El gobierno gallego ha obtenido este lunes del Parlamento la aprobación del techo de gasto para la elaboración de los Presupuestos para 2026, que alcanzará los 14.177 millones de euros, la cifra más alta de su historia. Esto era cosa sabida, ya que la mayoría absoluta del PP en la Cámara garantizaba que este requisito saliera adelante sin más complicaciones. El Consello de la Xunta lo validó el pasado viernes y este lunes ya ha obtenido la luz verde para darle el retoque final a sus cuentas, que se conocerán a lo largo del mes de septiembre. Pero, en realidad, de lo que han venido a hablar los grupos no era del techo de gasto, sino del nuevo modelo de financiación autonómica que sobrevuela el debate político en España, después del acuerdo entre el Gobierno de España y el Govern de Cataluña, que introduce el sistema de concierto económico, siguiendo la fórmula vasca o navarra. Porque el conselleiro de Facenda ya había avanzado el viernes las principales magnitudes del techo de gasto. Los 14.177 millones de euros son, según Miguel Corgos, la prueba de cómo se pone «la estabilidad» política de Galicia «al servicio de los ciudadanos». Se prevé un crecimiento económico del 1,9% del PIB para 2026, en el marco de una estimación «prudente», y unas cifras de desempleo que podrían alcanzar un mínimo histórico del 7,8%. Además, no habrá déficit «por tercer año consecutivo» y se reducirá el endeudamiento neto de la Comunidad. Todo, sin ahorrar críticas al Gobierno central por no haber remitido información básica para la elaboración de las cuentas gallegas o por la limitación a la hora de disponer del incremento de las entregas a cuenta. De esa subida del 7% de las aportaciones del Estado a Galicia, solo un 3,5% se podrá dedicar a gasto no financiero, ha explicado Corgos, debido a que el Gobierno no ha traspuesto una directiva comunitaria.Noticias relacionadas estandar Si Galicia aprueba un techo de gasto récord para 2026 pese a la falta de datos del Estado Pablo Baamonde estandar Si El retraso de las entregas a cuenta privó a Galicia de más de 900 millones de euros Luis García LópezLos grupos, sin embargo, no habían venido a hablar de estas cifras. La nacionalista Noa Presas las ha despachado como insuficientes, al entender que el techo de gasto crece menos que la inflación, por lo que acabará por traducirse en «recortes» en los servicios públicos. «Son el anticipo de unos malos presupuestos». José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG) directamente ha esquivado la cuestión, retando al presidente de la Xunta a que comparezca en el Parlamento para presentar «su modelo de financiación autonómica» en lugar de estar «zascandileando» por España y criticando a Cataluña. Armando Ojea ha alegado que no le ha dado tiempo a estudiarse la documentación, porque este fin de semana «Galicia ardía en fiestas, en romerías, en acontecimientos familiares» y él ha tenido que «asistir a muchos eventos». «No tengo información suficiente para votar a favor en contra», así que ha optado por la abstención.«¿Tiene el presidente de la Xunta algo más que decir que criticar a Cataluña? ¿Tienen una propuesta alternativa o es solo un proyecto de confrontación?», ha preguntado Besteiro, que ha acusado al gobierno gallego de «poder tener más recursos, pero ustedes no quieren», por no aceptar los 4.010 millones de euros de «la condonación de la deuda» ofrecida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Desde su escaño, Alfonso Rueda tomaba notas. El líder socialista ha realizado, una vez más, una interpretación interesada del modelo de ‘financiación singular’ que el Gobierno quiere concederle a Cataluña. «¿Quieren que nuestra tierra tenga en cuenta su singularidad, que la financiación sea suficiente para blindad los derechos de la ciudadanía en servicios básicos vivan donde vivan, que tenga acceso a fondos de solidaridad generados por otras Comunidades con más riqueza? Pues bienvenidos al modelo que defendemos los socialistas».La réplica la ha encontrado en el popular Alberto Pazos, que le ha recordado las posturas contrarias al modelo planteadas desde entidades como Fedea o el Foro Económico de Galicia, o voces autorizadas en el socialismo como Josep Borrell o los presidentes de Asturias y Castilla-La Mancha. «El actual sistema de financiación es fruto del acuerdo entre Zapatero y el tripartito catalán, pero también de un chantaje a las Comunidades», a las que se les decía que o se incorporaban al nuevo sistema «o se quedaban con el anterior», más lesivo para Galicia. «Y ahora pasa igual con la deuda», ha advertido Pazos, que ha lamentado que en este punto «el BNG esté al lado del Gobierno que chantajea a Galicia». «Son ustedes los cipayos del sanchismo», les ha espetado. Noa Presas se ha mantenido fiel a la línea política que viene siguiendo el nacionalismo en los últimos meses. En lugar de abordar los perjuicios acreditados que el modelo de concierto económico para Cataluña tendría en las cuentas públicas de Galicia, la nacionalista ha vuelto a reivindicar que se aplique ese mismo sistema a la Comunidad. La ya manida «llave de nuestros cuartos», en la terminología del Bloque, que ya pidieron en el Estatuto del 36 «Castelao y Alexandre Bóveda». Según Presas, hay «un escenario sin precedente», ya que «por primera vez de forma realista desde 2014 está abierta una oportunidad de negociación del sistema de financiación», que acabe con el actual modelo «centralista» y establezca uno «acorde a nuestro estatus de nación». El gobierno gallego ha obtenido este lunes del Parlamento la aprobación del techo de gasto para la elaboración de los Presupuestos para 2026, que alcanzará los 14.177 millones de euros, la cifra más alta de su historia. Esto era cosa sabida, ya que la mayoría absoluta del PP en la Cámara garantizaba que este requisito saliera adelante sin más complicaciones. El Consello de la Xunta lo validó el pasado viernes y este lunes ya ha obtenido la luz verde para darle el retoque final a sus cuentas, que se conocerán a lo largo del mes de septiembre. Pero, en realidad, de lo que han venido a hablar los grupos no era del techo de gasto, sino del nuevo modelo de financiación autonómica que sobrevuela el debate político en España, después del acuerdo entre el Gobierno de España y el Govern de Cataluña, que introduce el sistema de concierto económico, siguiendo la fórmula vasca o navarra. Porque el conselleiro de Facenda ya había avanzado el viernes las principales magnitudes del techo de gasto. Los 14.177 millones de euros son, según Miguel Corgos, la prueba de cómo se pone «la estabilidad» política de Galicia «al servicio de los ciudadanos». Se prevé un crecimiento económico del 1,9% del PIB para 2026, en el marco de una estimación «prudente», y unas cifras de desempleo que podrían alcanzar un mínimo histórico del 7,8%. Además, no habrá déficit «por tercer año consecutivo» y se reducirá el endeudamiento neto de la Comunidad. Todo, sin ahorrar críticas al Gobierno central por no haber remitido información básica para la elaboración de las cuentas gallegas o por la limitación a la hora de disponer del incremento de las entregas a cuenta. De esa subida del 7% de las aportaciones del Estado a Galicia, solo un 3,5% se podrá dedicar a gasto no financiero, ha explicado Corgos, debido a que el Gobierno no ha traspuesto una directiva comunitaria.Noticias relacionadas estandar Si Galicia aprueba un techo de gasto récord para 2026 pese a la falta de datos del Estado Pablo Baamonde estandar Si El retraso de las entregas a cuenta privó a Galicia de más de 900 millones de euros Luis García LópezLos grupos, sin embargo, no habían venido a hablar de estas cifras. La nacionalista Noa Presas las ha despachado como insuficientes, al entender que el techo de gasto crece menos que la inflación, por lo que acabará por traducirse en «recortes» en los servicios públicos. «Son el anticipo de unos malos presupuestos». José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG) directamente ha esquivado la cuestión, retando al presidente de la Xunta a que comparezca en el Parlamento para presentar «su modelo de financiación autonómica» en lugar de estar «zascandileando» por España y criticando a Cataluña. Armando Ojea ha alegado que no le ha dado tiempo a estudiarse la documentación, porque este fin de semana «Galicia ardía en fiestas, en romerías, en acontecimientos familiares» y él ha tenido que «asistir a muchos eventos». «No tengo información suficiente para votar a favor en contra», así que ha optado por la abstención.«¿Tiene el presidente de la Xunta algo más que decir que criticar a Cataluña? ¿Tienen una propuesta alternativa o es solo un proyecto de confrontación?», ha preguntado Besteiro, que ha acusado al gobierno gallego de «poder tener más recursos, pero ustedes no quieren», por no aceptar los 4.010 millones de euros de «la condonación de la deuda» ofrecida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Desde su escaño, Alfonso Rueda tomaba notas. El líder socialista ha realizado, una vez más, una interpretación interesada del modelo de ‘financiación singular’ que el Gobierno quiere concederle a Cataluña. «¿Quieren que nuestra tierra tenga en cuenta su singularidad, que la financiación sea suficiente para blindad los derechos de la ciudadanía en servicios básicos vivan donde vivan, que tenga acceso a fondos de solidaridad generados por otras Comunidades con más riqueza? Pues bienvenidos al modelo que defendemos los socialistas».La réplica la ha encontrado en el popular Alberto Pazos, que le ha recordado las posturas contrarias al modelo planteadas desde entidades como Fedea o el Foro Económico de Galicia, o voces autorizadas en el socialismo como Josep Borrell o los presidentes de Asturias y Castilla-La Mancha. «El actual sistema de financiación es fruto del acuerdo entre Zapatero y el tripartito catalán, pero también de un chantaje a las Comunidades», a las que se les decía que o se incorporaban al nuevo sistema «o se quedaban con el anterior», más lesivo para Galicia. «Y ahora pasa igual con la deuda», ha advertido Pazos, que ha lamentado que en este punto «el BNG esté al lado del Gobierno que chantajea a Galicia». «Son ustedes los cipayos del sanchismo», les ha espetado. Noa Presas se ha mantenido fiel a la línea política que viene siguiendo el nacionalismo en los últimos meses. En lugar de abordar los perjuicios acreditados que el modelo de concierto económico para Cataluña tendría en las cuentas públicas de Galicia, la nacionalista ha vuelto a reivindicar que se aplique ese mismo sistema a la Comunidad. La ya manida «llave de nuestros cuartos», en la terminología del Bloque, que ya pidieron en el Estatuto del 36 «Castelao y Alexandre Bóveda». Según Presas, hay «un escenario sin precedente», ya que «por primera vez de forma realista desde 2014 está abierta una oportunidad de negociación del sistema de financiación», que acabe con el actual modelo «centralista» y establezca uno «acorde a nuestro estatus de nación».
El PP saca con sus votos el nuevo límite presupuestario, que alcanza los 14.177 millones de euros para el gasto no financiero de la Comunidad
El BNG reclama una vez más que el nuevo sistema de financiación sea un concierto a la gallega, mientras el PSOE reclama que Rueda explique su modelo
El gobierno gallego ha obtenido este lunes del Parlamento la aprobación del techo de gasto para la elaboración de los Presupuestos para 2026, que alcanzará los 14.177 millones de euros, la cifra más alta de su historia. Esto era cosa sabida, ya que la mayoría absoluta del PP en la Cámara garantizaba que este requisito saliera adelante sin más complicaciones. El Consello de la Xunta lo validó el viernes y este lunes ya tiene la luz verde para darle el retoque final a sus cuentas, que se conocerán a lo largo del mes de septiembre. Pero, en realidad, de lo que han venido a hablar los grupos no era del techo de gasto, sino del nuevo modelo de financiación autonómica que sobrevuela el debate político en España, después del acuerdo entre el Gobierno de España y el Govern de Cataluña, que introduce el sistema de concierto económico, siguiendo la fórmula vasca o navarra.
Porque el conselleiro de Facenda ya había avanzado el viernes las principales magnitudes del techo de gasto. Los 14.177 millones de euros son, según Miguel Corgos, la prueba de cómo se pone «la estabilidad» política de Galicia «al servicio de los ciudadanos». Se prevé un crecimiento económico del 1,9% del PIB para 2026, en el marco de una estimación «prudente», y unas cifras de desempleo que podrían alcanzar un mínimo histórico del 7,8%. Además, no habrá déficit «por tercer año consecutivo» y se reducirá el endeudamiento neto de la Comunidad. Todo, sin ahorrar críticas al Gobierno central por no haber remitido información básica para la elaboración de las cuentas gallegas o por la limitación a la hora de disponer del incremento de las entregas a cuenta. De esa subida del 7% de las aportaciones del Estado a Galicia, solo un 3,5% se podrá dedicar a gasto no financiero, ha explicado Corgos, debido a que el Gobierno no ha traspuesto una directiva comunitaria.
Los grupos, sin embargo, no habían venido a hablar de estas cifras. La nacionalista Noa Presas las ha despachado como insuficientes, al entender que el techo de gasto crece menos que la inflación, por lo que acabará por traducirse en «recortes» en los servicios públicos. «Son el anticipo de unos malos presupuestos». José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG) directamente ha esquivado la cuestión, retando al presidente de la Xunta a que comparezca en el Parlamento para presentar «su modelo de financiación autonómica» en lugar de estar «zascandileando» por España y criticando a Cataluña. Armando Ojea ha alegado que no le ha dado tiempo a estudiarse la documentación, porque este fin de semana «Galicia ardía en fiestas, en romerías, en acontecimientos familiares» y él ha tenido que «asistir a muchos eventos». «No tengo información suficiente para votar a favor en contra», así que ha optado por la abstención.
(Noticia en elaboración)
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