Nicolás Maduro siente el aliento de Donald Trump, y no es precisamente el olor de un aspirante al Nobel de la paz.
El presidente pone a la CIA en marcha y Maduro alerta de golpe de Estado recordando los 32.000 desaparecidos durante la dictadura argentina
Nicolás Maduro siente el aliento de Donald Trump, y no es precisamente el olor de un aspirante al Nobel de la paz.
“No al golpe de Estado de la CIA, que tanto nos recuerda a los 30.000 desaparecidos”, afirmó el dirigente venezolano, en un discurso televisado, en alusión a la cifra estimada por organizaciones de derechos humanos de personas de las que nunca más se supo durante la dictadura argentina de las década de 1970 y 1980.
La reacción del líder del chavismo se produjo la noche del miércoles, después de que Donald Trump hiciera un reconocimiento asombroso para un presidente de Estados Unidos. El líder conservador confirmó en el despacho oval que, tal como había avanzado The New York Times , había autorizado operaciones encubiertas de la agencia de espionaje dentro del país sudamericano.
Trump no solo aceptó haber dado esa orden, sino que incluso explicó que, una vez controladas la aguas del Caribe tras haber hundido cinco supuestas narcolanchas, con 27 fallecidos, se disponía a hacer lo propio con ataques por tierra.
De hecho, ayer The Washington Post informó que unidades de aviación de operaciones especiales de élite del ejército estadounidense han volado en aguas caribeñas a menos de 150 kilómetros de la costa venezolana a lo largo de estas últimas jornadas.
Esos helicópteros habrían participado en entrenamientos para una expansión de las operaciones contra la droga, incluidas misiones en el interior de ese país.
El Pentágono ha realizado un despliegue notable de fuerzas en esas aguas. Cuenta con al menos 10.000 militares, la mayoría en bases de Puerto Rico, pero también hay tropas de marines con embarcaciones de asalto. En total, la Armada tiene ocho buques y un submarino en esa región del Caribe.
“No al cambio de régimen que tanto nos recuerda a los derrocamientos en las fallidas guerras de Afganistán, Irar, Libia y otras”, insistió Maduro.
“No al golpe de Estado de la CIA, que tanto nos recuerda a los 30.000 desaparecidos”, dice Maduro
En las horas previas, y a preguntas de los periodistas, Trump ratificó la noticia sobre el despliegue de la CIA aludiendo a que Venezuela había vaciado sus prisiones, enviando a esa gente a territorio estadounidense, y que quería combatir el narcotráfico.
También explicó su disposición a ampliar los ataques. “Estamos mirando objetivos terrestres porque tenemos el mar bajo control. Muchas drogas venían por mar y vamos a parar esto también por tierra”, dijo.
Existe una aceptación general de que los ataques contra las supuestas lanchas rápidas de los contrabandistas eran el preparativo de algo más.
Responsables del Gobierno de Washington ya dejaron claro que el objetivo último de este operativo no era otro que echar a Maduro. Así, la nueva autorización permitiría a los infiltrados de la agencia de inteligencia realizar operaciones letales en el territorio de Venezuela.
Cuando los reporteros le plantearon la cuestión a Trump de si la CIA tiene licencia para acabar con Maduro, replicó: “No quiero responder una pregunta como esa. Es una pregunta ridícula la que me haces. No es realmente una pregunta ridícula, pero ¿no sería una pregunta ridícula si yo respondiera?”.
La CIA estaría capacitada para cometer actos contra Maduro o su Gobierno, tanto unilateralmente como en sintonía con operaciones militares de mayor calado. No se sabe si la agencia está planeando alguna operación en Venezuela o si son preparativos en caso de una contingencia, siempre a partir de la primicia del Times .
“Observamos con extrema alarma el uso de la CIA, así como los despliegues militares anunciados en el Caribe, que configuran una política de agresión, amenaza y hostigamiento contra Venezuela”, expresó el Ejecutivo de Maduro.
Trump ordenó hace unos días que se pusiera fin a las relaciones diplomáticas entre los dos países. Esto es una muestra de su frustración con los dirigentes venezolanos por no aceptar los requerimientos para que Maduro abandone el poder voluntariamente, mientras esos líderes insisten en que ellos no tienen nada que ver con el narcotráfico y que lo de las embarcaciones no es más que un invento estadounidense.
El republicano se niega a responder si su operativo busca un cambio de régimen
Maduro está imputado por la justicia de EE.UU. como capo de narcotraficantes. El Gobierno ofrece una recompensa de 50 millones por su detención. Trump lo llama “narcoterrorista”.
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