Hace 21 años, un 21 de septiembre, Jokin Cebeiro Laboa fue en bicicleta hasta la muralla de Fuenterrabía y se arrojó al vacío desde lo alto cuando faltaban cuatro días para que cumpliera los 15 años. Se suicidó mientras sus padres, el director de su colegio y los padres de los niños que le acosaban mantenían una reunión para hablar y buscar una solución a un problema que llevaba un curso amargándole la vida. Aquel caso de ‘bullying’ en el País Vasco fue el primero mediático en España, sin embargo, el reciente suicidio de Sandra Peña en Sevilla ha evidenciado que la gestión del acoso por parte de los colegios, los profesores y los padres sigue sin funcionar. «El caso de Jokin supuso una gran conmoción para la sociedad española. Pero la realidad es que dos décadas después no ha habido mejoras. El sistema falla, necesitamos un cambio estructural, pero el caso Sandra Peña puede suponer un punto de inflexión, el fin del silencio », asegura Enrique Pérez-Carrillo, de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (Aepae). Los teléfonos de esta asociación, así como sus buzones de correo electrónico, no han parado de recibir mensajes desde que la menor del colegio Irlandesas Loreto de Sevilla se quitara la vida precipitándose por la azotea de su casa. «Los mensajes se han multiplicado por cincuenta , no damos a basto. Nos están llegando casos de ‘bullying’ leves, graves y muy graves que se están dando hoy en los centros», dice Pérez- Carrillo. Son mensajes de padres que, después de la tragedia en Andalucía, sospechan que un hijo puede estar sufriendo ‘bullying’ en el colegio por parte de algún compañero y desean saber cómo deben actuar antes de que sea demasiado tarde.Arriba a la izquierda, Daniela (Oviedo) que se suicidó en octubre de 2024 a los 16 años. Abajo, Claudia (Gijón) que escribió en 2023 una nota de suicidio antes de quitarse la vida por el ‘bullying’. En el centro, Sandra Peña, la niña sevillana que se precipitó por la azotea de su casa hace unas semanas. Arriba a la derecha, Dani Quintana (Lérida) que se quitó la vida este verano. Abajo, Lucía, la niña autista que se marchó por culpa del acoso en Tenerife CEDIDAS TRENCATSEn sólo una semana han salido a la luz varios casos como el del colegio Monterrey, en Vigo, que sancionó el viernes a cinco alumnos de sexto de Primaria tras ser denunciados por acosar a una niña de 5 años . Un día antes, los Mossos d’Esquadra anunciaron la investigación del suicidio el pasado julio del menor Dani Quintana, de 15 años, en Almacelles (Lérida), después de que su familia denunciase que había sido víctima de acoso escolar en el centro donde estudiaba, el Institut Canigó de la citada localidad.En las redes sociales, y bajo el ‘hashtag’#StopBullying se han recordado las dramáticas historias de otros adolescentes que en los dos últimos años se suicidaron por problemas de acoso escolar. Muchas de esas publicaciones hablan de Sandra Peña y de Dani Quintana , pero también de Claudia , de Gijón, que escribió en 2023 una nota de suicidio explicando que el ‘bullying’ le había llevado a no querer seguir viviendo; el caso de Daniela , la joven de Oviedo que en octubre del año pasado se quitó la vida; o de Lucía , la niña de 12 años con autismo que se suicidó en Tenerife el pasado mes de febrero por los mismos motivos. La voz pública de todos los padres que han perdido a sus hijos por culpa del acoso escolar es José Manuel López Viñuela, que en 2021 tuvo que lidiar con la desaparición de su hija Kira de 15 años por culpa del ‘bullying’. Ha decido luchar para frenar este problema a través de la asociación Trencats , que lleva tiempo pidiendo una ley estatal contra el acoso escolar y denuncia el poco apoyo que presta la inspección educativa. «Me están llegando casos nuevos, pero también casos recientes que terminaron en tragedia como el de Dani Quintana. Yo animé a su madre a que no se callara, a que luchara por el honor de su hijo», indica este padre. « También hay familias que se echan para atrás . Lo que he observado es que cuando son padres que tienen más hijos, prefieren no salir públicamente a denunciarlo y centrarse en lo que les queda de familia», asegura López Viñuela, cuya asociación tiene su radio de influencia en Cataluña. Casi dos alumnos por clase lo sufren «Nosotros actuamos sólo en la Comunidad de Madrid y te puedo asegurar que, desde que se suicidó Sandra Peña, se han disparado las consultas», indica María José Fernández, presidenta de la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae). Esta profesional ha atendido presencialmente a cinco familias estos días y tiene varias reuniones para la semana que viene. «Todos son padres que sospechan que su hijo está siendo víctima de acoso. Casi nunca son llamadas de padres que no saben cómo actuar ante un hijo acosador. En los 12 años que lleva activa la asociación, sólo se han puesto en contacto con nosotros dos familias de acosadores», refiere Fernández, que también está recibiendo decenas de solicitudes de AMPAS para ir a dar charlas en los colegios. Noticia Relacionada estandar No Las familias claman por un plan nacional contra el ‘bullying’ «Los colegios no son objetivos, necesitamos especialistas externos» Beatriz L. Echazarreta Los protocolos, lentos y burocráticos, llegan tarde y podrían no ser la solución al problemaSegún información oficial de la Unidad de Convivencia de la Comunidad de Madrid, a la que ha accedido ABC, en febrero de este año había 3.279 protocolos abiertos por casos de acoso escolar en Primaria y Secundaria sólo en esta región. «El problema es que, a nivel estatal, no hay cifras objetivas, más allá de los estudios de incidencia», refieren desde la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar. En septiembre, la Fundación ANAR concluyó que el 12,3% de los alumnos (de una muestra de 8.781 menores) afirmaba que él o uno de sus compañeros está sufriendo acoso escolar (presencial, ‘ciberbullying’ o ambos). Un dato que supone una subida respecto al 9,4% del año anterior. También hay un estudio de 2023 realizado por la Fundación ColaCao y la Universidad Complutense que afirma que casi dos alumnos por clase sufren acoso escolar en España. La investigación, de 2023, es una de las más completas que se han llevado a cabo en nuestro país con una muestra de casi 21.000 estudiantes y refleja que desde cuarto de Primaria hasta cuarto de Secundaria hay un 6,2% de alumnos que se reconocen como víctimas de acoso escolar. Hay, por tanto, miles de niños y familias que pueden atreverse ahora a decir ‘Me Too’. Hace 21 años, un 21 de septiembre, Jokin Cebeiro Laboa fue en bicicleta hasta la muralla de Fuenterrabía y se arrojó al vacío desde lo alto cuando faltaban cuatro días para que cumpliera los 15 años. Se suicidó mientras sus padres, el director de su colegio y los padres de los niños que le acosaban mantenían una reunión para hablar y buscar una solución a un problema que llevaba un curso amargándole la vida. Aquel caso de ‘bullying’ en el País Vasco fue el primero mediático en España, sin embargo, el reciente suicidio de Sandra Peña en Sevilla ha evidenciado que la gestión del acoso por parte de los colegios, los profesores y los padres sigue sin funcionar. «El caso de Jokin supuso una gran conmoción para la sociedad española. Pero la realidad es que dos décadas después no ha habido mejoras. El sistema falla, necesitamos un cambio estructural, pero el caso Sandra Peña puede suponer un punto de inflexión, el fin del silencio », asegura Enrique Pérez-Carrillo, de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (Aepae). Los teléfonos de esta asociación, así como sus buzones de correo electrónico, no han parado de recibir mensajes desde que la menor del colegio Irlandesas Loreto de Sevilla se quitara la vida precipitándose por la azotea de su casa. «Los mensajes se han multiplicado por cincuenta , no damos a basto. Nos están llegando casos de ‘bullying’ leves, graves y muy graves que se están dando hoy en los centros», dice Pérez- Carrillo. Son mensajes de padres que, después de la tragedia en Andalucía, sospechan que un hijo puede estar sufriendo ‘bullying’ en el colegio por parte de algún compañero y desean saber cómo deben actuar antes de que sea demasiado tarde.Arriba a la izquierda, Daniela (Oviedo) que se suicidó en octubre de 2024 a los 16 años. Abajo, Claudia (Gijón) que escribió en 2023 una nota de suicidio antes de quitarse la vida por el ‘bullying’. En el centro, Sandra Peña, la niña sevillana que se precipitó por la azotea de su casa hace unas semanas. Arriba a la derecha, Dani Quintana (Lérida) que se quitó la vida este verano. Abajo, Lucía, la niña autista que se marchó por culpa del acoso en Tenerife CEDIDAS TRENCATSEn sólo una semana han salido a la luz varios casos como el del colegio Monterrey, en Vigo, que sancionó el viernes a cinco alumnos de sexto de Primaria tras ser denunciados por acosar a una niña de 5 años . Un día antes, los Mossos d’Esquadra anunciaron la investigación del suicidio el pasado julio del menor Dani Quintana, de 15 años, en Almacelles (Lérida), después de que su familia denunciase que había sido víctima de acoso escolar en el centro donde estudiaba, el Institut Canigó de la citada localidad.En las redes sociales, y bajo el ‘hashtag’#StopBullying se han recordado las dramáticas historias de otros adolescentes que en los dos últimos años se suicidaron por problemas de acoso escolar. Muchas de esas publicaciones hablan de Sandra Peña y de Dani Quintana , pero también de Claudia , de Gijón, que escribió en 2023 una nota de suicidio explicando que el ‘bullying’ le había llevado a no querer seguir viviendo; el caso de Daniela , la joven de Oviedo que en octubre del año pasado se quitó la vida; o de Lucía , la niña de 12 años con autismo que se suicidó en Tenerife el pasado mes de febrero por los mismos motivos. La voz pública de todos los padres que han perdido a sus hijos por culpa del acoso escolar es José Manuel López Viñuela, que en 2021 tuvo que lidiar con la desaparición de su hija Kira de 15 años por culpa del ‘bullying’. Ha decido luchar para frenar este problema a través de la asociación Trencats , que lleva tiempo pidiendo una ley estatal contra el acoso escolar y denuncia el poco apoyo que presta la inspección educativa. «Me están llegando casos nuevos, pero también casos recientes que terminaron en tragedia como el de Dani Quintana. Yo animé a su madre a que no se callara, a que luchara por el honor de su hijo», indica este padre. « También hay familias que se echan para atrás . Lo que he observado es que cuando son padres que tienen más hijos, prefieren no salir públicamente a denunciarlo y centrarse en lo que les queda de familia», asegura López Viñuela, cuya asociación tiene su radio de influencia en Cataluña. Casi dos alumnos por clase lo sufren «Nosotros actuamos sólo en la Comunidad de Madrid y te puedo asegurar que, desde que se suicidó Sandra Peña, se han disparado las consultas», indica María José Fernández, presidenta de la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae). Esta profesional ha atendido presencialmente a cinco familias estos días y tiene varias reuniones para la semana que viene. «Todos son padres que sospechan que su hijo está siendo víctima de acoso. Casi nunca son llamadas de padres que no saben cómo actuar ante un hijo acosador. En los 12 años que lleva activa la asociación, sólo se han puesto en contacto con nosotros dos familias de acosadores», refiere Fernández, que también está recibiendo decenas de solicitudes de AMPAS para ir a dar charlas en los colegios. Noticia Relacionada estandar No Las familias claman por un plan nacional contra el ‘bullying’ «Los colegios no son objetivos, necesitamos especialistas externos» Beatriz L. Echazarreta Los protocolos, lentos y burocráticos, llegan tarde y podrían no ser la solución al problemaSegún información oficial de la Unidad de Convivencia de la Comunidad de Madrid, a la que ha accedido ABC, en febrero de este año había 3.279 protocolos abiertos por casos de acoso escolar en Primaria y Secundaria sólo en esta región. «El problema es que, a nivel estatal, no hay cifras objetivas, más allá de los estudios de incidencia», refieren desde la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar. En septiembre, la Fundación ANAR concluyó que el 12,3% de los alumnos (de una muestra de 8.781 menores) afirmaba que él o uno de sus compañeros está sufriendo acoso escolar (presencial, ‘ciberbullying’ o ambos). Un dato que supone una subida respecto al 9,4% del año anterior. También hay un estudio de 2023 realizado por la Fundación ColaCao y la Universidad Complutense que afirma que casi dos alumnos por clase sufren acoso escolar en España. La investigación, de 2023, es una de las más completas que se han llevado a cabo en nuestro país con una muestra de casi 21.000 estudiantes y refleja que desde cuarto de Primaria hasta cuarto de Secundaria hay un 6,2% de alumnos que se reconocen como víctimas de acoso escolar. Hay, por tanto, miles de niños y familias que pueden atreverse ahora a decir ‘Me Too’.
Hace 21 años, un 21 de septiembre, Jokin Cebeiro Laboa fue en bicicleta hasta la muralla de Fuenterrabía y se arrojó al vacío desde lo alto cuando faltaban cuatro días para que cumpliera los 15 años. Se suicidó mientras sus padres, el director de … su colegio y los padres de los niños que le acosaban mantenían una reunión para hablar y buscar una solución a un problema que llevaba un curso amargándole la vida.
Aquel caso de ‘bullying’ en el País Vasco fue el primero mediático en España, sin embargo, el reciente suicidio de Sandra Peña en Sevilla ha evidenciado que la gestión del acoso por parte de los colegios, los profesores y los padres sigue sin funcionar. «El caso de Jokin supuso una gran conmoción para la sociedad española. Pero la realidad es que dos décadas después no ha habido mejoras. El sistema falla, necesitamos un cambio estructural, pero el caso Sandra Peña puede suponer un punto de inflexión, el fin del silencio», asegura Enrique Pérez-Carrillo, de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (Aepae).
Los teléfonos de esta asociación, así como sus buzones de correo electrónico, no han parado de recibir mensajes desde que la menor del colegio Irlandesas Loreto de Sevilla se quitara la vida precipitándose por la azotea de su casa. «Los mensajes se han multiplicado por cincuenta, no damos a basto. Nos están llegando casos de ‘bullying’ leves, graves y muy graves que se están dando hoy en los centros», dice Pérez- Carrillo. Son mensajes de padres que, después de la tragedia en Andalucía, sospechan que un hijo puede estar sufriendo ‘bullying’ en el colegio por parte de algún compañero y desean saber cómo deben actuar antes de que sea demasiado tarde.
CEDIDAS TRENCATS
En sólo una semana han salido a la luz varios casos como el del colegio Monterrey, en Vigo, que sancionó el viernes a cinco alumnos de sexto de Primaria tras ser denunciados por acosar a una niña de 5 años. Un día antes, los Mossos d’Esquadra anunciaron la investigación del suicidio el pasado julio del menor Dani Quintana, de 15 años, en Almacelles (Lérida), después de que su familia denunciase que había sido víctima de acoso escolar en el centro donde estudiaba, el Institut Canigó de la citada localidad.
En las redes sociales, y bajo el ‘hashtag’#StopBullying se han recordado las dramáticas historias de otros adolescentes que en los dos últimos años se suicidaron por problemas de acoso escolar. Muchas de esas publicaciones hablan de Sandra Peña y de Dani Quintana, pero también de Claudia, de Gijón, que escribió en 2023 una nota de suicidio explicando que el ‘bullying’ le había llevado a no querer seguir viviendo; el caso de Daniela, la joven de Oviedo que en octubre del año pasado se quitó la vida; o de Lucía, la niña de 12 años con autismo que se suicidó en Tenerife el pasado mes de febrero por los mismos motivos.
La voz pública de todos los padres que han perdido a sus hijos por culpa del acoso escolar es José Manuel López Viñuela, que en 2021 tuvo que lidiar con la desaparición de su hija Kira de 15 años por culpa del ‘bullying’. Ha decido luchar para frenar este problema a través de la asociación Trencats, que lleva tiempo pidiendo una ley estatal contra el acoso escolar y denuncia el poco apoyo que presta la inspección educativa. «Me están llegando casos nuevos, pero también casos recientes que terminaron en tragedia como el de Dani Quintana. Yo animé a su madre a que no se callara, a que luchara por el honor de su hijo», indica este padre. «También hay familias que se echan para atrás. Lo que he observado es que cuando son padres que tienen más hijos, prefieren no salir públicamente a denunciarlo y centrarse en lo que les queda de familia», asegura López Viñuela, cuya asociación tiene su radio de influencia en Cataluña.
Casi dos alumnos por clase lo sufren
«Nosotros actuamos sólo en la Comunidad de Madrid y te puedo asegurar que, desde que se suicidó Sandra Peña, se han disparado las consultas», indica María José Fernández, presidenta de la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae). Esta profesional ha atendido presencialmente a cinco familias estos días y tiene varias reuniones para la semana que viene. «Todos son padres que sospechan que su hijo está siendo víctima de acoso. Casi nunca son llamadas de padres que no saben cómo actuar ante un hijo acosador. En los 12 años que lleva activa la asociación, sólo se han puesto en contacto con nosotros dos familias de acosadores», refiere Fernández, que también está recibiendo decenas de solicitudes de AMPAS para ir a dar charlas en los colegios.
Según información oficial de la Unidad de Convivencia de la Comunidad de Madrid, a la que ha accedido ABC, en febrero de este año había 3.279 protocolos abiertos por casos de acoso escolar en Primaria y Secundaria sólo en esta región. «El problema es que, a nivel estatal, no hay cifras objetivas, más allá de los estudios de incidencia», refieren desde la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar. En septiembre, la Fundación ANAR concluyó que el 12,3% de los alumnos (de una muestra de 8.781 menores) afirmaba que él o uno de sus compañeros está sufriendo acoso escolar (presencial, ‘ciberbullying’ o ambos). Un dato que supone una subida respecto al 9,4% del año anterior.
También hay un estudio de 2023 realizado por la Fundación ColaCao y la Universidad Complutense que afirma que casi dos alumnos por clase sufren acoso escolar en España. La investigación, de 2023, es una de las más completas que se han llevado a cabo en nuestro país con una muestra de casi 21.000 estudiantes y refleja que desde cuarto de Primaria hasta cuarto de Secundaria hay un 6,2% de alumnos que se reconocen como víctimas de acoso escolar. Hay, por tanto, miles de niños y familias que pueden atreverse ahora a decir ‘Me Too’.
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