Benedicto XVI fue el primer Papa que se reunió con personas que habían sido abusadas en instituciones de la Iglesia, Francisco el primero que expulsó a obispos culpables de encubrir a sacerdotes delincuentes, y el Papa León XIV es desde este lunes el primero que se reúne con una organización de defensa de víctimas y supervivientes. Se trata de una de las voces más críticas con la Iglesia, ECA Global, siglas de Ending Clergy Abuse , («Acabando con el Abuso por parte de Sacerdotes»). El encuentro ha durado una hora y los participantes aseguran que ha sido cordial. Las campañas y protestas de esta organización durante los últimos años han sido en general bastante críticas y duras con la Iglesia, pero también clave para acelerar y endurecer las medidas de la Santa Sede «contra los abusos por parte de miembros del clero a niños y a personas vulnerables, y para desmantelar los encubrimientos sistémicos que han perpetuado estos abusos dentro de las instituciones religiosas». En la reunión en el Palacio Apostólico ha participado la junta directiva de ECA, compuesta por cinco víctimas y un activista. «El Papa nos ha dicho que quiere mantener el contacto y que quiere que la colaboración sea directa», asegura a ABC una de las personas que ha asistido, el activista argentino Sergio Salinas. «Queremos que la Iglesia sea un entorno seguro. Tenemos esperanza de que vaya bien, al ver cómo el Papa ha actuado en el Perú con el caso Sodalicio», añade. Noticias relacionadas estandar Si Una comisión del Vaticano propone que se hagan públicas las destituciones y sanciones a los obispos por abusos Javier Martínez-Brocal estandar Si La Iglesia paga 1,1 millones a 39 víctimas de abusos que no podían ir a la vía judicial José Ramón Navarro-ParejaEl abogado reconoce que a algunos participantes se les saltaron las lágrimas durante el encuentro al ver cómo empatizaba con su causa. «Le he contado que en 2020 llamé al portero automático del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para preguntar sobre un caso de Argentina y que ni siquiera me abrieron la puerta. Ha reaccionado poniendo cara de disgusto», asegura. Tolerancia cero En un comunicado, la organización ha calificado muy positivamente el encuentro, que ha definido como «un significativo momento de diálogo entre la Iglesia Católica y los representantes de supervivientes de abusos sexuales por parte del clero de más de 30 países». Su presidenta, Gemma Hickey, víctima de un sacerdote que primero fue apartado y luego trasladado a dos parroquias, asegura que «los supervivientes llevamos mucho tiempo buscando un lugar en la mesa y hoy nos hemos sentido escuchados». «La conversación refleja un compromiso compartido con la justicia, la sanación y el cambio real», añade. Entre otras cosas, han propuesto al Papa que extienda a toda la Iglesia la «tolerancia cero» que Juan Pablo II introdujo en EE.UU. «Es importante que las normas globales sean coherentes y que las políticas estén centradas en los supervivientes», recita el comunicado de la organización.La organización solicitó el encuentro en una carta enviada al Pontífice poco después de su elección, con pocas esperanzas de recibir una respuesta. Explican que el Papa aceptó al considerarlo una oportunidad para mantener una conversación directa y respetuosa sobre el camino que se debe seguir. «La Iglesia tiene la responsabilidad moral de apoyar a los supervivientes y prevenir daños futuros. Nuestro objetivo no es la confrontación, sino la rendición de cuentas, la transparencia y la voluntad de caminar juntos hacia soluciones», asegura en el comunicado Tim Law, uno de los fundadores de ECA que participó en la reunión. Indemnizaciones justas«Hemos venido a plantear nuestras preocupaciones y a explorar cómo trabajar juntos para garantizar la protección de los niños y los adultos vulnerables en todo el mundo. Creemos que la colaboración es posible y necesaria», asegura Janet Aguti, vicepresidenta de ECA. También Matthias Katsch, cofundador de la organización, reitera que han ido al Vaticano «con esperanza de justicia, esperanza de una indemnización justa y esperanza de mejores garantías para los niños y los adultos vulnerables». Evelyn Korkmaz, superviviente de un internado canadiense, se refiere al «peso del trauma intergeneracional causado por instituciones que se suponía que debían protegernos. La reunión ha sido un paso más en el camino hacia la verdad y la reconciliación». Benedicto XVI fue el primer Papa que se reunió con personas que habían sido abusadas en instituciones de la Iglesia, Francisco el primero que expulsó a obispos culpables de encubrir a sacerdotes delincuentes, y el Papa León XIV es desde este lunes el primero que se reúne con una organización de defensa de víctimas y supervivientes. Se trata de una de las voces más críticas con la Iglesia, ECA Global, siglas de Ending Clergy Abuse , («Acabando con el Abuso por parte de Sacerdotes»). El encuentro ha durado una hora y los participantes aseguran que ha sido cordial. Las campañas y protestas de esta organización durante los últimos años han sido en general bastante críticas y duras con la Iglesia, pero también clave para acelerar y endurecer las medidas de la Santa Sede «contra los abusos por parte de miembros del clero a niños y a personas vulnerables, y para desmantelar los encubrimientos sistémicos que han perpetuado estos abusos dentro de las instituciones religiosas». En la reunión en el Palacio Apostólico ha participado la junta directiva de ECA, compuesta por cinco víctimas y un activista. «El Papa nos ha dicho que quiere mantener el contacto y que quiere que la colaboración sea directa», asegura a ABC una de las personas que ha asistido, el activista argentino Sergio Salinas. «Queremos que la Iglesia sea un entorno seguro. Tenemos esperanza de que vaya bien, al ver cómo el Papa ha actuado en el Perú con el caso Sodalicio», añade. Noticias relacionadas estandar Si Una comisión del Vaticano propone que se hagan públicas las destituciones y sanciones a los obispos por abusos Javier Martínez-Brocal estandar Si La Iglesia paga 1,1 millones a 39 víctimas de abusos que no podían ir a la vía judicial José Ramón Navarro-ParejaEl abogado reconoce que a algunos participantes se les saltaron las lágrimas durante el encuentro al ver cómo empatizaba con su causa. «Le he contado que en 2020 llamé al portero automático del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para preguntar sobre un caso de Argentina y que ni siquiera me abrieron la puerta. Ha reaccionado poniendo cara de disgusto», asegura. Tolerancia cero En un comunicado, la organización ha calificado muy positivamente el encuentro, que ha definido como «un significativo momento de diálogo entre la Iglesia Católica y los representantes de supervivientes de abusos sexuales por parte del clero de más de 30 países». Su presidenta, Gemma Hickey, víctima de un sacerdote que primero fue apartado y luego trasladado a dos parroquias, asegura que «los supervivientes llevamos mucho tiempo buscando un lugar en la mesa y hoy nos hemos sentido escuchados». «La conversación refleja un compromiso compartido con la justicia, la sanación y el cambio real», añade. Entre otras cosas, han propuesto al Papa que extienda a toda la Iglesia la «tolerancia cero» que Juan Pablo II introdujo en EE.UU. «Es importante que las normas globales sean coherentes y que las políticas estén centradas en los supervivientes», recita el comunicado de la organización.La organización solicitó el encuentro en una carta enviada al Pontífice poco después de su elección, con pocas esperanzas de recibir una respuesta. Explican que el Papa aceptó al considerarlo una oportunidad para mantener una conversación directa y respetuosa sobre el camino que se debe seguir. «La Iglesia tiene la responsabilidad moral de apoyar a los supervivientes y prevenir daños futuros. Nuestro objetivo no es la confrontación, sino la rendición de cuentas, la transparencia y la voluntad de caminar juntos hacia soluciones», asegura en el comunicado Tim Law, uno de los fundadores de ECA que participó en la reunión. Indemnizaciones justas«Hemos venido a plantear nuestras preocupaciones y a explorar cómo trabajar juntos para garantizar la protección de los niños y los adultos vulnerables en todo el mundo. Creemos que la colaboración es posible y necesaria», asegura Janet Aguti, vicepresidenta de ECA. También Matthias Katsch, cofundador de la organización, reitera que han ido al Vaticano «con esperanza de justicia, esperanza de una indemnización justa y esperanza de mejores garantías para los niños y los adultos vulnerables». Evelyn Korkmaz, superviviente de un internado canadiense, se refiere al «peso del trauma intergeneracional causado por instituciones que se suponía que debían protegernos. La reunión ha sido un paso más en el camino hacia la verdad y la reconciliación».
Benedicto XVI fue el primer Papa que se reunió con personas que habían sido abusadas en instituciones de la Iglesia, Francisco el primero que expulsó a obispos culpables de encubrir a sacerdotes delincuentes, y el Papa León XIV es desde este lunes el primero … que se reúne con una organización de defensa de víctimas y supervivientes. Se trata de una de las voces más críticas con la Iglesia, ECA Global, siglas de Ending Clergy Abuse, («Acabando con el Abuso por parte de Sacerdotes»). El encuentro ha durado una hora y los participantes aseguran que ha sido cordial.
Las campañas y protestas de esta organización durante los últimos años han sido en general bastante críticas y duras con la Iglesia, pero también clave para acelerar y endurecer las medidas de la Santa Sede «contra los abusos por parte de miembros del clero a niños y a personas vulnerables, y para desmantelar los encubrimientos sistémicos que han perpetuado estos abusos dentro de las instituciones religiosas».
En la reunión en el Palacio Apostólico ha participado la junta directiva de ECA, compuesta por cinco víctimas y un activista. «El Papa nos ha dicho que quiere mantener el contacto y que quiere que la colaboración sea directa», asegura a ABC una de las personas que ha asistido, el activista argentino Sergio Salinas. «Queremos que la Iglesia sea un entorno seguro. Tenemos esperanza de que vaya bien, al ver cómo el Papa ha actuado en el Perú con el caso Sodalicio», añade.
El abogado reconoce que a algunos participantes se les saltaron las lágrimas durante el encuentro al ver cómo empatizaba con su causa. «Le he contado que en 2020 llamé al portero automático del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para preguntar sobre un caso de Argentina y que ni siquiera me abrieron la puerta. Ha reaccionado poniendo cara de disgusto», asegura.
Tolerancia cero
En un comunicado, la organización ha calificado muy positivamente el encuentro, que ha definido como «un significativo momento de diálogo entre la Iglesia Católica y los representantes de supervivientes de abusos sexuales por parte del clero de más de 30 países». Su presidenta, Gemma Hickey, víctima de un sacerdote que primero fue apartado y luego trasladado a dos parroquias, asegura que «los supervivientes llevamos mucho tiempo buscando un lugar en la mesa y hoy nos hemos sentido escuchados». «La conversación refleja un compromiso compartido con la justicia, la sanación y el cambio real», añade.
Entre otras cosas, han propuesto al Papa que extienda a toda la Iglesia la «tolerancia cero» que Juan Pablo II introdujo en EE.UU. «Es importante que las normas globales sean coherentes y que las políticas estén centradas en los supervivientes», recita el comunicado de la organización.
La organización solicitó el encuentro en una carta enviada al Pontífice poco después de su elección, con pocas esperanzas de recibir una respuesta. Explican que el Papa aceptó al considerarlo una oportunidad para mantener una conversación directa y respetuosa sobre el camino que se debe seguir. «La Iglesia tiene la responsabilidad moral de apoyar a los supervivientes y prevenir daños futuros. Nuestro objetivo no es la confrontación, sino la rendición de cuentas, la transparencia y la voluntad de caminar juntos hacia soluciones», asegura en el comunicado Tim Law, uno de los fundadores de ECA que participó en la reunión.
Indemnizaciones justas
«Hemos venido a plantear nuestras preocupaciones y a explorar cómo trabajar juntos para garantizar la protección de los niños y los adultos vulnerables en todo el mundo. Creemos que la colaboración es posible y necesaria», asegura Janet Aguti, vicepresidenta de ECA. También Matthias Katsch, cofundador de la organización, reitera que han ido al Vaticano «con esperanza de justicia, esperanza de una indemnización justa y esperanza de mejores garantías para los niños y los adultos vulnerables». Evelyn Korkmaz, superviviente de un internado canadiense, se refiere al «peso del trauma intergeneracional causado por instituciones que se suponía que debían protegernos. La reunión ha sido un paso más en el camino hacia la verdad y la reconciliación».
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