mar Bermúdez y Paco Palo, padres de Sandra, en su casa de Getafe TANIA SIEIRAQue pida de nuevo el tercer grado, para tranquilidad de la familia de Sandra Palo, no significa que se lo concedan: lo ha hecho en innumerables ocasiones desde que cumplió la mitad de la condena máxima (15 años), prácticamente cada seis meses, pero el fiscal siempre se ha opuesto y jamás se lo han concedido. «Tiene muy bien comportamiento, tiene arraigo, ha pasado la mitad de la condena. Otro preso estaría en 100.2 (un principio de flexibilidad del reglamento penitenciario por el que salen unas horas y van a dormir a un centro de inserción social). Pero no se lo dan por alarma social, la gravedad de los hechos delictivos… Estoy convencida de que a otro preso se lo hubiesen otorgado ya, pero a él no, por ser quien es», asegura su defensora. «¡Cómo se va a reinsertar un salvaje como este!»Ahora mismo, están a la espera de la respuesta al enésimo recurso, a sabiendas de que, aunque la condena sea de 64 años, cumplirá un máximo de 30. «Francisco Javier dice que está muy arrepentido. Es una barbaridad lo que se le hizo a esa chica, pero está muy arrepentido. Lo siento muchísimo por la familia de Sandra. Él quiere el anonimato, para que los padres de la víctima no lo pasen peor».María del Mar Bermúdez se queja, por lo pronto, de que nadie les informe de estos asuntos y que, como siempre, se tengan que enterar por la presa. «Tengo mucha rabia. Hace un año que está en la cárcel de Jaén y encima se ha casado… ¡Cómo se puede reinsertar un salvaje como este»·, clama. Y pone de ejemplo al Rafita, Ramón y Ramoncín, que no son precisamente unas joyas para la sociedad. Además, insiste: «¿Quién se acuerda de las familias de las víctimas? ¿Quién piensa en nosotros?».
Francisco Javier Astorga Luque era el único mayor de edad, tenía 18 años, de los cuatro varones que secuestraron, violaron, atropellaron y quemaron viva a la joven getafense en 2023. La madre de la víctima se muestra indignada por la situación
María del Mar Bermúdez no levanta cabeza. Se acaban de cumplir 22 años del asesinato, violación y secuestro de su hija, Sandra Palo, y la pesadilla no para. Ahora, siente «rabia» al conocer que El Malaguita, de 40 años, el único de los cuatro individuos que cometió esa carnicería con la chica, que apenas tenía 22 años y sufría una pequeña discapacidad intelectual, ha solicitado el tercer grado.
Y no es solo eso: lleva años disfrutando de permisos ordinarios, un total de 24, y, ahora en la cárcel de Jaén, se ha casado. Su abogada, María Martín, del bufete Davvero, explica a ABC las circunstancias en que se encuentra el Malaguita, consideraro por la Fiscalía de Madrid, coautor «del crimen más vil» y por el que fue condenado a 64 años de cárcel. Sus tres compinches de aquella noche (Rafita, Ramón y Ramoncín) jamás pisaron una prisión por ese asunto, pues eran menores de edad, pero han seguido delinquiendo hasta ayer mismo y jamás han demostrado el más mínimo arrepentimiento.
La letrada afirma a este periódico que ya durante todos los años (una veintena) que ha pasado en el penal de Herrera de la Mancha (Ciudad Real, donde están Miguel Carcaño; Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal; José Bretón; Tony King; Patrick Nogueira; o el asesino de Mari Luz, Santiago del Valle, por solo mencionar a algunos de los asesinos más terribles de España), el Malaguita ha disfrutado de 24 salidas ordinarias. «Se las concede la propia junta de tratamiento de la cárcel de Jaén. Este año se ha casado con una chica que nada tiene que ver con la delincuencia, a la que conoció en una de esas salidad», explica María Martín.
La joven, de origen suramericano, es de las pocas personas que mantienen contacto con Astorga Luque, al que solo visita en la cárcel su abogada. La madre del asesino falleció mientras estaba en el penal de Herrera de la Mancha y del padre y del resto de parientes nada se sabe.
Mientras que los permisos ordinarios los comenzó a solicitar a partir de la cuarta parte de la condena (16 años, ahora lleva 22), también hace uso de los extraordinarios, consistentes en salidas con otros presos a lugares cercanos de Jaén, como excursiones y visitas culturales. Martín aclara que solo puede acceder a ellos aquellos reos que muestran un buen comportamiento. Entre rejas, además, es el encargadado del taller de focos de coches que tienen montado.,
El historial criminal del Malaguita es tremendo. Aun así, su letrada asegura que no tiene ni un parte ni una queja, que su comportamiento en la cárcel es «ejemplar». Ha estudiado Primaria: «Está bastante reinsertado, pero es verdad que el tipo de delito es el que és, muy grave, no lo digo porque yo sea su abogada. Muestra arrepentimiento. Estando en Herrera ya presentó escritos de arrepentimiento por lo que hizo; si no, no estaría disfrutando de estos permisos». Añade que lleva «pagando desde hace muchísimos años la responsabilidad civil» a la que también se le condenó, aunque «es insolvente»; le recordamos a la letrada que está obligado a abonar ese dinero tras destrozar a una familia de por vida.
Sobre los tres compinches de aquella madrugada del 17 de mayo de 2003, asegura que no tiene «ningún tipo de relación»: «Es más, me habla mal de ellos».
TANIA SIEIRA
Que pida de nuevo el tercer grado, para tranquilidad de la familia de Sandra Palo, no significa que se lo concedan: lo ha hecho en innumerables ocasiones desde que cumplió la mitad de la condena máxima (15 años), prácticamente cada seis meses, pero el fiscal siempre se ha opuesto y jamás se lo han concedido. «Tiene muy bien comportamiento, tiene arraigo, ha pasado la mitad de la condena. Otro preso estaría en 100.2 (un principio de flexibilidad del reglamento penitenciario por el que salen unas horas y van a dormir a un centro de inserción social). Pero no se lo dan por alarma social, la gravedad de los hechos delictivos… Estoy convencida de que a otro preso se lo hubiesen otorgado ya, pero a él no, por ser quien es», asegura su defensora.
«¡Cómo se va a reinsertar un salvaje como este!»
Ahora mismo, están a la espera de la respuesta al enésimo recurso, a sabiendas de que, aunque la condena sea de 64 años, cumplirá un máximo de 30. «Francisco Javier dice que está muy arrepentido. Es una barbaridad lo que se le hizo a esa chica, pero está muy arrepentido. Lo siento muchísimo por la familia de Sandra. Él quiere el anonimato, para que los padres de la víctima no lo pasen peor».
María del Mar Bermúdez se queja, por lo pronto, de que nadie les informe de estos asuntos y que, como siempre, se tengan que enterar por la presa. «Tengo mucha rabia. Hace un año que está en la cárcel de Jaén y encima se ha casado… ¡Cómo se puede reinsertar un salvaje como este»·, clama. Y pone de ejemplo al Rafita, Ramón y Ramoncín, que no son precisamente unas joyas para la sociedad. Además, insiste: «¿Quién se acuerda de las familias de las víctimas? ¿Quién piensa en nosotros?».
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