RTVE ha tomado la última decisión de un sin fin de cambios desde que se estrenase el 5 de mayo La familia de la tele. Pese a que la cancelación del programa sigue en pie, la dirección de la Corporación vuelve a cambiar la franja y el horario del magacín en una agonía cada vez más complicada para el equipo Leer RTVE ha tomado la última decisión de un sin fin de cambios desde que se estrenase el 5 de mayo La familia de la tele. Pese a que la cancelación del programa sigue en pie, la dirección de la Corporación vuelve a cambiar la franja y el horario del magacín en una agonía cada vez más complicada para el equipo Leer
Lo que está sucediendo en RTVE con La familia de la tele muchos lo califican ya de «agonía». Pese a que la dirección de la Corporación tiene tomada la decisión de que el magacín no puede continuar, en un último giro de acontecimientos, ha decidido alargar aún más una situación que, como demuestran los datos y las declaraciones de quienes hacen el magacín, no beneficia a nadie.
RTVE ha vuelto a dar un volantazo para intentar, o bien, salvar las tardes de La 1 hasta que llegue el Tour de Francia el próximo 5 de julio, o bien, en un último intento por salvar a La familia de la tele. Desde esta tarde la parrilla de La 1 vuelve a cambiar por completo. La familia de la tele desaperece del horario en que se fijó hace tan solo dos semanas. De 15.55 a 17.15, Jesús Cintora y Malas lenguas, programa producido por La Osa, la misma productora de La familia de la tele, salta a la sobremesa de La 1. Era un movimiento lógico después de los buenos datos cosechados la semana pasada en la primera cadena. Sin embargo, el sin sentido viene después.
Tras Malas lenguas, La 1 emitirá en su horario normal Valle Salvaje y La Promesa, y aquí es donde llega el volantazo, uno más después de decenas de cambios desde que se estrenase el pasado 5 de mayo La familia de la tele: el magacín pasa a emitirse de 19.30 a 20.30 -vuelve al segundo tramo que se emitía al principio y que peores datos de audiencia registraba- hasta que dé comienzo Aquí la Tierra.
Un cambio de rumbo que vuelve a descolocar la programación y, por tanto, a la audiencia y que tiene poca explicación con respecto a los datos. Hace dos semanas, RTVE comunicó la cancelación del segundo tramo de La familia de la tele por los malos datos de audiencia y el por el daño que estaba haciendo a los buenos resultados que registran las series de las tardes de La 1. La dirección de la Corporación canceló el segundo tramo siguiendo una lógica, pues era el segundo tramo con peores audiencias.
Durante estas dos semanas que La familia de la tele se ha estado emitiendo en La 1 de 15.55 a 17.15, los datos no han mejorado sino que han seguido en una media del 6%, con días en los que incluso ha sido superado por La 2 con los documentales y la emisión de Saber y Ganar. De hecho, fue esto lo que precipitó la decisión de cancelar el programa. Sin fecha para la cancelación, pues hay que esperar al Tour que se emite en La 1 en el horario de La familia de la tele de la semana pasada, RTVE ha considerado mejor opción seguir con la agonía, pero intentando mejorar las tardes con Malas lenguas que ha dado muy buen resultado estos días gracias al volumen informativo producido por el caso Koldo.
El lunes pasado, cuando se pusieron en marcha los últimos cambios en el magacín -la cancelación del segundo tramo y el recorte de la duración del primero-, las audiencias activaron las alertas. Si este último intento no las levantaba, quedaba ya poco por hacer. Aun así, se esperó una semana más. Durante el fin de semana, el run run de una cancelación cercana creció con fuerza. El lunes hubo un respiro: La familia de la tele logró un 6,4% de cuota de pantalla, todavía por debajo del share de corte establecido por contrato (un 8%), pero una bomba de oxígeno para RTVE.
El martes cayó la gota que rebosó el vaso.
Por primera vez desde su estreno, al programa lo superó La 2. Es decir, La 1 quedó por detrás de la segunda cadena. Llegó el miércoles, y todo fue a peor: de nuevo ganaba La 2 y La familia de la tele marcaba mínimo de audiencia, un 5,4%. Ahora sí, la situación era insostenible.
Desde la llegada de José Pablo López a la presidencia de RTVE la mejora en las audiencias de La 1 ha sido uno de sus mayores éxitos. Eurovisión, los eventos deportivos, The Floor, Futuros imperfectos, la mejora en audiencias de Mañaneros con la llegada de Javier Ruiz y la eliminación del corazón o el incremento de espectadores de La hora de La 1 provocaron que en el mes de mayo la principal cadena de la Corporación cerrase con el mejor dato en ese mes en siete años. Obsesionado con las audiencias y muy pendiente de la parrilla, López sólo tenía un agujero en su programación: La familia de la tele. Desde su aterrizaje en TVE, el magacín sólo ha conseguido superar el 8% del share corte un día, y fue gracias a la polémica rueda de prensa de Melody.
Sin grandes eventos deportivos a corto plazo, a excepción del Tour , López no podía mantener un programa cuya audiencia estaba más de cinco puntos por debajo de la media de la cadena (10,7%). Tampoco podía dejar que esos malos datos afectasen, como sucedió las primeras semanas, a algunos de los pesos pesados de La 1 como son las series Valle Salvaje y La Promesa y el programa Aquí la Tierra.
Aunque en la primera Comisión de control de RTVE en el Congreso tras la llegada de La familia de la tele el presidente de la Corporación Pública defendió con uñas y dientes el programa, aseguró que todavía creía podía funcionar y señaló «la presión de determinados medios de comunicación a los que les interesa que a la televisión pública le vaya mal», a los pocos días López se quedó sin argumentos para seguir defendiendo el formato. Ni audiencias, ni entretenimiento, ni diversión y, por tanto, tampoco servicio público.
El equipo de La familia de la tele ha intentado durante este mes y poco levantar el programa y sobrevivir. Pese a todos los frentes abiertos, críticas, malos datos cada día y cambios constantes, así lo aseguró la propia María Patiño hace unos días cuando afirmó que cada día intentaba hacer un «buen programa». Este fin de semana, era también la presentadora la que publicaba en redes un enigmático comentario con el que a buen entendedor pocas palabras bastan: «Yo sólo quiero volver a ser la misma de siempre, quiero fluir, quiero preguntar para saber, no quiero estar constantemente en tensión, no quiero ser corregida en todo momento, quiero divertirme, quiero aprender, quiero crecer».
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