Un clásico sin polémica es menos clásico. En el celebrado en el Santiago Bernabéu el colegiado Soto Grado volvió a estar muy exigido y no gustó del todo a los azulgranas. Un penalti señalado en el área del Barça tuvo que ser corregido por el VAR, pues la patada fue propinada por Vinícius a Lamine Yamal. Todavía en el primer tiempo, el Barça reclamó una falta previa al gol de Bellingham.
El colegiado tuvo mucho trabajo en un partido de enorme tensión
La polémica
El colegiado tuvo mucho trabajo en un partido de enorme tensión

OSCAR DEL POZO / AFP
Un clásico sin polémica es menos clásico. En el celebrado en el Santiago Bernabéu el colegiado Soto Grado volvió a estar muy exigido y no gustó del todo a los azulgranas. Un penalti señalado en el área del Barça tuvo que ser corregido por el VAR, pues la patada fue propinada por Vinícius a Lamine Yamal. Todavía en el primer tiempo, el Barça reclamó una falta previa al gol de Bellingham.
La primera gran jugada dudosa fue una internada de Vinícius en el área que terminó con el brasileño golpeando el pie de Lamine Yamal. El jugador del Real Madrid intentó chutar, pero en su camino se encontró con el pie del extremo azulgrana, que había bajado a ayudar a su lateral.
El VAR no tardó en llamar a Soto Grado para que revisase la jugada. Tras verla en el vídeo cambió su decisión y pitó falta a favor del Barça, para desconsuelo de la grada.
En la otra jugada decisiva del primer tiempo, el colegiado decidió no señalar un codazo claro de Huijsen sobre Cubarsí. El balón viajaba en la trayectoria del central hacia Bellingham, que terminó marcando el gol. El VAR tampoco quiso ver esa acción como punible y el tanto subió al marcador.
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