En el Vaticano suele pedirse no abusar del adjetivo histórico, pero esta vez es imposible evitarlo: por primera vez desde el cisma de Enrique VIII en 1534, un rey inglés y un papa han rezado juntos, uno al lado del otro. El encuentro supuso un gesto de enorme fuerza en el camino del diálogo ecuménico, teniendo en cuenta que el monarca británico es también jefe de la Iglesia anglicana.
El Pontífice y el monarca británico rezan juntos por primera vez desde el cisma de 1534
En el Vaticano suele pedirse no abusar del adjetivo histórico, pero esta vez es imposible evitarlo: por primera vez desde el cisma de Enrique VIII en 1534, un rey inglés y un papa han rezado juntos, uno al lado del otro. El encuentro supuso un gesto de enorme fuerza en el camino del diálogo ecuménico, teniendo en cuenta que el monarca británico es también jefe de la Iglesia anglicana.
La visita de los soberanos británicos dentro de los muros vaticanos comenzó esta mañana y duró unas dos horas. Además del momento de oración, el gran tema sobre la mesa fue el medio ambiente, el cuidado de la creación, según la expresión de la Iglesia, un asunto especialmente querido por ambos.
Carlos y Camila llegaron a las once en punto a bordo de una Bentley State Limousine con el escudo y el estandarte real, para ser recibidos por León XIV en la biblioteca del Palacio Apostólico. Allí tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos: el monarca ofreció al Pontífice dos marcos de plata con fotografías —una del Papa y otra de los propios soberanos— y un icono de san Eduardo el Confesor. León XIV, por su parte, obsequió al rey con una reproducción del mosaico del Cristo Pantocrátor de la catedral normanda de Cefalù, en Sicilia.
También se intercambiaron distinciones: el rey confirió al Pontífice la Gran Cruz de la Orden del Baño, tradicionalmente reservada a los jefes de Estado, mientras que León XIV correspondió nombrando al monarca Caballero de Gran Cruz con Collar de la Orden Vaticana de Pío IX. A la reina Camila le concedió la distinción de Dama de Gran Cruz del mismo orden.
Finalmente, el rey se reunió con el secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin, mientras que la reina visitó los Museos Vaticanos acompañada por su directora, Barbara Jatta.
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