El funeral de Estado por las 237 víctimas de la dana del 29 de octubre se celebró este miércoles, justo cuando se cumplía el primer aniversario de la tragedia, en el Museo de las Ciencias de Valencia y presidido por los Reyes Felipe y Letizia . Las familias de las víctimas, las protagonistas del acto solemne, se unieron en duelo para recordar a sus seres queridos arrebatados, pero también para denunciar la gestión de la barrancada que asoló buena parte de la provincia de Valencia, además de algunas zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía. «El causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas de que puede suponer la pérdida de vidas humanas», arremetió una de las afectadas intervinientes en el responso, bajo la atenta mirada del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón , recibido por algunos asistentes entre abucheos e insultos y despedido con gritos de dimisión.El acto, que duró poco menos de una hora, contó con la presencia de 625 familiares de víctimas , 78 alcaldes de municipios afectados y otras 180 autoridades. Los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversaron brevemente en una sala adyacente con diez parientes, las ponentes en las exequias y dos representantes de las asociaciones mayoritarias. De este encuentro no participó Mazón, quien sí protagonizó un frío saludo con el jefe del Ejecutivo central tras doce meses sin reunirse para abordar un plan conjunto de la reconstrucción de las zonas golpeadas. El presidente valenciano fue recibido en la sala central por algunas de las víctimas al grito de «asesino», «rata cobarde» y «sinvergüenza», entre otros insultos. «Has matado a mi hermano y a mi sobrino», le espetó una mujer. «Nadie da la cara por los españoles. Sois traidores a vuestro país», gritó otra asistente, que cargó también contra el Gobierno de España, mientras una tercera pedía «respeto para las víctimas». La entrada de los Reyes puso fin al enfrentamiento y los pitos dieron pasos a los aplausos comenzando por fin el funeral de Estado. Noticia Relacionada estandar No El Rey: «La Reina y yo queremos que lo sepáis: estamos, ahora y siempre, con vosotros» Angie Calero Felipe VI ha asegurado que es «necesario» seguir analizando las «causas y circunstancias» de la tragedia, para extraer «con rigor y necesidad» las lecciones necesariasSonó el himno nacional e inmediatamente un hondo recogimiento tomó la sala cuando, uno a uno, los nombres de las 237 víctimas de la riada fueron pronunciados, tejiendo un bello mosaico de memoria compartida. Acto seguido, la voz de la cantante valenciana María Bertomeu envolvió la sala acristalada de la calle Mayor del Museo Príncipe Felipe con la interpretación de la canción ‘Mont Vetlatori’ . Las primeras notas bastaron para que el público contuviera el aliento en un espacio en el que los asistentes rodeaban un monolito cerámico repleto de tantas rosas blancas como fallecidos dejó la terrible barrancada. Tres familiares – Andrea Ferrari, Naiara Chuliá y Virginia Ortiz – tomaron la palabra para poner voz al duelo compartido desde diferentes lugares del país. Les escuchaban otros allegados visiblemente emocionados, algunos portando camisetas con la fotografía de sus seres queridos y otros con mensajes como ‘Eran muertes evitables’. La primera perdió a su madre Eva Canut, de 54 años, cuando el tsunami de agua y lodo la sorprendió en plena carretera volviendo del trabajo con una compañera. «Hace un año nos cambió la vida y aún sentimos el vacío», afirmó.«El agua lo arrasó todo, incluidas las vidas no solo de quienes se fueron, sino también de los que nos quedamos. Cambió nuestra historia», recordó. Ferrari quiso transformar el homenaje en un reconocimiento a los supervivientes: «No quiero que sea solo un tributo a quienes se fueron, sino a los que seguimos aquí, caminando con cicatrices en el alma, pero con paso firme . Descubrimos la solidaridad. Gracias a los voluntarios, jóvenes, vecinos, servicios de emergencia, fuerzas de seguridad y miles de personas que vinieron de toda España y ayudaron con ‘germanor’ a que Valencia saliera del barro. También quiero reconocer a las asociaciones de víctimas que han sabido canalizar el dolor y convertirlo en justicia». En ese sentido, reivindicó que la necesidad de que «prevalezca la verdad, el respeto y la humanidad».El funeral, en fotos. En la imagen, la Reina abraza a Andrea Ferrari, hija de Eva María Canut, víctima de la dana. Andrea fue de las tres personas que intervinieron en el funeral en representación de los familiares de todas las víctimas.Al referirse a su madre, la emoción fue aún mayor. «Hablar de ella es hablar de luz en estado puro; iluminaba todo lo que la rodeaba. Era amiga y, sobre todo, madre: fuerte, valiente, soñadora. Todos los que tuvimos la suerte de tenerla cerca lo sabemos», afirmó. «Estoy muy orgullosa de decir a los mil vientos que eras mi madre, y como tú no habrá ninguna. Esa misma fuerza es la que me impulsa a seguir viviendo , incluso cuando la vida pesa. Su forma de amar y reír es mi guía», finalizó su intervención tras la que la Reina Letizia le cogió la mano y le brindó su apoyo.«No te dije lo feliz que era»Naiara y sus dos hijos pequeños sufrieron la irreparable pérdida de su pareja y padre Slim Regaieg , trabajador de una empresa logística de Ribarroja del Turia. «Días antes pensé: ‘Soy tan feliz que me da miedo’. No te lo dije», recuerda con la voz entrecortada. «Celebramos mi cumpleaños aquel sábado, nos lo pasamos tan bien… aún conservo merengue congelado de aquel día que no me atrevo a tirar». Su relato es la de una vida truncada de golpe: «Cuando por fin nos estábamos asentando, un día te vas de casa y no vuelves». Confiesa que, de haber sabido que aquella conversación del día 29 de octubre sería la última, «te hubiese dicho muchas cosas». La incertidumbre y el miedo marcaron las horas siguientes: «Rogábamos que al llegar a casa estuvieras allí, pero no. Llegó la incredulidad, el miedo… los niños querían ir a buscarte; si no los hubiese tenido, habría ido esa misma noche». Cuando finalmente encontraron el cuerpo de su Slim, «su mundo se puso boca abajo». « Lo más duro fue decírselo a los niños . El cuadro de nuestra vida se rompió en mil pedazos», rememoró. «Me repetí que no podría, pero nuestros amigos y familia no me dejaron sola. Todos los días hablo contigo, amor de mi vida. No crío a mis hijos sola, sino contigo, pensando cómo lo harías tú. Fuiste un padre increíble; hemos perdido mucho con tu partida, pero siempre vivirás en nosotros», concluyó.Noticias relacionadas estandar No Gritos de «asesino» y «rata cobarde» a Mazón antes de comenzar el funeral de Estado por la dana ABC estandar Si El Estado, allí tan lejos Chapu ApaolazaRepresentando a todas esas «almas rotas» unidas por el dolor, también intervino Virginia Ortiz, prima hermana de Juan Alejandro, un operario del Ayuntamiento de Letur (Albacete) que la riada le arrastró mientras vigilaba la zona alta del pueblo enclavado en la sierra del Segura, tras recibir el aviso de que el arroyo se había desbordado en el inicio del cauce. «Más que nunca debemos estar unidos» , pronunció tras agradecer el papel desinteresado y generoso de los miles de voluntarios. No obstante, fue la única de las intervinientes que señaló directamente la gestión política de la emergencia, al aludir que «el causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas que puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en sus muertes», censuró.Tras la terna de conmovedores panegíricos, aconteció otro de los instantes con mayor carga emocional del funeral de Estado con la ofrenda floral de Sus Majestades los Reyes mientras sonaba ‘El cant dels Ocells’, canción que relata el gozo de la naturaleza en el día del nacimiento del niño Jesús. Fue el preludio del minuto de silencio que paralizó la sala en un vacío caviloso y atronador. Finalmente, el Rey se dirigió a las familias de las víctimas y pronunció aquello que prometió y ha cumplido durante los últimos doce meses: «La Reina y yo siempre vamos a estar con vosotros». Después, Dolores Ruiz, que perdió a su marido y a sus dos hijos, entregó una rosa y una carta a Doña Letizia. El ‘Adagio del Concierto de Aranjuez’, de Joaquín Rodrigo, interpretado por el Sexteto de la Orquesta de RTVE, cerró el sentido homenaje a los 237 fallecidos en las terroríficas riadas de hace un año, marcado por el dolor y el recuerdo pero también por la indignación que todavía genera la deficiente gestión de la emergencia. Al final del funeral, se escucharon cánticos de «Mazón, dimisión» , proclama habitual en las manifestaciones contra el presidente autonómico.«El causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas de que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas» Virginia Ortiz Prima de Juan Ortiz, víctima de la danaAntes de que empezaran a abandonar la sala, algunos de los familiares de las víctimas se acercaron al monolito presidencial situado en el centro de la misma para recoger la rosa blanca que simbolizaba el recuerdo de la persona a la que perdieron hace ya un año.Las autoridades invitadas al funeralTambién han asistido al funeral los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente; así como del Tribunal Constitucional y del Supremo, Cándido Conde-Pumpido e Isabel Perelló, y el líder de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y los expresidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Además han acudido todos las vicepresidentas y los ministros del Ejecutivo central salvo las titulares de Defensa, Margarita Robles, de viaje en Portugal, y la de Sanidad, Mónica García. Asimismo, junto a Mazón, se encontraban los presidentes autonómicos Salvador Illa (Catalunya), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Alfonso Rueda (Galicia), Fernando López Miras (Región de Murcia), María José Saénz de Buruaga (Cantabria), Jorge Azcón (Aragón), Fernando Clavijo (Canarias), Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Juan José Imbroda (Melilla).Primer aniversario de la dana noticia No «Quien omite su deber, comete el acto que deriva en sus muertes» noticia No Mazón reconoce ahora que «hubo cosas que debieron funcionar mejor» noticia No El duelo en pausa por los desaparecidos de la dana: «No asumo que está muerto porque no hay cuerpo»En cambio, no han podido desplazarse a Valencia la presidenta extremeña, María Guardiola; el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el jefe del Ejecutivo de La Rioja, Gonzalo Capellán de Miguel; la presidenta de Islas Baleares, Marga Prohens; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y la líder madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Al acto también estaban invitados los delegados del Gobierno de las tres comunidades autónomas afectadas por la dana, y los portavoces parlamentarios en Congreso y en Senado, menos los de Vox, que han rechazado la invitación según avanzó su presidente nacional Santiago Abascal. El aforo lo han completado los portavoces de los parlamentos autonómicos de las tres comunidades, los alcaldes de los municipios afectados y representantes de los agentes sociales, además de los propios familiares de las 237 víctimas mortales de la tragedia. El funeral de Estado por las 237 víctimas de la dana del 29 de octubre se celebró este miércoles, justo cuando se cumplía el primer aniversario de la tragedia, en el Museo de las Ciencias de Valencia y presidido por los Reyes Felipe y Letizia . Las familias de las víctimas, las protagonistas del acto solemne, se unieron en duelo para recordar a sus seres queridos arrebatados, pero también para denunciar la gestión de la barrancada que asoló buena parte de la provincia de Valencia, además de algunas zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía. «El causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas de que puede suponer la pérdida de vidas humanas», arremetió una de las afectadas intervinientes en el responso, bajo la atenta mirada del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón , recibido por algunos asistentes entre abucheos e insultos y despedido con gritos de dimisión.El acto, que duró poco menos de una hora, contó con la presencia de 625 familiares de víctimas , 78 alcaldes de municipios afectados y otras 180 autoridades. Los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversaron brevemente en una sala adyacente con diez parientes, las ponentes en las exequias y dos representantes de las asociaciones mayoritarias. De este encuentro no participó Mazón, quien sí protagonizó un frío saludo con el jefe del Ejecutivo central tras doce meses sin reunirse para abordar un plan conjunto de la reconstrucción de las zonas golpeadas. El presidente valenciano fue recibido en la sala central por algunas de las víctimas al grito de «asesino», «rata cobarde» y «sinvergüenza», entre otros insultos. «Has matado a mi hermano y a mi sobrino», le espetó una mujer. «Nadie da la cara por los españoles. Sois traidores a vuestro país», gritó otra asistente, que cargó también contra el Gobierno de España, mientras una tercera pedía «respeto para las víctimas». La entrada de los Reyes puso fin al enfrentamiento y los pitos dieron pasos a los aplausos comenzando por fin el funeral de Estado. Noticia Relacionada estandar No El Rey: «La Reina y yo queremos que lo sepáis: estamos, ahora y siempre, con vosotros» Angie Calero Felipe VI ha asegurado que es «necesario» seguir analizando las «causas y circunstancias» de la tragedia, para extraer «con rigor y necesidad» las lecciones necesariasSonó el himno nacional e inmediatamente un hondo recogimiento tomó la sala cuando, uno a uno, los nombres de las 237 víctimas de la riada fueron pronunciados, tejiendo un bello mosaico de memoria compartida. Acto seguido, la voz de la cantante valenciana María Bertomeu envolvió la sala acristalada de la calle Mayor del Museo Príncipe Felipe con la interpretación de la canción ‘Mont Vetlatori’ . Las primeras notas bastaron para que el público contuviera el aliento en un espacio en el que los asistentes rodeaban un monolito cerámico repleto de tantas rosas blancas como fallecidos dejó la terrible barrancada. Tres familiares – Andrea Ferrari, Naiara Chuliá y Virginia Ortiz – tomaron la palabra para poner voz al duelo compartido desde diferentes lugares del país. Les escuchaban otros allegados visiblemente emocionados, algunos portando camisetas con la fotografía de sus seres queridos y otros con mensajes como ‘Eran muertes evitables’. La primera perdió a su madre Eva Canut, de 54 años, cuando el tsunami de agua y lodo la sorprendió en plena carretera volviendo del trabajo con una compañera. «Hace un año nos cambió la vida y aún sentimos el vacío», afirmó.«El agua lo arrasó todo, incluidas las vidas no solo de quienes se fueron, sino también de los que nos quedamos. Cambió nuestra historia», recordó. Ferrari quiso transformar el homenaje en un reconocimiento a los supervivientes: «No quiero que sea solo un tributo a quienes se fueron, sino a los que seguimos aquí, caminando con cicatrices en el alma, pero con paso firme . Descubrimos la solidaridad. Gracias a los voluntarios, jóvenes, vecinos, servicios de emergencia, fuerzas de seguridad y miles de personas que vinieron de toda España y ayudaron con ‘germanor’ a que Valencia saliera del barro. También quiero reconocer a las asociaciones de víctimas que han sabido canalizar el dolor y convertirlo en justicia». En ese sentido, reivindicó que la necesidad de que «prevalezca la verdad, el respeto y la humanidad».El funeral, en fotos. En la imagen, la Reina abraza a Andrea Ferrari, hija de Eva María Canut, víctima de la dana. Andrea fue de las tres personas que intervinieron en el funeral en representación de los familiares de todas las víctimas.Al referirse a su madre, la emoción fue aún mayor. «Hablar de ella es hablar de luz en estado puro; iluminaba todo lo que la rodeaba. Era amiga y, sobre todo, madre: fuerte, valiente, soñadora. Todos los que tuvimos la suerte de tenerla cerca lo sabemos», afirmó. «Estoy muy orgullosa de decir a los mil vientos que eras mi madre, y como tú no habrá ninguna. Esa misma fuerza es la que me impulsa a seguir viviendo , incluso cuando la vida pesa. Su forma de amar y reír es mi guía», finalizó su intervención tras la que la Reina Letizia le cogió la mano y le brindó su apoyo.«No te dije lo feliz que era»Naiara y sus dos hijos pequeños sufrieron la irreparable pérdida de su pareja y padre Slim Regaieg , trabajador de una empresa logística de Ribarroja del Turia. «Días antes pensé: ‘Soy tan feliz que me da miedo’. No te lo dije», recuerda con la voz entrecortada. «Celebramos mi cumpleaños aquel sábado, nos lo pasamos tan bien… aún conservo merengue congelado de aquel día que no me atrevo a tirar». Su relato es la de una vida truncada de golpe: «Cuando por fin nos estábamos asentando, un día te vas de casa y no vuelves». Confiesa que, de haber sabido que aquella conversación del día 29 de octubre sería la última, «te hubiese dicho muchas cosas». La incertidumbre y el miedo marcaron las horas siguientes: «Rogábamos que al llegar a casa estuvieras allí, pero no. Llegó la incredulidad, el miedo… los niños querían ir a buscarte; si no los hubiese tenido, habría ido esa misma noche». Cuando finalmente encontraron el cuerpo de su Slim, «su mundo se puso boca abajo». « Lo más duro fue decírselo a los niños . El cuadro de nuestra vida se rompió en mil pedazos», rememoró. «Me repetí que no podría, pero nuestros amigos y familia no me dejaron sola. Todos los días hablo contigo, amor de mi vida. No crío a mis hijos sola, sino contigo, pensando cómo lo harías tú. Fuiste un padre increíble; hemos perdido mucho con tu partida, pero siempre vivirás en nosotros», concluyó.Noticias relacionadas estandar No Gritos de «asesino» y «rata cobarde» a Mazón antes de comenzar el funeral de Estado por la dana ABC estandar Si El Estado, allí tan lejos Chapu ApaolazaRepresentando a todas esas «almas rotas» unidas por el dolor, también intervino Virginia Ortiz, prima hermana de Juan Alejandro, un operario del Ayuntamiento de Letur (Albacete) que la riada le arrastró mientras vigilaba la zona alta del pueblo enclavado en la sierra del Segura, tras recibir el aviso de que el arroyo se había desbordado en el inicio del cauce. «Más que nunca debemos estar unidos» , pronunció tras agradecer el papel desinteresado y generoso de los miles de voluntarios. No obstante, fue la única de las intervinientes que señaló directamente la gestión política de la emergencia, al aludir que «el causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas que puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en sus muertes», censuró.Tras la terna de conmovedores panegíricos, aconteció otro de los instantes con mayor carga emocional del funeral de Estado con la ofrenda floral de Sus Majestades los Reyes mientras sonaba ‘El cant dels Ocells’, canción que relata el gozo de la naturaleza en el día del nacimiento del niño Jesús. Fue el preludio del minuto de silencio que paralizó la sala en un vacío caviloso y atronador. Finalmente, el Rey se dirigió a las familias de las víctimas y pronunció aquello que prometió y ha cumplido durante los últimos doce meses: «La Reina y yo siempre vamos a estar con vosotros». Después, Dolores Ruiz, que perdió a su marido y a sus dos hijos, entregó una rosa y una carta a Doña Letizia. El ‘Adagio del Concierto de Aranjuez’, de Joaquín Rodrigo, interpretado por el Sexteto de la Orquesta de RTVE, cerró el sentido homenaje a los 237 fallecidos en las terroríficas riadas de hace un año, marcado por el dolor y el recuerdo pero también por la indignación que todavía genera la deficiente gestión de la emergencia. Al final del funeral, se escucharon cánticos de «Mazón, dimisión» , proclama habitual en las manifestaciones contra el presidente autonómico.«El causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas de que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas» Virginia Ortiz Prima de Juan Ortiz, víctima de la danaAntes de que empezaran a abandonar la sala, algunos de los familiares de las víctimas se acercaron al monolito presidencial situado en el centro de la misma para recoger la rosa blanca que simbolizaba el recuerdo de la persona a la que perdieron hace ya un año.Las autoridades invitadas al funeralTambién han asistido al funeral los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente; así como del Tribunal Constitucional y del Supremo, Cándido Conde-Pumpido e Isabel Perelló, y el líder de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y los expresidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Además han acudido todos las vicepresidentas y los ministros del Ejecutivo central salvo las titulares de Defensa, Margarita Robles, de viaje en Portugal, y la de Sanidad, Mónica García. Asimismo, junto a Mazón, se encontraban los presidentes autonómicos Salvador Illa (Catalunya), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Alfonso Rueda (Galicia), Fernando López Miras (Región de Murcia), María José Saénz de Buruaga (Cantabria), Jorge Azcón (Aragón), Fernando Clavijo (Canarias), Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Juan José Imbroda (Melilla).Primer aniversario de la dana noticia No «Quien omite su deber, comete el acto que deriva en sus muertes» noticia No Mazón reconoce ahora que «hubo cosas que debieron funcionar mejor» noticia No El duelo en pausa por los desaparecidos de la dana: «No asumo que está muerto porque no hay cuerpo»En cambio, no han podido desplazarse a Valencia la presidenta extremeña, María Guardiola; el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el jefe del Ejecutivo de La Rioja, Gonzalo Capellán de Miguel; la presidenta de Islas Baleares, Marga Prohens; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y la líder madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Al acto también estaban invitados los delegados del Gobierno de las tres comunidades autónomas afectadas por la dana, y los portavoces parlamentarios en Congreso y en Senado, menos los de Vox, que han rechazado la invitación según avanzó su presidente nacional Santiago Abascal. El aforo lo han completado los portavoces de los parlamentos autonómicos de las tres comunidades, los alcaldes de los municipios afectados y representantes de los agentes sociales, además de los propios familiares de las 237 víctimas mortales de la tragedia.
El funeral de Estado por las 237 víctimas de la dana del 29 de octubre se celebró este miércoles, justo cuando se cumplía el primer aniversario de la tragedia, en el Museo de las Ciencias de Valencia y presidido por los Reyes Felipe y … Letizia. Las familias de las víctimas, las protagonistas del acto solemne, se unieron en duelo para recordar a sus seres queridos arrebatados, pero también para denunciar la gestión de la barrancada que asoló buena parte de la provincia de Valencia, además de algunas zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía. «El causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas de que puede suponer la pérdida de vidas humanas», arremetió una de las afectadas intervinientes en el responso, bajo la atenta mirada del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, recibido por algunos asistentes entre abucheos e insultos y despedido con gritos de dimisión.
El acto, que duró poco menos de una hora, contó con la presencia de 625 familiares de víctimas, 78 alcaldes de municipios afectados y otras 180 autoridades. Los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversaron brevemente en una sala adyacente con diez parientes, las ponentes en las exequias y dos representantes de las asociaciones mayoritarias. De este encuentro no participó Mazón, quien sí protagonizó un frío saludo con el jefe del Ejecutivo central tras doce meses sin reunirse para abordar un plan conjunto de la reconstrucción de las zonas golpeadas.
El presidente valenciano fue recibido en la sala central por algunas de las víctimas al grito de «asesino», «rata cobarde» y «sinvergüenza», entre otros insultos. «Has matado a mi hermano y a mi sobrino», le espetó una mujer. «Nadie da la cara por los españoles. Sois traidores a vuestro país», gritó otra asistente, que cargó también contra el Gobierno de España, mientras una tercera pedía «respeto para las víctimas». La entrada de los Reyes puso fin al enfrentamiento y los pitos dieron pasos a los aplausos comenzando por fin el funeral de Estado.
Sonó el himno nacional e inmediatamente un hondo recogimiento tomó la sala cuando, uno a uno, los nombres de las 237 víctimas de la riada fueron pronunciados, tejiendo un bello mosaico de memoria compartida. Acto seguido, la voz de la cantante valenciana María Bertomeu envolvió la sala acristalada de la calle Mayor del Museo Príncipe Felipe con la interpretación de la canción ‘Mont Vetlatori’. Las primeras notas bastaron para que el público contuviera el aliento en un espacio en el que los asistentes rodeaban un monolito cerámico repleto de tantas rosas blancas como fallecidos dejó la terrible barrancada.
Tres familiares –Andrea Ferrari, Naiara Chuliá y Virginia Ortiz– tomaron la palabra para poner voz al duelo compartido desde diferentes lugares del país. Les escuchaban otros allegados visiblemente emocionados, algunos portando camisetas con la fotografía de sus seres queridos y otros con mensajes como ‘Eran muertes evitables’. La primera perdió a su madre Eva Canut, de 54 años, cuando el tsunami de agua y lodo la sorprendió en plena carretera volviendo del trabajo con una compañera. «Hace un año nos cambió la vida y aún sentimos el vacío», afirmó.
«El agua lo arrasó todo, incluidas las vidas no solo de quienes se fueron, sino también de los que nos quedamos. Cambió nuestra historia», recordó. Ferrari quiso transformar el homenaje en un reconocimiento a los supervivientes: «No quiero que sea solo un tributo a quienes se fueron, sino a los que seguimos aquí, caminando con cicatrices en el alma, pero con paso firme. Descubrimos la solidaridad. Gracias a los voluntarios, jóvenes, vecinos, servicios de emergencia, fuerzas de seguridad y miles de personas que vinieron de toda España y ayudaron con ‘germanor’ a que Valencia saliera del barro. También quiero reconocer a las asociaciones de víctimas que han sabido canalizar el dolor y convertirlo en justicia». En ese sentido, reivindicó que la necesidad de que «prevalezca la verdad, el respeto y la humanidad».
Al referirse a su madre, la emoción fue aún mayor. «Hablar de ella es hablar de luz en estado puro; iluminaba todo lo que la rodeaba. Era amiga y, sobre todo, madre: fuerte, valiente, soñadora. Todos los que tuvimos la suerte de tenerla cerca lo sabemos», afirmó. «Estoy muy orgullosa de decir a los mil vientos que eras mi madre, y como tú no habrá ninguna. Esa misma fuerza es la que me impulsa a seguir viviendo, incluso cuando la vida pesa. Su forma de amar y reír es mi guía», finalizó su intervención tras la que la Reina Letizia le cogió la mano y le brindó su apoyo.
«No te dije lo feliz que era»
Naiara y sus dos hijos pequeños sufrieron la irreparable pérdida de su pareja y padre Slim Regaieg, trabajador de una empresa logística de Ribarroja del Turia. «Días antes pensé: ‘Soy tan feliz que me da miedo’. No te lo dije», recuerda con la voz entrecortada. «Celebramos mi cumpleaños aquel sábado, nos lo pasamos tan bien… aún conservo merengue congelado de aquel día que no me atrevo a tirar». Su relato es la de una vida truncada de golpe: «Cuando por fin nos estábamos asentando, un día te vas de casa y no vuelves». Confiesa que, de haber sabido que aquella conversación del día 29 de octubre sería la última, «te hubiese dicho muchas cosas».
La incertidumbre y el miedo marcaron las horas siguientes: «Rogábamos que al llegar a casa estuvieras allí, pero no. Llegó la incredulidad, el miedo… los niños querían ir a buscarte; si no los hubiese tenido, habría ido esa misma noche». Cuando finalmente encontraron el cuerpo de su Slim, «su mundo se puso boca abajo». «Lo más duro fue decírselo a los niños. El cuadro de nuestra vida se rompió en mil pedazos», rememoró.
«Me repetí que no podría, pero nuestros amigos y familia no me dejaron sola. Todos los días hablo contigo, amor de mi vida. No crío a mis hijos sola, sino contigo, pensando cómo lo harías tú. Fuiste un padre increíble; hemos perdido mucho con tu partida, pero siempre vivirás en nosotros», concluyó.
Representando a todas esas «almas rotas» unidas por el dolor, también intervino Virginia Ortiz, prima hermana de Juan Alejandro, un operario del Ayuntamiento de Letur (Albacete) que la riada le arrastró mientras vigilaba la zona alta del pueblo enclavado en la sierra del Segura, tras recibir el aviso de que el arroyo se había desbordado en el inicio del cauce. «Más que nunca debemos estar unidos», pronunció tras agradecer el papel desinteresado y generoso de los miles de voluntarios. No obstante, fue la única de las intervinientes que señaló directamente la gestión política de la emergencia, al aludir que «el causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas que puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en sus muertes», censuró.
Tras la terna de conmovedores panegíricos, aconteció otro de los instantes con mayor carga emocional del funeral de Estado con la ofrenda floral de Sus Majestades los Reyes mientras sonaba ‘El cant dels Ocells’, canción que relata el gozo de la naturaleza en el día del nacimiento del niño Jesús. Fue el preludio del minuto de silencio que paralizó la sala en un vacío caviloso y atronador. Finalmente, el Rey se dirigió a las familias de las víctimas y pronunció aquello que prometió y ha cumplido durante los últimos doce meses: «La Reina y yo siempre vamos a estar con vosotros».
Después, Dolores Ruiz, que perdió a su marido y a sus dos hijos, entregó una rosa y una carta a Doña Letizia. El ‘Adagio del Concierto de Aranjuez’, de Joaquín Rodrigo, interpretado por el Sexteto de la Orquesta de RTVE, cerró el sentido homenaje a los 237 fallecidos en las terroríficas riadas de hace un año, marcado por el dolor y el recuerdo pero también por la indignación que todavía genera la deficiente gestión de la emergencia. Al final del funeral, se escucharon cánticos de «Mazón, dimisión», proclama habitual en las manifestaciones contra el presidente autonómico.
«El causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas de que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas»
Virginia Ortiz
Prima de Juan Ortiz, víctima de la dana
Antes de que empezaran a abandonar la sala, algunos de los familiares de las víctimas se acercaron al monolito presidencial situado en el centro de la misma para recoger la rosa blanca que simbolizaba el recuerdo de la persona a la que perdieron hace ya un año.
Las autoridades invitadas al funeral
También han asistido al funeral los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente; así como del Tribunal Constitucional y del Supremo, Cándido Conde-Pumpido e Isabel Perelló, y el líder de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y los expresidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
Además han acudido todos las vicepresidentas y los ministros del Ejecutivo central salvo las titulares de Defensa, Margarita Robles, de viaje en Portugal, y la de Sanidad, Mónica García. Asimismo, junto a Mazón, se encontraban los presidentes autonómicos Salvador Illa (Catalunya), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Alfonso Rueda (Galicia), Fernando López Miras (Región de Murcia), María José Saénz de Buruaga (Cantabria), Jorge Azcón (Aragón), Fernando Clavijo (Canarias), Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Juan José Imbroda (Melilla).
En cambio, no han podido desplazarse a Valencia la presidenta extremeña, María Guardiola; el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el jefe del Ejecutivo de La Rioja, Gonzalo Capellán de Miguel; la presidenta de Islas Baleares, Marga Prohens; el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y la líder madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Al acto también estaban invitados los delegados del Gobierno de las tres comunidades autónomas afectadas por la dana, y los portavoces parlamentarios en Congreso y en Senado, menos los de Vox, que han rechazado la invitación según avanzó su presidente nacional Santiago Abascal. El aforo lo han completado los portavoces de los parlamentos autonómicos de las tres comunidades, los alcaldes de los municipios afectados y representantes de los agentes sociales, además de los propios familiares de las 237 víctimas mortales de la tragedia.
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