En una época marcada por el regreso a lo natural, lo local y lo saludable, cada vez más personas redescubren alimentos que durante siglos formaron parte de la sabiduría popular. Uno de ellos es la endrina , un pequeño fruto silvestre de intenso color azul violáceo , que crece en arbustos espinosos al borde de caminos y campos, especialmente en zonas templadas de Europa . Conocida sobre todo por su uso en la elaboración del tradicional pacharán navarro , hoy empieza a llamar la atención por sus valiosas propiedades nutricionales.¿Qué es la endrina?La endrina es el fruto del endrino (Prunus spinosa), un arbusto rústico, resistente y de crecimiento lento que pertenece a la misma familia que los ciruelos y almendros. Sus frutos son redondos, del tamaño de una aceituna pequeña, con una pulpa densa y un sabor muy ácido, astringente y ligeramente amargo , que se suaviza al madurar o tras pasar por procesos de maceración o cocción.Aunque durante mucho tiempo fue ignorada por su sabor agreste, la endrina está ganando popularidad en la nutrición moderna gracias a su perfil fitoquímico y sus aplicaciones culinarias más allá del licor.Un tesoro nutricional en miniaturaAntioxidantes y antocianinasLa endrina contiene una alta concentración de antocianinas, los pigmentos responsables de su intenso color azul oscuro. Estas sustancias poseen un fuerte efecto antioxidante, ayudando a neutralizar los radicales libres y, con ello, a prevenir el envejecimiento celular y enfermedades degenerativas.Además, aporta vitamina C, necesaria para la función inmunológica, la producción de colágeno y la protección frente al estrés oxidativo. Este cóctel natural convierte a la endrina en un aliado de la salud cardiovascular, ocular y cutánea.Fibra y digestiónOtra virtud importante es su contenido en fibra dietética , lo que la convierte en un alimento beneficioso para la salud intestinal. La fibra no solo favorece el tránsito intestinal, sino que también contribuye al control del colesterol y de la glucosa en sangre.En la medicina popular, las endrinas se han usado tanto para tratar diarreas (en forma de infusión astringente) como para aliviar el estreñimiento, dependiendo del estado de maduración del fruto y su preparación.Otros compuestos beneficiososLas endrinas también contienen taninos, flavonoides y pequeñas cantidades de ácidos orgánicos que poseen propiedades antiinflamatorias, antisépticas y digestivas. Esto las convierte en un ingrediente natural interesante para incluir en una dieta equilibrada, especialmente en otoño, cuando los frutos maduran y están en su punto óptimo.¿Cómo consumir endrinas?Dado su sabor ácido y astringente, no es común consumirlas crudas . Sin embargo, existen múltiples formas de incorporarlas a la dieta de manera sabrosa y saludable:- Mermeladas y compotas , ideales para acompañar yogures, tostadas integrales o platos de queso.- Infusiones digestivas a base de flores o frutos secos.- Conservas caseras , como jarabes o salsas ácidas para platos salados.- Salsas para carnes de caza o aves , aportando un contrapunto ácido muy interesante.- Pacharán sin alcohol , una alternativa saludable al tradicional licor, con sabor a campo y memoria.Y, por supuesto, también se pueden congelar o deshidratar para usar durante todo el año.Noticias relacionadas estandar No No todo es leche y yogur: las fuentes de calcio que no provienen de los lácteos Elisa Escorihuela estandar No Los cinco suplementos esenciales para acompañar la menopausia Elisa EscorihuelaReceta fácil y rápidaMermelada casera de endrinas Endrinas maduras 500 gramos Azúcar integral o de caña 250 gramos Zumo de medio limón Agua 100 mililitrosPreparación:1 . Lava bien las endrinas y retira cualquier tallo o impureza.2 . Colócalas en una cacerola con el agua y el zumo de limón. Cocina a fuego medio hasta que la fruta esté blanda (unos 20-25 minutos).3 . Tritura con una batidora o pasa por un pasapurés para eliminar los huesos.4 . Añade el azúcar y vuelve a poner al fuego, removiendo con frecuencia hasta que la mezcla espese (aproximadamente 15-20 minutos más).5 . Vierte la mermelada caliente en tarros esterilizados, ciérralos y colócalos boca abajo hasta que enfríen.Consejo : Puedes aromatizar con una ramita de canela o un toque de anís estrellado para dar un perfil más especiado.Esta mermelada no solo es deliciosa, sino que conserva muchas de las propiedades del fruto y no contiene conservantes artificiales.Sostenibilidad y recolección responsableAunque el endrino crece de forma silvestre , su recolección debe hacerse con cuidado. Se recomienda no arrasar con todos los frutos de un arbusto , ya que también sirven de alimento a aves y otros animales silvestres. Recolectar solo lo necesario y en su punto de madurez favorece tanto la salud como la biodiversidad.Si no tienes acceso directo a endrinas silvestres, algunos mercados ecológicos y herbolarios las ofrecen en temporada, o en formato deshidratado durante todo el año.El valor de lo silvestre La endrina es un ejemplo perfecto de cómo los frutos olvidados de la naturaleza pueden tener un lugar privilegiado en la nutrición actual . Recuperar su uso no solo enriquece nuestra dieta, sino que también reconecta con una forma de alimentación más consciente , más conectada con el entorno y con la sabiduría ancestral.Pequeña, intensa y llena de beneficios , la endrina demuestra que los superalimentos no siempre vienen del otro lado del mundo… a veces, están justo al borde del camino. En una época marcada por el regreso a lo natural, lo local y lo saludable, cada vez más personas redescubren alimentos que durante siglos formaron parte de la sabiduría popular. Uno de ellos es la endrina , un pequeño fruto silvestre de intenso color azul violáceo , que crece en arbustos espinosos al borde de caminos y campos, especialmente en zonas templadas de Europa . Conocida sobre todo por su uso en la elaboración del tradicional pacharán navarro , hoy empieza a llamar la atención por sus valiosas propiedades nutricionales.¿Qué es la endrina?La endrina es el fruto del endrino (Prunus spinosa), un arbusto rústico, resistente y de crecimiento lento que pertenece a la misma familia que los ciruelos y almendros. Sus frutos son redondos, del tamaño de una aceituna pequeña, con una pulpa densa y un sabor muy ácido, astringente y ligeramente amargo , que se suaviza al madurar o tras pasar por procesos de maceración o cocción.Aunque durante mucho tiempo fue ignorada por su sabor agreste, la endrina está ganando popularidad en la nutrición moderna gracias a su perfil fitoquímico y sus aplicaciones culinarias más allá del licor.Un tesoro nutricional en miniaturaAntioxidantes y antocianinasLa endrina contiene una alta concentración de antocianinas, los pigmentos responsables de su intenso color azul oscuro. Estas sustancias poseen un fuerte efecto antioxidante, ayudando a neutralizar los radicales libres y, con ello, a prevenir el envejecimiento celular y enfermedades degenerativas.Además, aporta vitamina C, necesaria para la función inmunológica, la producción de colágeno y la protección frente al estrés oxidativo. Este cóctel natural convierte a la endrina en un aliado de la salud cardiovascular, ocular y cutánea.Fibra y digestiónOtra virtud importante es su contenido en fibra dietética , lo que la convierte en un alimento beneficioso para la salud intestinal. La fibra no solo favorece el tránsito intestinal, sino que también contribuye al control del colesterol y de la glucosa en sangre.En la medicina popular, las endrinas se han usado tanto para tratar diarreas (en forma de infusión astringente) como para aliviar el estreñimiento, dependiendo del estado de maduración del fruto y su preparación.Otros compuestos beneficiososLas endrinas también contienen taninos, flavonoides y pequeñas cantidades de ácidos orgánicos que poseen propiedades antiinflamatorias, antisépticas y digestivas. Esto las convierte en un ingrediente natural interesante para incluir en una dieta equilibrada, especialmente en otoño, cuando los frutos maduran y están en su punto óptimo.¿Cómo consumir endrinas?Dado su sabor ácido y astringente, no es común consumirlas crudas . Sin embargo, existen múltiples formas de incorporarlas a la dieta de manera sabrosa y saludable:- Mermeladas y compotas , ideales para acompañar yogures, tostadas integrales o platos de queso.- Infusiones digestivas a base de flores o frutos secos.- Conservas caseras , como jarabes o salsas ácidas para platos salados.- Salsas para carnes de caza o aves , aportando un contrapunto ácido muy interesante.- Pacharán sin alcohol , una alternativa saludable al tradicional licor, con sabor a campo y memoria.Y, por supuesto, también se pueden congelar o deshidratar para usar durante todo el año.Noticias relacionadas estandar No No todo es leche y yogur: las fuentes de calcio que no provienen de los lácteos Elisa Escorihuela estandar No Los cinco suplementos esenciales para acompañar la menopausia Elisa EscorihuelaReceta fácil y rápidaMermelada casera de endrinas Endrinas maduras 500 gramos Azúcar integral o de caña 250 gramos Zumo de medio limón Agua 100 mililitrosPreparación:1 . Lava bien las endrinas y retira cualquier tallo o impureza.2 . Colócalas en una cacerola con el agua y el zumo de limón. Cocina a fuego medio hasta que la fruta esté blanda (unos 20-25 minutos).3 . Tritura con una batidora o pasa por un pasapurés para eliminar los huesos.4 . Añade el azúcar y vuelve a poner al fuego, removiendo con frecuencia hasta que la mezcla espese (aproximadamente 15-20 minutos más).5 . Vierte la mermelada caliente en tarros esterilizados, ciérralos y colócalos boca abajo hasta que enfríen.Consejo : Puedes aromatizar con una ramita de canela o un toque de anís estrellado para dar un perfil más especiado.Esta mermelada no solo es deliciosa, sino que conserva muchas de las propiedades del fruto y no contiene conservantes artificiales.Sostenibilidad y recolección responsableAunque el endrino crece de forma silvestre , su recolección debe hacerse con cuidado. Se recomienda no arrasar con todos los frutos de un arbusto , ya que también sirven de alimento a aves y otros animales silvestres. Recolectar solo lo necesario y en su punto de madurez favorece tanto la salud como la biodiversidad.Si no tienes acceso directo a endrinas silvestres, algunos mercados ecológicos y herbolarios las ofrecen en temporada, o en formato deshidratado durante todo el año.El valor de lo silvestre La endrina es un ejemplo perfecto de cómo los frutos olvidados de la naturaleza pueden tener un lugar privilegiado en la nutrición actual . Recuperar su uso no solo enriquece nuestra dieta, sino que también reconecta con una forma de alimentación más consciente , más conectada con el entorno y con la sabiduría ancestral.Pequeña, intensa y llena de beneficios , la endrina demuestra que los superalimentos no siempre vienen del otro lado del mundo… a veces, están justo al borde del camino.
Este pequeño fruto del endrino suele ser conocido por ser el ingrediente principal del pacharán, pero su consumo sin alcohol es una fuente de propiedades nutricionales que frenan el envejecimiento
En una época marcada por el regreso a lo natural, lo local y lo saludable, cada vez más personas redescubren alimentos que durante siglos formaron parte de la sabiduría popular. Uno de ellos es la endrina, un pequeño fruto silvestre de intenso color azul … violáceo, que crece en arbustos espinosos al borde de caminos y campos, especialmente en zonas templadas de Europa. Conocida sobre todo por su uso en la elaboración del tradicional pacharán navarro, hoy empieza a llamar la atención por sus valiosas propiedades nutricionales.
¿Qué es la endrina?
La endrina es el fruto del endrino (Prunus spinosa), un arbusto rústico, resistente y de crecimiento lento que pertenece a la misma familia que los ciruelos y almendros. Sus frutos son redondos, del tamaño de una aceituna pequeña, con una pulpa densa y un sabor muy ácido, astringente y ligeramente amargo, que se suaviza al madurar o tras pasar por procesos de maceración o cocción.
Aunque durante mucho tiempo fue ignorada por su sabor agreste, la endrina está ganando popularidad en la nutrición moderna gracias a su perfil fitoquímico y sus aplicaciones culinarias más allá del licor.
Un tesoro nutricional en miniatura
Antioxidantes y antocianinas
La endrina contiene una alta concentración de antocianinas, los pigmentos responsables de su intenso color azul oscuro. Estas sustancias poseen un fuerte efecto antioxidante, ayudando a neutralizar los radicales libres y, con ello, a prevenir el envejecimiento celular y enfermedades degenerativas.
Además, aporta vitamina C, necesaria para la función inmunológica, la producción de colágeno y la protección frente al estrés oxidativo. Este cóctel natural convierte a la endrina en un aliado de la salud cardiovascular, ocular y cutánea.
Fibra y digestión
Otra virtud importante es su contenido en fibra dietética, lo que la convierte en un alimento beneficioso para la salud intestinal. La fibra no solo favorece el tránsito intestinal, sino que también contribuye al control del colesterol y de la glucosa en sangre.
En la medicina popular, las endrinas se han usado tanto para tratar diarreas (en forma de infusión astringente) como para aliviar el estreñimiento, dependiendo del estado de maduración del fruto y su preparación.
Otros compuestos beneficiosos
Las endrinas también contienen taninos, flavonoides y pequeñas cantidades de ácidos orgánicos que poseen propiedades antiinflamatorias, antisépticas y digestivas. Esto las convierte en un ingrediente natural interesante para incluir en una dieta equilibrada, especialmente en otoño, cuando los frutos maduran y están en su punto óptimo.
¿Cómo consumir endrinas?
Dado su sabor ácido y astringente, no es común consumirlas crudas. Sin embargo, existen múltiples formas de incorporarlas a la dieta de manera sabrosa y saludable:
– Mermeladas y compotas, ideales para acompañar yogures, tostadas integrales o platos de queso.
– Infusiones digestivas a base de flores o frutos secos.
– Conservas caseras, como jarabes o salsas ácidas para platos salados.
– Salsas para carnes de caza o aves, aportando un contrapunto ácido muy interesante.
– Pacharán sin alcohol, una alternativa saludable al tradicional licor, con sabor a campo y memoria.
Y, por supuesto, también se pueden congelar o deshidratar para usar durante todo el año.
Receta fácil y rápida
Mermelada casera de endrinas
-
Endrinas maduras
500 gramos -
Azúcar integral o de caña
250 gramos - Zumo de medio limón
-
Agua
100 mililitros
Preparación:
1. Lava bien las endrinas y retira cualquier tallo o impureza.
2. Colócalas en una cacerola con el agua y el zumo de limón. Cocina a fuego medio hasta que la fruta esté blanda (unos 20-25 minutos).
3. Tritura con una batidora o pasa por un pasapurés para eliminar los huesos.
4. Añade el azúcar y vuelve a poner al fuego, removiendo con frecuencia hasta que la mezcla espese (aproximadamente 15-20 minutos más).
5. Vierte la mermelada caliente en tarros esterilizados, ciérralos y colócalos boca abajo hasta que enfríen.
Consejo: Puedes aromatizar con una ramita de canela o un toque de anís estrellado para dar un perfil más especiado.
Esta mermelada no solo es deliciosa, sino que conserva muchas de las propiedades del fruto y no contiene conservantes artificiales.
Sostenibilidad y recolección responsable
Aunque el endrino crece de forma silvestre, su recolección debe hacerse con cuidado. Se recomienda no arrasar con todos los frutos de un arbusto, ya que también sirven de alimento a aves y otros animales silvestres. Recolectar solo lo necesario y en su punto de madurez favorece tanto la salud como la biodiversidad.
Si no tienes acceso directo a endrinas silvestres, algunos mercados ecológicos y herbolarios las ofrecen en temporada, o en formato deshidratado durante todo el año.
El valor de lo silvestre
La endrina es un ejemplo perfecto de cómo los frutos olvidados de la naturaleza pueden tener un lugar privilegiado en la nutrición actual. Recuperar su uso no solo enriquece nuestra dieta, sino que también reconecta con una forma de alimentación más consciente, más conectada con el entorno y con la sabiduría ancestral.
Pequeña, intensa y llena de beneficios, la endrina demuestra que los superalimentos no siempre vienen del otro lado del mundo… a veces, están justo al borde del camino.
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